VanguardiaLuterana 8

Vanguardia Luterana. Revista de publicación cuatrimestral, tiene por finalidad difundir estudios
e investigaciones en el campo de las ciencias vinculadas con la teología y la religión comparada
desde la perspectiva bíblica.
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tos de vista oficiales de Vanguardia Luterana.
Publicaciones en abril, agosto y diciembre. Contacto: vanguardia1517@gmail.com
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† Dr. José Gregorio Rivas
Redacción:
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† Dr. José Gregorio Rivas.
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Martín Lutero y las 95 tesis
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Contenido
La Iglesia tentada por Satanás.
La Iglesia nuevamente atacada por Satanás
Tratado de exorcistas y demonólogos reconocidos en la historia de la Iglesia.
Vanguardia Luterana | Año 3 |N° 8 3

Van8ardia Luterana | Año 2 |N° 8
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Texto: Mateo 4: 1-11. Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para
ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta
noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di
que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo
de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del
templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus
ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos te sostendrán, para que no
tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al
Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos
los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado
me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor
tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron
ángeles y le servían.
Introducción: Lo que se tratará en este sermón no es el ayunar de Cristo.
Este Evangelio es leído hoy a causa del ayuno cuadragesimal que se suele observar.
Sin embargo, aquí no se trata de ese ayuno de propia elección, que en nuestro medio
era realmente un ayuno bastante ridículo, ya que no estaba motivado por ninguna
necesidad, ninguna tentación en particular, ningún mandato de Dios, y en cambio, estaba
ligado estrechamente con una falsa confianza en la validez de nuestros propios actos de
penitencia, y con un distanciamiento farisaico frente a otras personas, etcétera. Antes
bien, aquí se trata de un ayuno que nos es impuesto como una necesidad. A este
respecto escribe el apóstol Pablo (en 2ª Corintios 6:4, 5):
"Nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en cárceles, en tumultos, en
trabajos, en desvelos, en ayunos, etcétera"; y Cristo a su vez interpreta tal ayuno como
La Iglesia es tentada por
Satanás
Sermón para el Domingo de Invocavit
Dr. Martín Lutero7
18 de febrero de 1537.

un "tener luto" al decir en cierta oportunidad (Mateo 9:14, 15): "¿Acaso pueden los que
están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días
en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán". Cristo ayuna estando en el
desierto —forzosamente, porque allí no hay nada que le pudiera servir de comida. Pero
este paraje solitario no se lo eligió él mismo, ni tampoco fue al desierto por obedecer a
alguna regla monástica, sino que fue el Espíritu Santo en persona el que le condujo a
aquel lugar.
Tema del Evangelio y del sermón son las tentaciones de Cristo y de la iglesia.
No hay, pues, ninguna necesidad de usar este texto para un sermón sobre el ayuno.
Lo que sí es necesario es usarlo para hablar de las tres tentaciones que Cristo rechazó
con la palabra de
Dios en bien nuestro para que también nosotros las rechacemos de igual manera.
No nos referiremos sin embargo a las tentaciones a que están expuestos los cristianos
individuales, sino a las tentaciones de la iglesia misma que se describen aquí con las
características que les son propias.
1. La tentación de la iglesia por parte del diablo "tenebroso". Las hostigaciones
exteriores inducen a la iglesia a apartarse de la palabra de Dios.
En el comienzo, la iglesia fue atormentada por el diablo en forma humana por medio
del "ayuno", es decir, por medio de persecuciones y toda clase de vejámenes físicos
que le infligieron tanto los judíos como los gentiles. En esta persecución primera, el
diablo no esgrime contra la iglesia ninguna palabra de Dios. Solamente la lleva a una
situación en que se ve apremiada por necesidades inmediatas, y donde el unido medio
para mejorar su suerte parece ser la apostasía.
Con esta intención, el diablo le dice a Cristo, que sentía hambre después de 40 días
de ayuno: "Di que estas piedras se conviertan en pan". (Éste es el diablo que sometió a
tentaciones físicas a casi cada cristiano en particular, y luego también a toda la santa
cristiandad en general, con hambre, sed y toda suerte de males, con aflicciones, miedo
y penurias. Y con este ataque, el diablo obtuvo un éxito bastante amplio. Pues muchos
cristianos, al verse hostigados a causa de su fe, y puestos ante la alternativa de apostatar
de ella o de sufrir el martirio, dieron pasos atrás, renegando de su bautismo y de su fe.
No obstante hubo también muchos que permanecieron firmes: antes que apostatar de
su fe, prefirieron correr todos los riesgos y padecer todas las torturas, de modo que
esta primera era de la cristiandad se llama con justa razón la "era de los santos mártires",
ya que fueron muertos a millares con indecible crueldad.
La iglesia se defiende contra esta tentación aferrándose a la palabra divina.
El medio, empero, con que los santos mártires se defendieron contra los tiranos nos
lo muestra nuestro texto, donde Cristo le responde a Satanás: "No sólo de pan vive el
hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". De esta respuesta se puede

