PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
Lección6 - Seguros en Cristo
1. PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN
Esta sección es para usted, el maestro.
Los pasajes de la columna “Versículos de referencia” son para su estudio
personal en la preparación de esta lección. La decisión de compartirlos o
no con sus estudiantes queda a su criterio personal.
PASAJES: Génesis 12:1-5; 15:1-6; 16:1-3, 16; 17:1-11, 15-21; 21:1-5, 9-13;
22:1-3, 9-13.
OBJETIVOS DE LA LECCIÓN:
Mostrar la fidelidad y la gracia de Dios para Abraham y para
nosotros, en Cristo.
Presentar la diferencia entre las promesas espirituales de Dios para
los creyentes, y sus promesas terrenales para los descendientes
físicos de Abraham.
ESTA LECCIÓN DEBERÁ AYUDAR A LOS ESTUDIANTES A:
Ver la fidelidad de Dios.
Apreciar más profundamente su propia salvación.
Ver la vida de fe como una vida para esperar en Dios, creer en sus
promesas y confiar en Él con respecto a lo que aún no vemos.
PERSPECTIVA PARA EL MAESTRO:
“Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los
gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán
Dios prometió bendecir a todas las
personas por medio de Abraham; Él
cumplió su promesa por medio de
Jesucristo
Lección
6
2. benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con
el creyente Abraham” (Gálatas 3:8-9).
Habacuc 2:4 dice: “El justo por su fe vivirá”.
De nuevo, en Romanos 1:17 se nos dice: “De hecho, en el evangelio se
revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin,*
tal como está escrito: "El justo vivirá por la fe” (NVI).
En Hebreos 11:6 se nos dice muy explícitamente que: “En realidad, sin fe
es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene
que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan” (NVI).
Pasaron dos mil años de Abraham a Cristo; dos mil años más han
pasado desde que Jesucristo vino a la tierra. Pero el mensaje es el mismo:
Dios es digno de nuestra confianza y nos ha dado todo lo que necesitamos
en Jesucristo. Al depositar nuestra fe únicamente en Él, tenemos todo lo
que necesitamos para nuestra vida aquí y por toda la eternidad.
ILUSTRACIONES GRÁFICAS:
Lámina cronológica No. 18, “Abraham ofrece a Isaac”
Lámina cronológica No. 87, “La crucifixión”
PARA ENSEÑAR A LOS ALUMNOS
(Columna de en medio únicamente)
BOSQUEJO DE LA LECCIÓN:
Repase las preguntas de la Lección 5.
3. A. Introducción
La historia del hombre es una historia de rebelión contra Dios.
La gente del tiempo de Noé fue tan rebelde que Dios envió un diluvio
y los destruyó a todos, menos a Noé y su familia.
Luego del diluvio, la gente continuó en rebeldía contra Dios.
Dios confundió los idiomas de los orgullosos constructores de la torre
de Babel, para que se esparcieran por la tierra.
Hasta este día, la mayoría de las personas están aún en rebeldía
contra Dios.
Sin embargo, a lo largo de los siglos, Dios ha hecho un registro de las
vidas de personas que, a pesar de ser pecadoras, creyeron en Él.
Por medio de estos creyentes, Dios hizo grandes cosas.
A menudo figuraban algunos de estos individuos en la línea terrenal
de ascendientes del Libertador prometido por Dios.
Abraham fue uno de ellos.
Él creció en la cultura idólatra del área cerca de Babel, en una ciudad
llamada Ur de los Caldeos.
SEÑALE A UR EN EL MAPA CRONOLÓGICO No. 1.
Dios llamó a Abraham en una época cuando los hombres adoraban
ídolos y le daban la espalda al Dios vivo y verdadero.
El mismo padre de Abraham era adorador de ídolos.
4. Dios le dijo a Abraham que dejara su propia tierra y que fuera al lugar
que Él le mostraría.
Luego Dios le hizo a Abraham algunas de las promesas más
asombrosas de las Escrituras.
B. Dios le dio promesas a Abraham.
Jesucristo es el cumplimiento de esas promesas.
Lea Génesis 12:1-3.
Estas promesas fueron asombrosas en sí mismas.
