EXPLICA LA EVOLUCIÓN DE LA PINTURA Y EL MOSAICO EN EL ARTE PALEOCRISTIANO, CON ESPECIAL REFERENCIA A LA ICONOGRAFÍA. Historia del Arte. 2º Bachillerato LOMCE
Novena de Pentecostés con textos de san Juan Eudes
EXPLICA LA EVOLUCIÓN DE LA PINTURA Y EL MOSAICO EN EL ARTE PALEOCRISTIANO, CON ESPECIAL REFERENCIA A LA ICONOGRAFÍA
1. EXPLICA LA EVOLUCIÓN DE LA PINTURA Y EL MOSAICO EN EL
ARTE PALEOCRISTIANO, CON ESPECIAL REFERENCIA A LA
ICONOGRAFÍA
2. La pintura paleocristiana será la primera
manifestación del arte cristiano.
El arte primitivo cristiano se inicia a
través de la pintura de las catacumbas de
Roma, pues no existe arquitectura
anterior al periodo de Constantino, salvo
ejemplos contados, como los templos de
Dura Europos.
Su importancia será fundamental en la
historia del arte occidental, más que por
sus propios valores plásticos:
• Por sentar los modelos expresivos y
simbólicos del arte bizantino y
medieval cristiano.
• Por desarrollar una iconografía propia
de carácter cristiano, que será la base
de la iconografía bizantina y del arte
cristiano occidental en la Edad Media.
3.
4. La pintura y el mosaico, como todo
el arte paleocristiano, se puede
dividir en dos grandes periodos:
• Periodo de persecución y
clandestinidad (siglos II y III),
especialmente en las
catacumbas. Predominará la
pintura.
• Periodo de libertad de culto y
del Cristianismo como religión
oficial del Imperio (desde 313).
En esta fase será un arte
protegido e impulsado por las
grandes jerarquías eclesiásticas
de la época e, incluso, por la
propia monarquía romana Se
desarrollará en basílicas,
baptisterios, martyria y
abundará el mosaico.
7. No pudiendo hacer
públicas sus creencias y
su arte, las primeras
comunidades cristianas
celebrarán sus
reuniones en edificios
privados, que serán
llamados tituli o Domus
ecclesiae.
No obstante, en las
afueras de las ciudades,
se excavarán
catacumbas en las que
se enterraban a
personas cristianas.
Es en estas catacumbas
donde aparecerán las
primeras pinturas
cristianas.
8. En el arte paleocristiano
la pintura mural tendrá
un gran desarrollo y fue
importante en la
decoración de las
paredes y de los
arcosolios (hueco
arqueado que remataba
los nichos) de las
catacumbas.
La técnica utilizada se
basaba en el fresco, de
trazo ligero e
impresionista y de escaso
cromatismo, dado que se
valoraba más el
significado religioso que
la belleza formal o la
representación de la
realidad.
9. Los cristianos se servirán del arte
romano en los primeros siglos para la
manifestación de sus ideales.
Para ello, adoptaron la pintura con
preferencia a la escultura por ser
aquélla de más fácil ejecución y por
ofrecer menos semejanza con los
ídolos del paganismo.
Los primeros cristianos vivían en
medio de una sociedad
mayoritariamente pagana y hostil
Como no podían profesar
abiertamente su fe, los cristianos se
valían de símbolos.
Su lenguaje gráfico procede en gran
medida de Oriente, de las
comunidades helenizadas de
Alejandría, Antioquia y Éfeso.
10. Durante los
primeros siglos se
realizaron
decoraciones y
pinturas simbólicas
más que verdaderas
imágenes
veneradas, siguiendo
la disciplina del
arcano o del secreto
que vedaba la
manifestación
pública de algunas
verdades cristianas.
11. Estas representaciones
artísticas no serán desde
un principio para ser
contempladas por el
público, sino que serán
simbólicas y estarán
escondidas, para solo ser
reconocidas por sus
practicantes.
Los cristianos llevaron a
cabo una “creatividad
camuflada”, solo legible
para la comunidad
cristiana
Esto favoreció a la
creación de motivos
simbólicos con gran
repercusión en el
posterior arte cristiano.
12. Los dos primeros siglos del Cristianismo se
caracterizan por la ausencia de
representación de imágenes de culto,
siguiendo el aniconismo expresado en
el Antiguo Testamento y la opinión de
autores como Tertuliano, para
quienes las imágenes constituyen un
“adulterio de la verdad”.
El desarrollo del arte figurativo cristiano
encontró en algunos medios una
hostilidad basada en la prohibición bíblica
de las imágenes (Éxodo, 20, 4); el
rompimiento de la prohibición fue, sin
duda, debido a iniciativas privadas.
No obstante, el cristianismo se apartó de
la antigua norma judaica que imponía la
proscripción de la imagen, ya que esta
religión surge en un medio saturado de
imágenes, el clásico romano.
13. De este modo, a partir
de finales del siglo II e
inicios del siglo III,
coincidiendo con la
difusión de la religión
cristiana, es cuando
comienzan a aparecer
las primeras muestras
iconográficas en
escultura y pintura.