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desprender que el ataque del diablo estuvo dirigido contra la vida misma de Cristo
primero y de la iglesia cristiana después. No obstante, ellos no se empeñaron en
conservar esta vida pasajera del presente. Antes bien, hicieron frente al diablo y a su
séquito. Se opusieron a su tiranía, y dieron a entender con toda claridad que les
importaba mucho más conservar la preciosísima palabra de Dios que conservar la vida
temporal aquí en la tierra. Esta palabra no la querían perder y no querían renegar de
ella por nada en el mundo. Tras largos años de sufrimientos, esta tentación desapareció;
ello ocurrió cuando Constantino, después de su victoria sobre Licinio, prohibió las
persecuciones contra la iglesia cristiana.
2. La tentación de la iglesia por parte del diablo "luminoso". La doctrina falsa seduce a
la iglesia a apostatar de la fe.
Más a la tentación física se agrega ahora la tentación espiritual: el diablo se presenta
en forma de ángel y hace como si concordara plenamente con la palabra divina, pues
cita las Escrituras para engañar a los cristianos. El que así habla, no es aquel diablo
tenebroso, sino el diablo luminoso de los herejes. Éstos, en verdad, se habían dedicado
ya antes a mancillar a la iglesia por medio del pobre Ebión, de Marción y otros. Pero
ahora obtienen el gobierno de la iglesia el heresiarca Arrio y hombres semejantes. Al
principio se intentó reprimirlos. Pero gracias al apoyo que les prestó Constancio, el hijo
de Constantino, alcanzaron tal predominio que en toda la iglesia oriental apenas dos
obispos permanecieron firmes en la doctrina verdadera. Finalmente, Mahoma y su secta
hicieron suyos los errores de esta herejía ", convirtiendo a Cristo en un ser comprensible
para la razón humana, y constituyéndose así en una horrenda amenaza para el
cristianismo hasta nuestros días.
El pensamiento del diablo en este caso fue el siguiente: "Por muchos que sean los
cristianos que a causa de las persecuciones reniegan de su fe, sin embargo, con esto
mis planes no prosperan. La iglesia sigue creciendo. Tomaré pues por otro camino.
Vosotros los cristianos lo sufrís todo por amor a la palabra. Muy bien, aquí está la palabra,
escrita y todo: "A sus ángeles mandará acerca de ti", y "En sus manos te sostendrán,
para que no tropieces con tu pie en piedra" (Salmo 91:11, 12). Yo no soy un diablo como
aquel anterior; yo os llevo no a un lugar profano, sino a la santa ciudad, y al pináculo del
templo"— al pináculo del templo sí, pero no al templo mismo. Y en este punto, el falsario
e impostor omite las palabras: "que te guarden en todos tus caminos", es decir, en los
caminos de tu vocación a la que Dios te ha llamado. El diablo quiere llevarnos a un modo
de pensar que en apariencia concuerda con la palabra divina, pero que en realidad es
opuesto a lo que esta palabra dice en verdad; quiere enseñarnos a "tentar a Dios", como
lo expresa nuestro texto. Pues el volar por los aires, y el echarse a tierra desde el
pináculo del templo, son caminos para palomas y gorriones, no para seres humanos.
La iglesia se defiende contra esta tentación examinando cuidadosamente la doctrina.
(Para defenderse contra esta tentación sutil de Satanás se necesita un arte que nuestra
carne y sangre no domina, pues es el arte del Espíritu Santo: hay que examinar la palabra
de Dios certera y adecuadamente, y ver si el que la emplea, la emplea en forma correcta
o incorrecta. Pues también el diablo es ducho en el arte de hacer hablar a las Escrituras

en favor suyo, y lo demuestra ante el Maestro supremo, ante Cristo en persona. Por
esto, no te dejes aplastar tan rápidamente por el miedo si los espíritus facciosos y los
herejes se te lanzan encima vociferando:
"Aquí está la Escritura, aquí está la palabra de Dios, etcétera"; antes bien, enfrenta
a la Escritura con la Escritura, como lo hace Cristo al ser tentado por Satanás. Pues
precisamente los herejes, los más encarnizados enemigos de la palabra y sus más tenaces
perseguidores, hacen como si quisieran ayudar a impulsar su propagación y protegerla.
A éstos, cuando recurren a las Escrituras y tratan de corroborar y exornar con ellas sus
mentiras, hay que responderles: "No, señor; no me basta con que me digas que tienes
la palabra de Dios a tu favor; porque es preciso también que no tentemos al Señor
nuestro Dios.
Y aunque fuese en realidad la palabra de Dios lo que tú aduces en tu apoyo, habría
que ver también si no le quitaste o agregaste algo. Por esto, demuéstranos ante todo
si lo que opinas tú concuerda con lo que quiere decir el Espíritu Santo, y si aplicas la
palabra divina en forma válida. Por cierto, nuestro Señor no se enojará conmigo si yo
me rehúso a aceptar su palabra sin más ni más tal como tú la citas e interpretas; pues si
bien el diablo y todos los herejes usan la palabra con gran frecuencia, no obstante la
usan incorrectamente.
Esto en cuanto al segundo período cuando Satanás, disfrazado de ángel de luz, atacó
a la cristiandad mediante diversas herejías, turbando y confundiendo bárbaramente a
las pobres conciencias — lo cual, por otra parte, no ha de extrañarnos. Pues: ¿cómo
habría de defenderse el hombre sencillo, que posee una instrucción sólo superficial en
cosas referentes a la palabra de Dios, si oye expresiones tan elevadas como "palabra
de Dios", "nombre de Dios", "honor de Dios", etcétera? En este caso, Dios tiene que
prestarnos su ayuda especial por medio de predicadores piadosos y conscientes de su
responsabilidad, o tiene que preservar a los suyos mediante una inspiración especial del
Espíritu Santo.
De lo contrario, no hay remedio que valga, y todo está perdido. Y sin embargo, la
cristiandad aguantó y superó también este período lleno de perjuicios y peligros, de
modo que subsiste hasta el día de hoy. Gracias a la palabra de Dios y al esfuerzo de
predicadores fieles a ella, se conservó nuestra fe y confesión de que Jesucristo es
verdadero Dios, engendrado del Padre en la eternidad, y también verdadero hombre,
nacido de la Virgen María en el tiempo de este mundo.)
3. La tentación de la iglesia por parte del diablo "divino". El poder y la gloria seducen
a la iglesia a la desobediencia.
Al fin, cuando el diablo ya no podía ocultarse detrás de esta máscara por resultar
demasiado reconocible, apela en estos últimos tiempos a un medio extremo,
robusteciendo, desde hace algunos siglos, la posición del anticristo y del imperio
anticristiano. Así es como tenemos que interpretar sus palabras: "Todo esto te daré, si
postrado me adorares". Con esto, Satanás llega al colmo de la presunción, arrogándose

