2. El materialismo
Los jóvenes además de querer tener lo más
moderno o lo que está de moda, como por ejemplo
los últimos smarthphones, tablets, etc., tienen una
necesidad innata de sobresalir en cualquier ámbito,
para lo cual buscan tener objetos personalizados o
que demuestren su verdadera identidad; otros para
reflejar que están unidos a alguna causa, o a algún
grupo de ideas comunes. El tema no es un
problema, salvo que se vuelva una constante, que
es lo que hoy está ocurriendo.
3. A esto sumémosle que los chicos y chicas
empiezan a tener dinero a más temprana edad y
cierta independencia para tomar sus propias
decisiones en una sociedad que no solo permite
el consumismo juvenil, sino que lo fomenta.
4. ¿Qué consecuencias puede tener el
materialismo en los adolecentes?
Cada vez son más los casos de depresiones adolescentes.
Éstas giran en torno a la ansiedad y la inadaptación. El
adolescente necesita, por lo general, pertenecer a un
grupo, sentirse querido. Hoy, tener ropa de cierta marca,
o los últimos modelos de la temporada, o tener el nuevo
videojuego, suelen ser requisitos para insertarse en un
grupo. Se suele creer que los jóvenes que se visten con la
ropa del momento tienden a ser más populares, mientras
que los que no dan importancia a esto, tienden a sentirse
excluidos. Algunos chicos temen ser unos fracasados si no
tienen lo más nuevo.
5. Un adolescente que se deja atrapar por el
consumismo será, con toda probabilidad, un
adulto con unos hábitos poco ahorrativos,
hábitos que luego serán difíciles de erradicar.
Por lo tanto, lo ideal es que los padres y el
entorno faciliten, ya desde la niñez, una
adecuada información sobre el valor del dinero
y el consumo responsable.
6. ¿Podemos combatir el consumismo?
Aunque no lo queramos reconocer, en muchos
casos son los padres quienes han promovido
inconscientemente el consumismo en sus hijos.
Sobre todo esto se ve muy presente en casos de
separaciones o divorcios, cuando los padres
tienden a sentir culpa y quieren recobrar la
confianza y el cariños de sus hijos mediante
regalos, lo cual nunca es bueno. ¿Qué hacer
entonces?
7. - Los padres deben aprender a no ceder siempre
ante las presiones de sus hijos adolescentes,
poniéndolos en un contexto a través de ciertas
reflexiones como: “¿Sabes cuánto cuesta el
dinero, cuánta gente podría alimentarse con
esto?” Quizás al principio se enojen, porque los
adolescentes esperan conseguir todo lo que
piden sin rodeos, pero deben dejarles en claro
que no es así, que ellos debe ser considerados y
pedir cosas que estén a su alcance.
8. - Puede ser que de vez en cuando le des un gusto o
lo premies por logros obtenidos; pero cuidado, no
dejes que tu hijo adolescente te manipule,
9. - Es el rol de los padres explicarles que hay otras
formas de destacarse frente a su grupo social, y
no solo aquellas que tienen que ver con poseer
lo mejor y más caro. Enfatiza que los verdaderos
amigos son los que los aprecian por quienes son
y no por lo que tienen. Recuérdales que siempre
habrá alguien que tendrá más o menos que ellos
y por eso no tienen que compararse con nadie.
10. Reflexionemos..
No es fácil guiar a un adolescente. La rebeldía suele pasar por rechazar
cualquier consejo de un adulto. Pero intentar evitar un exceso en el
consumo por parte de los adolescentes es, no obstante, fundamental
para su vida futura. Padres, enséñenle a ahorrar a sus hijos desde
pequeños, así sabrán apreciar más el dinero.
Chicos, debemos ser más conscientes con lo que gastan nuestros
padres y el sacrificio que hacen para darnos lo mejor, ¡no pidamos
tanto ni lo más caro!
En esta entrada me gustaría tratar el tema de la adolescencia y el
materialismo.
Las cosas han cambiado mucho con los años, pues hace una
década más o menos los adolescentes que terminaban la educación
obligatoria (primaria y eso) se metían a trabajar y solo unos cuantos
continuaban con el Bachiller y la universidad.