La conquista romana de la Península Ibérica se produjo entre los siglos III y I a.C. en tres etapas: la conquista del este y sur en el siglo III a.C., el centro y oeste entre 155-133 a.C., y el norte entre 29-19 a.C. bajo Augusto. Roma romanizó la península imponiendo el latín, derecho romano y religión, aunque de forma desigual según las zonas. En el siglo V d.C., con el declive del Imperio Romano, los pueb
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Minitema 2 -LA HISPANIA ROMANA Y LA MONARQUÍA VISIGODA .pdf
1. TEMA 2-LA HISPANIA ROMANA Y LA MONARQUÍA VISIGODA
A-Introducción:
Roma va a encontrar a la Península Ibérica iniciando su Historia. Los diversos
pueblos que habitaban nuestra Península (áreas celta e ibera) seguían desarrollando sus
formas de vida y de cultura propias, cuando, en el siglo III a. C., la rivalidad entre Roma y
Cartago por el domino del Mediterráneo, que dio lugar a las guerras púnicas, afectó de lleno
a nuestra Historia incorporándose España al Mundo Romano
Fruto de la pugna por el control del Mediterráneo Occidental entre Cartago y Roma,
es cuando los romanos pisarán tierra peninsular por 1ª vez (218 a.C.).
B-ETAPAS DE LACONQUISTA ROMANA DE LA PENÍNSULA (S. III-S.I a C)
La conquista de Roma se inició en el siglo III a.C. y concluyó, tras un proceso largo y
complejo, en el siglo I a.C.
Podemos distinguir tres etapas principales:
1ª etapa: Conquista del este y el sur peninsular (218-197 a. C)
El inicio de la conquista se enmarcó en el contexto de la Segunda Guerra Púnica (guerras
que enfrentaron a Roma y Cartago por la hegemonía en el mediterráneo occidental).
Los cartagineses tenían asentamientos importantes en el levante peninsular y desde allí
atacaron Roma a través del sur de Francia y los Alpes. Roma contraatacó invadiendo las
posesiones cartaginesas en Hispania a fines del siglo III. La victoria romana de Ilipa
2. (209 a.C.), la conquista de Cartago-Nova y de Gades (206 a. C.), pusieron fin a la presencia
cartaginesa en Hispania y consagró el dominio de Roma sobre el este y el sur peninsular.
En el año 197, Roma organiza sus conquistas en la Península creando dos provincias:
Hispania Citerior (costa catalano-levantina) e Hispania Ulterior (Andalucía)
2ª etapa: Conquista del centro y el oeste peninsular (155-133 a. C.)
Los romanos tuvieron que hacer frente a la resistencia de los pueblos de esta zona. Los
mejores ejemplos son las guerras lusitanas (155-136 a.C) en las que destacó Viriato, líder
lusitano, y la resistencia celtíbera en Numancia hasta 133 a.C.
3ª etapa: Conquista del norte peninsular (29-19 a.C)
El fin de la conquista llegó en tiempos de Augusto, primer emperador romano, con la
dominación de galaicos, astures, cántabros y vascones (guerras cántabras).
3. Augusto reorganiza las provincias, estableciendo tres: Bética, Lusitania y Tarraconense.
En el s. IV, de la Tarraconense se han escindido dos provincias, la Gallaecia y la
Cartaginense (en la que se integra La Mancha), quedando así cinco, y todas juntas
formaban la diócesis de Hispania.
La economía colonial, basada en la esclavitud, se centra en el sector primario y minero
(mercurio de Almadén, oro-Las Medulas (Leon)…), desarrollándose hasta el s. III, como en
todo el Imperio, una economía monetaria y urbana. A partir del s. III, se produce una
ruralización de la vida y de la economía romana, que se profundizará durante la Alta Edad
Media.
C-EL PROCESO DE ROMANIZACIÓN Y CRISTIANIZACIÓN EN HISPANIA
El concepto de romanización: integración plena de una sociedad determinada, en
este caso la hispana, en el conjunto del mundo romano (economía, sociedad,
esclavismo, urbanización, cultura, religión). Romanización es, pues, la progresiva
asunción de “todo lo romano” en la Península. Por ello, sería muy extenso
desarrollarlo en sentido amplio. Por este proceso, los pueblos indígenas (iberos,
celtíberos…) fueron asumiendo la cultura romana. Supone por 1ª vez, la unidad
peninsular.