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plenipotencia divina. Ya no se viene con palabras de Dios, las Escrituras ya no le
interesan, sólo se dedica a echar mentiras como ésta: "Toda la gloria que ves, a mí me
ha sido entregada" (Lucas 4:6). Lanza una promesa inaudita: "Todo esto te daré", pero
con una condición: "si postrado me adorares". Sobre esto se basa ahora el gran prestigio
y la paz de la iglesia con que tanto alardean. Aquí, el que habla ya no es el diablo en
forma humana ni el diablo en forma de ángel de luz, sino lisa y llanamente el diablo
divino, que quiere ser adorado. Se levanta por encima de Dios, es decir, contra la palabra
de Dios y lo que es objeto de culto, como leemos en los escritos de Daniel y de Pablo.
La iglesia papal sucumbió completamente ante esta tentación.
Así, el diablo dispuso que se invocara a la Virgen María y a los santos, y los hizo
nuestros intercesores. Niega por una parte que Cristo es el Único que nos justifica, y
por otra parte hace del Cristo Mediador un Cristo Juez. Enseña a los hombres a confiar
en una presunta justicia humana, en reglas monacales, en obras e indulgencias. Pervierte
el evangelio y el uso de los sacramentos. Al perdón de los pecados lo hace un objeto de
burlas, hasta el extremo de atreverse a afirmar que el mero hacerse sepultar envuelto
en un hábito monacal, le asegura, a uno la remisión de los pecados.
Igualmente quiere hacer creer a la gente que la contrición, confesión y satisfacción
que ellos deben hacer, es ya de por sí el perdón de los pecados, etcétera, ¡Y qué
abominación más grande son las misas, etcétera! Todo esto no sólo lo practican, cual si
fuera lo más importante en materia de religión, en oposición a los preceptos de Dios y
el evangelio de Cristo, sino que incluso lo enseñan al pueblo cristiano, sin respeto alguno
hacia la santidad de Dios y lo que nos dice nuestra fe. ¿Cómo es posible todo esto? Es
posible a causa de la promesa:
"Todo esto te daré". Esto significa: Yo, Satanás, el señor del mundo, estaré también
contigo y te daré el dominio sobre todos los bienes que el mundo puede ofrecer. La
única condición que te pongo es: Enseña hipócritamente lo que es mentira, y deja a un
lado la fe. Tu dios sea el vientre, y seas objeto de la más esplendorosa gloria. Haz
decretos y estatutos y reglas monásticas que atentan contra los mandamientos de Dios,
contra el evangelio y la fe, y di: "¡Esto es palabra de Dios y obediencia a la iglesia!".
Afirma sin ningún escrúpulo: "Aquí está la iglesia", por más evidente que sea la
condenación y persecución de que se hace objeto a la palabra e iglesia de Dios. Haz el
intento de arrebatarle a Cristo su reino y su sacerdocio, y de arrogártelos tú mismo, para
que bajo su nombre puedas seducir y oprimir a los cristianos.
En esta forma me adorarás a mí, y yo te daré una magnífica recompensa: honores y
riquezas, y supremacía sobre emperadores, reyes y toda otra potestad en la tierra, y
además la fama de ser una iglesia llena de justicia y santidad, de modo que aun el último
de tus monjes será temido por los personajes más sabios y poderosos. Aquellos a
quienes tú les concedas el privilegio de admitirlos, habrán de prosperar, gozar de
abundancia y ser tenidos por santos; en cambio habrán de perecer aquellos a quienes
tú condenes. Escudado por tales baluartes me adorarás como al "dios de las fortalezas",
es decir, como a aquel que te protegerá contra todas las fortalezas que te ofrecen

resistencia.
Me rendirás empero piadoso culto adorando el oro y la plata, el poder y la
magnificencia. Pues yo soy el dios de los bienes de esta índole, y estoy dispuesto a
dártelos. Y una vez que yo sea el dios tuyo, ya no necesitarás la palabra de Dios, a no
ser que quieras abusar de ella a favor del "dios de las fortalezas". ¡Ah, qué bien suena
todo esto!
La iglesia se defiende contra esta tentación por medio del evangelio.
¡Hemos sufrido una caída verdaderamente espantosa! ¿O acaso no significa adorar
a Satanás y apostatar de Dios si los hombres tienen al diablo por santo, si ensalzan y
defienden las enseñanzas de los demonios, si atribuyen a estas enseñanzas el carácter
de doctrinas concordantes con la doctrina de las Escrituras, si tratan de imponerlas con
manejos hipócritas y por la fuerza de las armas, cuando estos mismos hombres en
realidad corrompen la palabra de Dios, blasfeman de ella, la niegan y la persiguen? ¿No
significa esto derribar a Dios de su trono y colocar a Satanás en su lugar? Pablo dice que
"en ' los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus
engañadores y a doctrinas de demonios, por la hipocresía de mentirosos que tienen
cauterizada la conciencia" (1ª Timoteo 4: 1, 2). Este horror, nuestra madre la iglesia ha
tenido que soportarlo; pero tenemos la esperanza de que lo dicho en nuestro Evangelio
de hoy pondrá fin a este estado de cosas.
Pues lo que Cristo dice al diablo: “Vete, Satanás", lo dice hoy también la iglesia por
medio del evangelio, ahora que el carácter del reino de Satanás ha quedado al
descubierto. En las reuniones donde se predica la palabra de Cristo es herido de muerte
aquel "inicuo" que se sienta no en las afueras del templo, sino "en el mismo templo de
Dios"; lo mata el Señor "con el espíritu de la boca de Cristo", de modo que muy pronto
será destruido del todo "con el resplandor de su venida". Mas ya ahora mismo, este
evangelio lucha contra la adoración falsa y la falsa obediencia o culto de Dios; pues repite
lo que dijo Cristo: "Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás".
En este sentido profetiza también el Salmo (72:11) acerca de Cristo: "Todos los reyes
le adorarán, todas las naciones le servirán". "Adoras" a Cristo en espíritu y en verdad
cuando confías en él conforme a las promesas del evangelio, y crees que por Cristo solo,
Dios es tu amoroso Padre. Le "sirves" empero cuando haces y procuras lo que Dios te
mandó hacer según la vocación en la cual te ha puesto, y cuando lo haces no con
intención de ser declarado hombre justo, sino para la gloria de Dios y el bien de los
demás. Con tal predicación, necesariamente tiene que desvanecerse en nuestro corazón
la doctrina anticristiana y la confianza en ella. Nuestra esperanza es, pues, que ahora
nos asiste la fe, y que los ángeles que vinieron a Jesús, se acercarán también a nosotros,
mientras que el reino de las tinieblas es arrojado a lo más profundo del infierno junto
con toda la impiedad de los mahometanos y de los papistas y cualquiera otra impiedad
que hubiere. Amén.

