1. Documento 1. Decreto de retiros de 25 de abril de 1931.
Artículo 1º.- Se concede el pase a la situación de segunda reserva, con el mismo sueldo
que disfruten en su empleo de la escala activa, a todos los oficiales generales del Estado
Mayor General, a los de la Guardia Civil y Carabineros y a los de los Cuerpos de
Alabarderos, Jurídico Militar, Intendencia, Intervención y Sanidad, en sus dos secciones de
Medicina y Farmacia, que lo soliciten del Ministerio de la Guerra dentro de los treinta días
siguientes al de la publicación de este Decreto.
Artículo 2º.- Se concede el pase a la situación de retirado, con el mismo sueldo que
disfruten actualmente en su empleo y cualesquiera sean sus años de servicio, a todos los
jefes, oficiales y asimilados, así en situación de actividad como en la de reserva retribuida
de las distintas armas y cuerpos del Ejército, incluso los oficiales menores de Guardias de
Alabarderos, que lo soliciten del Ministerio de la Guerra dentro del plazo señalado en el
artículo anterior.
Artículo 4°.- No podrán obtener los beneficios ofrecidos en los artículos 1º y 2° de este
Decreto quienes en el día de su promulgación hayan de pasar reglamentariamente, por
razón de edad, a la situación de reserva o de retirado…
Artículo 5°.- Todas las vacantes que se produzcan en virtud de este Decreto se
amortizarán, sin excepción alguna.
Artículo 6°.- Los que deseen acogerse a los beneficios de los artículos 1º ó 2° elevarán una
instancia por conducto reglamentario al ministro de la Guerra, el cual dictará las
disposiciones convenientes para la ejecución de este Decreto.
Documento 2. Tamames, R., La República. La Era de Franco. Madrid, 1980. Pag. 170
Poco antes de proclamarse la República había en España 566 generales y 21.966 oficiales,
según el «Anuario Militar de 1930». Todo ello para un ejército de poco más de 100.000
hombres; las resultantes eran bien claras, desde una grave macrocefalia hasta un fuerte
burocratismo y una gran falta de eficacia. Había además importantes diferencias entre los
contingentes metropolitanos y coloniales, constituidos estos últimos en gran parte por
tropas profesionales: Legión Extranjera, creada en 1924 y organizada por Millán Astray y
Franco, y que a pesar de su nombre, entre sus efectivos tenía más de un 90 por 100 de
españoles; y los Regulares, un cuerpo creado en 1911, en el que había tropa marroquí bajo
mando de oficiales y suboficiales españoles.
El ejército de Marruecos, no obstante ser menos numeroso, era mucho más fuerte que el
metropolitano. Este último constaba, sobre el papel, de 16 divisiones, pero todas ellas
deficientemente organizadas y con armamento anticuado. Casi todos los fusiles en uso
eran todavía Mauser modelo 1893; la mayoría de los cañones estaban inutilizables; el
equipo de transporte apenas había empezado a motorizarse. Por su parte, la Marina no
pasaba de ser un conjunto de barcos mal artillados y aún peor equipados en otros aspectos.
Y la aeronáutica contaba con un escaso número de aviones de muy distintas marcas y en
un estado de entretenimiento muy defectuoso,…