1. Reconstrucción histórica y propuesta de recorrido pedagógico: Palacio Nacional
Por: Laura Neira y Jose Alejandro Calderón
Materia: Gramática urbana
Docente: Margarita Villada
1.Antecedentes
Gran parte de los terrenos cenagosos de Guayaquil, entre la carrera Carabobo y el Río Medellín,
estaban poco urbanizados y escasamente habitados y pertenecieron hasta mediados del siglo XIX al
político y minero José María Uribe Restrepo. A partir de la segunda mitad de ese siglo, algunos
personajes destacados del sector, entre ellos varios familiares de quien fuera dueño de esas tierras,
proyectaron la idea de urbanizar el sector, a través del establecimiento de de negocios comerciales y
despachos públicos, en 1865 el gobierno federal adquirió un lote en la zona, con la condición de fuera
destinado unicamente a la construcción de juzgados o dependencias similares. Para 1886 El
Departamento de Antioquia decidió construir en aquel terreno, contiguo a la vieja cárcel celular, un
edificio destinado a varios usos, museo, juzgados y oficinas de varias entidades públicas, este fue
construido en tapia y ladrillo y estuvo a cargo del ingeniero Antioqueño Luis G. Jhonson, el lugar
comúnmente recibía el apelativo de Palacio de Justicia.
Para el siglo XX, se manifestaba en la ciudad una gran deficiencia en la presencia y utilización de
espacios adecuados para las funciones públicas, cárceles, colegios, sedes de entidades públicas, etc.
Estaban instaladas en edificios en muy mal estado o no cumplían con las condiciones óptimas para
desarrollar sus distintas funciones y carecían de valor estético, producto de una construcción
descuidada, ordinaria y una planeación inadecuada. La situación anteriormente descrita quedó
registrada en un informe presentado al Gobernador por el Secretario de Hacienda Gabriel Latorre.
Por esa época el Gobernador Pedro José Berrío tuvo la intención de mejorar la situación de los
edificios públicos, pero el estallido de la Primera Guerra Mundial, detuvo sus aspiraciones de contar
con un arquitecto igeniero europeo que viniera para ayudar al gobierno a cumplir dicho propósito.
Cuando Pedro Nel Ospina se posesionó como gobernador en 1918, decidió retomar la idea y
gestionó la contratación del Belga Agustín Goovaerts, a quien se le encargaron, entre muchos otros
trabajos, los planos del Palacio de Calibío (hoy en día más conocido como Palacio de la Cultura
Rafael Uribe Uribe), asumir la dirección de la Oficina de Ingeniería y Arquitectura de Antioquia y
supervisar las obras nacionales que se le encomendaran, entre ellas el Palacio Nacional.
Pedro Nel Ospina llegó a la presidencia de la nación y encargó a Goovaerts la construcción del
Palacio para los despachos nacionales en Medellín, desde ese entonces el Presidente Ospina sería
2. el padrino político y profesional del arquitecto.
La década de los años 20 y 30 fueron de gran importancia para Antioquia y el país, pues el gobierno
impulsó una modernización del estado a través de diversas políticas y acciones, entre ellas la
contratación de asesorías extranjeras en aspectos muy diversos, como educación, finanzas y los
temas centrales de la administración pública. En general todas las reformas requeridas necesitaban
que las entidades públicas contaran con sedes modernas y adecuadas para el desarrollo de sus
funciones. Dicho proceso vino como consecuencia de las profundas transformaciones que venía
sufriendo la región y el país, en especial el crecimiento de las ciudades y la industrialización.
En 1924 Agustín Govaerts presentó los planos del Palacio Nacional que tendría como propósito
albergar las oficinas nacionales de correos, telégrafos, rentas nacionales, el tribunal de lo
contencioso, los despachos judiciales, la brigada del ejército, lazaretos y la auditoría de cuentas, en
total se esperaba que el sitio contará con 88 oficinas y en palabras del propio Goovaerts era de vital
importancia dar con un terreno apropiado que cumpliera las condiciones adecuadas para la
edificación y que no tuviera un precio muy elevado. Las características mencionadas eran cumplidas
a plenitud por el terreno ocupado por la antigua cárcel celular ubicada en el cruce entre la Carrera
Carabobo y la Calle Pichincha, cuya extensión era de 3.300 metros cuadrados.