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Desde los inicios del cristianismo no han faltado los instrumentos de Satanás para entorpecer
el desarrollo, crecimiento y obra de la Iglesia cristiana. Para negar la perfección de la creación
de Dios, sirviendo de tropiezo con la finalidad de debilitar a los santos a través de mentiras,
manipulación de la Palabra que niega la importancia de la transformación histórica que ha
cambiado a la Iglesia.
Grandes cambios se han generado, reconocidos por la humanidad, pero con los movimientos
neoliberales al servicio de la oscuridad, Satanás poco a poco va dejando ver a sus secuaces que
se manifiestan desde la iglesia local con el objetivo de dividir y crear dudas entre los santos.
Buscadores de oportunidades personales en detrimento de la Iglesia, de la fe, despreciando el
sacrificio de Cristo, vituperando al Cristo resucitado, torciendo las escrituras para romper la
unidad y comunidad. ¡Muertos en vida, desalmados en vida! Queriendo reinterpretar a los
escritores, inspirados por el Espíritu Santo, que plasmaron en los manuscritos la verdad de Dios.
A más de cinco siglos de la Reforma, lo menos que se espera son ataques generados por
personas que en algún momento confesaron, creyeron y enseñaron la doctrina cristiana desde la
Iglesia Luterana. Se puede decir, que la Iglesia Luterana fue infiltrada por agentes del enemigo
que escalaron posición y luego se revelaron; peor aún, siguen perteneciendo en la iglesia local
o llamándose luteranos.
¿Por qué los agentes de Satanás atacan la unidad y la comunión cristiana? Esto, en cierto
momento era impensable, porque el ser humano, antes de la caída y exceptuando a nuestro
Señor Jesucristo, era perfectamente sano de cuerpo y mente. Su relación espiritual con Dios era
perfecta; la relación entre el hombre y la mujer era ideal, cada uno comprendía y observaba
cabalmente sus deberes y restricciones de su posición y se consideraban el uno al otro como un
regalo precioso de su creador; asimismo, la relación del ser humano con las demás criaturas era
de dominio y mando. Era una vida perfecta tal cual fue concebida por nuestro creador.
Adicionalmente, un ministro es una persona con formación académica, preparada para
comprender la Palabra de Dios. No es llamado al ministerio en forma apresurada.
La Iglesia Nuevamente
Atacada por Satanás
Dr. + José Gregorio Rivas.
Obispo Iglesia Católica Luterana de Venezuela.

Por ello, sorprende que de repente surjan ministros torciendo las Escrituras desde el pulpito
o altar de una iglesia local y peor aún... continúan desempeñando el oficio de ministro, pastor o
sacerdote, como aquel que solo sigue una directriz general de la institución eclesiástica que lo
respalda. En camino de perdición avanzan, arrastrando a los hijos de Dios. Su anhelo... alcanzar
a mammón. No se puede pensar en otro motivo, Satanás es el padre de la mentira. Pobre de sus
almas... hoy usadas, levantadas y luego dejadas caer a lo profundo del abismo porque Satanás
es sinónimo de traición y engaño.
Se observa en los medios de comunión como surgen “líderes religiosos” con apariencia de
siervos del Dios que perturban al pueblo santo con su reinterpretación de la enseñanza de la
iglesia. Así, hemos sido testigos a través de los medios de comunicación de expresiones que
tuercen la enseñanza. Por ejemplo, invitando al pueblo de Dios, desde el púlpito, a confesar la
fe con las palabras del credo brillante, que no se corresponde con ninguno de los credos
cristianos, confesando, enseñando:
Yo creo en un dios no binario... en Jesucristo, su hijo, que llevaba una túnica hermosa y
tenía dos padres... Yo creo en el espíritu del arcoíris, el cual rompe nuestra imagen de
una sola luz blanca y la refracta en arcoíris de hermosa diversidad...1
Ciertamente, aunque en apariencia es una iglesia cristiana, realmente es una iglesia al servicio
de Satanás porque su enseñanza es antagónica a la palabra de Dios, rompe los principios
universales del cristianismo y sustituye lo que debería ser la santidad y bendición para el pueblo
de Dios, el reconocimiento de la gloria de Dios, la fe en el sacrificio de Jesucristo por la mayor
apostasía de este año.
Las Confesiones Luteranas enseñan y sostienen unánimemente que:
Hay una sola esencia divina, la que se llama Dios y verdaderamente es Dios. Sin embargo,
hay tres personas en la misma esencia divina, igualmente poderosas y eternas: Dios
Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo. Todas las tres son una misma esencia divina, eterna,
sin división, sin fin, de inmenso poder, sabiduría y bondad, un Creador y Conservador
de todas las cosas visibles e invisibles.
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Al respecto cabe señalar que con el término personas no se refiere a modos de manifestarse
la esencia divina, sino lo que subsiste por sí mismo, tal como los padres de la iglesia han
empleado esta palabra.
Detrás de este credo, lo oculto, es la estrategia para destruir una de las mayores instituciones
de la humanidad: el matrimonio cristiano y con ello a la familia. En Génesis 2 se señala la creación
de la mujer y con ella la institución del matrimonio. Cuando Dios creó a la mujer, no lo hizo en
una relación de superioridad del hombre sobre la mujer, sino en una relación de igualdad, de
semejanza para completar la perfección de la obra creadora de Dios. La mujer es fortaleza,
compañía, complemento en un sentido muy amplio. Es una ayuda del propio Dios. Creada de
una costilla del hombre, no para dominarla, someterla o maltratarla; todo lo contrario, para
mantener una relación de semejanza e igualdad porque conforman una misma carne. Hombre y
mujer se complementan: forman la unidad perfecta de la imagen de Dios y el mecanismo
dispuesto por él para la preservación de la humanidad. Esta preservación es un objetivo a destruir
por parte de los agentes de los diablos disfrazados de santos que arrastran a multitudes a la

