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UN RECORRIDO POR LA INCLUSIÓN EDUCATIVA ESPAÑOLA.
            INVESTIGACIONES Y EXPERIENCIAS MÁ.S RECIENTES

                                      TERESA SUSiNOS RADA (`)

       RFSUtHEtv. En este artículo se realiza una revisión de las investi^aciones y experien-
       cias educativas que responden al modelo inclusivo y que han sido Ilevadas a cabo
       en nuestro país durante los últimos cinco arlos. Para ello se seleccionan revistas y
       actas de con^resos representativos de Educación Especial, de Psicalol;ía y Peda^o-
       gía. Se af;+•upan las investigaciones en varios ámbitos a partir de la definición del
       lncle.x de Ir:clasidrt y se ofrecen algun:ts conclusiones sobre el análisis bibliográfico
       realizaclo.


       Aas•ntncr. In this article we carry out a revisian of the educational research that res-
       pond to the inclusive model that have been fulfillect in our country during the last
       five years. For that purpose we have selected some representative bibliographical
       sources about Special Education, Psychology and Pedagogy. The researchs have
       been gathered in different fields Following the definition of inclusion offered on the
       Ir:caex o^lncltesion. We also give some conclusions about the bibliographical analy-
       sis carried out.



INTRODUCCIÓN:                                        esp^ciali^ada Un acuercio cerrado sobre
SOI3RE QUÉ Y DfONDE BUSCAMOS                         dicho moclelo teórico, aunyue, natural-
                                                     mente, clicha corriente nacida cle la F.duca-
En este trabajo pretenclemos hacer tma               ción Espe:cial más crí[ica c;n los países
revisión de la investif;ación educativa espa-        anglosajones tiene cleterminados rasgos
ñola que se viene desarrallando bajo los             cotnunes que configuran el núcleo impres-
presupuestos clel paradigma inclusivo.               cinctible cle lo yue es la inclusión.
Ciertamente, este propósita de metaanálisis              Así pues, con e] fin c!e adoptar un mar-
tiene a{f;unas clificultades yue, como ire-          co ^enertl de análisis, nosotros decidimos
mos viendo, nos han obligado a tomar                 partir de la definicián del lrrdex of htclu-
algunas decisiones de orden metodolágico             sion. Esta publicación es un conjunto de
yue a continuación trataremas de justificar.         materiales elaborados en el Reino Unido
En primer lugar, un trabajo como éste se             para orientar a las escue(as hacia la inclu-
encuentra con el escollo de la propia defi-          sión. EI fncle.x es e{ producto finat de un
nición de inclusión educativa, puesto que,           proyecto piloto de tres años realizado en 22
como se sabe, no existe en la literatura             escuelas y que se ha distribuido en 26.000


    (•) Universidacl de Cantabria.


Revisra de Educacicín, núm. 3z7 (2002), pp. 49-6A                                                  `^9
Frcha dr entrada: IS-O1-2002                          Frcha de aceptaribn: 01-03-2002
escuelas de educación primaria, secundaria                desarrollo histórico de los estudios univer-
y especial de aquel país y a todas las LEAs               sitarios existe una frontera invisible, pero
(Autoridades Educativas Locales) (Norwich                 real, entre la investigación psicológica y la
et al., 2001). Así pues, el Índex constituye              pedagógica, lo cual dificulta en muchas
una fuente reciente (actual), elaborada por               ocasiones el intercambio intelectual y
autores de reconocido prestigio y experien-               generalmente conduce a un análisis reduc-
cia en el ámbito cie los proyectos inclusivos             cionista de lo que se investiga en educa-
y yue recoge una definición completa y a                  ción.
nuestro juicio suficiente de lo que es la                      Así pues, como se ve en el siguiente
inclusión educativa. Además, es este un                   cuadro, hemos analizado revistas de inves-
modelo en acción, esto es, un documento                   tigación en el sentido más tradicional o
yue viene siendo utilizado en las escuelas                académico y otras de investigacián más
de aquel país como guía en la promoción                   aplicada o más próximas a la innovación
ciel cambio escolar.                                      educativa, lo cual establece algunos mati-
     En cuanto a las fuentes consultadas                  ces en la revisión realizada que se refieren
hemos optado por seleccionar algunas                      sobre todo a la envergadura muy desigual
revistas y actas de congresos que preten-                 de los trabajos citados en unas y otras fuen-
cíen ser representativas de los distintos                 tes.
ámbitos de investigación edueativa (psico-                     Por otra parte, ya sabemos que la indu-
lógica, pedagógica y de educación espe-                   sión supone un cuestionamiento crítico de
cial), c vitando así reducir nuestro rastreo a            la integración tal y como ésta se ha imple-
 las fuentes de Educación Especial. Esta                  mentado en países de nuestro entorno en
decisión busca mantener la coherencia                     los que, a pesar de la diversidad de mode-
esencial del modelo inclusivo que, si bien                los acíoptados en cada país, existe una gran
tiene su origen en el ámbito de la Educa-                 coincidencia en cuanto a los aspectos que
 ción Especial, trasciende las estrechas                  se deben mejorar en las escuelas. En nues-
 barreras de esta disciplina y se (con)Funde              tro caso, las ideas inclusivas no se han
 con t^das aquellas inves[igaciones que                   extendido hace mucho tiempo. Por elto,
 aborcían el problema dc •la mejora de la                 nosotros decidimos revisar investigaciones
 escuela par•.t todos•.                                   desde los últimos cínco años, esto es, la
    Además, esto es particularmente cierto                 investigación producida tras la implanta-
en nuestro país puesto qt^e por motivos de                 ción amplia de la integración y una vez que


                                    Revistaa de               A^ ^^                     Revfatae de
                                   Inveatigación                          n^^           Innovacíón
  Fuentes Pedagbgicas        Revísta deEducacf6n
                             Revtsta /nterun(c^ersitarta de
                             Formación del Profesorado
  Fuentes Psicotógicas       Cultum y Educación
                             /nvestigaci6n en !a &cuela
                                                                                      ^ u ta de Innocac tó n
              Pedagógieas    Rev(sta de 6ducacidn             ^!^{dad y
                                                                                      Educattua
                             ^^lat                            Educación Fspecial
  Fuentes
  de          Psicológicas   Slgto Cero                       Jornadas Cfent^cas de
  EducaciÓn                                                   lnvestfgaclón sobre
  Fspecial                                                    Personas con
                                                              Di.scapacktad



 50
comienzan a hacerse evidentes las dificul-       PUNTO DE PARTIDA:
tades del modelo y qué otras cosas debie-        DEFINICIÓN DE INCLUSIÓN O
ran ensayarse para hacer nuestras escuelas       ^QU^ CARACTERIZA A LAS
más inclusivas.                                  INVESTIGACIONF.S INCLUSIVAS?
    Por último, queremos aclarar que no se
trata tanto cle ofrecer aquí una revisión        La citada definición de inclusión extraída
exhaustiva de toclas las investigaciones         del Índe.x resume dicho modelo educativo
proclucidas en este período, si no más bien      en nueve descriptores o afinnaciones que
de presentar un abanico de •buenas ideas•,       nosotros después hemos tratado de
de ejemplos de investigación que hacen           ampliar o ejemplificar (sin afán de resumir
avanzar el proyecto de inclusión, a sabien-      todo 1o que ya se ha escrito sobre inclusión
das de que sería posible poner otros             educativa). Como ya se ha dicho, estas afir-
muchos ejemplos si se acude a otras fuen-        rnaciones funcionan en esta revisión a
tes bibliográficas o se amplían los límites      modo de bnájula para identificar investiga-
temporales elegidos.                             ciones inclusivas y como ejes organizado-
                                                 res dc los hallazgos bibliográficos.


 La inclusión en educación (Booth et al., 2000)

 • La inclusión en la educación implica procesos de incremento de la participacicín de
   estudiantes y la redzección de su exclusiórt cultural, curric:^lary comzenitaria de las
   escuelas locales.
 • La inch^sión implica la reestructurución de caltt.trus, políticas y prácticas en las
   escuelas de forma que respondan a la clir^ersidad de estudiantes en su lacalidad.
 • La inclusicín implica el aprendizaje y la participacicín de todos los estudiantes yate
   picdieran sufrir presiones excluyentes, rto zínicamente ayuellos yue tengan dúcapa-
   cidades o necesiclades educativas especiales.
 • La inclusión tiene que ver con la mejora de la escuela tanto paru losprofesores como
   para los ul:^mrtos.
 • La preocupación por superar barreras en el ucceso y la participuciórt de alumnos
   particulares puede indicar que existen laganas en los intentos de la escuela por res-
   pondera la dtuersidad de modo másgeneral.
 • Todos los estudiantes tienen derecho a recibir educación ert su localidad
 • La diverstdad no se ve como un problemu que se debe superar, sino como ten recter-
   so para apoyar el aprencíizaje de todos.
 • La inclusión supone jomentar las relacíones mutuumente ctlime^ttudas entre esc:cela
   y comunidad
 • La inclusión en educacián es una parte de !a inclttsión en lu sociedad



^QUÉ ENCONTRAMOS? LÍNEAS DE                      cia a experiencias particulares de nuestro
INVESTIGACIbN INCLU5IVA EN ESPAIVA               país (García Pastor, 1999; López Melero,
                                                 2000; Arnaiz, 2000; Ortiz, 2000; Echeíta,
En primer lugar, diremos que hemos encon-        2001; Mauri, 1998). Este hecho, a nuestro
trado varios trabajos que reflexionan cie for-   modo de ver, cs indicativo de que se está
ma amplia y general sobre el modelo de           generando una cierta corriente de opinión,
eclucarión inclusiva, pero sin hacer referen-    un clebate que antes no figuraba en nuestras


                                                                                          51
agenclas y nos parece plausible interpretarlo        importante y valioso con responsabilidades
como un primer paso en el camino hacia el            y con una función que desempeñar para
c{esarrollo de investígaciones más aplicadas,        apoyar a los otros. Todo ello ayucla a
de innovaciones más concretas que reflejen           fomentar la autoestima, el orgullo por los
^a^ioclos de hacer la incltisión•^.                  logros, el respeto mutuo y el sentido de per-
     Uestaca también en este punto la apor-          tenencia al grupo y de valía personal entre
tación dc Del Río (199íi), en cuyo ar[ículo          los miembros de la comuniclad».
se clesgranan algunos de los presupuestos                 Así, para ejemplificar esta primera idea
teóricos cle la aproximación social a la ctis-       del Índexpodríamos citar aquí los tribajos
capacidacl. Este tipo c1e reflexiones, más           re^tlizados bajo el modelo participativo en
frecuentes entre sociólogos de otros países,         los que los autores diseñan sus investiga-
son sin embargo aún muy poco frecuentes              ciones contando con sus protagonistas,
entre nosotros.                                      esto es, con el objetivo principal de dar voz
     Segítn se recoge en la primera afirma-          a las personas con discapacidad (o en
ción del Índex (la inclzrsión en la educa-           situación de exclusión) y de hacerles partí-
cióra trnplica procesos de •^ncremento de la         cipes del proceso de la investigación. Con
p^rrticipactdrw de estudiantes y!a reduc-            frccuencia csta participación se limita a
cióu de srt c.xcltrsión cz^ltzeral, curr-iculary     recoger su palabra a través de historias de
corr^nn ^'taria de fas esei^relus loeules), existe   vida (Díar., 2001) y se dirige bien a conocer
en el moclelo eclucativo inclusivo un claro          las opiniones de los alumnos (Martínez,
compromiso con el derecho de toda perso-             2001), bien a los profesores de la ESO (I`or-
na a participar en {a sociedad. Por lo tanto         teza, 1999). Sin embargo, este modelo de
pcxlemos decir que mientras la integración           investigación participativo (emancipatorio
se ocupaba cie cómo conseguir el paso de             en su versibn más extrema) no hemos vis-
los ah^mnos desde los centros y aulas de             to que se haya utilizado con otros colecti-
eclucación especial a los centros ordina-            vos de alumnos excluidos (no necesaria-
rios, de reintegrar a alguien o un grupo de          mente con necesidades especiales) ni se
alumnos en la vida normal de (a escuela, la          encuentran investigaciones en las que la
inclusión se interesa por el grado cle parti-        participación se amplíe a las demás fases
cipación cle estos alumnos en l.ts activida-         del proceso de investigación desde su ini-
cies y experiencias cle la educación general         cio hasta la difusión de los resultados.
(Ainscow, 2001).                                          Por otra parte, esta idea cíirectriz de
     I^;ualmente, para otros autores como            aumentar la participación cte las personas
Farell (2001) la inclusión trata del »grado en       excluicías, de la importancia de tener apor-
que una escuela o comunidad acepta a                 tunidad de elegir por uno mismo que es
todos como miembros de pleno derecho                 esencial al modelo inclusivo, se encuentra
clel gntpo y les valora por la contribución          fielmente recogicía en las recientes investiga-
yue hacen». En su opinión, la inclusión              ciones que, descle el ámbito cle la psicología,
habla cle tres conceptos: pertenencia, bien-         se vienen clesarrollanclo bajo el denominado
venida y participación.                              eoncepto cle autodeterminación (1'amarit,
     También Stainback et aL (1999, p. 23)           2001; Verclugo, 2000; Palomo y Tamarit,
enfatizan la inclusión como un proceso de            2000). Dichas investigaciones, aunque vie-
construcción de conninidad. »organizarse de          nen siencio utilizaclas exdusivamente ciesde
tal mocío que todos se sientan ligados, acep-        el mundo de la discapaciclad (y en particular
taclos, apoyaclos»; •los dones y talentos cie        en colectivos de personas con retraso men-
cacia cual (...) se reconocen, estimulan y uti-      tal), son esencia{mente coherentes con esta
lizan en la mayor meclicl<< posible. Esto            iclea inclusiva y tienen aclemás el mérito de
sucede porc{ue cacla persona es tm miembro           recordarnos que tomar clecisiones, elegir,