Pero, ¿recuerda usted qué las hizo aun más insólitas para Abraham y su
esposa Sara?
Sí, a pesar de que no tenían hijos, Dios habló de sus descendientes.
Él prometió:
Hacer de Abraham una nación grande, bendecirlo y hacer famoso su
nombre, y hacerlo una bendición para otros.
Bendecir a aquéllos que ayudaran a Abraham, pero maldecir a los
que lo maldijeran.
Y, lo más importante, prometió que en Abraham serían benditas
todas las familias de la tierra.
Esa gran promesa de bendecir a todas las familias de la tierra se cumplió
en Jesucristo.
5. Por medio de Jesucristo y su muerte en la cruz, Dios ha hecho un
camino para todas las personas, en todas partes, para que sean
perdonadas por sus pecados y formen parte de la familia de Dios.
De esta forma, Él cumplió su promesa a Abraham de bendecir a
todas las personas de la tierra, entre ellas usted y yo.
Nosotros, los que hemos puesto nuestra fe en Jesucristo, hemos
recibido todas las bendiciones espirituales de Dios.
En Cristo, Dios ha provisto para cada necesidad espiritual aquí en la
tierra y por toda la eternidad.
A medida que continuemos el estudio de la Palabra de Dios, veremos
más y más las bendiciones espirituales que Dios nos ha dado en Cristo.
C. Abraham le creyó a Dios y lo obedeció.
Nuestra vida en Cristo es una vida de creer y obedecer a Dios.
Lea Génesis 12:4-5.
Las instrucciones de Dios eran claras, pero hacia dónde se dirigía era
desconocido para Abraham.
Aun así, él salió, porque confiaba en Dios.
De la misma forma, nosotros obedecemos a Dios porque hemos puesto
nuestra fe en Cristo.
Nosotros fuimos salvos al poner nuestra fe en Jesucristo y su muerte
por nosotros en la cruz.
6. Y por fe, vivimos nuestra vida aquí en la tierra.
Dios nos dirige por medio de su Palabra.
Porque creemos en Dios, queremos obedecer su Palabra.
No podemos ver a Dios ni podemos ver el cielo.
Pero en Cristo, tenemos el poder para vivir por fe.
Dios es digno de nuestra confianza y nos guiará en cada paso del
camino, así como guió a Abraham.
D. Dios tomó en cuenta como justicia la fe de Abraham.
Dios también nos cuenta como justos cuando ponemos nuestra fe
en Jesucristo.
Aunque habían pasado muchos años desde el día que le prometió
descendencia a Abraham, éste todavía no tenía un hijo.
Abraham comenzó a temer y a preguntarse cómo y cuándo nacería el
hijo prometido.
Abraham sabía que de acuerdo con las costumbres de su gente, si
no tenía un hijo propio, su siervo Eliezer sería su legítimo heredero.
Abraham no quería que sucediera esto.
Él quería que un hijo suyo fuera su heredero.
Dios conocía los temores de Abraham, y le habló para reconfortarlo.
Lea Génesis 15:1-6.
Dios le recordó a Abraham su promesa, y él le creyó a Dios.
7. Abraham creyó que Dios iba a enviar a un Libertador por medio de su
descendencia.
Fíjese en el versículo 6: “Abram creyó al Señor, y el Señor lo reconoció a
él como justo”. (NVI)
De la misma forma, cuando ponemos nuestra confianza en Jesucristo,
Dios nos reconoce como justos.
Por nuestra fe en Jesucristo, somos aceptados por Dios, así como lo
fue Abraham.
Dios nos cuenta a Abraham y a nosotros como justos porque hemos
creído en Él.
Al igual que Abraham, nosotros no podemos ver todo ahora.
Pero lo que agrada a Dios es la fe.
Luego de que Jesús se levantara de los muertos, se les apareció a los
discípulos y le dijo a Tomás: “Porque me has visto, has creído (…)
dichosos los que no han visto y sin embargo creen” (Juan 20:29 NVI).
En este versículo ¡Dios se refería a nosotros!
Nosotros somos bendecidos porque aunque no hemos visto a Jesucristo,
hemos creído en Él.