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perdición.
Además, está implícito, destruir la fe en el Dios verdadero para que en estos tiempos Satanás
arrebate el mayor número de almas. Los apostatas se entregan junto a sus seguidores a la
adoración de Satanás.
Hoy día, la Palabra de Dios permanece vigente y muestra lo que espera a los hijos de Dios,
de parte de los hijos de Satanás. Acertadas han sido las palabras de nuestro Señor Jesucristo:
Los expulsarán de las sinagogas [iglesias]; y hasta viene el día en que cualquiera que los
mate pensará que le está prestando un servicio a Dios. 3Actuarán de este modo porque
no nos han conocido ni al padre ni a mí (Jn 16:2,3).
Estas prácticas de creación humana están en oposición a Dios, soberano de la creación,
rompen la unión espiritual y la comunión con su creador, en la cual habían manifestado vivir y
dejan en evidencia que nunca han sido del redil santo. Cristo ayer, hoy y siempre permanece fiel
a su palabra.
En Gn 1:26-27 se relata la creación del ser humano por parte de Dios. Dos características
básicas se identifican en esta obra de Dios: (a) creado a imagen y semejanza de Dios el ser
humano y (b) con dominio sobre los demás seres vivientes. Y como todo lo que Dios había hecho
lo consideró muy bueno. Razones que producen envidia en los hijos de la oscuridad, porque el
hombre fue puesto por cabeza de la creación. He aquí la importancia de velar por las verdades
plasmadas por los escritores inspirados, para honrar desde nuestro corazón a Cristo Jesús que
dijo: “siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay
en ustedes” (1P 3:15), con la ayuda del Espíritu Santo para que nos libre caer en el error que han
llevados a muchos a la perdición por torcer el camino del Señor. Hechos de tierra por voluntad
de Dios; con aliento de vida, por voluntad de Dios.
Sin Dios, nada existe. ¡Padre santo, hágase tu voluntad! Porque “El hombre que crea tener
la voluntad de alcanzar la gracia, haciendo aquello que él es en sí mismo, agrega pecado sobre
pecado, de modo que permanece doblemente culpable”3. Acaso , “¿No saben que los malvados
no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los
adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales... heredarán el reino de Dios” (1Co 6:9,
10). ¡Resiste al diablo!
Otro elemento de cisma de la iglesia, lo representa la denominada Iglesia Católica Anglo-
Luterana (ALCC, por sus siglas en inglés) fundada en 1997 por antiguos miembros de la Iglesia
Luterana de Missouri (LCMS) y dirigida por el arzobispo Gladfelter, seguidor del Opus Dei. Entre
algunas características de la ALCC se señalan:4
Sus miembros orientados hacia el catolicismo romano.
No rechaza la primacía papal, la infalibilidad papal, la infalibilidad del Sagrado Magisterio,
entre otros.
Reconoce y acepta la fe romana como verdad absoluta, por lo que considera como obligación
de conciencia volver a Roma.
La ALCC es totalmente romanizada y enseña doctrina católica sólida, utilizando un

vocabulario luterano anglicano, corrigiendo esto último con lo primero y aceptando con
entusiasmo la verdad objetiva de todos los aspectos de la fe católica.
La ALCC trabaja con “todas sus fuerzas para “deshacer” la Reforma, porque considera que
fue un trágico error de proporciones épicas, que nunca debió suceder, e intenta restaurar la
unidad de la Iglesia según los criterios de la Iglesia Católica”.
Está comprometida a enseñar la doctrina católica y no predicará, enseñará, escribirá ni
publicará nada que entre en conflicto con el magisterio católico.
De hecho, desconocen las Confesiones Luteranas, razón por la que no deberían considerarse
luteranos. Se entiende que es solo por interés. Pero, tampoco reconocen la supremacía de la
Biblia. Está escrito que la palabra de Dios debe establecer artículos de fe y nadie más, ni siquiera
un ángel “porque al oír ustedes la palabra de Dios que le predicamos, la aceptaron no como
palabra humana sino como lo que realmente es, palabra de Dios, la cual actúa en ustedes los
creyentes” (1Ts 2:13)
En este sentido, “recibimos y aceptamos de todo corazón las escrituras proféticas y
apostólicas del Antiguo y del Nuevo Testamento como la fuente pura y clara de Israel, las cuales
forman la única norma verdadera por las que han de ser juzgadas todas las doctrinas y quienes
las enseñan”5. Es nuestro deber no interpretar y explicar estas palabras del eterno, verdadero y
todo poderoso Hijo de Dios, Creador y Redentor, de un modo diferente... según parezca
agradable a nuestra razón, sino con fe sencilla y debida obediencia aceptar las palabras tal como
rezan.
Todo cristiano debe pasar del estado pasivo al estado activo, para estar preparados porque
“su enemigo el diablo anda como león rugiente, buscando a quien devorar” (1P 5:8). Los tiempos
actuales traen tormentas oscuras para distorsionar las Escrituras. Hay predicadores y predicadoras
que anuncian a un Dios distinto al identificado en la Biblia, hay otros que desconocen
abiertamente partes de la Biblia. Diablos disfrazados de pastores, de evangelistas, de siervos de
Dios o hasta Estados que persiguen a los hijos de Dios. Ciertamente, son tiempos de tormenta
que ameritan que los cristianos nos preparemos cada vez más para resistir a los enemigos de la
obra de Dios. Somos gente de paz, armonía y amor; pero debemos prepararnos para la guerra
contra los enemigos del reino celestial.
Dios omnipotente, en el nombre de Jesucristo, concédenos la fortaleza y sabiduría para
resistir y vencer al dios de este mundo. Amén.
Notas:
1. Pastora luterana Anna Helgen. (2023). Credo LGTBI. Disponible: https://cutt.ly/qwclzSI4 [Consulta: 30, Agosto
2023]
2. Artículo I. Dios. La Confesión de Augsburgo. Libro de Concordia (1585).
3. Martín Lutero. Tesis 16. Las 95 tesis de Martín Lutero.
4. Entrevista al Arzobispo A. Gladfelter, Iglesia Católica Anglo-Luterana.(2023). La Reforma fue un trágico error de
proporciones épicas que nunca debió sucede. Disponible: https://cutt.ly/qwclzSI4 [Consulta: 30, Agosto 2023]
5. la Formula de Concordia (1577). Libro de Concordia (1585).