52
participar, etc. sobre la propia vida es un      modelo inclusivo presupone un papel pro-
objetivo valioso (imprescincíible) para todos,   tagonista cle la propia escuela en la promo-
por grandes yue sean las dificultades apa-       cicín y la gestión del cambio (Whitty, 2000).
rentes y yuc es misión inexcusable de las        Tal y como afirma Ainscow (2000, 2001), el
escuelas L^uscar vías para ello.                 conocimiento necesario para enseñar a
     S^gíln los clescriptorts segundo y cu^tr-   toclos los alumnos dc forma eficaz gcneral-
to (La inchlsión implica la rcestn^ctttraciórt   mcnte existe ya entre los profesores de las
cle ctilttrrus, políticas y prácticas en las     escuclas, aunyue en ocasiones ^:ste resulta
escuelas cle forma c^tee resportdart u la        ser un conocimiento pasivo, es decir, que
divcrsidud cle estudiantes en su localicl^td.    no se usa o no se compalte. Por ello, el
La inclusión tiene que ver con la mejora de      modelo inclusivo enfatiza la necesidad de
la escttela tanto para los profesores como       la colaboración, del intercambio de ideas y
para los ah^mnos) la inclusión está hablan-      de la planificación compartida. Este aspec-
do de cambiar las escuelas, de introclucir       to esencial del proyecto inclusivo es el que
mejoras duraderas destinadas a capacitar a       trabajan algunas investigaciones yue
las instituciones escolares para aceptar y       hemos encontrado.
trabajar con la diversidad. Se^ún sabemos            Así pues, hemos contemplado ayuí las
éste no es un propósito que pueúa conse-         investigaciones yue se incluyen en las
l;uirse c1e forma fácil e inmediata, sino yue    siguientes líneas yue resumen estos cam-
tiene un carácter procesual y no poclría         bios en la política, la cultura y las prácticas
clesarrollarse por profesores particulares en    de m.testras escuelas:
aulas particulares. Por el cantrario, el cam-        • Investigaciones e innovaciones que
bio propuesto prrsupone tm compromiso                   sc dirigen a fomentar políticas inclu-
cie las escuelas para realizar un examen crí-           sivas, es decir, encaminadas a pro-
tico, para iniciar un proceso de autorrevi-             mover el desarrollo cíe una escuela
sión que asegure yue las prácticas institu-             para todos. En este sentido se mani-
cionales defienden los valores inclusivos.              fiesta también la afirmación del
Así poclemos afirmar yue no se trata cle un             Íitdexen la yue se expresa yue todos
proyecto yue puecfa asumirse cle forma                  los estt^diantes tierten derecho a reci-
indiviclual, sino yuc es una tarea cle eyuipo           hir ecltccación ^ert stt localidad•, lo
y supone un compromiso de todo el centro                cual es para algunos au[ores una
(13ooth et al. 2000).                                   condición nuclear del modelca inclu-
    Por otra parte, la dirección que clebie-            sivo porque el reconocimiento de
ran tomar estos cambios tiene yue ver con               este clerecho supondría necesaria-
las propues[as señaladas por el movimien-               mente la reor^;anización de todas las
to cle mejora de la eseuela yue esencial-               escuelas.
mente clemuestra yue las escuelas eficaces              Míentras se alcanza este ideal de
proporcionan una educación de caliclacl                 escuela para todos, algunos opinan
yuc lo es para toclos los alumnos, incluidos            yue es posible ir acercando el siste-
ayuellos yue tienen cliseapaciclací o yue se            ma de educación especial y et siste-
encuentran en cualyuier situación de des-               ma ordinario de forma que se favo-
ventaja. Así pues, pociríamos afirmar yuc la            re•r.ca una fusión o una confluencia
reestructttración escalar yue propone cl                ck ambos. I:ntrarían a formar parte
mocíelo indusivo beneficiar^í a toclos y no             cie e:ste qrupo c3e trabajos fas expe-
está sólo pensacía para •al^unos alumnos                riencias yue ponen en relación cen-
CSpC'CIS11eS•.                                          tros, profesores, alumnos, rccur-
   Igualmc:nte, h^ty yue cíestacar ayuí yue             sos... de centros especiales y ^rcli-
cualyuier ec^ ml^io o innovación en el                  narios a través cic sistemas formales


                                                                                             53
de interacción. En realidad, hemos       cotidianamente para trabajar en
      comprobado que este tipo de traba-       aulas heterogéneas. Y naturalmente,
      jos son estrictamente innovaciones       en este punto también hay •buenas^
      locales y, si no se controlan bien las   y^malas• prácticas o si se prefiere
      condiciones del intercambio pro-         estrategias más y menos inclusivas.
      puesto, tienen el riesgo de nacer con    En este punto la revisión bibliográfi-
      una finalicíacl claramente inclusiva y   ca realizada nos permite citar, en pri-
      terminar sirviendo para fines opues-     mer lugar, gran cantidad de trabajos
      tos.                                     de reflexión teórica sobre qué, cómo
      En esta línea se sitúa la aportación     y por qué debe flexibilizarse del
      de Salas y Domínguez ( 1999) en la       currículo común de nuestras escue-
      yue se expone una experiencia de         las Qurado y Sánchez, 2000; Arnaiz,
      escolarización combinada entre cen-      1999a). Son artículos que cuestionan
      tros de educación especial y centros     las formas tradicionales de diseño
      ordinarios que se viene mantenien-       del currículo o en particular debaten
      do durante cínco cursos académi-         sobre las adaptaciones curciculares
      cos. Igualmente, en esta línea pode-     (García Pastor y Gómez, 1998; Col-
      mos citar la investigación de Cereza     menero y Toleclo, 1997), el PCE (ela-
      (2000) en la que también se expone       boración del PCE basada en la cola-
      una experiencia cle escolarización       boración entre profesores (Clemen-
      combinacla con más dc 15 escuctas        te, 1999) o las diversificaciones
      clel entorno y que después se extien-    curriculares en secundaría (Forteza,
       de al ámbito pre-labor-al.               1998).
      También podríamos citar aquí el tra-     También podemos citar aquí las
       bajo de Gallego y l iernández (1999)    investigaciones de lllán et al. (2001)
       y Moriña (2001) quienes, entre los      en las que se desarrollan propuestas
       rnodelos de apoyo que analizan a        de unidades didácticas integradas
       trtvés de estuclios de caso, descri-    que son diseñacías bajo el presu-
       ben el •Grupo Triana^ que desarrolla    puesto del diseño compartido por
       un moclelo de apoyo interinstitucio-     los profesores y que pretenden
       nal en el que varios centros compar-     superar la lógica tradicional de las
       ten un proceso de auto-formación y       disciplinas académicas.
       cliscusión que revierte en cada cen-     Por su parte García Pastor (2000) y
       tro particular.                          Gómez y Navarro (2001) analizan en
     • Propuestas para un cambio necesa-        el Proyecto Sevilla cuáles son las
       rio en el diseño y desarrollo del        estrategias de respuesta a la diversi-
       currículum tradicional. Naturalmen-      dad que se desarrollan en los cen-
       te, ya sabemos que uno cie los obs-      tros de secundaria de aquella
       táculos para la inclusión es el man-     región.
       tenimiento de currículos rígidos y       En cuanto al cuestionamiento de los
       centralizados que de ningún modo         modos academicistas tradicionales
       permiten adaptarse a contextos y         de organizar el diseño y el desarrollo
       necesidades individuales (Jordan y       del currículo encontramos que
       Powelt, 1994). Esto hace referencia,     Cañal (1999) expone cómo Ilevar a
       por supuesto, no sólo a las exigen-      la práctica estrategias de enseñanza
       cias del currículo diseñado, sino        por investigacián y Travé y Pozuelos
       también al clesarrotlo del mismo, a      (1999) proponen algunas ideas de
       cómo los profesores •se las arreglan^    educación global (no disciplinaria).


54
Por su parte, Rochera et aL (1999)         de trabajo docente por sistemas de
  proponen algunas ideas sobre cómo          planificación conjunta y de aumento
  mejorar las relaciones de ayuda            del intercambio y el diálogo entre pro-
  entre los alumnos a partir de deter-       fesores. Como se sabe, en nuestro
  minadas formas de organización             contexto educativo este camlaio es
  social del aula y de la acción mecíia-     especialmente complejo porque las
  dora del profesor. En general se           maneras individualistas de pensar y
  pueden citar numerosos ejemplos            de actuar están profundamente arrai-
  c.le experiencias de modos alternati-      gadas en los docentes como conse-
  vos de organizar el aula y de gestio-      cuencia del proceso de socialización
  nar la diversidad en el aula (Dern et      profesional que tiene lugar, no sólo
  al. 2001; Pérez, 1997) y el debate         durante la formación inicial, sino tam-
  surgido en torno a los modos de            bién en el desempeño laboral.
  agrupar a los alumnos <ver Aula            En realidad este rnodo de funciona-
  Irtnovación Educativa, nv 61, 1997).       miento colaborativo debiera afectar
  También cabe destacar aquí las             no sólo a los profesores ordinarios,
  experiencias cíe utilización de los        sino yue debiera extenderse tam-
  modelos de enseñanza cooperativa           bién al [rabajo de los profesionalc•s
  en la atención a la diversidad, tal y      de1 apoyo, cluienes tencirán que
  como explican Pujolas, 1999; Pujolls       reconsiderar y reformular los modos
  y Ruiz i Bel, 1999 o Durán y Mestres,      tradicionales de realizar el apoyo
  1998 y que en este caso son aplica-        basados en el modelo experto tradi-
  dos en aulas de secundaria.                cional. Sin duda, el trabajo más nota-
• Investigaciones relacionadas con la        ble en este punto es el que se viene
   promoción de una cultura de la cola-      realizando en Sevilla de desarrollo
   boración. Este cambio es descrito         de grupos de apoyo colaborativo
   por Ainscow bajo lo que él denomi-        entre profesores (Parrilla, 1998;
   na la promoción de una cultura esco-      Gallego, 1998; Parrilla y Gallego,
   lar en movimiento, esto es, de escue-     1999; Gallego y Hernández, 1999).
   las en las que existe un alto grado de    EI madelo allí desan•ollado, y poste-
   colaboración, planificación y apoyo       riormente extendido a Baleares
   TlIUtUU entre los profesores (en las      (Carrer.is, 1999), se basa en el des-
   escuelas inmovilistas hay un enorme       arrollo cle un sistema de apoyo inter-
   grado de individualismo), escuelas        no a los centros constituido por un
   en las quc los profcsores entienden       grupo de profesores que ofrecen
   la mejora de su práctica docente          asesoramiento a sus compañeros a
   como parte intrínseca de su trabajo y     través de un funcionamiento colabo-
   se promueve la colaboración como          rativo. F,sta innovación educativa,
   base para la solucián de problemas.       además de ser ejemplarmente cohe-
   Así, los profesores deben aprender a      rente con el modelo inclusivo,
   tr.ibajar en equipo practicanclo las      podría constituirs^ en un elemento
   mismas habiliclacles que se enseñan       coadyuvante del desarrollo de cultu-
   a los alumnos: escuchar, dar feed-        ras colaborativas en las escuelas. En
    back constructivo, compartir sus         esta línea se sitúan igualmente las
   conocimientos, negociar a respetar        aportaciones de Moya, 2001a; León,
   las experiencias de los demás...           1997 o Muntaner, 1997.
   ha idea central en este punto estaría     No Cabe duda de que también se
   en cómo sustituir el sistema individual   clebale ayuí la necesidacl de una