Tanto en la pintura de
las catacumbas como
en algunos sarcófagos
irá desarrollándose la
iconografía cristiana,
cargada de
simbolismo.
Profecía de Balaám. Catacumbas de Santa Priscila. ¿Fines siglo II?
¿Primera representación de la Virgen María?
14. Esa nueva iconografía
paleocristiana va forjándose
acorde con los principios de la
nueva fe y sus autoridades
eclesiásticas.
El carácter privado de la pintura
de las catacumbas no descarta,
en absoluto una posible
intervención clerical y que
estaría limitada a la elección de
las escenas a representar.
“Puede afirmarse sin vacilación que
existió en el siglo III una pintura
cristiana con un campo de aplicación
bien definido y que disponía de un
programa iconográfico y funcional que
supone un acuerdo tácito y, más
verosímilmente, directrices de las
autoridades eclesiásticas cristianas”.
André Grabar: El arte paleocristiano
15. En su origen, las
representaciones pictóricas
y escultóricas
paleocristianas están
condicionadas por:
• La situación de
clandestinidad.
• La herencia anicónica y
antimaterial de la
tradición judía.
• El gran sentido simbólico
y expresivo, anti-clásico,
de las aportaciones
orientales del imperio,
donde se desarrolló
inicialmente el
cristianismo.
• La influencia
neoplatónica.
Capella Greca. Catacumbas de Priscila. Siglo II
16.
17. Acabó imponiéndose la utilización de las imágenes con fines didácticos, no
estéticos, para plasmar gráficamente los conceptos de la nueva fe, utilizando
para ello parcialmente el lenguaje artístico de la tradición clásica.
18. Ese lenguaje clásico fue
depurándose, concentrando la
atención en lo estrictamente
esencial, en la precisa
transmisión de un “mensaje”, la
clara comunicación de los
contenidos de una fe, en la que
sobra todo lo accesorio, todo lo
que no es “idea”.
La iconografía que caracterizará
al arte paleocristiano se adaptará
a las nuevas necesidades
religiosas, alejándose del
realismo clásico y dando paso al
expresionismo de un arte
figurativo en el que predominará
el carácter simbólico que sentará
las bases iconográficas del arte
que luego se desarrollará a lo
largo de toda la Edad Media. Noe en el arca, tras el diluvio, recibiendo la paloma con la rama de
olivo.
19. Estos primeros artistas
cristianos desarrollaron
una iconografía que se
basaba principalmente
en el simbolismo.
Las primeras pinturas
son en su mayoría
monocromáticas,
realizadas con la técnica
del fresco, sobre un
fondo blanco.
Luego se introducirán
más colores, pero
predominará la línea
simple sobre el color y
se abandonarán los
efectos de volumen,
convirtiéndose en una
pintura plana.
20. Lo esencial en este tipo de
representaciones era el símbolo,
por lo que las figuras aparecían
aisladas entre sí, desarrollando
un tipo de pintura plana, sin
volumen.
Incluso se romperá la proporción
figurativa y aparecerá la
jerarquización en el tamaño de
las figuras.
La importancia del color radicaba
en el simbolismo que transmitía
la propia imagen, y se destaca lo
lineal frente a lo pictórico para
no distraer al espectador con
métodos descriptivos.
Las líneas del dibujo delimitan
las formas, en cuyo interior está
el color.
21. En cuanto a los contenidos –con el fin de que pasaran desapercibidos en la
sociedad romana- será habitual, inicialmente:
El empleo de símbolos solo reconocibles por
los propios cristianos.
La cristianización de iconografías paganas
pero con un nuevo significado cristiano.
22. Desde los primeros tiempos, se emplearán
abundantes símbolos, muchos de ellos, solo
reconocibles para los iniciados.
Pez: A partir del s. II la Iglesia tomó la palabra
griega pez, «Ichthys», como símbolo de Cristo. Las
letras de esta palabra significan: I: Iesous (Jesús),
Ch: Christos (Cristo), Th: Theou (Dios), U: Uios
(Hijo), S: Soter (Salvador). Jesús, Cristo, Hijo de
Dios, Salvador.
El símbolo del pez se usaba como signo de
reconocimiento entre los miembros de las
diversas comunidades cristianas. Cuando uno
sospechaba si otro era también cristiano, hacía un
dibujo (comúnmente en el suelo con un palo) en
el que se incluía uno de los dos arcos que forman
el pez. Si la otra persona era cristiana, completaba
el dibujo trazando el arco que faltaba. Casi
inmediatamente el dibujo se borraba para no
levantar sospechas.
Símbolos cristianos
23. También es común la imagen de un pez con una crátera (vasija griega) o cesto
lleno de panes que expresa que el pan y el vino son el mismo Cristo que se
multiplica para ser comido por todos.
Símbolos cristianos
24. Monograma de Cristo o crismón,
formado por dos letras del
alfabeto griego, X y P (Primeras
letras de Xristós).