Considere:
Aunque no podemos ver la fuerza de la gravedad, podemos ver
sus efectos. Si no lo cree, ¡intente saltar sin volver a caer!
8. De la misma forma, Dios prometió a Abraham y a nosotros cosas
que debemos aceptar por fe y no por vista.
Las promesas de Dios se han cumplido en Jesucristo. Sabemos
que Él murió, fue sepultado y resucitó por nosotros. Es posible
que nosotros no nos veamos como si tuviéramos la justicia de
Jesucristo, sin embargo, eso es precisamente lo que Dios ha
dicho acerca de todos los que hemos puesto nuestra fe en Él.
En 2 Corintios 5:21, la Biblia nos dice: “Al que no conoció pecado,
por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos
justicia de Dios en él”.
Esta promesa de Dios, de que somos justos ante sus ojos debido
a nuestra fe en Cristo, es aun más grande que la ley de la
gravedad.
A medida que continuamos confiando en Dios, Él honra nuestra
fe. Y la justicia que Él nos ha dado en Cristo se vuelve una
realidad más y más visible en nuestra vida diaria a medida que su
Espíritu Santo trabaja en nosotros y por medio de nosotros.
E. Abraham y Sara tuvieron un hijo, Ismael, por medio de Agar.
Dios volvió a declarar sus planes y prometió bendiciones terrenales
para los descendientes de Abraham.
La promesa de Dios fue muy clara.
9. Pero Sara estaba envejeciendo, y decidió tomar el asunto en sus propias
manos.
Abraham estuvo de acuerdo con la idea.
Lea Génesis 16:1-3,16.
¡Ese no era el plan de Dios!
Ismael no era el hijo al que Dios se había referido en su promesa.
Dios había planeado algo mejor.
Trece años después, cuando Abraham tenía 90 años, Dios vino y habló
de nuevo con él.
Pero esta vez, las bendiciones prometidas fueron diferentes.
Lea Génesis 17:1-8.
Las promesas anteriores tenían que ver con bendiciones espirituales,
pero esta promesa tenía que ver con bendiciones terrenales.
Esta promesa era para los descendientes terrenales de Abraham,
que vendrían por medio del hijo prometido.
Éstas son las personas que llegaron a formar la nación de Israel.
La promesa de la tierra era para los israelitas, no para los creyentes
en Jesucristo.
Considere:
Cuando leemos la Biblia, es importante entender el contexto
entero de lo que estamos leyendo. ¿A quién se le escribió el
10. mensaje? ¿Fue escrito para un tiempo específico, y para cierto
grupo en particular?1
Dios le dio a Abraham una señal la cual debían hacerse en el cuerpo.
todos sus descendientes [varones] terrenales.
Lea Génesis 17:9-11.
Les recuerdo que esto era para los descendientes terrenales de
Abraham.
Considere:
Dios dio la promesa de justificación por fe antes de dar el
mandamiento en cuanto a la circuncisión. Recuerde: Nuestra
justicia es por fe, no por nuestra obras.
Nosotros somos descendientes espirituales de Abraham por fe.
Si hacemos esta distinción, podremos evitar mucha confusión al
leer la Palabra de Dios.
Considere:
Dios, en su gracia, hace las mismas promesas espirituales a
cualquier israelita o cualquier otra persona que ponga su fe en
Jesucristo. La salvación se ofrece a todo aquél que crea en Él.
F. Dios le prometió de nuevo un hijo a Abraham, por medio de Sara, y
cumplió su promesa dando milagrosamente a Isaac.
11. Nosotros, también, recibimos vida espiritual milagrosamente por
medio de Jesucristo.
Dios ahora dejó muy en claro que le iba a dar un hijo a Abraham por
medio de Sara.
¡Nada es imposible para Dios!
Lea Génesis 17:15-17.
Abraham amaba a su hijo, Ismael, y le pidió a Dios que lo bendijera
también.
Lea Génesis 17:18.
Efectivamente, Dios prometió bendecir a Ismael.
Pero las promesas espirituales de un Libertador no vendrían por
medio de este hijo natural de Abraham.