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Comenzar un tratado –breve por cierto- de esta naturaleza requiere de una gran y minuciosa
investigación y por ello somos consientes que no se agota en las presentes líneas, pero sí
sabemos que viene a cubrir un vacío hasta el día de hoy no cubierto con seriedad en las páginas
de Internet.
Sin abundar sobre el término exorcismo, podemos decir que la palabra original exousía
significa poder, autoridad para condenar o rechazar. De allí que fuera utilizada para manifestar el
poder sobre el mal que la Iglesia, en obediencia e imitación de la conducta de Jesús y en
seguimiento de la Gran Comisión por Él mismo otorgada a sus discípulos utiliza en el Ritual para
expulsar a los espíritus inmundos y malignos de la vida de las personas, y de su presencia en las
cosas y hasta en los animales.
El tema siempre actual de la rebelión de Lucifer en la historia divina y sus consecuencias en
la historia de la humanidad excede el objetivo de esta tarea, y sobre ello sí existen libros de
calificados autores. Baste con mencionar al Padre Gabrielle Amorth, Decano de los Exorcista en
Roma por parte de la Iglesia Católica Apostólica Romana; al Padre Fortea Cucurull en España –
seguramente el demonólogo más calificado del mundo- ; Monseñor Corado Balducci con varios
textos sobre la materia; el Lcdo. Gustavo Nicolás Curi; el Padre Muñoz Molina – nuestro querido
Padre “Paco” impulsor del Movimiento Carismático en la República Argentina- quienes analizan
con mucha claridad la batalla espiritual que Cristo libró con el diablo; el Padre Matteo La Grúa
franciscano exorcista; el médico Phippe Madre, miembro de la Comunidad de las
Bienaventuranzas; el Doctor en Teología y Filosofía Giorgio Gozzelino que se dedica al análisis
de las criaturas invisibles, esto es, los ángeles y demonios y las vicisitudes humanas.
No podemos dejar de mencionar a Mons. Emmanuel Milingo que, aunque sancionado por
el Vaticano, fue durante mucho tiempo un exorcista reconocido en el ámbito romano y gran
conocedor de la influencia satánica sobre las personas. Asimismo, entre los representantes de
las Iglesias Evangélicas hay estudiosos como Bernardo Stamateas que escribió un texto bajo el
título “Endemoniados”, John White; Frank Hammond; C. Meter Wagner que analiza los espíritus
territoriales; Alex W. Ness que hace lo propio con la transferencia de espíritus y Paolo Bottari
entre otros.
Hubo también periodistas que incursionaron en el mundo de lo invisible y espiritual como
Georges Huber con su texto El Diablo hoy ¡apártate satanás! Y otros que dentro de las
colecciones esotéricas alcanzaron renombre en la materia como Roger Baker y José Repolles.
Tratado de exorcistas y demonólogos
reconocidos en la historia de la Iglesia
Obispo Manuel A. Acuña
Arzobispo Primado de la Asociación de Iglesias Evangélicas
Luteranas Independientes Hispanoparlantes.