Era habitual combinarlo con las
letras Alfa y Omega (significando
que Dios es el principio y fin, la
eternidad), y muchas veces dentro
de un círculo o rueda (el círculo es
símbolo de eternidad, el sol es
símbolo de Dios que es la luz).
Si el crismón incorpora una S
(Espíritu Santo) se convierte en un
crismón de significado trinitario.
El monograma de Cristo puesto en
una tumba indicaba que el difunto
era cristiano.
Símbolos cristianos
25. Monograma de Cristo o
crismón
El Emperador Constantino
lo colocó en el estandarte
de su ejército:"IN HOC
SIGNE VINCES"(con este
signo vencerás) en el año
312 cuando se enfrentó a
su rival Majencio. Ganó la
batalla y un año más tarde
para mostrar su
agradecimiento a Dios,
promulgó el Edicto de
Milán en el año
313 , declarando la libertad
de culto para los cristianos.
Es entonces cuando cesan
las persecuciones.
Símbolos cristianos
26. Delfín, ancla, áncora: todos ellos remiten a la salvación eterna, al camino
hacia la otra vida y la esperanza. El ancla es uno de los objetos simbólicos
más antiguos del arte cristiano y representa, además, la firmeza de la fe en
Cristo. El ancla unida al pez indicaba entonces la esperanza en Cristo.
Símbolos cristianos
27. Pavo real, ave Fénix: símbolos de la inmortalidad o resurrección. Simbolizaba
el alma salvada, haciendo referencia al Ave Fénix, ave mítica de Arabia que,
según creían los antiguos, renacía de sus cenizas después de tres días. El pavo
real nunca se representa con la cola extendida, pues sería símbolo de la
soberbia, y simboliza la resurrección porque, en primavera, el tiempo que
coincide con la Pascua, muda las plumas renovando completamente su
plumaje.
Símbolos cristianos
28. Vid, espiga, uva, vendimia: representan
la eucaristía. La vid y la uva están
tomadas de las parábolas de Jesús. La
uva, de la que se hace el vino, es una
alusión a la muerte de Cristo, a su sangre
y sacrificio.
El agua representa a Cristo. Según el
evangelio de san Juan (4, 14), el propio
Jesús es fuente de agua viva que da vida
a los hombres. En las antiguas
representaciones del paraíso nunca falta
una fuente de gracia, para representar a
Cristo como agua viva o aves alrededor.
Símbolos cristianos
29. Mausoleo de Santa Constanza. Roma. Mosaico de la Vendimia. Hacia 354
30. Frutos (a veces en guirnaldas y aves comiéndolas), como representación de los
creyentes y prefiguración de la inmortalidad, resurrección y del paraíso, así como
del alma que se alimenta con la eucaristía.
Símbolos cristianos
Numerosos de estos temas proceden
de la tradición clásica pagana, pero
en el arte paleocristiano adquieren
un nuevo significado simbólico.
31. Cordero: Cristo
como víctima
sacrificial, que se
ofrece para
redimir al mundo.
Al principio no
estaba vinculado al
libro del
Apocalipsis, sino
tan solo al
sacrificio de Cristo
y a la esperanza de
una vida feliz para
el creyente
después de
muerto
Símbolos cristianos
32. Nave mística:
simboliza la Iglesia
como la nave en la
que Cristo es el
timonel y a la cual
guían los
evangelistas.
Faro: Representa la
vida terrenal como
un viaje peligroso,
cuya meta final es la
luz del faro, alegoría
de la Fe cristiana y
la esperanza de
llegar a buen
puerto.
Símbolos cristianos
33. Iconografías paganas con un nuevo significado cristiano.
En un primer momento, igual que
sucedió con la arquitectura, toman
algunas de las figuras paganas,
cambiando la significación del
objeto y, posteriormente elaborarán
otras imágenes nuevas.
En los momentos en que la religión
cristiana está proscrita, tienen que
comunicarse mediante un lenguaje
simbólico, usando imágenes
conocidas por todos, por tanto no
sospechosas, de las que solo los
iniciados conocen su auténtico
significado secreto.
Así sucedió, por ejemplo con la vid,
que dejó de representar al dios
Baco, para pasar a ser sinónimo de
la sangre de Cristo.
34. El proceso de formación de la iconografía
cristiana va unido, en su principio, a la
selección de unos temas tradicionales (de
la tradición funeraria pagana) de carácter
bucólico-idílico-marino que, antes de
circunscribirlos a un modo de imagen
diferenciado, articulado, evidentemente
cristiano, también se le podía circunscribir
a la paz, la felicidad, la salvación, de la
postura de vida cristiana.
La aparición de la imaginería cristiana es
el resultado de un largo proceso de
adaptación de prácticas funerario-
religiosas plenamente enraizadas en la
sociedad romana.
Existe una fuerte influencia pagana como
ocurre en la representación del dios
Apolo, por ejemplo, que se puede
identificar con la figura de Cristo.
Iconografías paganas con un nuevo significado cristiano.
35. La presencia de otras figuras
procedentes del mundo pagano,
como el pastor o la orante es muy
temprana, con una evidente
significación cristiana.
