2. Los mercados de
competencia perfecta
Se supone que la moderna economía capitalista se
caracteriza porque en ella los intercambios se llevan a
cabo en mercados de competencia perfecta, por lo que
se le conoce también como “economía de libre
mercado” o simplemente como “economía de mercado”.
En estas economías intervienen dos tipo de agentes
económicos: las familias (consumidores) y las empresas
(productores); estas últimas producen los bienes y servicios
mediante la utilización de determinadas combinaciones
de factores productivos, en tanto que las primeras son las
que compran sus productos para el consumo.
Las empresas adquieren los factores de producción (a los
propietarios de la tierra, el trabajo y el capital) y les
proporcionan a cambio más ingresos en forma de rentas,
salarios e intereses. Estos ingresos pueden gastarse en el
consumo de lo producido, destinarse al ahorro o bien a la
adquisición de nuevos factores productivos.
3. Los mercados de
competencia perfecta
Por tanto, existen dos grandes ámbitos de intercambio-, el de los
factores productivos, también denominada mercado de factores, y el
de los bienes y servicios, conocido a su vez como mercado de
productos.
En definitiva, el mercado no es sino el ámbito en el que se llevan a
cabo estos intercambios, y desde el punto de vista de la teoría
económica, lo relevante es la naturaleza y composición de ese
mercado, así como las condiciones en que se llevan a cabo los
intercambios.
En la competencia perfecta no hay otra intervención posible que la
de las empresas y las familias. Su interrelación en cada mercado
permite fijar los precios de los bienes y de los factores productivos.
Los precios actúan como el único indicador posible para la
producción y el consumo: los productores contratarán los factores
cuyo precio les sea más favorable, y los consumidores se guiarán
también por el precio para decidir qué bienes y en qué cantidades
consumir, o qué factores de su propiedad y en qué cantidades poner
a disposición de los productores.
4. Los mercados de
competencia perfecta
Ahora bien, para que los precios puedan cumplir la condición de
referente que se les asigna han de darse varios supuestos:
Libre concurrencia, es decir, muchos compradores y vendedores.
Ningún participante en el mercado puede tener, por sí solo,
capacidad para influir en la determinación del precio.
Homogeneidad del producto. No debe existir diferenciación alguna
en el producto objeto de intercambio. Todos los vendedores de un
producto venden unidades homogéneas del mismo.
Ausencia de barreras al libre funcionamiento del mercado, lo que
quiere decir que los precios deben fluctuar libremente como respuesta
a los cambios de la oferta y la demanda.
Movilidad. Las empresas deben disponer de total libertad para entrar y
salir en cualquier industria, mientras que los recursos pueden dedicarse
libremente a cualquier actividad.
Información transparente y gratuita. Los agentes deben tener
información sobre todos los precios y calidades que afectan al
intercambio.
5. Los mercados de
competencia perfecta
La teoría económica establece, si se cumplen las
anteriores condiciones, tres predicciones
significativas:
Primera. Los recursos se emplearán en sus usos más
valiosos, lográndose así el máximo grado de
eficacia del sistema.
Segunda. Todos los agentes económicos alcanzarán
el máximo grado de bienestar, ya que podrán
adquirir o vender todos los bienes o servicios que
desean al mejor precio (el precio de mercado).
Tercera. Si se da la condición de que los costes o
beneficios privados son iguales a los sociales, se
alcanzará un máximo de bienestar social
denominado “óptimo de Pareto”, situación que se
logra cuando ningún agente puede mejorar su
situación sin perjudicar a otro.
6. Los mercados de
competencia perfecta
La teoría económica establece, si se cumplen las
anteriores condiciones, tres predicciones
significativas:
Primera. Los recursos se emplearán en sus usos más
valiosos, lográndose así el máximo grado de
eficacia del sistema.
Segunda. Todos los agentes económicos alcanzarán
el máximo grado de bienestar, ya que podrán
adquirir o vender todos los bienes o servicios que
desean al mejor precio (el precio de mercado).
Tercera. Si se da la condición de que los costes o
beneficios privados son iguales a los sociales, se
alcanzará un máximo de bienestar social
denominado “óptimo de Pareto”, situación que se
logra cuando ningún agente puede mejorar su
situación sin perjudicar a otro.