                                                                                 55
reformulación del apoyo desde los          mos con gran cantidad de investigaciones y
      modos directivos y expertos tradi-         experiencias que ilustran esta idea.
      cionales a sistemas basados en la              En la anterior afirmación subyace una
      colaboración (Roselló, 1999), así          idea negativa del modelo inclusivo a acep-
      como la necesidad de ampliar el            tar el presupuesto básico de la Educación
      propio concepto de apoyo hasta             Especial tradicional que defiende firme-
      asumir, tal y como se define en el         mente la necesaria especialización de la
      %ndex, que el apoyo lo constituyen         enseñanza a partir de la categorización de
      •todas las actividades que incremen-       los alumnos. En cambio, para una escuela
      tan la capacidad de la escuela para        inclusiva la diversidad tiene que ser respe-
      responder a la diversidad de alum-         tada (•celebra la diversidad•) y se debe asu-
      nos^ (Booth ei al., 2000).                 mir que las diferencias (culturales, étnicas,
      Otros ejemplos de experiencias             religiosas, de capacidad, de género...) son
      puntuales que pueden considerarse          inevitables y que aprender a trabajar con
      son los trabajos como el de Pozuelos       ellas es algo deseable, posible y que cons-
      (2000), un estudio de caso de un           tituye un valor en sí mismo.
      centro en el que se utilizó la colabo-         Así pues, como vemos, las escuelas
      ración para el desarrollo curricular, o    inclusivas dirigen sus esfuerzos a averiguar
      el de Santana y Padrón (2001) quie-        cómo aceptar y aumentar la participación
      nes encontraron que la colaboración        de todos los alumnos y cómo poner en
      entre profesores de primaria estaba        marcha estrategias de inclusión que final-
      muy relacionada con la política ins-       mente no sólo benefician a•un tipo parti-
      titucional de la escuela (la organiza-     cular de alumno•. En realidad, es posible
      ción de espacios y tiernpos para           afirmar que muchas de las innovaciones
      ello) y con la formación del profeso-      que se ensayan en los centros nacen de la
      rado.                                      preocupación por cómo mejorar la partici-
       Por último, podemos decir que             pación de un coleetivo particular de alum-
       cabría esperar aquí algunas expe-         nos, pero finalmente se comprueba que
       riencias sobre el liderazgo en los        este punto de partida exclusivista termina
       centros, aspecto sin duda esencial        constituyendo una mejora de la escuela
       para implantar y mantener sistemas        que beneficia a todos.
       de colaboración entre los docentes.           En este sentido, las investigaciones
       No hemos encontrado sin embargo           seleccionadas que ilustran esta afirmación
       experiencias prácticas y sí alguna        pueden analizarse siguiendo la pista a los
       reflexión teórica al respecto (Coro-      grupos que de forma indiscutible son
       nel, 199$).                               excluidos por nuestro modelo de escuela
    Si atendemos a dos de los descriptores       actual. Así, encontramos en primer lugar
mencionados en el cuadro anterior (La            las investigaciones que se vienen realizan-
inclusión implica el aprendizaje y la partici-   do bajo el epígrafe de interculturalidad.
pación de todos los estudiantes que pudteran     Algunas de estas aportaciones alumbran
sufrir presiones excluyentes, no únicamente      teóricamente este campo de investigación
aquellas que tengan dúcapacidades o nece-        que comienza a ser más frecuentado estos
sidades educativas especiales. La preocupa-      últimos años, seguramente como reflejo
ción por superar barreras en el acceso y la      de1 proceso de aumento de la diversidad
participación de alumnos paniculares pue-        social y cultural que se observa en el país
de indicar que existen lagunasen los inten-      (LÓpez Melero, 1997; Vallespir, 1999; Sales,
tos cle la escuela por responder a la diversi-   2001; Haro et al., 1998; Sánchez y Villegas,
dad de modo míts generan nos encontrare-         1998; Ganeta, 1998; Arnaiz, 1999b).

56
En este punto existen también algunas           iguales. Destacan en este punto las aporta-
propuestas aplicadas que consideran a gru-           ciones de Del Rey y Ortega (2001a, 2001b);
pos de inmigrantes con cultura y lengua              Ortega (1997); Ortega y Del Rey (2001a,
cliferente a las nuestras, sin embargo, las          2001b) y Mora (2001) sobre el Modelo Sevi-
propuestas más numerosas encontradas se              lla antiviole^tcia escolar(SAVE), Trianes et
clirigen a la inclusión cle la eomunidacl gita-      al. <1997). Igualmente podemos señafar
na, yue es en nuestro país el colectivo mino-        que la revista Altila de Innovación Edtscati-
rítario más numeroso y tracticionalmente             va contiene en cinco números sucesivos
ntás excluido (García et al., 2000; Lalueza et       correspondientes al año 1997 numerosos
al., 2001; Vieira, 1999; Jové, 1998).                artículos con propuestas teóricas y prácti-
     De igual modo, nos parece que los tra-          cas de cómo trabajar el asunto de la convi-
bajos yue abordan los problemas cie convi-           vencia en los centros. También podemos
vencia en los centros a través de la resolu-         citar la aportación teórica de Etxebercía
ción dialogada de los conflictos y otras             (2001) al fenómeno de la violencia escoiar
estrategias institucionales son, sin duda,           y la aportación de Martínez (2001) quien
im^estigaciones •típicamente indusivas•. Se          analiza la situación en un centro de ESO a
trata de comprencler cómo las escuelas tra-          través de un estudio de caso.
t;tn de mcjorar la inrlusión de alumnos con                Por ítltimo, apenas hemos encontrado
problem:ts de conducta a través de la refor-         apartaciones al estuclio cle la exclusión por
mulación clel probl^m;t clescie un punto de          motivo cle género. Únicamente podemos
vist;t incliviclual a otro institucional.            citar aquí las reflexiones recogidas por Del
      Por otra parte, como se sabe, la clificul-     Río (199)) y Luque (1998) quienes plante-
t:rcl para gestionar los problemas cle disci-        an algunas sugerencias de interés para con-
plina o la vioíencia en los centros constitu-        seguir una práctica coeducadora. Como
ye uno de los principales problemas                  expericncia práctica pocletnos citar la reali-
cl^centes y es percibiclo por los profesores         zada por Manzaneque et al. (2000).
conto un contlicto al yue no se sabe ccimo                 Por ^tra parte, sin duda la afirmacíón /a
clar respuesta (Ogclen, 2001). I'cro, ;tcle-          cliver;+iclad no se ve como Ir^t problema que
más, gcneralmente csta situación se con-             sc debe supertr, sr^rro corno trn recurso para
vierte en uno cle los principales motivos clc        apoyar el aprcnclizaje clc: [oclos, nos concíu-
e!CCIUtiiÓn CIC alumnos cuy;t trayectoria res-       re cie forma inevitable a una revisión del
ponci^ c;tsi siempre a un mismo patrcín (y           conceplo y i;is actitucles yue tienen los pro-
ticne un clesenlace que poclríamos consi-             fesores hacia la divcrsidad, y por tanto, a
clcr:rr ^^anunci;uío^). Por ello, interesa al         un repl:tnkeamien[o cie la fonnacicín docen-
ntc^clelo inclusivo conocer qu^ hacen las             tc. Una formación clc los profcsores y pro-
escuclas yur ^romprn cstc círculo cle                 fesion:tles acorde con el ntodelo indusivo
exclusicín• y que, entre otr;ts cosas, tiene          h:rhr;í cle ronsicíerar tanto los valores inclu-
quc ver con cl c^ststhlccimiento cle estrate-         sivos como las habilicl;tcles o(as prácticas
^;ias f;lc>h:tles ( clc ccnu•o) p:tra conceptuali-    par:t u•abajar en aul:ts y centros heterogé-
z:tr y:rhorclar los prol^lenuts dc: conducta          n^c^s. En pal;tbras cíe Icas autores clel frtde.r,
(Cole, Visscr y Daniels, 2001).                       ^^La inclusión implic;t crear una comunicíacl
    Ilcntos cnconu-aclo yuc cste tcm;t c1^            sel;ura, ahicrta, colnhoraclor;t y cstimulantc
investit;:tcicín es uno de los prefericlc^s en e1     en I:t yuc tocfos sc;tn v:tlor:ulos (...). Sc tra-
intctvalo tempor:tl yuc hemos elegiclo, por           t:r clel clesarrollo cle valores inclusivos,
lo ru:tl sc pucclen cncontrar hastctntcs tra-         contparticlos por toclo ^l personal, Ios estu-
bajos también en nuustro país que retoman             cli;rntes, los clirectores y Ic^s paclrc^s y que
Ia tenclencia europe:t y estaclouniclense cle         son trasiniticlos a los nurvc^s micntbros cle
cstuclicrs sobrc hul!)^irrl; cr vic>Icncia cntrc:     I:r escucl:t• (l^oc^llt ct al. ZClO0, p. ^ 5).

                                                                                                     57
I'or tanto, es necesaria una visión reno-       Son sin embargo menos numerosas las
vada de los alumnos que tienen mayores           experiencias realizadas con profesores en
clificultades para aprender. Los profesores      ejercicio y bajo los supuestos de la forma-
tienen que estar convencidos de que la           ción que antes hemos citado. Destaca en
cliversidacl enriyuece a profesores y alum-      este punto la aportación de Parrilla (1999)
nos y que aprender a vivir en comunidades        quien resumc en su artículo varios proyec-
heterogéneas no es sólo un objcaivo válido,      tos concretos de formación permanente en
sino central, de la escuela. Así, los maestros   centros enfocada a la atención a la diversi-
verían a los alumnos que experimentan            dad. En esta misma línea se sitúa el trabajo
dificultades, no como un problema, sino          de Orcasitas (2000) quien refleja un pro-
como un medio de aprender a perfeccionar         yecto de asesoría externa en un centro de
su práctica y comenzarían a considerar la        secundaria. Igualmente Jové et al. (1999)
mejora de su práctica docente como parte         resumen una experiencia de formación en
de su trabajo (Ainscow, 1995).                   un centro de primaria con un equipo de
     Además, en el modelo formativo que          asesores externos. Por otra parte, otros tra-
aq^ú se defiende, !a mayor parte de esta         bajos reflexionan o aportan alguna expe-
formación será formación en y para la            riencia de formación de profesores de apo-
práctica, de forma que los profesores se         yo (Moya, 2001b).
vean incluidos en procesos de acción-refle-          En este punto echamos en falta traba-
xión-cambio. Se trata de formar profesores       jos más sistemáticos y comprometidos con
yue revisan y aprenden de su práctica y uti-     la Formación en los presupuestos inclusi-
lizan dicha estrategia habitualmente en su       vos, tales como el descrito por Echeíta
yuehacer docente.                                (1998) que fue promovido por la UNESCO
     De nuevo en este punto sobre la for-        en varias escuelas de diferentes países. En
mación hemos encontrado muchas más               nuestro caso esto se hace especialmente
propuestas teóricas que auténticas expe-         necesario si consideramos yue los planes
rirncias de formación (Imbernon, 2001;           de formación inicial de los maestros (y en
F.scudero, 1998; Sánchez Palomino y              especial de los profesionales de apoyo)
Carrión, 1999; Muntaner, 1999; Pérez et al.,     están basados en un enfoque categórico y
1999). Algunas aportaciones ya nos advier-       experto y por tanto difícilmente compatible
ten de las dificultades yue existen en la for-   con las ideas que aquí se exponen. Por
mación c!e los profesores de secundaria en       otros motivos, también la formación inicial
nuestro p:iís (Sánchez Asín y Jurado, 199$;      de profesores de secundaria es absoluta-
Vicente et al., 1998; Yanes, 1998; Ferreres et   mente deficitaria en este sentido y, por tan-
al., 1998; Córdoba et al., 1998), lo cual es,    to, esto tiene el efecto casi inevitable de
sin duda, un gran obstáculo para el des-         yue los futuros profesores terminarán
arrollo de las propuestas inclusivas.            reproduciendo el estilo docente yue cono-
     De los trabajos prácticos, algunos se       cen por experiencia y que consigue de es[a
refieren a la formación inicial de los proFe-    Forma autoperpetuarse.
sores tutores, comu las aportaciones dc              Por último, el fndex asegura yue •la
Wamba et al. (2000, 2001) yue hacen refe-        incíusión supone fomentar las relaciones
rencia a la formación del profesorado de          mtet:^amente alimentadas e^ttre escuela y
secundaria a tr^vés de la investigación-         comunidad• y yue ^la indusión en educa-
acción y el análisis del discurso docente y      ción es una parte de la inclusión en la
de la práctica en el aula o las experiencias     socledadU .
citadas por Pagés (19)7), Martín e[ al.               La anterior afirmación se refiere al
U997), Rivas (1998) o Jiménez y Vilá             hecho de que una escuela inclusiva es un^i
(1999).                                          escuela abierta al entorno, una escuela en