También serán habituales las
escenas de banquetes, que
inicialmente no se refieren al
banquete eucarístico sino al acto
social que el banquete constituía
en la vida del hombre antiguo, o al
banquete de carácter funerario.
Un mismo lenguaje artístico era
utilizado para evocar los
sentimientos religiosos entre
cristianos y paganos
El buen pastor. Catacumba de Priscila. Roma. Siglo II-III
Iconografías paganas con un nuevo significado cristiano.
36. El Buen Pastor es uno de los motivos
más populares del arte paleocristiano,
representado como un pastor vestido
con una túnica, que carga sobre sus
hombros una oveja.
Es el moscóforo de tradición griega,
un oferente que porta la ofrenda que
va a sacrificar a los dioses,
constituyendo así, una representación
pagana.
Este tema simboliza a Cristo como
salvador de su rebaño.
Se usó esta imagen para decorar
lápidas, sarcófagos y esculturas
funerarias, con el fin de mostrar la
salvación del alma: a Cristo como
pastor y a los fieles como sus ovejas.
Iconografías paganas con un nuevo significado cristiano.
El buen pastor. Catacumba de Priscila. Roma. Siglo II-III
37. Iconografías paganas con un nuevo significado cristiano.
Antecedentes del modelo del “Buen Pastor”:
38. El/la Orante es una figura muy
recurrida de la tradicion
grecorromana, que representa la
imagen pagana de la Piedad.
En el arte cristiano se interpreta
como el alma cristiana que goza ya
de la paz divina e invita a la
oración.
Iconografías paganas con un nuevo significado cristiano.
39. El/la Orante, imagen
pagana de la Piedad,
interpretada como el alma
cristiana en el cielo.
Es posible que esta
postura habitual de
oración formara parte del
rito bautismal y se adopte
por su paralelismo con él,
como paso a la nueva vida
que se inicia con el
bautismo: el alma salvada
por Dios a través de la
conversión bautismal.
Iconografías paganas con un nuevo significado cristiano.
40. El ágape, según la carta de San Pablo (1 Co, 11:17-34) era una cena fraternal que
los primeros cristianos celebraban, así como a un posible banquete funerario.
Desde el S. I dos eran las formas de realizar los banquetes: sentados los
comensales alrededor de una mesa o en divanes o triclinium.
El nombre de Ágape, como sinónimo de celebración eucarística, aparece a
finales del siglo II.
Iconografías paganas con un nuevo significado cristiano.
41. El mensaje más importante que tenía que transmitir el cristianismo era la
superación de la muerte, por eso los temas elegidos están en función de la
resurrección, de la vida eterna, adquirida gracias a Cristo, encontrando en los mitos
paganos prototipos, como el de Orfeo, relacionado con la resurrección y símbolo
de Cristo salvador, al bajar a los infiernos para devolver la vida a Eurídice.
Iconografías paganas con un nuevo significado cristiano.
42. También de tradición pagana
grecorromana son otras
representaciones que aparecen
en las catacumbas cristianas y
que pueden relacionarse con el
cristianismo:
• Eros y Psique, que se asimilan
a Cristo y las almas.
• Hércules, héroe pagano que
dedicó su vida a actuar por la
liberación de los hombres y
que simboliza la figura de
Cristo como liberador y
salvador; si bien, a veces,
como Hércules en el jardín de
las Hespérides se le asocia a
Adán.
Iconografías paganas con un nuevo significado cristiano.
43. El pelícano: Simboliza el sacrificio de Jesucristo pues, según la mitología clásica,
alimenta a sus crías con su propia sangre hiriéndose en el pecho.
Iconografías paganas con un nuevo significado cristiano.
Representación tardía.
Capilla Palatina de
Aquisgrán. Siglo IX.
44. También de la tradición
clásica (adaptada al
significado cristiano)
puede considerarse la
escena de la
maternidad clásica
Dará lugar a las
representaciones de la
Virgen María, como en
las Catacumbas de
Priscila.
Es posible rastrear esta
iconografía en la
escultura egipcia, como
Isis amamantando a
Horus.
Iconografías paganas con un nuevo significado cristiano.
45. Posteriormente también aparecerán
escenas históricas de la Biblia,
especialmente del Antiguo Testamento.
Numerosas de las manifestaciones
pictóricas de las catacumbas están
asociadas a imágenes que guardan
relación con la salvación, resurrección y
la verdadera vida: aquella que aguarda
tras la muerte, una vez alcanzada la
justicia divina:
Abundarán los temas del Antiguo
Testamento:
• Daniel en el foso de los leones.
• Jonás expulsado de la ballena.
• El sacrificio de Abraham.
• Noé tras el diluvio.
• Los tres Hermanos en el Horno.
• Adán y Eva, Job, Sansón …
Motivos de la historia cristiana (Antiguo y
Nuevo Testamento)
46. Las escenas del Antiguo
Testamento representadas en las
pinturas de catacumbas y los
relieves de los sarcófagos no
funcionan como escena
narrativa, de acuerdo con el
pensamiento histórico-religioso
judaico, sino como símbolo de
las obras de salvación de Dios,
es decir, de acuerdo con el
pensamiento religioso cristiano.
