1. 7.10.09
Olivier Messiaen - Cuarteto para el fin de los tiempos
La partitura del Cuarteto para el fin de los tiempos, de
Olivier Messiaen está acompañada de palabras que
presentan y ofrecen una interpretación religiosa de la
música. La obra del francés es una enciclopedia de
elementos religiosos, literatura escatológica y ornitología,
transformada, metaforizada, (re)interpretada. A pesar del
espesor católico del texto, hay cierta apertura, cierta
"anchura" que queda ver de dónde proviene (¿de la
música?, ¿de la propuesta conceptual?). La cantidad de
símbolos, caprichos, referencias, etc., que atraviezan la
música de Messiaen es extensísima y apasionante. Entre lo
más importante, cabe destacar la reflexión y consecuente
mímesis acerca del ritmo (en la Antiguedad, ritmo y palabra
componían la música y la poesía en un todo).
Comentarios de Messiaen a la partitura del Cuarteto,
compuesto en otoño de 1940 en Stalag VIII A.
Quatuor pour la fin du Temps
He visto un ángel pletórico de energía, descendiendo del
cielo, revestido de nubosidades, con un arco iris sobre la
cabeza. Su cara era como el sol, sus pies como palomas
de fuego. Posaba su pie derecho sobre el mar, su pie
izquierdo sobre la tierra, y se sostenía derecho tanto sobre
el mar como sobre la tierra, levantó la mano hacia el cielo y
juró por Aquel que vive por los siglos de los siglos,
diciendo: Ya no habrá más tiempo pues en el día de la
trompeta del séptimo ángel, se consumará el misterio de
Dios.
(Apocalipsis, San Juan de Patmos. Capítulo X).
Concebido y escrito durante mi cautividad, el Quatuor pour
2. la fin du temps se presentó en primera audición en el
Stalag VIII A el 15 de enero de 1941, por Jean Le Boulaire
(violinista), Henri Akoka (clarinetista), Etienne Pasquier
(violoncelista), y yo mismo al piano. Estuvo directamente
inspirado por el citado fragmento de El Apocalipsis. Su
lenguaje musical es esencialmente inmaterial, espiritual y
católico. Los modos poseen melódica y armónicamente una
especie de ubicuidad tonal y acercan al auditor a la
eternidad en el espacio o infinito. Los ritmos especiales,
fuera de toda medida, contribuyen poderosamente a alejar
lo temporal. (¡Todo esto parece un balbuciente intento si se
medita sobre la opresiva grandeza del asunto!)
Este Cuarteto tiene 8 movimientos. ¿Por qué? Siete es el
número perfecto, la creación en seis días santificada por el
divino sábado; el 7 de este reposo se prolonga en la
eternidad deviene en el 8 de la luz infalible, de la paz
inalterable.
1.- Liturgie de cristal (Liturgia de cristal).
Entre las 3 y las 4 de la mañana, el despertar de los
pájaros, un pájaro negro improvisa, rodeado de sonido
eflorescente, por un halo perdido en lo alto de los árboles.
Trasponedlo a un plano religioso: tendréis el silencio
armonioso del cielo.
2.- Vocalise, pour l'ange qui annonce la fin du temps
(Vocalización para el Ángel que anuncia el fin de los
tiempos).
La primera y tercera parte (muy cortas) evocan el poder del
grandioso ángel, con un arco iris encima de su cabeza, y
un pie en el mar y otro en la Tierra. En la sección del medio
hay armonías impalpables del Cielo. En el piano, suaves
cascadas de acordes azul-naranja encerrando en sus
distantes carillones la canción del violín y el violonchelo.
3.- Abîme des oiseaux (Abismo de los pájaros)
Clarinete solo. El abismo es el tiempo con su tristeza y su
3. vestimenta. Los pájaros son lo opuesto del tiempo. Son
nuestro deseo por la luz, el arco iris, las estrellas y las
canciones de júbilo.
4.- Intermède
Scherzo, un movimiento mucho más individual
(extrovertido) que los otros, conecta con el resto de
movimientos por una recolección de melodías.
5.- Louange à l'Éternité de Jésus (Elogio a la Eternidad
de Jesús)
Jesús es considerado aquí como la palabra (verbo), una
frase, infinitamente lenta del violonchelo magnifica con el
amor y la reverencia la eternidad de la palabra poderosa y
apacible , en el principio era la palabra, y la palabra estaba
con Dios, y la palabra era Dios. (Majestuosamente, la
melodía se expande en una especie de lejanía tierna y
soberana. En un principio era el Verbo, y el Verbo estaba
en Dios y el Verbo era Dios.)
6.- Danse de la fureur, pour les sept trompettes (Danza
de la furia, para las siete trompetas)
Rítmicamente, la pieza más característica de todas (el
fragmento más característico de la serie). Los 4
instrumentos al unísono toman los aspectos de los gongs y
las trompetas (las seis trompetas del Apocalipsis van
seguidas de diversas catástrofes, la trompeta del séptimo
ángel anuncia la consumación del misterio divino...). Uso
de valores rítmicos añadidos, ritmos aumentados y
disminuidos. Música de piedra de formidable solidez.
Irresistible movimiento acerado, enormes bloques de furia
púrpura, de helada embriaguez. Escuchad sobre todo el
terrible fortísimo del tema por aumentación y el cambio de
registro de sus diferentes notas hacia el fin de la obra.
7.- Fouillis d'arcs-en-ciel, pour l'ange qui annonce la fin
du temps (Encrucijadas de arco iris para el Ángel que
anuncia el fin del tiempo)
4. Ciertos pasajes del segundo movimiento están presentes
aquí. El ángel poderoso aparece aquí y el arco iris le
cubre... en mis sueños he visto un catálogo de acordes y
melodías, formas y colores familiares, espadas de fuego,
turbulentas estrellas, lava azul-naranjada. Retornan aquí
algunos pasajes del segundo movimiento. Me transporto a
lo irreal y sufro con éxtasis un vértigo, una compenetración
giratoria de sonidos y colores sobrehumanos. He aquí las
encrucijadas, los arco-iris.
8.- Louange à l'Immortalité de Jésus (Loa de la
Inmortalidad de Jesús)
Solo de violín, como contraparte del violonchelo del quinto
movimiento. ¿Por qué una segunda alabanza? Porque esta
trata del segundo aspecto de Jesús, el hombre, la palabra
hecha carne. Es un ascenso lento hacia el punto más
extremo de tensión, es la ascensión del hombre a Dios, del
hijo de Dios al padre, de ser divino en el Paraíso.
Y repito una vez más lo que ya he dicho más arriba: ¡Todo
esto parece un balbuciente intento si se medita sobre la
opresiva grandeza del asunto!