Cabe destacar la investigación y dedicación periodística de David Murgia –periodista
vaticanista y conductor de televisión- en Italia y de Marco Bustamante – conductor de Televisión
en ciclos dedicados al fenómeno paranormal y también a la realidad del Exorcismo, quien fuera
el responsable de la televisación del Exorcismo más importante del mundo en el año 2015
transmitido por Crónica Televisión - de Argentina: El Exorcismo de Laura.
Por supuesto, insistimos no se agota aquí el listado de autores e investigadores que han
incursionado en el tema pero sirva la presente mención para orientar a los que buscan llevar
adelante un serio estudio sobre la Demonología y el Exorcismo. Dicho lo cual trataremos ahora
de afrontar la difícil tarea de hacer un recorrido por los nombres de algunos de ellos que en la
Historia de la Iglesia Cristiana han dejado ejemplares señales de su compromiso en la batalla
contra el maligno.
Nuestro Señor Jesucristo: Divino Exorcista que a través de los Evangelios nos muestra todo
Su Poder y Autoridad en la expulsión de demonios. Cabe destacar que en el Evangelio de San
Marcos como también en el de San Lucas, su primer milagro es un exorcismo. En general, en los
Evangelios Sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) los espíritus demoníacos se asocian básicamente
con un tipo específico de aflicción que se acompaña de violentos síntomas físicos, descritos en
sus narraciones. Contrariamente a los magos de su tiempo, Cristo no usa técnicas especiales sino
solamente Su Palabra de Poder y su mandato de expulsión. Es un decreto divinamente autorizado
el que sale de Su Boca sin ser necesario el contacto físico con el endemoniado. Cada encuentro
con los endemoniados nos deja ver que Jesús conocía que eran agentes bajo las órdenes de
satanás. La expulsión de los demonios es un signo de la venida del Reino de Dios. Aunque sus
discípulos y muchos de los que rodeaban a Jesús no se dieron cuenta de ello, los mismísimos
demonios sí lo hacían y se aterrorizaban ante Su Presencia. Tal es el caso del endemoniado de
Gerasa, que fue conocido como Legión – pues eran muchos habitando dentro de aquel hombre-
y que piden a Cristo que les permita quedarse en una piara de cerdos y al hacerlo, todos los
cerdos se arrojan al vacío.
Es también un dato curioso que este exorcismo habilitara al pobre hombre antes
atormentado por los demonios como el primer misionero de la historia de la Iglesia, pues le pide
a Jesús que lo deje acompañarlo, pero el Señor le dice que vaya a los suyos y cuente lo que ha
sucedido. Afirmamos que por los términos utilizados en los Evangelios, Cristo distingue muy bien
un exorcismo de una enfermedad y queda claro que no confundía uno con otro: “Cuando llegó
la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los
endemoniados; y toda la ciudad se agolpó a la puerta. Y sanó a muchos que estaban enfermos
de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios,
porque le conocían” (Marcos 1.32-34). Baste este comentario para tirar por tierra la opinión de
algunos que insisten en que en el tiempo de Jesús todo se adjudicaba a un demonio. El mismo
Mandato de Cristo a sus discípulos en lo que conocemos como la Gran Comisión expresa lo
siguiente: “Y éstas señales seguirán a los que creen: En Mi Nombre echarán fuera demonios;
hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes y si bebieren cosa mortífera, no les
hará daño, y sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán” (Marcos 16. 17-18). Es Voluntad
del mismo Dios que sigamos, en el cumplimiento de Su Mandato, librando Batalla con Aquel
que fue vencido en la cruz y que aún quiere atormentar a Sus hijos, en la práctica del Exorcismo,
la Imposición de Manos y la Oración de Intercesión.
San Miguel Arcángel: Exorcista Celestial. Así lo reconoce la Biblia al revelarnos la expulsión
de satanás del cielo por parte de este Arcángel. “Después hubo una gran batalla en el cielo:
Miguel y sus ángeles luchan contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no
prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la

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serpiente antigua, que se llama diablo y satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a
la tierra, y sus ángeles fueron arrojado con él.” (Apoc. 12.7-9)
Además, San Miguel Arcángel defiende a la Iglesia en todo tiempo y acompaña al Pueblo
de Dios, tal como se relata en el Libro de Daniel 12.1: “En aquel tiempo se levantará Miguel, el
gran príncipe que está de parte de tu pueblo.”
Asimismo, la Carta del Apóstol San Judas en el Nuevo Testamento menciona a San Miguel
peleando con el diablo por el cuerpo de Moisés y lo dice con estas palabras: “ Pero cuando el
arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés…” (Judas
1.9).
Es el único arcángel mencionado como tal en la Sagrada Biblia y probablemente sea su voz
la que escuchemos en la Segunda Venida del Señor, según relata la Primera Carta de San Pablo
a los Tesalonicenses 4,16: “Porque el Señor mismo con Voz de mando, con Voz de Arcángel, y
con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero”.
El libro de Enoc también nos menciona al Arcángel cuyo nombre es ¡quién como Dios!
En el Ritual de Exorcismo hay infaltables letanías al Arcángel San Miguel, que preside la lucha
espiritual en el Nombre de Dios.
El Profeta Elías: En el Antiguo Testamento reconocemos a este tremendo exorcista cuyo
nombre significa “Mi Dios es Yahvé”. Vivió en el siglo IX A.C. y de él se habla en los capítulos 17
a 21 del Primer Libro de los Reyes y los dos primeros capítulos del Segundo Libro de los Reyes.
Según la misma Biblia, Elías nace en Tiscbé y de ahí que se le diga Elías Tisbita, por su lugar de
origen, al oriente del Río Jordán.
Es presentado muy claramente en el texto del Eclesiástico, compuesto en hebreo hacia el
año 197 A.C. para reafirmar la fe de los judíos en la Diáspora. No es considerado canónico por
una parte de la tradición judía, pero contiene mucha enseñanza sobre la sabiduría, la sensatez y
la prudencia. En la traducción de la Biblia de Nuestro Pueblo, correspondiente al texto de la
Biblia del Peregrino, esto se nos dice sobre Elías en el Capítulo 48.1-11: “Entonces se alzó como
fuego un profeta cuyas palabras eran horno encendido: les quitó el sustento del pan, con su celo
los diezmó; por orden de Dios cerró el cielo e hizo que cayeran tres rayos. ¡Qué terrible eras
Elías! ¿Quién se te compara en gloria? Tú resucitaste un muerto sacándolo del Abismo por
voluntad del Señor; hiciste bajar reyes a la tumba, nobles desde sus lechos; ungiste reyes
vengadores y nombraste un Profeta como sucesor. Escuchaste en el Sinaí amenazas y sentencias
vengadoras en Horeb. Un torbellino te arrebató a la altura, tropeles de fuego hacia el cielo. Estás
reservado para el momento de aplacar la ira antes de que estalle, para reconciliar a padres con
hijos, para restablecer las tribus de Israel. Dichoso quien te vea antes de morir y más dichoso tú
que vives.”
Los Apóstoles de Nuestro Señor Jesucristo y los Setenta y Dos Discípulos: así dice el
Evangelio de San Lucas en el capítulo 10, primer verso: “Después de esto, designó el Señor a
otros setenta y dos y los envió por delante, de dos en dos, a todas las ciudades y lugares adonde
pensaba ir.” Y en el verso 16 del mismo capítulo dice a sus discípulos: “Quien a vosotros escucha
a mí me escucha; quien a vosotros os desprecia a mí me desprecia, y quien a mí me desprecia,
desprecia al que me envió”. De este modo, el mismo Señor Jesucristo se identifica con sus
Apóstoles y Discípulos, otorgándole la autoridad para expulsar demonios en Su Nombre. Al
retorno de su misión, esto nos dice el Evangelio de Lucas 10: “Volvieron los setenta y dos muy
contentos y dijeron: Señor, en tu Nombre hasta los demonios se nos sometían. (Jesús) les
contestó: Estaba viendo a satanás caer como un rayo del cielo. Mirad, os he dado poder para
pisotear serpientes y escorpiones y sobre toda la fuerza del enemigo, y nada os hará daño. Con
todo, no os alegréis de que los espíritus se os sometan, sino de que vuestros nombres están