58
la yue se promueven las relaciones de ida         cuestión dentro del territorio español.
 y vueCta con la comunidad que le rodea.           Igualmente podemos citar aquí trabajos
 Esta idea se encuentra bien reFlejada en el       como el de Serra y Roselló (2000).
 moclelo expuesto bajo el título de •comuni-           Por último, hemos consicíeraclo tam-
dades de aprendizaje^^ (AAW, 1998; F.lborj         bién la relación de la educación con el
et al., 2000), en él se promueven estas rela-      mundo ciel ocio, pero no hemos encontra-
ciones cle intercambio entre escuela y             do aquí trabajos que ilustren este ámbito
sociedad. Esta necesidad de aumentar la            (Domingo, 20U1), aunque es seguro que
 reciproeiclacl hace referencia en primer          ello se debe a las fuentes bibliográficas
 lugar a las relaciones que se establecen          consultadas que no reflejan con ficleliclad
entre la escuela y las familias, de forma que      las experiencias que de hecho existen en
podemos citar aquí las experiencias que            nuestro país cle ocio integrado en la comu-
fomentan el intercambio y la comunicación          nidad.
entre ambos. En este punto hemos encon-
trado algunas aportaciones teóricas de inte-
rés (Torres, 2001; Santos, 2001; Dorningo,         CONCLUSIONES
2001), así como el estudio cle caso llevado
:t c:tbo por Jiméne-r. y Pozuelos (20U1).          Ia trabctjo que Itemos realizaclo nos penni-
       Igualtnente, hemos consicíerado aquí        te tstablccrr algunas conclusiones cleriva-
los trabajos preocupaclos por la relación          clas cie la visi^n cle conjunto que nos ofre-
entre I^t escuela y el mundo laboral y en          cc una revisicín cic cstas caractcrísticas. Así
p:u-ticular por la transición de los alumnos       pues, hrmos tratací^ cle resumir lo m,ís cles-
al merraclo cle trabajo. Se trata en estos         tacable cle la invcstiF;ación inclusiva en
estudicts cle verificar cómo se prochtce la        nuestro país en los sif;uientes apartaclos:
transición clesde la escuela hacia otros con-          • Como se sabe, el moclelo de educa-
textos, cle cómo se prepara a los alumnos                ción inclusiva es el resultado de 9as
para el clesempeño cie papeles cl^ aclulto,              voces más críticas clentro clrl :imbitct
cntre los que naturalmente se encuentra el               de la I:clucación Iapecial y compartc
munclo lalx^ral (Juraclo, 2000; García Pas-              gran p:trtr c1e los pretiupuestos cícl
tor, 1997; Valls y Jové, 2000; Lobato, 200U;             rttoclelo soci:tl cle concepcic7n cle la
Gil y Vill:t, 2001; Moya y I3cnito, 2001).               clisc:tp:tcidact. Sin c.•mhar^o, clespués
Cc>nvi^ne destacar ayuí, como han seriala-               clel rnstreo realizaclo poclemos afir-
clo alguno cie los autores anteriores, yue la            mar quc las investi^;aciones hajo el
U•ansición al ^nuncío :ululto entenclicta b:yc^          moclclo inclusivo aítn son minorit:r-
I:t amplia iclea cle •vicla indepencliente• pre-         rias ^n el ánthito clc I:t Educacián
supone muchos m:ís :tprenclizajes yue e1                 Iapccial clondc aún preclomina la
estrictamente laboral.                                   investiK:^ ciGn re:tlizacla hajo los
     I.os cstuclios sobre la rcl:tción escuela-          supuestos cle la catel;oriracic5tt cle
U•:tbajo comienzan a ser particularmente                 los alumnos y los mocl^los cle apoya
numerosos en los últinu>s años y se refie-               r intervrnción basacios en la espe-
rcn :tl clesarrollo cle f'ro^,^runrus de Gururt-         ciali-r.acián. Iato es especialmente
!!u Suciul (S.ínchca y Juraclc^, 2001; Lecín,            visiblc cn las fuentcs psicolóf;icas clc
`L000, 2001) y a expcricncias cle entplco                l:t E:cluc:tción lspecial y menos en
con apoyo, yue es a nuestro parecrr, Ia                  I:ts Pecl:tí;ógicas.
m^claliclacl cle empleo m:ís acorcie con la            • En la revisión realizada hemc^s
filosofía inclusiva (Sanahuja y Juraclo,                 cncontracío mucltos trabajos cle
2001). Por su parte, VcrcluF;o y Jorclán                 reflexión teórica sobre eclucación
(199H) clescriben euál es el estaclo cle I:t             inrlusiva que en alf;unos casos sctn


                                                                                               59
más numerosos que las innovacio-             sonas en situación de exclusión, son
       nes propiamente dichas. Nosotros             también pocas las experiencias de
       hemas interpretado esto como un              intercambio inter-institucional que
       inciicador de un estadio incipiente          pongan en relación las escuelas
       de la investigación inclusiva y nos          ordinarias y las especiales o aquellas
       parece que retleja una preocupacicín         con otras instituciones ciel entorno.
       creciente por dicho modelo que               Por otra parte, se aclvierte también la
       estamos convenciclos de que contri-          ausencia cie investigaciones y expe-
       buye a generar una corriente de opi-         riencias de amplio alcance dirigidas
       nión, a aumentar la resonancia y la          a la formación. Aunque hemos
       consideración de las ideas inclusivas        encontrado muchas aportaciones
       entre nosotros.                              teóricas sobre la formación inicial de
     • De los ámbitos que se señalaban en           profesores de todos ios niveles
       el Índex no todos están igualmente           (especiaimente secundaria), son
       representados en la investigación de         menos y más locales las experien-
       nuestro país (naturalmente no olvi-          cias de formación permanente acor-
       damos yue las presentes apreciacio-          de con el moclelo inclusivo (forma-
       nes están mediatizadas por la mues-          cián en centros, formación en estra-
       tra eleKicla, lo cual es propio de un        tegias colaborativas, formación
       trabajo cle est.ts características). Por     basada en la reFlexibn-acción). Este
       el contrario, se puede afirmar yuc           punto, sin embargo, nos parece cru-
       hay algunos temas o aspectos prefe-          cial para el desarrollo del proyecto
       riclos cioncie la inve;stigación es más      inclusivo máxime cuando son
       abundante y otros (los más numero-           muchas y muy eficientes las fuerzas
       sos) en los yue la investigación es          contr.zrias a este modelo (pi^^ nes de
       escasa o necesitada de m.tyor pro-           estudio, modelos docentes tradicio-
       funclización y/o extensión. Entre los        nctles, cultura de los centros, rorrien-
       primeros, predominan las experien-           te cle opinión social dominante,
       cias en wrno a ia convivencia en ios         política y legislación ectucativa.. J.
       centros, al interculturalismo y a las        Por último, poclríamos clecir que son
       propuestas alternativas para el dise-        pocos aún los trabajos yuc sc ocu-
       ño y desarrollo clel currículum en l^ts      pan cie la escuela como parte de un
       escuclas. De tales aspectos es ctbun-        todo social, de las reiaciunes cfe las
       clunte I,t bibliografía enrontracla, lo      escuelas con su enwrno, con institu-
       cual en ctl^ún caso también puecle           ciones y servicios cle la comuniclad y
       ser ciebicio a que dicllp tetna coinci-      también los estudios yue analizan
       cle con números monográficos de              ceímo ntejorar •las iransiciones•, e1
       alguna de las revistas consultaclas          paso de los alumnos clcscle la fctmilia
       (incluso en algunos casos hemos              a L•t escuela, cle un centro n otr<> y
       encuntraclo yue c°Ilo proctuce tal           posteriormentc dc la salicla al mun-
       abtmclancia cle artículc>s yue sería         cío adulto.
       prolijo e innecesario citarlos toclos      • Comenzamos Ia presente revisión
       para los objetivos del pr^sente [rabu-       asumiendo que la investi^;ución
       jo).                                          inciusiva sobrepasa los clominios
     • Entre los aspec[os mcnos o peor              lraclicion.iles de la Eciucación Gspe-
        representaclos rabe ciestac.u- yuc          cial y yue otccs clisciplinas prcíxim^ts
       son escasas las im^esti^;aciones parti-       iguctlmentc puc^clcn aportar luz
       cip.uivas o protni;onizadas por per-         sobrc cl problema dc Ia mcjora

60
escolar. Por lo que se refiere a este        de alumnos concretos (ámbito tradi-
  presupuesto de nuestro trabajo               cionalmente más asumido por los
  podemos concluir al menos dos                estudios psicológicos).
  cosas. La primera es que, a pesar de       • No es posible establecer ninguna
  este interés integrador, no siempre          conclusión sobre el desarrollo en el
  resulta fácit iclentificar investigacio-     tiempo de los distintos ternas de
  nes de ciencias próximas como per-           investigación. En realidad cinco
  tenecientes al modelo inclusivo. En          años puecie no ser periodo suficien-
  realiclad, con frecuencia la termino-        te para encontrar una autentica evo-
  logía nos equivoca, es decir, que las        lución en las preocupaciones de los
  disciplinas académicas que gobier-           investigadores. Sin embargo, sí
  nan los estudios realizados van              podemos decir que es Ilamativo cles-
  constnryendo un código propio que            cubrir que hay en estos años estu-
  a veces confunde, disgrega y des-            diados (1997-2001) muchos más tra-
  une. A pesar de ello, nos parece             bajos centrados en la etapa de edu-
  conveniente hacer un esfuerzo por            cación secundaria obligatoria que
  salirse del propio círculo terminoló-        en primaria. Probablemente esto
  gico porque ello nos permite encon-          responcle a que esta etapa se ha
  trar muchos traúajos emparentados            generalizado más tarde y a las enor-
  y comprometidos con un modelo de             mes cíificultades que los centros
  escuel^t similar y enfoqties de inves-       están teniendo para desarrollar una
  tigación con muchos puntos en                educacián respetuosa con la diversi-
  común con el nuestro (educación              dad. Esto mismo sucede con las
  maral, educación en valores, educa-          investigaciones centradas en e1
  ción para la ciudadanía, educación           ámbito pre-laboral (Programas de
  intercultural...). En realidad, es vital     Garantía 5ocial, empleo con apoyo).
  para el proyerto inclusivo en nues-        • Por último podemos decir que, en
  tro país, buscar puntos de encuentro         algún momento, un recorrido pano-
  entre clistintas tradiciones, resaltar       rcímiro como el que aquí se ofrece
  más lo que es común que lo que nos           puecle desilusionar o decepcionar a
  separa, siempre que lo esencial sea          quienes aspiran a encontrar grandes
  compartido.                                  proyectos inclusivos, porque real-
• La segunda conclusión derivada de            mente se puecle afirmar que ahunctan
  un análisis de fuentes bibliogríficas        más las investigaciones puntuales, de
  variadas es que tenemos que confir-          carícter local y con un alcance tem-
  ntar que hoy por hoy las fucntcs             poral mtry limitado, que proyectos a
  pedagógicas cle la Ectucación Espe-          largo plazo y realizados simultánca-
  cial reaultan ser las más productivas        mente en varios puntos cle la geogra-
  clentro de este moclelo. Algunos             fía nacional. Sin cmbargo, aunque
  podrían ufirmar que ello era de              nos parece indiscutible que las inves-
  esperar. Daclo que la inrlusión habla        tigaciones en senticlo cstricto son
  cle •entornos•, cle eambios sustanti-        pocas y clisgregaclus, también es ver-
  vos en los contextos fisicos, curricu-       ctact quc la inclusicín tiene un fuerte
  larca y organizalivos cle las escuelas,      componcnte utópico, es un modelo
  son más sustantivas las investigacio-        en acción, es más un prcxeso que un
   nes clirigidas a promover estos cam-        cstaclo, por cllo, su objetivaciótt en
  bios que aquellas yue se centran en          prc^yertos o invcstigariones concre-
   la ntejora cle Itctbiliclades coneretas     tas siempre será incompleto. Diga-

