3. Pautas ministeriales.
La cultura imperante valora al ser
humano por la posición social, raza, por
el dinero, por los bienes que posee y por
sus capacidades.
El amor de Dios determina el genuino y
eterno valor de la persona, sin importar
su trasfondo personal.
4. El enojo de Jonás.
• Jonás, a pesar de la palabra que escucho
de Dios, mantiene su actitud y enojo Jon
4:5.
• Espera que a la ciudad de Nínive le pase
lo peor que le pudiera pasar.
• ¿Por qué? Por los prejuicios creados en su
forma de pensar.
5. El prejuicio.
• ¿Qué son? Es la acción y efecto de prejuzgar (juzgar
las cosas sin tener cabal conocimiento o antes del
tiempo oportuno). Es una opinión previa acerca de
alguien o algo que se conoce poco o mal
• Están vinculadas a la discriminación. Y son
negativos, se rechaza antes de tener el
conocimiento para juzgarlo con motivos.
• El poder de los prejuicios: Pueden sobreponerse a
la verdad escrita de Dios.
6. El prejuicio de Jonás.
Prejuicios sociales: Se cree que se en
mejor por el nivel que se tiene.
Prejuicios raciales: Rechazo por el
color de la piel.
Prejuicios religiosos: No se acepta
que otros crean diferente que uno.
7. El prejuicio de Jonás.
• Jonás tenia los tres niveles de
prejuicios que lo llevaba a actuar de
un manera inapropiada.
• Su prejuicio lo llevaba a esperar lo
peor para Nínive Jon 4:5
8. El prejuicio de Jonás.
Prejuicio.
Enojo.
Conducta
inapropiada.
9. La misericordia divina.
• Dios tiene misericordia de quien no
tiene misericordia Jon 4:6-7.
• Los prejuicios no permitieron ver la
misericordia de Dios en acción Jon
4:8
10. El prejuicio de Jonás.
• Los prejuicios impiden aceptar la
verdad de Dios Jon 4:9.
• La pataleta de Jonás porque las
cosas no salen como el quisiera y
por sus prejuicios, al punto de
querer morir.
11. La misericordia de Dios.
• Los prejuicios dan sistemas de
valores, equivocados y dañinos Jon
4:10.
• La misericordia de Dios es
inagotable para quienes se vuelven
a Él.
12. Principio.
• Aprendamos a valorar a
las personas como Dios
las valora, porque de ello
determina nuestra
actitud para con ellos.
Notas del editor
Jon 4:5 DHH Jonás salió de la ciudad y acampó al oriente de ella; allí hizo una enramada y se sentó a su sombra, esperando a ver lo que le iba a pasar a la ciudad.
Jon 4:
Jon 4:
Jon 4:5 DHH Jonás salió de la ciudad y acampó al oriente de ella; allí hizo una enramada y se sentó a su sombra, esperando a ver lo que le iba a pasar a la ciudad.
Jon 4:
Jon 4:6-7 DHH Dios el Señor dispuso entonces que una mata de ricino creciera por encima de Jonás, y que su sombra le cubriera la cabeza para que se sintiera mejor. Jonás estaba muy contento con aquella mata de ricino. 7 Pero, al amanecer del día siguiente, Dios dispuso que un gusano picara el ricino, y éste se secó.
Jon 4:8 Cuando el sol salió, Dios dispuso que soplara un viento caliente del este, y como el sol le daba a Jonás directamente en la cabeza, él sintió que se desmayaba, y quería morirse. —Más me vale morir que seguir viviendo —decía.
Jon 4:9 DHH Pero Dios le contestó: —¿Te parece bien enojarte así porque se haya secado la mata de ricino? —¡Claro que me parece bien! —respondió Jonás—. ¡Estoy que me muero de rabia!
Jon 4:10 DHH Entonces el Señor le dijo: —Tú no sembraste la mata de ricino, ni la hiciste crecer; en una noche nació, y a la otra se murió. Sin embargo le tienes compasión. 11 Pues con mayor razón debo yo tener compasión de Nínive, esa gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil niños inocentes y muchos animales.