Este documento expresa frustración con la falta de sentido de pertenencia y patriotismo que el autor percibe en muchos de sus conciudadanos. Se siente desconectado de aquellos que ven conceptos como la bandera y el himno nacional como meras abstracciones en lugar de símbolos de identidad nacional. El autor extraña una educación más simple que inculcaba orgullo patriótico de forma natural a través del ejemplo de los mayores y las tradiciones compartidas, en lugar de tener que explicar y justificar conceptos como la patria.
Estudio de opinión a nivel nacional (16.04.24) Publicación.pdf
Pensamientos (1)
1. DISCULPAME….¿dijiste PATRIA..?
La liviandad de conceptos…
La ausencia de argumentos…
La inexorable vacuidad de cada palabra…
Ese conjunto deprimente de vecinos, de habitantes citadinos,
de peatones ambulando por estas mismas calles…
Esa escasez de genuinos principios hace que a uno le entren ganas de
revolear ambos zapatos para pisar “en patas” -si fuera posible algo de
barro- buscando la sensación de estar sobre mi tierra, sintiendo los pies
hermosamente sucios, húmedos y negros.
“Para el que mira sin ver, la tierra es tierra nomás” (Yupanqui)
Es como si se quisiera empezar de cero. Hoy. Ahora. Una vez. Una única vez.
Lo que es agotante es sentir que esta necesidad aparezca todos los días.
Nadie puede sufrir una catástrofe cada noche de cada mes de cada año
y verse luego obligado a reinventarse en cada amanecer.
Es brutal el ejercicio de memoria al que debe uno someterse para recordar
cuándo sucedió aquel
instante iluminado en que UNA persona de las tantas que comparten este
sol, este aire y esta luz, haya apelado a palabras tan vigorosas y sublimes
2. como PATRIA MIA, TIERRA MIA, LUGAR MIO…. para referenciar lo que
pasa, lo que nos pasa y por qué nos pasa.
Salen sí otras palabras. Más que palabras, lengüetazos. Palabras secas de
ideas. Palabras asesinas.
¿Qué son para la mayoría de tantos vecinos nuestra bandera, nuestra
escarapela, nuestro himno…? Abstracciones del sistema..?
¿A qué llamarán pertenencia..?
A la riqueza…? A la renta…?
¿Qué es para ellos la identidad..?
Un plastiquísimo D.N.I…?
No me reconozco en ese otro. En esos otros. Porque tampoco registran
términos como cipayo, traidor o vende-patria. No los tienen. No los
emplean. No los justiprecian.
Usan sí impunemente, como estiletazos, otras definiciones que les suenan
familiares a fuerza de repetición: populismo, para poner un ejemplo rayano
con la ridiculez.
¿Es que acaso leyeron a Laclau y decidieron cruzarse de vereda ? NO..!
Aprendieron como loritos paraguayos que esas cuatro sílabas (po-pu-lis-
mo) sirven para desacreditar, para echar por tierra, para ponerle fin a
cualquier debate de ideas.
3. Esa escalada de dis valores desalienta el disenso.
A la vez que motiva mi enjundia y mi convicción pero… en silencio. Para
adentro.
Como un triste rechazo que inmoviliza y que indefectiblemente termina en
el lamentable
¿para qué?.
Seguramente fui estructurado por una educación simple y llana. Lineal y
concreta. Donde no hacía falta explicar qué es la Patria. Porque solamente
con el ejemplo de los viejos bastaba para comprender. Ni siquiera era
necesario que el maestro nos marcara un libro “desde acá hasta acá” para
involucrarnos como argentinos. Era la casa, era el barrio, era el club, era la
cancha, era un domingo con amigos. Y era la bandera….y era el escudo….y
era la escarapela…! Todo eso.
Entonces…dónde, entre quiénes y para qué vivió tanta gente sus cincuenta
o sesenta años de vida..? Para terminar confundiendo gobierno con Estado,
política con Nación y fronteras xenofóbicas con Soberanía…?
¿Qué contenían sus primeras mamaderas? ¿Mala leche..?
No tengo que explicar mi “grupo sanguíneo”. Tampoco se me podrá juzgar
obtusa, liviana y estúpidamente porque mi razonamiento se eleve
(¿liricamente?) para entender desde bien arriba el conjunto, el colectivo.
4. Quisiera pensar algo más intenso que el espíritu de shopping y confort
obsceno que contagia el sistema.
¡ VIVA LA PATRIA, CARAJO..!
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