El mouse fue comercializado por primera vez en 1970 y funcionaba con dos engranajes que registraban las posiciones del cursor. En 1973, Xerox presentó la primera computadora de escritorio que usaba una interfaz gráfica basada en el mouse. En 1983, Apple lanzó el mouse de Lisa y posteriormente el del Macintosh 128K en 1984, estableciendo el mouse como dispositivo estándar de las interfaces gráficas.