El sacerdote le escribe a Joaquina para darle ánimos y consejos espirituales. Le dice que Dios ya le ha dado la respuesta que busca y que haga discernimiento para no guiarse solo por sentimientos. También comenta que él siente la necesidad de un encuentro más íntimo con Dios, quizá en soledad o silencio, y cree que un viaje podría ayudar a Joaquina a fortalecer su relación con Dios y prepararse para lo que viene.
1. lunes,
07
de
noviembre
de
2011
07:00:39
a.m.
Querida
Joaquina:
Qué
alegría
tener
noticias
de
vosotros.
Hemos
rezado
esta
mañana
en
laudes
por
esta
intención.
Yo
pienso
que
Dios
ya
te
ha
dado
la
respuesta,
pero
haces
muy
bien
pidiendo
discernimiento,
para
no
fiarte
de
tus
sentimientos.
Por
otro
lado,
siento
algo
distinto.
Quizá
este
viaje
me
va
a
dar
la
posibilidad
de
viajar
a
Trillo,
a
Lourdes...
a
estar
un
poco
sola
para
poder
acercarme
en
un
vínculo
más
personal
con
Jesús.
Que
siento
también
ultimamente.
Hace
varios
días
ya
siento
que
tengo
que
estar
en
encuentro
más
intimmo,
verdadero
y
personal
con
Dios.
Me
imagino
en
un
monasterio
una
semana
en
silencio
(algo
que
jamás
pude
hacer,
silencio
por
más
de
media
hora).
Quizá
sea
algo
que
Dios
me
pide
para
que
mi
relación
con
Pablito
crezca
en
algo,
para
que
pueda
encontrar
más
paz,
para
que
pueda
encontrarme
más
con
Dios
gracias
a
mi
soledad
y
prepararme.
Para
que
me
haga
más
fuerte
para
algo
que
viene.
No
te
proporciona
el
viaje
a
París
por
curriculum,
sino
para
madurar,
crecer,
en
definitiva
para
destetarte
de
muchas
cosas
que
vas
a
comprender
cuando
estés
lejos.
Acoge
el
regalo
de
Dios,
interpretando
muy
bien
el
motivo
por
el
que
el
Señor
te
lleva
a
Paris,
así,
teniendo
muy
claro
el
Norte,
no
perderás
tiempo
en
banalidades.
Muchísimas
bendiciones
++++
para
los
dos
y
a
ver
si
hacemos
un
Skype
algún
día.
P.Carlos
PD:
te
dejo
la
palabra
que
Dios
me
dio
esta
mañana
sobre
ti
y
que
me
ha
confirmado
que
necesitas
"intemperie"
para
crecer:
"Un
escriba
se
le
acercó
y
le
dijo:
"Maestro,
te
seguiré
adondequiera
que
vayas."
Jesús
le
dijo:
"Las
zorras
tienen
guaridas,
y
las
aves
del
cielo
nidos;
pero
el
Hijo
del
hombre
no
tiene
donde
reclinar
la
cabeza."