El proceso de introducción en la
iconografía cristiana de escenas
del Antiguo Testamento consistió
en la identificación concreta de
motivos y elementos
tradicionales que fueron
transformados según las
necesidades de la tradición
cristiana.
Motivos de la historia cristiana (Antiguo y
Nuevo Testamento)
47. Muchas de estas escenas
remiten a una oración, la
commendatio animae, por la
que se rogaba a Dios que, al
igual que había intervenido para
salvar a los protagonistas de las
escenas en cuestión, hiciera lo
mismo para asegurar la
salvación del alma del difunto.
Motivos de la historia cristiana (Antiguo y
Nuevo Testamento)
48. Adán y Eva. Alegoría del pecado y
de la necesidad de salvación.
Siglo III
Catacumbas Santos Pedro y Marcelino
Motivos de la historia cristiana (Antiguo y
Nuevo Testamento)
49. En el tema de Noé, al que Dios
libra del Diluvio, este
simbolismo de la resurrección
de refuerza con la paloma que
vuelve al Arca con la rama de
olivo y que se independiza de su
contexto para constituir por sí
misma un símbolo de
resurrección. El diluvio también
expresa el castigo de Dios.
La paloma: Simboliza el
bautismo, la pureza. En la
narración del Diluvio, la paloma
trajo un ramo de olivo al arca
para indicar que el peligro del
diluvio había cesado, creándose
una alianza en Dios y el hombre.
Las palomas reflejan, además, la
inocencia y pureza de los fieles
que buscan a Cristo.
Motivos de la historia cristiana (Antiguo y
Nuevo Testamento)
50. La escena de Jonás y la Ballena, que simboliza la resurrección, ya que al
desobedecer Jonás la orden de Dios fue tragado por una ballena siendo
devuelto a tierra firme tres días después, al igual que resucitó Jesús.
Motivos de la historia cristiana (Antiguo y
Nuevo Testamento)
51. Los jóvenes hebreos en el horno de Babilonia
Motivos de la historia cristiana (Antiguo y
Nuevo Testamento)
52. Daniel en el foso de los leones
Motivos de la historia cristiana (Antiguo y
Nuevo Testamento)
53. El Sacrificio de Isaac,
prefiguración de Cristo como
víctima, entre otras lecturas.
Moisés (haciendo manar
agua de la roca) como
prefiguración del Mesías.
Motivos de la historia cristiana (Antiguo y
Nuevo Testamento)
54. Respecto de temas del Nuevo
Testamento no se representan
todavía escenas de la Infancia,
Pasión ni Resurrección y serán
frecuentes los relacionados con
la vida pública de Cristo, los
milagros principalmente,
vinculados a la promesa de
curación - salvación:
• La resurrección de Lázaro.
• La curación del paralítico.
• La curación de la
hemorroisa.
• La samaritana en el pozo…
Motivos de la historia cristiana (Antiguo y
Nuevo Testamento)
55. En el período
anterior a la Paz de
la Iglesia no
aparecen aún
imágenes de la
Infancia, la Pasión y
la Resurrección de
Cristo.
Los artistas inciden
en el carácter
taumatúrgico de
Cristo, un símbolo
más de las obras de
salvación de Dios.
Motivos de la historia cristiana (Antiguo y
Nuevo Testamento)
El Cristo de los milagros nos remite a una concepción popular y amable de
Cristo, frente a la concepción eclesiástica e imperial posterior, que incidirá
especialmente en el aspecto triunfal y terrible del Cristo victorioso y juez
implacable que veremos aparecer en la época teodosiana.
56. También comenzarán a
aparecer escenas del Bautismo
de Cristo, como ejemplo del
Bautismo y la conversión como
vía de salvación, frente al
pecado y la muerte.
Motivos de la historia cristiana (Antiguo y
Nuevo Testamento)
57. También aparece en este
momento una prefiguración
de la Virgen María,
denominada Profecía de
Balaám, un hombre señalando
a una estrella junto a una
mujer con un niño.
Es un tema entre el Antiguo y
el Nuevo Testamento, que
anuncia la llegada del Mesías,
como una estrella que saldrá
de la estirpe de Jacob.
Motivos de la historia cristiana (Antiguo y
Nuevo Testamento)
58. Segunda etapa: Arte paleocristiano oficial
(desde 313 hasta finales siglo V)
59. En el año 313, el emperador
Constantino promulga el Edicto de
Milán, que proclama la libertad de
culto religioso.
El culto cristiano puede realizarse
libremente y comienza a edificarse la
primera arquitectura paleocristiana
(basílicas, mausoleos, martyrium,
baptisterios) y el arte cristiano se
manifiesta libremente.
La religión cristiana va adquiriendo
mayor importancia e irá
progresivamente oficializándose,
llegando a recibir apoyo de los
emperadores, hasta que en el año 390,
el emperador Teodosio promulga el
Edicto de Tesalónica, por el que el
cristianismo se convierte en la religión
oficial del imperio romano y se
proscriben otros cultos.
