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Bandoneones
1. BANDONEONES
“El bandoneón hay que tocarlo con un poco de bronca, de violencia. Hay que golpearlo, pegarle,
exigirle todo. Yo no concibo a alguien que toque el bandoneón como si fuese un nenito que está
haciendo pis; hay que tocarlo con todo lo que uno tiene adentro. No hay que tocarlo como dicen
algunos fanáticos técnicos, abriendo y cerrando. Cerrando, jamás se podrá frasear el bandoneón;
no podes hacer nada. Yo diría que ni el diez por ciento de las notas que toco las toco cerrando.
Empleo el cerrando simplemente por una necesidad de respirar con la jaula, pero el noventa y
cinco por ciento de las notas, cuando tengo que cantar una melodía, la tengo que cantar
abriendo. Porque de esa manera se goza lo que se toca”.
Astor Piazzolla
El BANDONEÓN es un instrumento de viento, de acuerdo a la clasificación de Hornbostel y Sachs
es un aerófono de lengüetas libres a fuelle. Fue diseñado en Alemania con fines evangelizadores.
La idea era tocar música religiosa en un instrumento portátil que sonara parecido al órgano de
tubos, un instrumento enorme, presente aún en muchas iglesias pero obviamente imposible de
transportar.
Los botones del BANDONEÓN están ordenados
para facilitar la ejecución de esas canciones
religiosas, pero resultan "muy desordenados" a la
hora de tocar por ejemplo escalas. Posee una
botonera cuádruple y para cada botón existe un
sistema de lengüetas de acero o aluminio, similar
a los de la armónica. Cuando se abre el fuelle y el
aire entra, cada botón oprimido genera una nota y
cuando se cierra el fuelle, el aire sale y el mismo
botón emite otra nota diferente.
2. Se toca sentado con el instrumento sobre las piernas y con
ambas manos, abriendo y cerrando el fuelle. Es necesario
aprender la ubicación de 142 posiciones, 71 tonos abriendo el
fuelle y otros 71 cerrándolo.
Los mejores bandoneones del mundo son los ELA de la fábrica
de Ernst Louis Arnold y los AA de sus hijos Paul y Alfred. Ambas
fábricas están cerradas hace décadas.
Las orquestas de tango en el Río de la Plata utilizaban varios
bandoneones. Cuando empiezan a grabar en estudios, van
reduciendo su integración en los años 60. La aparición de la
TV también redujo el tamaño de las orquestas porque tenían
que entrar en la pantalla. Así surgieron quintetos o cuartetos,
con un número menor de bandoneones que antes.
En la década de 1970 llegaron los militares y también el rock, eso influyó en el abandono del
instrumento. La crisis de 2001 en Argentina le dio un fuerte golpe y los bandoneones se iban por
decenas para el exterior. Muchas veces instrumentos antiguos y muy valiosos terminaban en
una vitrina de un restaurante en Europa o Japón. También aparecen coleccionistas y se organizan
exposiciones.
Entre los amantes del tango y del
BANDONEÓN, surge la necesidad de
preservarlo. Desde 1945 habían llegado
desde Alemania al Río de la Plata más de
60.000 bandoneones, hoy hay unos
20.000 protegidos por una ley argentina
de 2015.
El BANDONEÓN ha tenido un lugar
insustituible en el tango. En lunfardo es
conocido en Uruguay y Argentina como
fueye (con "y" y pronunciado con la
"sh" rioplatense) y es el alma de las
orquestas de tango.
Curiosamente el BANDONEÓN, siendo un instrumento alemán, se vuelve patrimonio argentino
porque adquirió identidad en Argentina a partir del tango, no en Alemania.
Solamente Argentina, Italia, Alemania, Brasil y Bélgica fabrican bandoneones hoy en día.
Roberto García, 2020