1. En la Fotografía Digital la creatividad sigue siendo
importante
Por : Lic. Froilán Chuquizuta Santamaría
Docente FACCOM UDCH
Consultor en Comunicación
Habiéndose cumplido 171 años de práctica fotográfica, luego que el 19 de agosto de
1839, el francés Jacques Mandé Daguerre la presentara oficialmente, es importante que
reflexionemos sobre la atrofia, que un limitado marketing de la fotografía digital, está
generando en nuestra creatividad, y que a mis alumnos de la Facultad de Ciencias de la
Comunicación de la Universidad de Chiclayo, les dejo muy en claro.
La práctica fotográfica se ha facilitado tanto, que esta fortaleza es a la vez el motivo de
su atrofia didáctica, pues al haberse ido haciendo cada vez más fácil y común, la gente
ha tenido la sensación que no es necesario prepararse para usarla apropiadamente,
confiada en los “equipos de última generación”, que “disparan cuando la gente sonríe”,
luego de haber “estabilizado la imagen”, sin que el autor deba preocuparse de nada,
supuestamente, muy obedientes a lo que dice el marketing.
Y ante este exceso de confianza, creado por el agresivo marketing de las supuestas
cámaras fotográficas inteligentes, precisamente los aspectos más trascendentales de
nuestras vidas, son las primeras víctimas. Aniversarios de bodas, bautizos, viajes
importantes, actos protocolares y cualquier otra participación personal en público, han
terminado resignadamente con tres fotos rescatables, ante un mayoritario número de
imágenes oscuras, movidas, excesivamente descuadradas por una escena muy abierta, o
demasiado cerrada, que no hacen más que desencadenar frustración.
El marketing de la fotografía digital, nunca nos dirá que siempre será necesario
entrenar, lo que equivale a familiarizarse con los controles del equipo, conocer sus
bondades técnicas, probarlas para saber como responden; ni tampoco se molestará en
decirnos que la feliz expresión de las imágenes o el testimonio fidedigno de una foto,
nada tienen que ver con lo anterior, sino con la creatividad y el buen ánimo del autor.
Ahora comprendemos que, si queremos una imagen viva y recordable, pues tendrá que
ser gracias a nosotros mismos y no a los benditos aparatos.
Recuerde, el álbum familiar es el reportaje gráfico de nuestra vida, con escenas que el
tiempo nunca más repetirá, con personas y lugares que jamás volverán a coincidir,
aspectos que elevan el valor e importancia de cada situación, por tanto ¿No es prudente
tener en cuenta lo anterior? Como verán, esto es cosa seria, así que tome su equipo y
empiece a reconocerlo.
Sepa Ud. que su cámara digital doméstica tiene un flash pequeño que no cubre más allá
de los dos metros, que “el lente” acerca bastante la escena pero no a la luz del flash con
ella, que en ambientes interiores debemos sujetar firme la cámara con el pulso estable
para no tener imágenes movidas…y que necesitamos acercarnos bastante, usando como
guía la pantalla-visor, hacia el tema, para captar la emoción. Todo esto es experimental,

2. no te lo hace la cámara. Así como el gesto, el fondo es importante, y olvídese de
consentir poses de mucha rigidez corporal, cuando es muy fácil sugerir posturas más
frescas. Haga la prueba, los resultados son impresionantes.
Así que, la tecnología digital no lo es todo, pues siempre será el autor quien decida
cuando disparar, hacia que dirección, y cual porción de la escena encuadra. Con estas
sugerencias, practicadas periódicamente, no sólo tendrá satisfacciones domesticas con la
fotografía, sino también documentales para su oficio. Así empiezan mis alumnos de
periodismo de la FACCOM UDCH, y sus reportajes finales dan cuenta de que la técnica
funciona.