60. Con el triunfo de la Iglesia, y
la Conversión del Imperio la
escasez se convierte en
abundancia, debido, en
primer lugar, a la aparición
de dos nuevos y poderosos
clientes de la producción
artística cristiana:
• La Iglesia.
• La familia imperial.
Serán precisamente estos
nuevos clientes quienes van
a promocionar los nuevos
temas iconográficos que,
lentamente, se irán
imponiendo, al igual que las
características de las artes
plásticas.
61. De los encargos y necesidades de estos
dos nuevos clientes (Emperador e
Iglesia) surgirá la nueva iconografía:
• La asociación de la religión y el poder
temporal aportará toda la
parafernalia de un arte de carácter
triunfal.
• La doctrina cristiana formulará una
nueva concepción del arte,
convirtiendo a éste,
progresivamente, en su más
importante medio docente.
Durante el Imperio cristiano la Iglesia
convivirá en perfecta simbiosis con el
Estado romano.
Un lenguaje artístico, común a ambos,
se convertirá en el eficiente medio de
propaganda de la ideología dominante,
de sus deseos y sus pretensiones.
62. Desde el siglo IV se
asiste a un
progresivo
distanciamiento
de la realidad, que
terminará
situando las
imágenes
religiosas en un
escenario
desmaterializado,
sin ambientación
paisajística o
arquitectónica.
Intencionalmente se pierde el volumen, la noción del bulto -símbolo de la
realidad-, quedando la figura plana, sin profundidad, reducida al contorno de
trazo vigoroso. Se acentúa lo expresivo-simbólico sobre lo realista.
63. De igual forma, el color se desentiende del
modelado y del tono local, haciéndose
abstracto y simbólico.
La intencionalidad didáctica y simbólica de
exaltación del nuevo poder de la Iglesia y el
Estado cristiano se convierten en aspectos
fundamentales del arte.
Las imágenes se convierten en medio de
adoctrinamiento del nuevo poder civil y
religioso.
64. La proliferación de basílicas para la
celebración litúrgica conlleva
el desarrollo del mosaico como
revestimiento de sus muros,
prefiriéndose este frente a la pintura,
por:
• Mostrar mayor sensación de
riqueza y posibilidad de duración.
• Ser mucho más expresivo
y colorista, favoreciendo el empleo
simbólico del color y las formas.
• Se ajustaba más al nuevo espacio
místico que se pretendía para el
templo cristiano, creando espacios
místicos.
• Participaba más del
sentido didáctico que quería
otorgársele a los nuevos símbolos
frente a la pintura.
65. En este periodo
de
oficialización y
protección del
cristianismo,
basílicas,
mausoleos y
baptisterios se
ornamentarán
con pinturas y,
especialmente,
con mosaicos,
para dar una
mayor
sensación de
riqueza.
Su decoración se basa, fundamentalmente, en mosaicos ubicados en bóvedas y
paredes de interior, frente a su tradicional empleo como pavimento.
66. Se empleará la
técnica romana del
opus tesellatum,
siendo muy
habituales las teselas
vidriadas y las
cubiertas con pan de
oro, de extraordinaria
riqueza.
Estos mosaicos serán
una clara expresión
del triunfo de la
Iglesia, además de
servir de vehículo
para la transmisión
del dogma, destinado
en su mayoría a un
público que no sabía
leer ni escribir.
67. El dorado va a ser un
color muy empleado
en estas
elaboraciones
artísticas, ejerciendo
funciones didácticas
y simbólicas en su
representación.
Los mosaicos que
transmitan una idea
terrenal se colocarán
en el inferior de los
muros interiores,
mientras que en el
medio lo harán las
representaciones de
transición y en la
zona superior el
símbolo del cielo.
68.
69. En este periodo, la
iconografía también
cambiará,
empleándose los temas
anteriores, pero
surgiendo otros nuevos,
acordes con la nueva
situación de poder de la
iglesia y adoptando el
carácter áulico de la
iconografía imperial.
A finales del siglo IV
aparecen los temas
triunfales, frecuentes
más adelante en la gran
pintura y mosaico
monumental y que
anticiparán las
características del
mosaico bizantino.
Son composiciones triunfales que exaltan la
omnipotencia o la realeza de Cristo, la Virgen y la
legitimidad del poder de la Iglesia.
70. El reino intemporal de Cristo
comienza a recibir una formulación
iconográfica inspirada en los usos
monárquicos de la época.
Fue precisamente bajo los
emperadores cristianos cuando el
arte triunfal imperial (pagano por
sus orígenes y espíritu) alcanzó su
más completa expresión, siendo
ellos los que se hicieron magnificar
por el mayor número de fórmulas
iconográficas, unas antiguas y
anteriores a la conversión y otras
que ofrecen versiones cristianas
nuevas, que son de invención
cristiana reciente, tales como la
“Maiestas Domini”, la
“Resurrección de Cristo” y de los
muertos, la “Parusía” o segunda
venida de Cristo.