                                                                                   G1
mos que ello justifica que sean más            en Investigación en la escuela, 38,
       las aportaciones parciales a la idea de        (1999), pp. 15-36.
       inclusión que las investigaciones          CARRERAS, F.: «Grupos de apoyo entre pro-
       inclusivas en sí mismas.                        fesores. Evaluación de una propuesta
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                                                       No, A. et al. : Los desafíos de la educa-
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62
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  • 1. UN RECORRIDO POR LA INCLUSIÓN EDUCATIVA ESPAÑOLA. INVESTIGACIONES Y EXPERIENCIAS MÁ.S RECIENTES TERESA SUSiNOS RADA (`) RFSUtHEtv. En este artículo se realiza una revisión de las investi^aciones y experien- cias educativas que responden al modelo inclusivo y que han sido Ilevadas a cabo en nuestro país durante los últimos cinco arlos. Para ello se seleccionan revistas y actas de con^resos representativos de Educación Especial, de Psicalol;ía y Peda^o- gía. Se af;+•upan las investigaciones en varios ámbitos a partir de la definición del lncle.x de Ir:clasidrt y se ofrecen algun:ts conclusiones sobre el análisis bibliográfico realizaclo. Aas•ntncr. In this article we carry out a revisian of the educational research that res- pond to the inclusive model that have been fulfillect in our country during the last five years. For that purpose we have selected some representative bibliographical sources about Special Education, Psychology and Pedagogy. The researchs have been gathered in different fields Following the definition of inclusion offered on the Ir:caex o^lncltesion. We also give some conclusions about the bibliographical analy- sis carried out. INTRODUCCIÓN: esp^ciali^ada Un acuercio cerrado sobre SOI3RE QUÉ Y DfONDE BUSCAMOS dicho moclelo teórico, aunyue, natural- mente, clicha corriente nacida cle la F.duca- En este trabajo pretenclemos hacer tma ción Espe:cial más crí[ica c;n los países revisión de la investif;ación educativa espa- anglosajones tiene cleterminados rasgos ñola que se viene desarrallando bajo los cotnunes que configuran el núcleo impres- presupuestos clel paradigma inclusivo. cinctible cle lo yue es la inclusión. Ciertamente, este propósita de metaanálisis Así pues, con e] fin c!e adoptar un mar- tiene a{f;unas clificultades yue, como ire- co ^enertl de análisis, nosotros decidimos mos viendo, nos han obligado a tomar partir de la definicián del lrrdex of htclu- algunas decisiones de orden metodolágico sion. Esta publicación es un conjunto de yue a continuación trataremas de justificar. materiales elaborados en el Reino Unido En primer lugar, un trabajo como éste se para orientar a las escue(as hacia la inclu- encuentra con el escollo de la propia defi- sión. EI fncle.x es e{ producto finat de un nición de inclusión educativa, puesto que, proyecto piloto de tres años realizado en 22 como se sabe, no existe en la literatura escuelas y que se ha distribuido en 26.000 (•) Universidacl de Cantabria. Revisra de Educacicín, núm. 3z7 (2002), pp. 49-6A `^9 Frcha dr entrada: IS-O1-2002 Frcha de aceptaribn: 01-03-2002
  • 2. escuelas de educación primaria, secundaria desarrollo histórico de los estudios univer- y especial de aquel país y a todas las LEAs sitarios existe una frontera invisible, pero (Autoridades Educativas Locales) (Norwich real, entre la investigación psicológica y la et al., 2001). Así pues, el Índex constituye pedagógica, lo cual dificulta en muchas una fuente reciente (actual), elaborada por ocasiones el intercambio intelectual y autores de reconocido prestigio y experien- generalmente conduce a un análisis reduc- cia en el ámbito cie los proyectos inclusivos cionista de lo que se investiga en educa- y yue recoge una definición completa y a ción. nuestro juicio suficiente de lo que es la Así pues, como se ve en el siguiente inclusión educativa. Además, es este un cuadro, hemos analizado revistas de inves- modelo en acción, esto es, un documento tigación en el sentido más tradicional o yue viene siendo utilizado en las escuelas académico y otras de investigacián más de aquel país como guía en la promoción aplicada o más próximas a la innovación ciel cambio escolar. educativa, lo cual establece algunos mati- En cuanto a las fuentes consultadas ces en la revisión realizada que se refieren hemos optado por seleccionar algunas sobre todo a la envergadura muy desigual revistas y actas de congresos que preten- de los trabajos citados en unas y otras fuen- cíen ser representativas de los distintos tes. ámbitos de investigación edueativa (psico- Por otra parte, ya sabemos que la indu- lógica, pedagógica y de educación espe- sión supone un cuestionamiento crítico de cial), c vitando así reducir nuestro rastreo a la integración tal y como ésta se ha imple- las fuentes de Educación Especial. Esta mentado en países de nuestro entorno en decisión busca mantener la coherencia los que, a pesar de la diversidad de mode- esencial del modelo inclusivo que, si bien los acíoptados en cada país, existe una gran tiene su origen en el ámbito de la Educa- coincidencia en cuanto a los aspectos que ción Especial, trasciende las estrechas se deben mejorar en las escuelas. En nues- barreras de esta disciplina y se (con)Funde tro caso, las ideas inclusivas no se han con t^das aquellas inves[igaciones que extendido hace mucho tiempo. Por elto, aborcían el problema dc •la mejora de la nosotros decidimos revisar investigaciones escuela par•.t todos•. desde los últimos cínco años, esto es, la Además, esto es particularmente cierto investigación producida tras la implanta- en nuestro país puesto qt^e por motivos de ción amplia de la integración y una vez que Revistaa de A^ ^^ Revfatae de Inveatigación n^^ Innovacíón Fuentes Pedagbgicas Revísta deEducacf6n Revtsta /nterun(c^ersitarta de Formación del Profesorado Fuentes Psicotógicas Cultum y Educación /nvestigaci6n en !a &cuela ^ u ta de Innocac tó n Pedagógieas Rev(sta de 6ducacidn ^!^{dad y Educattua ^^lat Educación Fspecial Fuentes de Psicológicas Slgto Cero Jornadas Cfent^cas de EducaciÓn lnvestfgaclón sobre Fspecial Personas con Di.scapacktad 50
  • 3. comienzan a hacerse evidentes las dificul- PUNTO DE PARTIDA: tades del modelo y qué otras cosas debie- DEFINICIÓN DE INCLUSIÓN O ran ensayarse para hacer nuestras escuelas ^QU^ CARACTERIZA A LAS más inclusivas. INVESTIGACIONF.S INCLUSIVAS? Por último, queremos aclarar que no se trata tanto cle ofrecer aquí una revisión La citada definición de inclusión extraída exhaustiva de toclas las investigaciones del Índe.x resume dicho modelo educativo proclucidas en este período, si no más bien en nueve descriptores o afinnaciones que de presentar un abanico de •buenas ideas•, nosotros después hemos tratado de de ejemplos de investigación que hacen ampliar o ejemplificar (sin afán de resumir avanzar el proyecto de inclusión, a sabien- todo 1o que ya se ha escrito sobre inclusión das de que sería posible poner otros educativa). Como ya se ha dicho, estas afir- muchos ejemplos si se acude a otras fuen- rnaciones funcionan en esta revisión a tes bibliográficas o se amplían los límites modo de bnájula para identificar investiga- temporales elegidos. ciones inclusivas y como ejes organizado- res dc los hallazgos bibliográficos. La inclusión en educación (Booth et al., 2000) • La inclusión en la educación implica procesos de incremento de la participacicín de estudiantes y la redzección de su exclusiórt cultural, curric:^lary comzenitaria de las escuelas locales. • La inch^sión implica la reestructurución de caltt.trus, políticas y prácticas en las escuelas de forma que respondan a la clir^ersidad de estudiantes en su lacalidad. • La inclusicín implica el aprendizaje y la participacicín de todos los estudiantes yate picdieran sufrir presiones excluyentes, rto zínicamente ayuellos yue tengan dúcapa- cidades o necesiclades educativas especiales. • La inclusión tiene que ver con la mejora de la escuela tanto paru losprofesores como para los ul:^mrtos. • La preocupación por superar barreras en el ucceso y la participuciórt de alumnos particulares puede indicar que existen laganas en los intentos de la escuela por res- pondera la dtuersidad de modo másgeneral. • Todos los estudiantes tienen derecho a recibir educación ert su localidad • La diverstdad no se ve como un problemu que se debe superar, sino como ten recter- so para apoyar el aprencíizaje de todos. • La inclusión supone jomentar las relacíones mutuumente ctlime^ttudas entre esc:cela y comunidad • La inclusión en educacián es una parte de !a inclttsión en lu sociedad ^QUÉ ENCONTRAMOS? LÍNEAS DE cia a experiencias particulares de nuestro INVESTIGACIbN INCLU5IVA EN ESPAIVA país (García Pastor, 1999; López Melero, 2000; Arnaiz, 2000; Ortiz, 2000; Echeíta, En primer lugar, diremos que hemos encon- 2001; Mauri, 1998). Este hecho, a nuestro trado varios trabajos que reflexionan cie for- modo de ver, cs indicativo de que se está ma amplia y general sobre el modelo de generando una cierta corriente de opinión, eclucarión inclusiva, pero sin hacer referen- un clebate que antes no figuraba en nuestras 51
  • 4. agenclas y nos parece plausible interpretarlo importante y valioso con responsabilidades como un primer paso en el camino hacia el y con una función que desempeñar para c{esarrollo de investígaciones más aplicadas, apoyar a los otros. Todo ello ayucla a de innovaciones más concretas que reflejen fomentar la autoestima, el orgullo por los ^a^ioclos de hacer la incltisión•^. logros, el respeto mutuo y el sentido de per- Uestaca también en este punto la apor- tenencia al grupo y de valía personal entre tación dc Del Río (199íi), en cuyo ar[ículo los miembros de la comuniclad». se clesgranan algunos de los presupuestos Así, para ejemplificar esta primera idea teóricos cle la aproximación social a la ctis- del Índexpodríamos citar aquí los tribajos capacidacl. Este tipo c1e reflexiones, más re^tlizados bajo el modelo participativo en frecuentes entre sociólogos de otros países, los que los autores diseñan sus investiga- son sin embargo aún muy poco frecuentes ciones contando con sus protagonistas, entre nosotros. esto es, con el objetivo principal de dar voz Segítn se recoge en la primera afirma- a las personas con discapacidad (o en ción del Índex (la inclzrsión en la educa- situación de exclusión) y de hacerles partí- cióra trnplica procesos de •^ncremento de la cipes del proceso de la investigación. Con p^rrticipactdrw de estudiantes y!a reduc- frccuencia csta participación se limita a cióu de srt c.xcltrsión cz^ltzeral, curr-iculary recoger su palabra a través de historias de corr^nn ^'taria de fas esei^relus loeules), existe vida (Díar., 2001) y se dirige bien a conocer en el moclelo eclucativo inclusivo un claro las opiniones de los alumnos (Martínez, compromiso con el derecho de toda perso- 2001), bien a los profesores de la ESO (I`or- na a participar en {a sociedad. Por lo tanto teza, 1999). Sin embargo, este modelo de pcxlemos decir que mientras la integración investigación participativo (emancipatorio se ocupaba cie cómo conseguir el paso de en su versibn más extrema) no hemos vis- los ah^mnos desde los centros y aulas de to que se haya utilizado con otros colecti- eclucación especial a los centros ordina- vos de alumnos excluidos (no necesaria- rios, de reintegrar a alguien o un grupo de mente con necesidades especiales) ni se alumnos en la vida normal de (a escuela, la encuentran investigaciones en las que la inclusión se interesa por el grado cle parti- participación se amplíe a las demás fases cipación cle estos alumnos en l.ts activida- del proceso de investigación desde su ini- cies y experiencias cle la educación general cio hasta la difusión de los resultados. (Ainscow, 2001). Por otra parte, esta idea cíirectriz de I^;ualmente, para otros autores como aumentar la participación cte las personas Farell (2001) la inclusión trata del »grado en excluicías, de la importancia de tener apor- que una escuela o comunidad acepta a tunidad de elegir por uno mismo que es todos como miembros de pleno derecho esencial al modelo inclusivo, se encuentra clel gntpo y les valora por la contribución fielmente recogicía en las recientes investiga- yue hacen». En su opinión, la inclusión ciones que, descle el ámbito cle la psicología, habla cle tres conceptos: pertenencia, bien- se vienen clesarrollanclo bajo el denominado venida y participación. eoncepto cle autodeterminación (1'amarit, También Stainback et aL (1999, p. 23) 2001; Verclugo, 2000; Palomo y Tamarit, enfatizan la inclusión como un proceso de 2000). Dichas investigaciones, aunque vie- construcción de conninidad. »organizarse de nen siencio utilizaclas exdusivamente ciesde tal mocío que todos se sientan ligados, acep- el mundo de la discapaciclad (y en particular taclos, apoyaclos»; •los dones y talentos cie en colectivos de personas con retraso men- cacia cual (...) se reconocen, estimulan y uti- tal), son esencia{mente coherentes con esta lizan en la mayor meclicl<< posible. Esto iclea inclusiva y tienen aclemás el mérito de sucede porc{ue cacla persona es tm miembro recordarnos que tomar clecisiones, elegir, 52