En 1925 la nación iniciaría los gestiones pertinentes para lograr la compra del terreno, que en ese
entonces pertenecía al Departamento y el 27 de octubre se dieron inicio a las obras sobre la calle
Pichincha, la inauguración contó con la presencia del presidente Ospina y varios ministros de su
gobierno. Posteriormente el ministro de Obras Públicas Laureano Gómez insistió en modificar los
planos del proyecto, con el objetivo de ampliar el área del edificio, debido a que el gobierno había
adquirido también el antiguo Palacio de Justicia y a que, según el parecer del ministro, era necesario
que este tuviera la capacidad de responder a necesidades actuales y futuras. Goovaerts realizaría las
reformas pertinentes y reanudaría el proyecto definitivo el 29 de noviembre de 1925.
2.Construcción del Palacio Nacional
220 obreros trabajando en diferentes frentes al mismo tiempo fueron requeridos para la construcción
del Palacio Nacional, simultáneamente se encargó la elaboración las puertas, las rejas para las
vidrieras, los calados de hierro y las esculturas. Muchos de los materiales de la obra fueron
importados y traídos desde Barranquilla a través del ferrocarril, para la época Goovaerts fue uno de
los primeros en construir estructuras de concreto de gran tamaño. Para 1928 momento en el que
finalizó el contrato de Goovaerts como arquitecto departamental, la construcción estaba completada
3. en un 70%, sin embargo por motivos familiares el Belga tuvo que regresar a su país y Jesús Mejía, su
asistente, asumió su cargo como director de la Oficina de Ingenieria y Arquitectura de Antioquia y
recibió la tarea de concluir las obras del palacio. Mejía tubo que realizar algunas modificaciones al
plano original de Goovaerts, entre las que se destacan la supresión de la torre que iría en la esquina
de Carabobo con Ayacucho, la simplificación de algunos elementos estilísticos en las ventanas,
prácticamente fue el arquitecto encargado de la unidad sobre Ayacucho. La construcción de la
estructura del edificio fue concluida para 1933.
3. Las críticas
La obra de Goovaerts fue polémica a los ojos de varios sectores de la sociedad antioqueña, que no
demoró en cuestionar su valor. Las ideas en contra de la labor del arquitecto belga, se resumen en un
editorial publicado por el diario El Heraldo de Antioquia el 7 de Febrero de 1928, escrito por J. Tobón
Quintero director de ese medio, quién se refirió a las edificaciones como carentes de valor cultural y
estético, por ser una combinación estrámbotica de los estilos gótico y romanesco, que resultaban
confusas y extrañas a la vista y que para nada representaban la cultura de la región y que además
habían sido tremendamente costosas para el gobierno. El mismo Goovaerts respondió con un artículo
escrito por él publicado por el periódico La Defensa dos días más tarde. En el texto el arquitecto
evidencia la falta de conocimiento y criterio por parte de Tobón, quién no tenía mayores
conocimientos de arquitectura, negándose a responder sobre el valor estético y artístico de los
edificios y exponiendo que todos los planos de sus obras fueron estudiados y aprobados por las
entidades pertinentes y asegurando que los recursos públicos de los que se dispusieron para su
construcción fueron administrados con eficiencia. El belga concluyó que su obra había sido
reconocida positivamente por personas con criterio y que había puesto todos sus conocimientos y
buena voluntad al servicio de las tareas que le fueron encomendadas.
4. Estilo arquitectónico del Palacio Nacional
El estilo del Palacio Nacional Puede definirse como un románico modernizado, combinado con
elementos del gótico y el renacimiento. Uno de sus elementos más característicos es la gran
cantidad los arcos de medio punto, dispuestos en el interior y en las fachadas, de los cuales
aproximadamente 1300 tienen carácter estructural o aportante. Sin contar aquellos que cubrieron los
enchapes sobre las calles Pichincha y Carabobo. Las columnas y demás componentes decorativos
muy elaborados, constituyen otro de los elementos propios que le dan belleza y valor a la estructura.