71. TEMA TRADICIONAL: Bautismo de Cristo, de carácter narrativo, Cristo sumergido en el Jordán y
a su lado el Bautista, sobre ellos el Espíritu Santo. Rávena. Baptisterio de los Arrianos. Finales
siglo V.
72. TEMA TRADICIONAL: Bautismo de Cristo, de carácter narrativo, Cristo sumergido en el Jordán y
a su lado el Bautista, sobre ellos el Espíritu Santo. Rávena. Baptisterio de los Ortodoxos. 2ª
mitad siglo V.
74. Es una expresión religiosa
triunfalista, inspirada en sus
líneas esenciales por el arte
grandioso de las monarquías
contemporáneas.
El triunfo de la Iglesia y con
ella del cristianismo es
celebrado por los artistas a la
manera imperial oficial: el
cristianismo que vence en el
siglo IV es la religión de la
clase dominante.
El Cristo victorioso que nos
presenta la iconografía
cristiana de finales el siglo IV
ya nada tiene que ver con “el
Cristo de la pobreza, que
respira la atmósfera de los
pescadores de Galilea.”
75.
76. Cristo en Majestad (Maiestas Domini). Extraído de la imagen imperial en su trono. Será el
origen del posterior pantocrator bizantino y románico. Basilica de Santa Prudenciana Roma.
Siglo V
Se aprecia una transferencia iconográfica del mundo imperial romano, y se
incorpora la figura de Cristo o la Virgen entronizados, como ya estaban
acostumbrados a ver al emperador, con todo su protocolo.
77. Se aprecia una transferencia iconográfica del mundo imperial romano, y se
incorpora la figura de Cristo o la Virgen entronizados, como ya estaban
acostumbrados a ver al emperador, con todo su protocolo.
Mosaico en Santa María la Mayor, Roma, detalle de la Anunciación, el espíritu Santo en
forma de paloma, el ángel anuncia a María que aparece como emperatriz con los pies
apoyados sobre escabel ,transferencia iconográfica imperial, acompañada por ángeles.
78. Epifanía, Adoración de los Magos, símbolo de universalidad de la redención, Cristo
entronizado como emperador, rodeado por ceremonial cortesano, cerca la Virgen
como emperatriz. Stª Mª la Mayor, Roma. Siglo V.
Se aprecia una transferencia iconográfica del mundo imperial romano, y se
incorpora la figura de Cristo o la Virgen entronizados, como ya estaban
acostumbrados a ver al emperador, con todo su protocolo.
79. Será también frecuente el tema de la Traditio legis, manifestación plástica de la
raíz divina de la Iglesia: Cristo entrega la Ley a San Pedro.
La Traditio legis. Cristo le entrega, en forma de libro o pergamino, la ley a San Pedro. Se trata de
una legitimación del poder de la iglesia en la tierra. En ella aparecerá el propio Cristo o la Dextera
Dei (la mano de Dios). Mausoleo de Santa Constanza
80. También se representa a
Cristo entre los Apóstoles,
entronizado, triunfante, en
ocasiones acompañado del
Cordero Místico.
“Cristo con el libro de los
Evangelios está sentado
entre Pedro y Pablo. A
continuación, el Cordero
está de pie en el centro en
una colina, desde donde
fluyen los cuatro ríos
simbólicos de la Escritura. A
los lados están las mártires
más veneradas, con su
nombres: Gorgonio, Pedro,
Marcelino, Tiburcio, todos
aclamando al Cordero “.
Cristo entre Pedro y Pablo, S. IV. Catacumba de los Santos
Marcelino y Pedro en Via Labicana, Roma.
81. No se ha encontrado ninguna
representación de la Pasión de
Cristo anterior al 350.
Es en esta época cuando surge
la imagen de la Cruz, principal
símbolo de la fe cristiana.
Las primeras representaciones
de la cruz fueron aceptadas con
gran dificultad, pues preferían
evitar la representación del
instrumento de tortura o del
verdadero suplicio sufrido por
Jesús.
Cúpula del
Mausoleo de
Gala Placida,
con el
mosaico de
la Exaltación
de la Cruz
entre los
Tetramorfos.
Rávena.
Siglo V.
Ábside
Basílica
Santa
Pudenciana,
Roma.
Finales siglo
IV
En muchos casos aparecerá como
signo de triunfo, la “Crux Invicta”,
estandarte de la milicia, enseña
real que ha vencido a la muerte y
ahuyentado a las tinieblas.
82. Junto con la exaltación del triunfo
de la cruz, aparecerán nuevos
temas procedentes del Apocalipsis:
• La exaltación del cordero
místico.
• Cristo rodeado del tetramorfos
(representación de los cuatro
evangelistas con formas
animales).
83. Cristo entronizado, rodeado por los apóstoles y el triunfo de la Cruz, rodeada por el
tetramorfos (Basílica de Santa Pudenciana, Roma. Hacia 390)
84. Tetramorfos y Cruz. Mausoleo Gala Placidia. Rávena. Siglo V
San Mateo
San Marcos
San Lucas
San Juan
85. Otras representaciones derivadas del Apocalipsis, como la Etimasia (trono vacío con
los símbolos de la Pasión a la espera de la nueva venida de Cristo a la tierra)
86. En este periodo
serán frecuentes
representaciones de
los dogmas
marianos
establecidos en los
Concilios:
• La Virgen como
Madre de Dios.