Las promesas se cumplirían por medio del hijo de Sara, el cual no
nacería por voluntad humana, sino como resultado de la promesa de
Dios.
Lea Génesis 17:19-21.
Y en el tiempo establecido, Dios le dio a Abraham y a Sara el hijo
prometido.
Lea Génesis 21:1-5.
Abraham tenía 100 años y Sara, 90.
Era imposible que ellos tuvieran este hijo por sus propios esfuerzos.
12. De la misma forma, nuestro nuevo nacimiento en Cristo no es el
resultado de nuestros esfuerzos, es un regalo de la gracia de Dios.
Lea Juan 1:12-13.
G. Dios despidió a Agar e Ismael. El Libertador vendría por medio de
Isaac, el hijo de la promesa.
Nosotros heredamos las promesas de Dios por medio de
Jesucristo, el Libertador de Dios para la humanidad.
Agar e Ismael aún vivían con Abraham y Sara cuando nació Isaac.
Pronto, hubo problemas entre Ismael e Isaac, y Dios le dijo a Abraham
que echara a Agar y a Ismael.
Lea Génesis 21:8-13.
Aunque Dios le dio muchas bendiciones a Ismael, las bendiciones
espirituales vinieron por medio de Isaac.
Isaac era el hijo dado por la promesa de Dios.
Por medio de la línea de Isaac, Dios enviaría a un Libertador.
Considere:
El pueblo árabe es descendiente de Ismael, y los judíos son
descendientes de Isaac. Aun hoy en día, ellos luchan entre sí.
Pero Dios, en su gracia, recibe a los descendientes de Ismael así
como recibe a los de Isaac, si se acercan a Él por fe en
Jesucristo, el único Libertador.
13. H. Dios proveyó un carnero en lugar de Isaac.
Dios nos dio a Jesucristo para morir en nuestro lugar.
Considere cuánto debió amar Abraham a Isaac.
Isaac era el hijo dado por medio de la promesa de Dios.
Las promesas que Dios le dio a Abraham debían ser cumplidas por
medio de Isaac.
Pero Dios hizo que Abraham pasara por una prueba increíble de su fe.
Lea Génesis 22:1-3.
Abraham sencillamente le obedeció a Dios, creyendo que Él incluso
podría resucitar a su hijo.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 18, “ABRAHAM OFRECE A ISAAC”
Lea Génesis 22:9.
Isaac estaba atado sobre el altar, a punto de morir.
Pero Dios intervino.
Lea Génesis 22:10-13.
¡Qué ilustración de nuestra impotencia ante Dios!
Antes de que confiáramos en Jesús como nuestro Salvador, nosotros
también estábamos desvalidos e impotentes, condenados a muerte.
Todos nosotros habíamos quebrantado las leyes divinas, y nada
podíamos hacer para salvarnos.
Pero Dios envió a su Hijo Jesucristo, para morir en nuestro lugar.
14. El carnero que Dios proveyó como sustituto para Isaac era un sacrifico
aceptable para Él.
No estaba herido o enfermo.
Pero aunque ese carnero tomó el lugar de Isaac, no podía pagar por
los pecados.
Jesucristo fue el sacrificio perfecto.
No tenía pecado.
Era el Cordero perfecto de Dios.
Aunque nunca había pecado, llevó voluntariamente nuestro pecado
en sí mismo.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 87, “LA CRUCIFIXIÓN”
I. Conclusión
¿Puede imaginarse el alivio y la gratitud que sintieron Isaac y Abraham?
¡Cuánto más deberíamos nosotros agradecer a Dios por nuestro
Libertador, Jesucristo!
Tomemos tiempo en este momento para darles gracias por nuestra
salvación en Jesucristo.
PREGUNTAS:
15. 1. ¿Por qué aceptó Dios a Abraham como si fuera justo? Dios aceptó a
Abraham porque éste creyó las promesas de Dios en cuanto al
Libertador que vendría.
2. ¿Por qué nos acepta Dios como personas justas aunque somos
pecadores? Dios nos acepta porque nosotros, al igual que Abraham,
hemos confiado en el Señor Jesucristo como nuestro Salvador.
