El documento compara el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) y la Instrucción Directa, señalando que el ABP es más costoso y requiere más esfuerzo pero motiva a los estudiantes y fomenta el trabajo por competencias, mientras que la Instrucción Directa requiere menos preparación pero no atiende a la diversidad de estudiantes y los aburre.