3. Este concepto define al verdadero desarrollo como aquel que satisface las
necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades
de las generaciones del futuro.
La idea de un crecimiento económico sin límites ha venido a ser reemplazada
por una conciencia de la necesidad de crear condiciones a largo plazo que
hagan posible un bienestar para la población actual y también para la futura.
El objetivo del desarrollo sostenible es reconciliar los aspectos económico,
social y ambiental de las actividades humanas, esto es, que el desarrollo
económico sea socialmente justo y que no perjudique al medioambiente.
4. La huella ecológica mide la cantidad de aire,
agua, tierra y recursos naturales necesarios
para mantener a largo plazo el consumo actual
de un país, siendo un indicador clave para medir
la sostenibilidad del desarrollo.
A nivel global, estamos consumiendo más
recursos y generando más residuos de los que
el planeta puede regenerar y admitir. La huella
ecológica del mundo es de 2,7 (esto es, la Tierra
tendría que ser casi tres veces más grande para
soportar a largo plazo las actividades humanas).
España tiene actualmente una huella ecológica
de 5,7 (es decir, que su territorio tendría que ser
casi seis veces más grande para que el actual
consumo de sus habitantes fuera sostenible en
el tiempo).
5. Sobreexplotación de los recursos hídricos y desigualdad
del acceso al agua potable.
Contaminación del
agua dulce (superficial
y subterránea).
Contaminación del
agua del mar.
6. Los impactos más importantes son la reducción de la capa de
ozono, la lluvia ácida y el efecto invernadero (que pudiera estar
originando un cambio climático mundial).
7. La deforestación está provocada por la tala de los bosques para la
obtención de madera y también con el fin de obtener suelo para la
agricultura y ganadería.
Ello causa extinción de especies, cambios en el clima (especialmente afecta a
la cantidad de lluvia caída en un lugar), erosión del suelo y desertificación, así
como reduce la fijación del dióxido de carbono (CO2) atmosférico, que es uno
de los principales gases de efecto invernadero.
Suelo fértil Suelo desprotegido Suelo con pérdida de
por la deforestación mantillo y empobrecido