Este documento discute la importancia de la fe en Dios. Señala que si tenemos fe y no dudamos, podremos hacer grandes cosas a través de Dios, como mover montañas o sanar enfermedades. Relata varios ejemplos bíblicos de personas que tuvieron gran fe en Dios, como un capitán romano que creyó que Jesús podía sanar a su sirviente con solo una palabra. La fe es fundamental para agradar a Dios y recibir sus promesas.
4. Heb 10:38 Mas el justo
vivirá por fe;
Y si retrocediere, no
agradará a mi alma.
5. Heb 10:39 Pero nosotros no
somos de los que
retroceden para perdición,
sino de los que tienen fe
para preservación del alma.
6. Mat 21:21 Respondiendo Jesús,
les dijo: De cierto os digo, que si
tuviereis fe, y no dudareis, no sólo
haréis esto de la higuera, sino que
si a este monte dijereis: Quítate y
échate en el mar, será hecho.
Mat 21:22 Y todo lo que pidiereis
en oración, creyendo, lo
recibiréis.
7. Tenemos que creer en
el rema de Dios el hijo
de Dios camina seguro
en el rema de Dios.
8. Joh 1:12 Mas a todos los que le
recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios;
Joh 1:13 los cuales no son
engendrados de sangre, ni de
voluntad de carne, ni de voluntad
de varón, sino de Dios.
9. Joh 14:14 Si algo pidiereis en mi
nombre, yo lo haré.
Joh 14:15 Si me amáis, guardad
mis mandamientos.
Joh 14:16 Y yo rogaré al Padre, y
os dará otro Consolador, para que
esté con vosotros para siempre:
10. Rom 10:10 Porque con el corazón
se cree para justicia, pero con la
boca se confiesa para salvación.
Rom 10:11 Pues la Escritura
dice: Todo aquel que en él
creyere, no será avergonzado.
11. Col 1:23 si en verdad
permanecéis fundados y firmes
en la fe, y sin moveros de la
esperanza del evangelio que habéis
oído, el cual se predica en toda la
creación que está debajo del cielo;
del cual yo Pablo fui hecho
ministro.
12. El poder de Dios es el que hace el
cambio el poder de la fe
13. Heb 4:5 Aquí lo volvemos a
encontrar: No entrarán jamás en mi
descanso.
Heb 4:6 Dos cosas, pues, se nos
dicen: algunos entrarán; y los que
recibieron primero la Buena Nueva
no entraron por causa de su falta
de fe.
14. LOS GRANDES HOMBRES DE FE
Mat 8:2 Un leproso se acercó, se
arrodilló delante de él y le dijo: "Señor,
si tú quieres, puedes limpiarme."
Mat 8:3 Jesús extendió la mano, lo
tocó y le dijo: "Quiero, queda limpio."
Al momento quedó limpio de la lepra.
17. Mat 8:7 Jesús le dijo: "Yo iré a sanarlo."
Mat 8:8 El capitán contestó: "Señor,
¿quién soy yo para que entres en mi casa?
Di no más una palabra y mi sirviente
sanará.
Mat 8:9 Pues yo, que no soy más que un
capitán, tengo soldados a mis órdenes, y
cuando le digo a uno: Vete, él se va; y si le
digo a otro: Ven, él viene; y si ordeno a mi
sirviente: Haz tal cosa, él la hace."
18. Mat 8:10 Jesús se quedó
admirado al oír esto, y dijo
a los que le seguían: "Les
aseguro que no he
encontrado a nadie en
Israel con tanta fe.
19. Mar 5:39 Jesús entró y les dijo:
"¿Por qué este alboroto y tanto
llanto? La niña no está muerta,
sino dormida."
Mar 5:40 Y se burlaban de él. Pero
Jesús los hizo salir a todos, tomó
consigo al padre, a la madre y a los
que venían con él, y entró donde
estaba la niña.
20. Mar 5:41 Tomándola de la mano,
dijo a la niña: "Talitá kumi", que
quiere decir: "Niña, te lo digo,
¡levántate!"