  • 5. participar, etc. sobre la propia vida es un modelo inclusivo presupone un papel pro- objetivo valioso (imprescincíible) para todos, tagonista cle la propia escuela en la promo- por grandes yue sean las dificultades apa- cicín y la gestión del cambio (Whitty, 2000). rentes y yuc es misión inexcusable de las Tal y como afirma Ainscow (2000, 2001), el escuelas L^uscar vías para ello. conocimiento necesario para enseñar a S^gíln los clescriptorts segundo y cu^tr- toclos los alumnos dc forma eficaz gcneral- to (La inchlsión implica la rcestn^ctttraciórt mcnte existe ya entre los profesores de las cle ctilttrrus, políticas y prácticas en las escuclas, aunyue en ocasiones ^:ste resulta escuelas cle forma c^tee resportdart u la ser un conocimiento pasivo, es decir, que divcrsidud cle estudiantes en su localicl^td. no se usa o no se compalte. Por ello, el La inclusión tiene que ver con la mejora de modelo inclusivo enfatiza la necesidad de la escttela tanto para los profesores como la colaboración, del intercambio de ideas y para los ah^mnos) la inclusión está hablan- de la planificación compartida. Este aspec- do de cambiar las escuelas, de introclucir to esencial del proyecto inclusivo es el que mejoras duraderas destinadas a capacitar a trabajan algunas investigaciones yue las instituciones escolares para aceptar y hemos encontrado. trabajar con la diversidad. Se^ún sabemos Así pues, hemos contemplado ayuí las éste no es un propósito que pueúa conse- investigaciones yue se incluyen en las l;uirse c1e forma fácil e inmediata, sino yue siguientes líneas yue resumen estos cam- tiene un carácter procesual y no poclría bios en la política, la cultura y las prácticas clesarrollarse por profesores particulares en de m.testras escuelas: aulas particulares. Por el cantrario, el cam- • Investigaciones e innovaciones que bio propuesto prrsupone tm compromiso sc dirigen a fomentar políticas inclu- cie las escuelas para realizar un examen crí- sivas, es decir, encaminadas a pro- tico, para iniciar un proceso de autorrevi- mover el desarrollo cíe una escuela sión que asegure yue las prácticas institu- para todos. En este sentido se mani- cionales defienden los valores inclusivos. fiesta también la afirmación del Así poclemos afirmar yue no se trata cle un Íitdexen la yue se expresa yue todos proyecto yue puecfa asumirse cle forma los estt^diantes tierten derecho a reci- indiviclual, sino yuc es una tarea cle eyuipo hir ecltccación ^ert stt localidad•, lo y supone un compromiso de todo el centro cual es para algunos au[ores una (13ooth et al. 2000). condición nuclear del modelca inclu- Por otra parte, la dirección que clebie- sivo porque el reconocimiento de ran tomar estos cambios tiene yue ver con este clerecho supondría necesaria- las propues[as señaladas por el movimien- mente la reor^;anización de todas las to cle mejora de la eseuela yue esencial- escuelas. mente clemuestra yue las escuelas eficaces Míentras se alcanza este ideal de proporcionan una educación de caliclacl escuela para todos, algunos opinan yuc lo es para toclos los alumnos, incluidos yue es posible ir acercando el siste- ayuellos yue tienen cliseapaciclací o yue se ma de educación especial y et siste- encuentran en cualyuier situación de des- ma ordinario de forma que se favo- ventaja. Así pues, pociríamos afirmar yuc la re•r.ca una fusión o una confluencia reestructttración escalar yue propone cl ck ambos. I:ntrarían a formar parte mocíelo indusivo beneficiar^í a toclos y no cie e:ste qrupo c3e trabajos fas expe- está sólo pensacía para •al^unos alumnos riencias yue ponen en relación cen- CSpC'CIS11eS•. tros, profesores, alumnos, rccur- Igualmc:nte, h^ty yue cíestacar ayuí yue sos... de centros especiales y ^rcli- cualyuier ec^ ml^io o innovación en el narios a través cic sistemas formales 53
  • 6. de interacción. En realidad, hemos cotidianamente para trabajar en comprobado que este tipo de traba- aulas heterogéneas. Y naturalmente, jos son estrictamente innovaciones en este punto también hay •buenas^ locales y, si no se controlan bien las y^malas• prácticas o si se prefiere condiciones del intercambio pro- estrategias más y menos inclusivas. puesto, tienen el riesgo de nacer con En este punto la revisión bibliográfi- una finalicíacl claramente inclusiva y ca realizada nos permite citar, en pri- terminar sirviendo para fines opues- mer lugar, gran cantidad de trabajos tos. de reflexión teórica sobre qué, cómo En esta línea se sitúa la aportación y por qué debe flexibilizarse del de Salas y Domínguez ( 1999) en la currículo común de nuestras escue- yue se expone una experiencia de las Qurado y Sánchez, 2000; Arnaiz, escolarización combinada entre cen- 1999a). Son artículos que cuestionan tros de educación especial y centros las formas tradicionales de diseño ordinarios que se viene mantenien- del currículo o en particular debaten do durante cínco cursos académi- sobre las adaptaciones curciculares cos. Igualmente, en esta línea pode- (García Pastor y Gómez, 1998; Col- mos citar la investigación de Cereza menero y Toleclo, 1997), el PCE (ela- (2000) en la que también se expone boración del PCE basada en la cola- una experiencia cle escolarización boración entre profesores (Clemen- combinacla con más dc 15 escuctas te, 1999) o las diversificaciones clel entorno y que después se extien- curriculares en secundaría (Forteza, de al ámbito pre-labor-al. 1998). También podríamos citar aquí el tra- También podemos citar aquí las bajo de Gallego y l iernández (1999) investigaciones de lllán et al. (2001) y Moriña (2001) quienes, entre los en las que se desarrollan propuestas rnodelos de apoyo que analizan a de unidades didácticas integradas trtvés de estuclios de caso, descri- que son diseñacías bajo el presu- ben el •Grupo Triana^ que desarrolla puesto del diseño compartido por un moclelo de apoyo interinstitucio- los profesores y que pretenden nal en el que varios centros compar- superar la lógica tradicional de las ten un proceso de auto-formación y disciplinas académicas. cliscusión que revierte en cada cen- Por su parte García Pastor (2000) y tro particular. Gómez y Navarro (2001) analizan en • Propuestas para un cambio necesa- el Proyecto Sevilla cuáles son las rio en el diseño y desarrollo del estrategias de respuesta a la diversi- currículum tradicional. Naturalmen- dad que se desarrollan en los cen- te, ya sabemos que uno cie los obs- tros de secundaria de aquella táculos para la inclusión es el man- región. tenimiento de currículos rígidos y En cuanto al cuestionamiento de los centralizados que de ningún modo modos academicistas tradicionales permiten adaptarse a contextos y de organizar el diseño y el desarrollo necesidades individuales (Jordan y del currículo encontramos que Powelt, 1994). Esto hace referencia, Cañal (1999) expone cómo Ilevar a por supuesto, no sólo a las exigen- la práctica estrategias de enseñanza cias del currículo diseñado, sino por investigacián y Travé y Pozuelos también al clesarrotlo del mismo, a (1999) proponen algunas ideas de cómo los profesores •se las arreglan^ educación global (no disciplinaria). 54
  • 7. Por su parte, Rochera et aL (1999) de trabajo docente por sistemas de proponen algunas ideas sobre cómo planificación conjunta y de aumento mejorar las relaciones de ayuda del intercambio y el diálogo entre pro- entre los alumnos a partir de deter- fesores. Como se sabe, en nuestro minadas formas de organización contexto educativo este camlaio es social del aula y de la acción mecíia- especialmente complejo porque las dora del profesor. En general se maneras individualistas de pensar y pueden citar numerosos ejemplos de actuar están profundamente arrai- c.le experiencias de modos alternati- gadas en los docentes como conse- vos de organizar el aula y de gestio- cuencia del proceso de socialización nar la diversidad en el aula (Dern et profesional que tiene lugar, no sólo al. 2001; Pérez, 1997) y el debate durante la formación inicial, sino tam- surgido en torno a los modos de bién en el desempeño laboral. agrupar a los alumnos <ver Aula En realidad este rnodo de funciona- Irtnovación Educativa, nv 61, 1997). miento colaborativo debiera afectar También cabe destacar aquí las no sólo a los profesores ordinarios, experiencias cíe utilización de los sino yue debiera extenderse tam- modelos de enseñanza cooperativa bién al [rabajo de los profesionalc•s en la atención a la diversidad, tal y de1 apoyo, cluienes tencirán que como explican Pujolas, 1999; Pujolls reconsiderar y reformular los modos y Ruiz i Bel, 1999 o Durán y Mestres, tradicionales de realizar el apoyo 1998 y que en este caso son aplica- basados en el modelo experto tradi- dos en aulas de secundaria. cional. Sin duda, el trabajo más nota- • Investigaciones relacionadas con la ble en este punto es el que se viene promoción de una cultura de la cola- realizando en Sevilla de desarrollo boración. Este cambio es descrito de grupos de apoyo colaborativo por Ainscow bajo lo que él denomi- entre profesores (Parrilla, 1998; na la promoción de una cultura esco- Gallego, 1998; Parrilla y Gallego, lar en movimiento, esto es, de escue- 1999; Gallego y Hernández, 1999). las en las que existe un alto grado de EI madelo allí desan•ollado, y poste- colaboración, planificación y apoyo riormente extendido a Baleares TlIUtUU entre los profesores (en las (Carrer.is, 1999), se basa en el des- escuelas inmovilistas hay un enorme arrollo cle un sistema de apoyo inter- grado de individualismo), escuelas no a los centros constituido por un en las quc los profcsores entienden grupo de profesores que ofrecen la mejora de su práctica docente asesoramiento a sus compañeros a como parte intrínseca de su trabajo y través de un funcionamiento colabo- se promueve la colaboración como rativo. F,sta innovación educativa, base para la solucián de problemas. además de ser ejemplarmente cohe- Así, los profesores deben aprender a rente con el modelo inclusivo, tr.ibajar en equipo practicanclo las podría constituirs^ en un elemento mismas habiliclacles que se enseñan coadyuvante del desarrollo de cultu- a los alumnos: escuchar, dar feed- ras colaborativas en las escuelas. En back constructivo, compartir sus esta línea se sitúan igualmente las conocimientos, negociar a respetar aportaciones de Moya, 2001a; León, las experiencias de los demás... 1997 o Muntaner, 1997. ha idea central en este punto estaría No Cabe duda de que también se en cómo sustituir el sistema individual clebale ayuí la necesidacl de una 55