El Palacio fue construido en ladrillo y estructuras de concreto reforzado y cuenta con seis niveles,
4. incluyendo el sótano y la azotea. El edificio está compuesto por dos claustros una sobre Ayacucho
(norte) y otros sobre Pichincha (sur) y se divide en cinco secciones Pichincha (Sur), Carabobo
(Oriente), Ayacucho (Norte), anterior (occidental) y central. En su diseño inicial contaba con dos torres
para ascensores, dos unidades de escaleras, seis accesos peatonales y dos para vehículos y bestias,
necesarias para las funciones del correo, en los sótanos ubicados 1.5 metros bajo el nivel del suelo
se ubicaron los depósitos y archivos, el primer piso se diseñó por encima de la calle para facilitar la
carga y descarga de bestias y camiones.
Entre los elementos decorativos, los mas sobresalientes son las diversas piezas de cerrajería de
bronce con alto relieve y otras de hierro forjado, vitrales, guirnaldas, placas de yeso y molduras con
motivos diferentes, vegetales, alusivos al correo y a la justicia, los pisos de baldosa de diferentes
colores y un inmobiliario que comprende piezas artesanales de madera y lamparas de cristal art deco.
Los espacios interiores son altos amplios y luminosos.
5. Transformaciones y usos del Palacio Nacional
En la década de los años 40 el Ministerio de Obras Públicas le solicitó al célebre arquitecto Pedro Nel
Gómez, que realizara una propuesta de remodelación para el Palacio Nacional. En 1946 Gómez se
propuso a eliminar la frondosidad de arcos y adornos en las fachadas de Ayacucho y Parte de
Carabobo, dándole un aspecto más rectangular y “sobrio” al edificio. También enchapó con piedra
suesca, eliminando una de las mayores características del edificio su acabado en ladrillo, cuya
disposición y uso por parte de Goovaerts había sido magistral, hasta el punto que durante muchos
años los maestros de la Escuela de Minas utilizaron el Palacio Nacional como referente en sus clases
de construcción. El presupuesto no alcanzo y se mantuvo la apariencia original en la fachada sobre
Pichincha.
Durante la segunda mitad del siglo XX el edificio pasó por un período de deterioro progresivo, que
evidenciaba la decadencia de las instituciones que albergaba, la violencia política, la descomposición
social, la migración campesina, el aumento de la pobreza y el debilitamiento del poder judicial, son
algunos de los fenómenos que contribuyeron al deterioro social que era paralelo al del Palacio
Nacional, que con el paso de los años se vio desbordado en sus funciones y apesar de ello se
mantuvo como un símbolo del mantenimiento del orden social y la justicia.
En 1972 la Nación Propuso al departamento permutar el viejo Palacio Nacional, por los terrenos para
construir la nueva sede para las oficinas nacionales, lo que sería años más tarde el centro
administrativo La Alpujarra. Producto de esa acción el edificio pasó a manos de las Empresas
Departamentales de Antioquia EDA. Desde ese momento el deterioro y abandono se agudizaron aún
5. más, sumándose a la depresión que sufría el sector de Guayaquil.
Durante varios años los despachos judiciales, las oficinas de correo y algunas otras dependencias
públicas siguieron funcionando allí, hasta la década de los 80 cuando la gran mayoría se trasladaron
al centro administrativo la Alpujarra u otras locaciones.
Un aspecto curioso en la historia del Palacio Nacional, ha sido su fama como lugar preferido para los
suicidas, que decidían saltar al vacío desde la terraza del edificio y términar con sus vidas sobre el
pavimento de la carrera Carabobo o la calle Ayacucho o lanzarse desde los pisos superiores de los
claustros e ir a dar a los patios del edificio. Incluso cuenta una historia, que uno de los primeros
suicidas fracasó, quedó limitado físicamente y continuó su vida vendiendo frutas en una carreta sobre
la calle Ayacucho frente al Palacio Nacional.
En 1988 el Palacio Nacional fue declarado Monumento Nacional y empezaron a levantarse voces y
propuestas para sacarlo de su abandono y recuperarlo, entre las ideas surgió la de realizar un cambio
de propiedad pública a propiedad privada y darle un nuevo uso al edificio. Un grupo de inversionistas
presentó la iniciativa de adquirir el edificio restaurarlo y darle un uso comercial, procurando conservar
la coherencia de la estructura y respetar su condición de monumento nacional. En 1992 se iniciaron
las obras de restauración y adaptación a su nuevo uso como centro comercial, se construyeron lo
cales, oficinas y se realizaron diversas modificaciones, tratando de cumplir los criterios anteriormente
mencionados y de esa forma el Palacio Nacional llegó a ser como se conoce hoy.