3. Dios le hizo promesas tanto espirituales como terrenales a Abraham.
¿Cuáles de esas promesas nos conciernen a nosotros? Las
promesas espirituales, tocantes al Libertador, Jesucristo.
4. ¿Qué hizo Sara cuando la promesa de Dios, que Abraham y Sara
tendrían un hijo, no se cumplió inmediatamente? Le dio a Abraham a
Agar, su esclava, para que él tuviera un hijo con ella.
5. Dios le hizo una promesa terrenal a Abraham en cuanto a la tierra de
Israel. ¿Tenemos nosotros, como creyentes en Cristo, parte en ese
acuerdo? No.
6. ¿Cuál fue la señal física del pacto de Dios con Abraham y sus
descendientes terrenales? La circuncisión.
7. ¿Quiénes serían los padres del que Dios dijo que sería el
cumplimiento de sus promesas en cuanto al Libertador? Abraham y
Sara.
8. ¿Cómo nos recuerda nuestra salvación por medio de Jesucristo la
historia de cómo Abraham ofreció a Isaac a Dios? Estábamos
16. condenados a morir debido a nuestros pecados. No teníamos forma
de librarnos, pero Dios proveyó al Señor Jesús como un perfecto
sustituto por nosotros.
9. ¿Quién puede participar en las promesas espirituales ofrecidas por
medio del Libertador Jesucristo? Cualquier persona, en cualquier
lugar, que ponga su fe en Él.
Notas para los discípulos:
1) Memorice Juan 6:29. Medite sobre este versículo y pídale al
Señor que le enseñe y lo capacite para vivir esta verdad en su
vida.
2) Como creyentes en Cristo, tenemos mucho por lo cual
regocijarnos. Siga haciendo una “lista de alabanzas”. Anote
algunas bendiciones específicas que ha recibido como resultado
de lo que Jesucristo ha hecho por usted en la cruz.
3) Siga leyendo el evangelio de Juan.
17. Notas del maestro
RESUMEN
Demostrar que nuestra relación con Dios se basa en su gracia por medio
de la fe en el Señor Jesucristo, lo cual se demuestra por la gracia de Dios
para Abraham.
También se presenta la diferencia entre las promesas espirituales de Dios
para Abraham (en cuanto al Libertador que vendría) y las promesas
terrenales (concernientes a la nación de Israel).
Se presenta la historia de Agar e Ismael, como una clave para entender el
conflicto continuo entre los árabes y los judíos. Este trasfondo también les
ayudará a los estudiantes a entender, más adelante, el libro de Gálatas.
* Puede que usted quiera utilizar los cuadros cronológicos (ver página ii)
para ayudar a ilustrar esta lección.
1 No están de acuerdo todos los estudiosos en cuanto a si las promesas de
Dios sean aplicables o no a Israel. En estas lecciones estamos enseñando lo
que la Biblia dice literalmente en cuanto a Israel.
18. Las notas para los discípulos son actividades opcionales que les puede
ofrecer a sus estudiantes para que las realicen en su propio tiempo fuera de
clase. No se pretende que sean asignadas como tareas, sino presentadas a
aquéllos que deseen crecer.
Anime a los estudiantes a hacerlas, pero no los presione.
Si hay tiempo libre al final de la clase, es posible que algunos de los alumnos
quieran compartir algo de estos estudios personales.
Versículos de referencia
Génesis 6-8
Génesis 11:1-9
Génesis 11:30
Josué 24:2
Juan 3:16
Hechos 4:12
Gálatas 3:8-9
Efesios 1:3
2 Pedro 1:3-8
Hebreos 11:8
1 Corintios 15:1-4
19. Gálatas 2:20
2 Timoteo 3:16-17
Hebreos 11:1-2
Hebreos 13:5-6
Romanos 3:21-24
2 Corintios 5:21
Romanos 4
Hebreos 11:1-3, 6
Efesios 2:8-9
Juan 3:16
Romanos 1:16-17
1 Timoteo 2:3
Jeremías 32:27
Gálatas 3:21-31
Tito 3:4-5
Hechos 9:34-43
Hebreos 11:17-19
Romanos 3:19-24
Hebreos 9:22
Hebreos 7:26-27