  • 8. reformulación del apoyo desde los mos con gran cantidad de investigaciones y modos directivos y expertos tradi- experiencias que ilustran esta idea. cionales a sistemas basados en la En la anterior afirmación subyace una colaboración (Roselló, 1999), así idea negativa del modelo inclusivo a acep- como la necesidad de ampliar el tar el presupuesto básico de la Educación propio concepto de apoyo hasta Especial tradicional que defiende firme- asumir, tal y como se define en el mente la necesaria especialización de la %ndex, que el apoyo lo constituyen enseñanza a partir de la categorización de •todas las actividades que incremen- los alumnos. En cambio, para una escuela tan la capacidad de la escuela para inclusiva la diversidad tiene que ser respe- responder a la diversidad de alum- tada (•celebra la diversidad•) y se debe asu- nos^ (Booth ei al., 2000). mir que las diferencias (culturales, étnicas, Otros ejemplos de experiencias religiosas, de capacidad, de género...) son puntuales que pueden considerarse inevitables y que aprender a trabajar con son los trabajos como el de Pozuelos ellas es algo deseable, posible y que cons- (2000), un estudio de caso de un tituye un valor en sí mismo. centro en el que se utilizó la colabo- Así pues, como vemos, las escuelas ración para el desarrollo curricular, o inclusivas dirigen sus esfuerzos a averiguar el de Santana y Padrón (2001) quie- cómo aceptar y aumentar la participación nes encontraron que la colaboración de todos los alumnos y cómo poner en entre profesores de primaria estaba marcha estrategias de inclusión que final- muy relacionada con la política ins- mente no sólo benefician a•un tipo parti- titucional de la escuela (la organiza- cular de alumno•. En realidad, es posible ción de espacios y tiernpos para afirmar que muchas de las innovaciones ello) y con la formación del profeso- que se ensayan en los centros nacen de la rado. preocupación por cómo mejorar la partici- Por último, podemos decir que pación de un coleetivo particular de alum- cabría esperar aquí algunas expe- nos, pero finalmente se comprueba que riencias sobre el liderazgo en los este punto de partida exclusivista termina centros, aspecto sin duda esencial constituyendo una mejora de la escuela para implantar y mantener sistemas que beneficia a todos. de colaboración entre los docentes. En este sentido, las investigaciones No hemos encontrado sin embargo seleccionadas que ilustran esta afirmación experiencias prácticas y sí alguna pueden analizarse siguiendo la pista a los reflexión teórica al respecto (Coro- grupos que de forma indiscutible son nel, 199$). excluidos por nuestro modelo de escuela Si atendemos a dos de los descriptores actual. Así, encontramos en primer lugar mencionados en el cuadro anterior (La las investigaciones que se vienen realizan- inclusión implica el aprendizaje y la partici- do bajo el epígrafe de interculturalidad. pación de todos los estudiantes que pudteran Algunas de estas aportaciones alumbran sufrir presiones excluyentes, no únicamente teóricamente este campo de investigación aquellas que tengan dúcapacidades o nece- que comienza a ser más frecuentado estos sidades educativas especiales. La preocupa- últimos años, seguramente como reflejo ción por superar barreras en el acceso y la de1 proceso de aumento de la diversidad participación de alumnos paniculares pue- social y cultural que se observa en el país de indicar que existen lagunasen los inten- (LÓpez Melero, 1997; Vallespir, 1999; Sales, tos cle la escuela por responder a la diversi- 2001; Haro et al., 1998; Sánchez y Villegas, dad de modo míts generan nos encontrare- 1998; Ganeta, 1998; Arnaiz, 1999b). 56
  • 9. En este punto existen también algunas iguales. Destacan en este punto las aporta- propuestas aplicadas que consideran a gru- ciones de Del Rey y Ortega (2001a, 2001b); pos de inmigrantes con cultura y lengua Ortega (1997); Ortega y Del Rey (2001a, cliferente a las nuestras, sin embargo, las 2001b) y Mora (2001) sobre el Modelo Sevi- propuestas más numerosas encontradas se lla antiviole^tcia escolar(SAVE), Trianes et clirigen a la inclusión cle la eomunidacl gita- al. <1997). Igualmente podemos señafar na, yue es en nuestro país el colectivo mino- que la revista Altila de Innovación Edtscati- rítario más numeroso y tracticionalmente va contiene en cinco números sucesivos ntás excluido (García et al., 2000; Lalueza et correspondientes al año 1997 numerosos al., 2001; Vieira, 1999; Jové, 1998). artículos con propuestas teóricas y prácti- De igual modo, nos parece que los tra- cas de cómo trabajar el asunto de la convi- bajos yue abordan los problemas cie convi- vencia en los centros. También podemos vencia en los centros a través de la resolu- citar la aportación teórica de Etxebercía ción dialogada de los conflictos y otras (2001) al fenómeno de la violencia escoiar estrategias institucionales son, sin duda, y la aportación de Martínez (2001) quien im^estigaciones •típicamente indusivas•. Se analiza la situación en un centro de ESO a trata de comprencler cómo las escuelas tra- través de un estudio de caso. t;tn de mcjorar la inrlusión de alumnos con Por ítltimo, apenas hemos encontrado problem:ts de conducta a través de la refor- apartaciones al estuclio cle la exclusión por mulación clel probl^m;t clescie un punto de motivo cle género. Únicamente podemos vist;t incliviclual a otro institucional. citar aquí las reflexiones recogidas por Del Por otra parte, como se sabe, la clificul- Río (199)) y Luque (1998) quienes plante- t:rcl para gestionar los problemas cle disci- an algunas sugerencias de interés para con- plina o la vioíencia en los centros constitu- seguir una práctica coeducadora. Como ye uno de los principales problemas expericncia práctica pocletnos citar la reali- cl^centes y es percibiclo por los profesores zada por Manzaneque et al. (2000). conto un contlicto al yue no se sabe ccimo Por ^tra parte, sin duda la afirmacíón /a clar respuesta (Ogclen, 2001). I'cro, ;tcle- cliver;+iclad no se ve como Ir^t problema que más, gcneralmente csta situación se con- sc debe supertr, sr^rro corno trn recurso para vierte en uno cle los principales motivos clc apoyar el aprcnclizaje clc: [oclos, nos concíu- e!CCIUtiiÓn CIC alumnos cuy;t trayectoria res- re cie forma inevitable a una revisión del ponci^ c;tsi siempre a un mismo patrcín (y conceplo y i;is actitucles yue tienen los pro- ticne un clesenlace que poclríamos consi- fesores hacia la divcrsidad, y por tanto, a clcr:rr ^^anunci;uío^). Por ello, interesa al un repl:tnkeamien[o cie la fonnacicín docen- ntc^clelo inclusivo conocer qu^ hacen las tc. Una formación clc los profcsores y pro- escuclas yur ^romprn cstc círculo cle fesion:tles acorde con el ntodelo indusivo exclusicín• y que, entre otr;ts cosas, tiene h:rhr;í cle ronsicíerar tanto los valores inclu- quc ver con cl c^ststhlccimiento cle estrate- sivos como las habilicl;tcles o(as prácticas ^;ias f;lc>h:tles ( clc ccnu•o) p:tra conceptuali- par:t u•abajar en aul:ts y centros heterogé- z:tr y:rhorclar los prol^lenuts dc: conducta n^c^s. En pal;tbras cíe Icas autores clel frtde.r, (Cole, Visscr y Daniels, 2001). ^^La inclusión implic;t crear una comunicíacl Ilcntos cnconu-aclo yuc cste tcm;t c1^ sel;ura, ahicrta, colnhoraclor;t y cstimulantc investit;:tcicín es uno de los prefericlc^s en e1 en I:t yuc tocfos sc;tn v:tlor:ulos (...). Sc tra- intctvalo tempor:tl yuc hemos elegiclo, por t:r clel clesarrollo cle valores inclusivos, lo ru:tl sc pucclen cncontrar hastctntcs tra- contparticlos por toclo ^l personal, Ios estu- bajos también en nuustro país que retoman cli;rntes, los clirectores y Ic^s paclrc^s y que Ia tenclencia europe:t y estaclouniclense cle son trasiniticlos a los nurvc^s micntbros cle cstuclicrs sobrc hul!)^irrl; cr vic>Icncia cntrc: I:r escucl:t• (l^oc^llt ct al. ZClO0, p. ^ 5). 57
  • 10. I'or tanto, es necesaria una visión reno- Son sin embargo menos numerosas las vada de los alumnos que tienen mayores experiencias realizadas con profesores en clificultades para aprender. Los profesores ejercicio y bajo los supuestos de la forma- tienen que estar convencidos de que la ción que antes hemos citado. Destaca en cliversidacl enriyuece a profesores y alum- este punto la aportación de Parrilla (1999) nos y que aprender a vivir en comunidades quien resumc en su artículo varios proyec- heterogéneas no es sólo un objcaivo válido, tos concretos de formación permanente en sino central, de la escuela. Así, los maestros centros enfocada a la atención a la diversi- verían a los alumnos que experimentan dad. En esta misma línea se sitúa el trabajo dificultades, no como un problema, sino de Orcasitas (2000) quien refleja un pro- como un medio de aprender a perfeccionar yecto de asesoría externa en un centro de su práctica y comenzarían a considerar la secundaria. Igualmente Jové et al. (1999) mejora de su práctica docente como parte resumen una experiencia de formación en de su trabajo (Ainscow, 1995). un centro de primaria con un equipo de Además, en el modelo formativo que asesores externos. Por otra parte, otros tra- aq^ú se defiende, !a mayor parte de esta bajos reflexionan o aportan alguna expe- formación será formación en y para la riencia de formación de profesores de apo- práctica, de forma que los profesores se yo (Moya, 2001b). vean incluidos en procesos de acción-refle- En este punto echamos en falta traba- xión-cambio. Se trata de formar profesores jos más sistemáticos y comprometidos con yue revisan y aprenden de su práctica y uti- la Formación en los presupuestos inclusi- lizan dicha estrategia habitualmente en su vos, tales como el descrito por Echeíta yuehacer docente. (1998) que fue promovido por la UNESCO De nuevo en este punto sobre la for- en varias escuelas de diferentes países. En mación hemos encontrado muchas más nuestro caso esto se hace especialmente propuestas teóricas que auténticas expe- necesario si consideramos yue los planes rirncias de formación (Imbernon, 2001; de formación inicial de los maestros (y en F.scudero, 1998; Sánchez Palomino y especial de los profesionales de apoyo) Carrión, 1999; Muntaner, 1999; Pérez et al., están basados en un enfoque categórico y 1999). Algunas aportaciones ya nos advier- experto y por tanto difícilmente compatible ten de las dificultades yue existen en la for- con las ideas que aquí se exponen. Por mación c!e los profesores de secundaria en otros motivos, también la formación inicial nuestro p:iís (Sánchez Asín y Jurado, 199$; de profesores de secundaria es absoluta- Vicente et al., 1998; Yanes, 1998; Ferreres et mente deficitaria en este sentido y, por tan- al., 1998; Córdoba et al., 1998), lo cual es, to, esto tiene el efecto casi inevitable de sin duda, un gran obstáculo para el des- yue los futuros profesores terminarán arrollo de las propuestas inclusivas. reproduciendo el estilo docente yue cono- De los trabajos prácticos, algunos se cen por experiencia y que consigue de es[a refieren a la formación inicial de los proFe- Forma autoperpetuarse. sores tutores, comu las aportaciones dc Por último, el fndex asegura yue •la Wamba et al. (2000, 2001) yue hacen refe- incíusión supone fomentar las relaciones rencia a la formación del profesorado de mtet:^amente alimentadas e^ttre escuela y secundaria a tr^vés de la investigación- comunidad• y yue ^la indusión en educa- acción y el análisis del discurso docente y ción es una parte de la inclusión en la de la práctica en el aula o las experiencias socledadU . citadas por Pagés (19)7), Martín e[ al. La anterior afirmación se refiere al U997), Rivas (1998) o Jiménez y Vilá hecho de que una escuela inclusiva es un^i (1999). escuela abierta al entorno, una escuela en 58