6. Valor patrimonial del Palacio Nacional
En primer lugar es necesario aludir al valor histórico y arquitectónico del Palacio Nacional, como uno
de los pocos testimonios que quedan de la proliferación de la construcción y el proceso de
modernización de la ciudad. Fue de las primeras edificaciones en Medellín en ser levantadas
exclusivamente para el uso y albergue de entidades oficiales y el primer edificio público en contar con
ascensor. También, gracias a sus reiteradas transformaciones, es la huella de las distintas tendencias
arquitectónicas que han marcado época en la Medellín del siglo XX. Por otro lado su valor estético
reside más que todo en su particular estilo, que lo hace destacarse en el paisaje del centro de la
ciudad y la riqueza de elementos y detalles decorativos que aun conserva hoy. También es una
muestra fiel de las transformaciones que ha sufrido Medellín, marcada por los altibajos, el esplendor
de los comienzos del siglo XX, la decadencia y desesperación de finales de ese siglo y el renacer que
pareciera tener en la actualidad.
Desde un ámbito más simbólico, plasma el difícil proceso histórico de la justicia en Colombia,
6. marcado por la falta de continuidad, la carencia de recursos, de apoyo y el abandono, sirve como
reflejo de la realidad del país. También fue y seguirá siendo uno de los símbolos más importantes de
la justicia, las entidades y los servicios públicos, que por mucho tiempo lo tuvieron como referente
principal. La importancia del Palacio Nacional radica más allá de su relevancia como patrimonio físico,
en el testimonio de todos aquellos procesos y cambios de los que ha dejado memoria.
También representa el renacimiento que ha sufrido el sector de Guayaquil, que por varios años fue
una de las zonas más deprimidas y peligrosas del centro de Medellín y que gracias al fortalecimiento
de su vocación comercial se ha transformado en uno de los núcleos de las dinámicas económicas de
esa zona de la ciudad.
Por último su transformación y adquisición por parte de propietarios privados y su transformación en
centro comercial, es una muestra del deseo de los ciudadanos por conservar la historia de su ciudad
y rescatar su patrimonio, constituye un ejemplo de lo que podrían ser otras iniciativas encaminadas a
preservar aquellos espacios de valor, arquitectónico, histórico, estético y simbólico, que se han
sumido en la decadencia y el abandono.
9. 1. Ilustración: Vista general del Palacio Nacional
2. Ilustración: Vista de las dos torres ubicadas sobre la carrera Carabobo
10. 4. Ilustración: Vista del Palacio Nacional desde la
carrera Carabobo
3. Ilustración: Vista de la fachada de la entrada
peatonal ubicada en el cruce entre Ayacucho y
Carabobo
5. Ilustración: Detalle de una las molduras que decora la
fachada del edificio
11. 7. Ilustración: Vista de la fachada del edificio
sobre la carrera Carabobo 6. Ilustración: Entrada sobre la carrera
Carabobo, sobresale su marco con detalles en
hierro forjado
8. Ilustración: Vista interior del claustro sur
12. 9. Ilustración: En el sótano todavía pueden
encontrarse algunos sitios donde puede contemplarse
la apariencia de ladrillo original del edificio
10. Ilustración: Decorado interno alusivo a las justicia
13. 11. Ilustración: Vista de las escaleras del
claustro sur
12. Ilustración: Vista del uno de los
pasillos en el primer piso del claustro sur
13. Ilustración: Pasillo del claustro norte
tercer piso
14. Ilustración: Vista del patio del
claustro sur
14. 9. Fuentes consultadas
Enlaces:
http://spoliarium-macellum.blogspot.com/2011/05/palacio-nacional-en-medellin-centro.html
Archivos PDF:
Espacios mutables parte 5 y 6
Luis Fernando Molina Agustín Goovaerts: representante de laarquitectura modernista en
Colombia.
Libros:
El Palacio Nacional Edilberto Valencia López
Historia del Palacio Nacional Luis Fernando Molina Londoño
Personas:
Leonel Calderón, exmagistrado del Tribunal de Medellín, su oficina estuvo en el Palacio
Nacional hasta 1986.