• La anunciación.
Serán precedentes
de las tradicionales
representaciones de
la Virgen María en el
arte bizantino.
87. Con anterioridad al 350 no aparece
imagen alguna de la Pasión.
Antes del 400 no se puede hablar apenas
de los ciclos, y la primera imagen de Cristo
portador de su cruz es de principios del
siglo V.
De esa misma época datan, asimismo, las
primeras crucifixiones.
88. Es también en este periodo en el que se fija la
imagen de Cristo que trascenderá en todo el
arte cristiano.
La mayoría de estas representaciones recogían
el testimonio de la pasión de Cristo o sus
milagros, aunque no se representaba de forma
directa la figura de Jesús, a causa de la
prohibición tradicional para representar este
tipo de imágenes.
De ahí que al querer realizar la efigie de Cristo,
ya en el s. III nadie recordara sus rasgos; no
existía ningún retrato suyo y los evangelistas
habían omitido en todos sus escritos su
descripción física.
Estas omisiones eran fruto de la mentalidad
judía, ya que Moisés había prohibido hacer
imágenes para no incurrir en la idolatría,
cuando sorprendió a los israelitas en el desierto
adorando a un becerro de oro cuando bajaba
del monte Sinaí con las Tablas de la Ley.
89. Inicialmente, de acuerdo con la
tradición grecorromana, Jesús
fue representado como un Cristo
Apolíneo (o Alejandrino), es
decir, similar a la imagen del dios
Apolo, un hombre joven, sin
barba, casi como un
adolescente.
90. Posteriormente se fue desechando
esta imagen y se tomó la imagen del
llamado Cristo Siriaco:
• Un hombre de unos 30 años,
con cara alargada, barba y
cabellos largos y oscuros, y un
nimbo crucífero detrás rodeando
la cabeza, amplios ropajes y
sentado en majestad.
• Partían de la idea de que había
restos que nos permitían
reconstruir el rostro de Cristo,
como una presunta descripción
de una carta de la esposa de
Pilatos, con una descripción de
Cristo o imágenes, como el paño
de la Verónica, Santo Sudario…
Será este el modelo que más éxito
tendrá en el arte posterior.
91. También aparecerán las imágenes
de Cristo como filósofo, maestro o
doctor, enseñando la Ley a sus
apóstoles y discípulos, modelo que
también es acorde con la tradición
romana, como las representaciones
imperiales togadas y sentado en la
silla curul.
92. • Una iconografía cristiana, que servirá como
modelo esencial en el arte bizantino y en la
Edad Media Europea.
• Unos convencionalismos representativos
anticlásicos, que se repetirán en el arte
cristiano posterior:
Intención didáctica claridad.
Narración sencilla y concisa, para evitar
cualquier distracción.
Carácter simbólico y abandono del
realismo.
Representaciones planas, sin volumen y
a veces sin fondos frontalidad.
Esquematización y formas delimitadas
por líneas.
Figuras aisladas.
Jerarquización de las figuras.
Expresionismo de carácter espiritual.
Con estas representaciones se asienta:
Mosaico paleocristiano. Baptisterio de los arrianos. Siglo V
Mosaico bizantino. Cortejo emperatriz Teodora.. Siglo VI
93. “El nuevo ideal de vida cristiana cambia no las
formas externas, sino la función social del arte”. Para
la Antigüedad clásica la obra de arte tenía ante
todo un sentido estético; para el cristianismo, este
sentido era extraestético.
Para el pensamiento de la Edad Media no existen, en
relación con la religión, ni un arte existente por sí
mismo, despreocupado de la fe, ni una ciencia
autónoma; “así, para San Ambrosio de Milán (fin. s.
IV) se puede abandonar el estudio científico de los
cielos porque ¿en qué ayuda esto a nuestra
salvación?”.
La imagen se convertirá, por lo menos en lo que se
refiere a su aspecto de difusión, en el más valioso
instrumento de la obra educativa de la Iglesia. “La
finalidad de educación moral es el rasgo más típico
de la concepción cristiana del arte … también,
ciertamente, entre los griegos y romanos era la obra
de arte muchas veces instrumento de propaganda,
pero nunca puro medio didáctico.” (A. Hauser)
94. No existe una autonomía del
arte, es decir, la función estética
del arte, por si sola, es rechazada
por la doctrina cristiana.
Testimonio de ello son estas
palabras de San Agustín: “en las
pinturas o en las estatuas y en
las restantes obras que simulan
de este modo cuanto mayor es la
destreza de los artífices, nadie se
equivoca cuando ve la
semejanza, de modo que por
ellos conoce las cosas a las que
se asemejan. Toda esta clase ha
de ser incluida entre las
instituciones superfluas de los
hombres, a menos que interese
alguno de estos signos por el fin,
el dónde y el cuándo y por la
autoridad del que lo hace”.