  • 11. la yue se promueven las relaciones de ida cuestión dentro del territorio español. y vueCta con la comunidad que le rodea. Igualmente podemos citar aquí trabajos Esta idea se encuentra bien reFlejada en el como el de Serra y Roselló (2000). moclelo expuesto bajo el título de •comuni- Por último, hemos consicíeraclo tam- dades de aprendizaje^^ (AAW, 1998; F.lborj bién la relación de la educación con el et al., 2000), en él se promueven estas rela- mundo ciel ocio, pero no hemos encontra- ciones cle intercambio entre escuela y do aquí trabajos que ilustren este ámbito sociedad. Esta necesidad de aumentar la (Domingo, 20U1), aunque es seguro que reciproeiclacl hace referencia en primer ello se debe a las fuentes bibliográficas lugar a las relaciones que se establecen consultadas que no reflejan con ficleliclad entre la escuela y las familias, de forma que las experiencias que de hecho existen en podemos citar aquí las experiencias que nuestro país cle ocio integrado en la comu- fomentan el intercambio y la comunicación nidad. entre ambos. En este punto hemos encon- trado algunas aportaciones teóricas de inte- rés (Torres, 2001; Santos, 2001; Dorningo, CONCLUSIONES 2001), así como el estudio cle caso llevado :t c:tbo por Jiméne-r. y Pozuelos (20U1). Ia trabctjo que Itemos realizaclo nos penni- Igualtnente, hemos consicíerado aquí te tstablccrr algunas conclusiones cleriva- los trabajos preocupaclos por la relación clas cie la visi^n cle conjunto que nos ofre- entre I^t escuela y el mundo laboral y en cc una revisicín cic cstas caractcrísticas. Así p:u-ticular por la transición de los alumnos pues, hrmos tratací^ cle resumir lo m,ís cles- al merraclo cle trabajo. Se trata en estos tacable cle la invcstiF;ación inclusiva en estudicts cle verificar cómo se prochtce la nuestro país en los sif;uientes apartaclos: transición clesde la escuela hacia otros con- • Como se sabe, el moclelo de educa- textos, cle cómo se prepara a los alumnos ción inclusiva es el resultado de 9as para el clesempeño cie papeles cl^ aclulto, voces más críticas clentro clrl :imbitct cntre los que naturalmente se encuentra el de la I:clucación Iapecial y compartc munclo lalx^ral (Juraclo, 2000; García Pas- gran p:trtr c1e los pretiupuestos cícl tor, 1997; Valls y Jové, 2000; Lobato, 200U; rttoclelo soci:tl cle concepcic7n cle la Gil y Vill:t, 2001; Moya y I3cnito, 2001). clisc:tp:tcidact. Sin c.•mhar^o, clespués Cc>nvi^ne destacar ayuí, como han seriala- clel rnstreo realizaclo poclemos afir- clo alguno cie los autores anteriores, yue la mar quc las investi^;aciones hajo el U•ansición al ^nuncío :ululto entenclicta b:yc^ moclclo inclusivo aítn son minorit:r- I:t amplia iclea cle •vicla indepencliente• pre- rias ^n el ánthito clc I:t Educacián supone muchos m:ís :tprenclizajes yue e1 Iapccial clondc aún preclomina la estrictamente laboral. investiK:^ ciGn re:tlizacla hajo los I.os cstuclios sobre la rcl:tción escuela- supuestos cle la catel;oriracic5tt cle U•:tbajo comienzan a ser particularmente los alumnos y los mocl^los cle apoya numerosos en los últinu>s años y se refie- r intervrnción basacios en la espe- rcn :tl clesarrollo cle f'ro^,^runrus de Gururt- ciali-r.acián. Iato es especialmente !!u Suciul (S.ínchca y Juraclc^, 2001; Lecín, visiblc cn las fuentcs psicolóf;icas clc `L000, 2001) y a expcricncias cle entplco l:t E:cluc:tción lspecial y menos en con apoyo, yue es a nuestro parecrr, Ia I:ts Pecl:tí;ógicas. m^claliclacl cle empleo m:ís acorcie con la • En la revisión realizada hemc^s filosofía inclusiva (Sanahuja y Juraclo, cncontracío mucltos trabajos cle 2001). Por su parte, VcrcluF;o y Jorclán reflexión teórica sobre eclucación (199H) clescriben euál es el estaclo cle I:t inrlusiva que en alf;unos casos sctn 59
  • 12. más numerosos que las innovacio- sonas en situación de exclusión, son nes propiamente dichas. Nosotros también pocas las experiencias de hemas interpretado esto como un intercambio inter-institucional que inciicador de un estadio incipiente pongan en relación las escuelas de la investigación inclusiva y nos ordinarias y las especiales o aquellas parece que retleja una preocupacicín con otras instituciones ciel entorno. creciente por dicho modelo que Por otra parte, se aclvierte también la estamos convenciclos de que contri- ausencia cie investigaciones y expe- buye a generar una corriente de opi- riencias de amplio alcance dirigidas nión, a aumentar la resonancia y la a la formación. Aunque hemos consideración de las ideas inclusivas encontrado muchas aportaciones entre nosotros. teóricas sobre la formación inicial de • De los ámbitos que se señalaban en profesores de todos ios niveles el Índex no todos están igualmente (especiaimente secundaria), son representados en la investigación de menos y más locales las experien- nuestro país (naturalmente no olvi- cias de formación permanente acor- damos yue las presentes apreciacio- de con el moclelo inclusivo (forma- nes están mediatizadas por la mues- cián en centros, formación en estra- tra eleKicla, lo cual es propio de un tegias colaborativas, formación trabajo cle est.ts características). Por basada en la reFlexibn-acción). Este el contrario, se puede afirmar yuc punto, sin embargo, nos parece cru- hay algunos temas o aspectos prefe- cial para el desarrollo del proyecto riclos cioncie la inve;stigación es más inclusivo máxime cuando son abundante y otros (los más numero- muchas y muy eficientes las fuerzas sos) en los yue la investigación es contr.zrias a este modelo (pi^^ nes de escasa o necesitada de m.tyor pro- estudio, modelos docentes tradicio- funclización y/o extensión. Entre los nctles, cultura de los centros, rorrien- primeros, predominan las experien- te cle opinión social dominante, cias en wrno a ia convivencia en ios política y legislación ectucativa.. J. centros, al interculturalismo y a las Por último, poclríamos clecir que son propuestas alternativas para el dise- pocos aún los trabajos yuc sc ocu- ño y desarrollo clel currículum en l^ts pan cie la escuela como parte de un escuclas. De tales aspectos es ctbun- todo social, de las reiaciunes cfe las clunte I,t bibliografía enrontracla, lo escuelas con su enwrno, con institu- cual en ctl^ún caso también puecle ciones y servicios cle la comuniclad y ser ciebicio a que dicllp tetna coinci- también los estudios yue analizan cle con números monográficos de ceímo ntejorar •las iransiciones•, e1 alguna de las revistas consultaclas paso de los alumnos clcscle la fctmilia (incluso en algunos casos hemos a L•t escuela, cle un centro n otr<> y encuntraclo yue c°Ilo proctuce tal posteriormentc dc la salicla al mun- abtmclancia cle artículc>s yue sería cío adulto. prolijo e innecesario citarlos toclos • Comenzamos Ia presente revisión para los objetivos del pr^sente [rabu- asumiendo que la investi^;ución jo). inciusiva sobrepasa los clominios • Entre los aspec[os mcnos o peor lraclicion.iles de la Eciucación Gspe- representaclos rabe ciestac.u- yuc cial y yue otccs clisciplinas prcíxim^ts son escasas las im^esti^;aciones parti- iguctlmentc puc^clcn aportar luz cip.uivas o protni;onizadas por per- sobrc cl problema dc Ia mcjora 60
  • 13. escolar. Por lo que se refiere a este de alumnos concretos (ámbito tradi- presupuesto de nuestro trabajo cionalmente más asumido por los podemos concluir al menos dos estudios psicológicos). cosas. La primera es que, a pesar de • No es posible establecer ninguna este interés integrador, no siempre conclusión sobre el desarrollo en el resulta fácit iclentificar investigacio- tiempo de los distintos ternas de nes de ciencias próximas como per- investigación. En realidad cinco tenecientes al modelo inclusivo. En años puecie no ser periodo suficien- realiclad, con frecuencia la termino- te para encontrar una autentica evo- logía nos equivoca, es decir, que las lución en las preocupaciones de los disciplinas académicas que gobier- investigadores. Sin embargo, sí nan los estudios realizados van podemos decir que es Ilamativo cles- constnryendo un código propio que cubrir que hay en estos años estu- a veces confunde, disgrega y des- diados (1997-2001) muchos más tra- une. A pesar de ello, nos parece bajos centrados en la etapa de edu- conveniente hacer un esfuerzo por cación secundaria obligatoria que salirse del propio círculo terminoló- en primaria. Probablemente esto gico porque ello nos permite encon- responcle a que esta etapa se ha trar muchos traúajos emparentados generalizado más tarde y a las enor- y comprometidos con un modelo de mes cíificultades que los centros escuel^t similar y enfoqties de inves- están teniendo para desarrollar una tigación con muchos puntos en educacián respetuosa con la diversi- común con el nuestro (educación dad. Esto mismo sucede con las maral, educación en valores, educa- investigaciones centradas en e1 ción para la ciudadanía, educación ámbito pre-laboral (Programas de intercultural...). En realidad, es vital Garantía 5ocial, empleo con apoyo). para el proyerto inclusivo en nues- • Por último podemos decir que, en tro país, buscar puntos de encuentro algún momento, un recorrido pano- entre clistintas tradiciones, resaltar rcímiro como el que aquí se ofrece más lo que es común que lo que nos puecle desilusionar o decepcionar a separa, siempre que lo esencial sea quienes aspiran a encontrar grandes compartido. proyectos inclusivos, porque real- • La segunda conclusión derivada de mente se puecle afirmar que ahunctan un análisis de fuentes bibliogríficas más las investigaciones puntuales, de variadas es que tenemos que confir- carícter local y con un alcance tem- ntar que hoy por hoy las fucntcs poral mtry limitado, que proyectos a pedagógicas cle la Ectucación Espe- largo plazo y realizados simultánca- cial reaultan ser las más productivas mente en varios puntos cle la geogra- clentro de este moclelo. Algunos fía nacional. Sin cmbargo, aunque podrían ufirmar que ello era de nos parece indiscutible que las inves- esperar. Daclo que la inrlusión habla tigaciones en senticlo cstricto son cle •entornos•, cle eambios sustanti- pocas y clisgregaclus, también es ver- vos en los contextos fisicos, curricu- ctact quc la inclusicín tiene un fuerte larca y organizalivos cle las escuelas, componcnte utópico, es un modelo son más sustantivas las investigacio- en acción, es más un prcxeso que un nes clirigidas a promover estos cam- cstaclo, por cllo, su objetivaciótt en bios que aquellas yue se centran en prc^yertos o invcstigariones concre- la ntejora cle Itctbiliclades coneretas tas siempre será incompleto. Diga- G1
  • 14. mos que ello justifica que sean más en Investigación en la escuela, 38, las aportaciones parciales a la idea de (1999), pp. 15-36. inclusión que las investigaciones CARRERAS, F.: «Grupos de apoyo entre pro- inclusivas en sí mismas. fesores. Evaluación de una propuesta de aproximación», en SdNCHEZ PALOMt- No, A. et al. : Los desafíos de la educa- BIBLIOGItAFfA ción especial en el umbral del siglo XXI. pp. 391-400, 1999. AA.W: «Comunidacles de aprendizaje: pro- CEREZA, J. M.: »Transición de un centro de puesta educativa igualitaria en la socie- educación especial hacia un centro de dad de la información•, en Aula de recursos educativos•, en Mtt'vAMaRES, A. Innovación Educattva, 72, (1998), pp. y Jovi;, G. (Coords): Atención a las 49-51. necesidades educativas especiales: de AINSCOW, M.: Necesidades especíales en el la educación infantil a la universidad, aula. Madrid, Narcea, 1995. Pp. 425-430, 2000. -»The next step for special education», en CLEMENTF., M. :-^Es posible una. cultura de British J. Special Education, 27 colaboración entre el profesorado?», en (2),(2000), pp. 76-80. Revista de Educaciórr, 320, ( 1999), pp. - Desarrollo de escuelas inclusivas. 205-221. Madrid, Narcea, 2001. Cot.E, T. et al. :»Inclusive practice for pupils ALVARE"L, F.: »;Qué es el Proyecto Antear- with emotional and behavioural diffi- Paicleia?», En BuENO, J. J.; Nút`vEZ, T. e culties in mainstream schools», en Vls- IGLt+SIAS, A. (Coords) : Atención educa- SER, J. H., DANtr.LS, H. y COLE, T. (Eds.): tiva a la diversidad. XVIII Jornadas Emotional and behavioural difficulties Naciorrales de Universidad y Educa- in mainstream sc.hools . Oxford, JAI, ción Espeeial, pp. 251-270, 2001. pp. 183-194, 2001. ARNAIZ, P.: »Currículo y atención a la diver- Cot.MENr:RO, M.° J. y ToLEno, P. :•EI puzzle sid.u6•, en VERt^uco, M. A. y Joxn^(N, B.: de las adaptaciones curriculares•, en flacia urra nr.reva concepcióra de la dis- ToHRES, .1. A.; RoM^iN, M. y RuEI^A, E. capaciclcad. Salamanca., Amarú, pp. 39- (Coords): !.a innovación de la Edaca- 62, 1999. ción Ecpecial. XIVJornadas Nacionales -»EI reto de eciucar en una soeiedad mul- de Universidad y F.ducación F_,peciul, ticultuc^ 1 y desigual», en SÁNCHEZ PALO- Pp. 571-586, 1997. MINO, A, ct al. : Los desa^os de la edu- CóttnoHA, M. et al.: »La formación del pro- cación especial en el umbral del siglo fesorado de secundaria para la ense- XXI, pp. 61-90, 1999. ñanza comprensiva: una propuesta de -»fiacia una ectucación sin exclusiórn, en formación colaborativa», en SANCtiEz I^11r'vAMi3Rt:S, A. y JOVÉ, G. (CoorCls): PALOMINO, A. et al. : Los desa^os de la Atención a las necesidades educativus edt^cación especial en el untbral dcl especiales: de la edrecaciórr infantil a la siglo XXI., pp . 413-422, 1999. ruziversidad, pP.187-196, 2000. CottoNr:L, J. M.: •Gestionar no es liderar: I300TH, T.; AIN5COW, M.;BLACK-FIAWKINS, K.; reflexiones sobre cl concepto de lide- VAUGHAN, M. and SHAW, L.: The Inde.x of razgo y sus repercusiones en una gcs- Inclresion: developirrg learning and tión democrática de los eentros», en particípatiorr in sc.hools. London, CSIE, Investigactón en lu escrr.e/a, 34, (1998), 2000. pP• 37-48. CAfvAL. P.: »Investigación escolar y estrate- DEL REV, R. y ORTEC,A, R.: •La formación del 8ias cie enseñanza pnr investigación», profesorado como respuesta : ^ la vio- 62
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