Jugando un papel importante en el proceso de romanización, cabe destacar
la creación de ciudades y colonias (espejo de romanización y foco de atracción de
indígenas a los modos de vida romana.
en ellas o al servicio de ellas y de sus conexiones, destacarán grandes obras
públicas.
También destaca el papel del ejército, que enrola a indígenas y convive con los
4. pueblos conquistados, en los que se instalan campamentos militares.
La romanización es un momento clave de la historia cultural de los pueblos
de la península. En ella podemos distinguir varios aspectos:
·El latín se impuso como lengua común y va a pervivir a través de sus”hijas”, las
lenguas romances peninsulares que cristalizarán en la Edad Media (castellano,
catalán, gallego...)
·El derecho romano (leyes, concepción del estado,...), que pervivirá en el tiempo,
guiará en buena medida los principios políticos y jurídicos de siglos posteriores y
aún hoy es uno de los fundamentos del derecho occidental
·La religión politeísta romana (Júpiter, Saturno…) se impuso, aun respetando y
asimilando las creencias locales; pero era obligado el culto al emperador y a la
Tríada Capitolina (Júpiter, Juno, Minerva), como medio de integración política.
·Posteriormente, en el siglo I el cristianismo se difundió por el imperio romano y
también por Hispania, sobre todo desde la crisis del s.III, crisis también espiritual,
por lo que la gente busca alternativas religiosas, como será la religión cristiana. En
el s. IV, el Cristianismo va a triunfar, al extenderse entre las clases dominantes,
dejando de ser una religión revolucionaria. Desde el Edicto de Milán (313) de
Constantino, se da la libertad de cultos, y desde el edicto de Tesalónica(380) de
Teodosio, el cristianismo se convierte en religión oficial y excluyente del imperio,
pasando así a ser uno de los elementos de identidad de Occidente, preponderante
en lo espiritual pero también en lo socio-político, que perdurará con diversas formas
hasta la actualidad.
El proceso de romanización llegó a su máxima expresión cuando el emperador
Caracalla, con el Edicto que lleva su nombre, en el siglo III extendió la ciudadanía a
todos los habitantes libres del Imperio.
5. Hispania fue una de las provincias del imperio más romanizadas, aunque fue muy
desigual en el territorio (Bética, rápida y profunda romanización; hacia el norte y
oeste, escasa y hasta nula).
La cultura y el arte romano tuvieron un carácter eminentemente práctico y por ello
fueron grandes ingenieros y grandes constructores de obras públicas. En la
península podemos destacar los siguientes ejemplos:
Acueductos como el de Segovia.
Murallas como las de Lugo
Múltiples puentes como el de Alcántara o Mérida.
Además de estas obras públicas, Roma dejó importantes obras artísticas de utilidad
pública como:
Arcos conmemorativos como el de Bará en Tarragona.
Templos como el de Diana en Mérida.
Anfiteatros como el de Itálica (Sevilla) o Segóbriga (Cuenca).
Teatros como el de Mérida o Segóbriga
Circos como el de Toletum.
La dominación de Roma dejó en Hispania una tupida red urbana (Tarraco, Cesar
Augusta, Emerita, Toletum…) ligada por un complejo sistema de calzadas y otras
infraestructuras públicas. Destacan en nuestra región Segóbriga, Ercavica o Valeria
en Cuenca, Toletum o Consabura(Consuegra). O villas bajoimperiales como la de
Carranque (Toledo), con sus ricos mosaicos.
6. D-LA MONARQUÍA VISIGODA:
Durante los s. III y IV los pueblos germánicos se van infiltrando en el Imperio
Romano. Un imperio incapaz de sustentarse como Estado, sobre todo tras la crisis
del siglo III, que provoca la decadencia de las ciudades y las actividades propias de
ellas; la ruralización debilita al Estado, sin recursos para gobernar y mantener ese
gran imperio. En el 409 en Hispania entran violentamente los suevos, vándalos y
alanos