registrados en el cielo” (10. 17-20) de este modo, se inscriben los Apóstoles y Discípulos en la
historia como exorcistas, teniendo el Señor el cuidado de decirles que más importante que todo
lo demás es estar alineado con la Voluntad del Padre, que tiene sus nombres escritos en el Libro
de la Vida.
San Pablo: Una mención especial merece el Apóstol San Pablo, quien sin ser un seguidor
inmediato de Nuestro Señor Jesucristo, tiene un encuentro con Él camino a Damasco y a partir
de aquel momento se convierte en el Apóstol de los Gentiles, es decir, de los paganos.
Saulo era de la tribu de Benjamín (una de las doce tribus de Israel) y vivía en la ciudad de
Tarso de Cilicia. En el año 18 decide hacer un viaje a Jerusalén en barco para escuchar las doctas
enseñanzas del prestigioso maestro Gamaliel, jefe de la escuela de Hillel, miembro destacado
del Sanedrín y rabino muy famoso. No se sabe a ciencia cierta a dónde marchó Saulo luego de
terminar sus estudios en Jerusalén, lo cierto es que cuando tenía 30 años vuelve a la ciudad
santa. Esto ocurrió luego de la Resurrección de Jesús, sin embargo, cuando volvió era ya un
fariseo exaltado que perseguía con toda saña a los cristianos para entregarlos a la muerte. Luego
del martirio de San Esteban, el primer mártir cristiano, que era Diácono de la Iglesia naciente,
Saulo pasaba su tiempo persiguiendo a los cristianos para encarcelarlos.
La historia de San Pablo es tan rica en contenidos que su conversión camino a Damasco va
a marcar el comienzo de uno de los Ministerios más grandes en la Historia de la Iglesia. Hoy su
día se celebra junto al de San Pedro, pues ambos se consideran columnas de la Iglesia. Luego
de recibir el Espíritu Santo, Saulo – que ahora se llamará Pablo- también recibe el poder de
realizar exorcismos y lo vemos claramente en la Santa Biblia en el capítulo 16 del Libro de Los
Hechos de los Apóstoles a partir del verso 16: “Una vez que nos dirigíamos a la oración nos salió
al encentro una criada que tenía el don de adivinar y, diciendo la fortuna, procuraba buenas
ganancias a sus dueños. Caminando detrás de Pablo y de nosotros gritaba: - Estos hombres son
siervos del Dios Altísimo y nos predican el camino de la salvación.
Esto lo hizo muchos días, hasta que Pablo, cansado, se volvió y dijo al espíritu: - En Nombre
de Jesucristo te ordeno que salgas de ella. Inmediatamente, salió de ella.” Recomendamos la
lectura de todo el Libro de los Hechos de los Apóstoles, que está escrito por San Lucas, médico
personal de Pablo y que relata la historia de la Iglesia desde la Ascensión de Nuestro Señor Jesús
hasta aproximadamente el año 70 de nuestra Era. En este Libro de la Biblia encontramos los
primeros pasos de la Iglesia y el ardor apostólico por hacer presente la Palabra de Dios al mundo
de los paganos. Misión ésta que el propio Cristo encomienda al Apóstol Pablo. Gran cantidad
de Cartas escritas por este Apóstol de los Gentiles se encuentran en la Sagrada Escritura.
Los Padres Apostólicos: La Didajé fue puesta como primera obra de la colección de los Padres
Apostólicos. Ellos tuvieron directa relación con los Apóstoles: San Clemente Romano, tercer
Obispo de Roma (92-100);San Ignacio, elegido Obispo de Antioquia en Siria en el año 79 y
martirizado en Roma en el 107; San Policarpo, Obispo de Esmirna, que vivió entre los años 99 y
155 y Papías de Hierápolis en Frigia, contemporáneo de San Policarpo.
La Didajé tiene autor anónimo. La carta de Bernabé, erróneamente atribuida al compañero
de misiones de San Pablo, es un escrito de finales del siglo I.
Con el nombre de Padres Apostólicos se entiende el grupo de escritores y escritos
pertenecientes a la segunda mitad del I siglo o la primera mitad del II siglo, que incluye también
la carta a Diogneto que difícilmente se puede considerar escrito antes del año 160. Por eso, los
Padres Apostólicos son el eslabón inmediato de la cadena de luz que a través de los Apóstoles
se unen directamente con el Señor Jesucristo y de allí que se le den a sus palabras un acento
único que en los posteriores no se pudo mantener. Es un privilegio contar con esta colección en
la Biblioteca del cristiano y especialmente del investigador de la historia del exorcismo, los

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exorcistas importantes y el estudio de la demonología.
Estos textos hablan especialmente de los Sacramentos del Bautismo, la Reconciliación –
conocido antes como Penitencia- y la Eucaristía, centro este último de la vida cristiana y que tiene
su lugar en la Celebración de la Santa Misa. Pero no faltan consideraciones sobre el maligno y
las tentaciones que demuestran que los Padres Apostólicos tenían conocimiento de la batalla
contra el mal y la forma de combatirlo.
Quiero destacar aquí de la Carta de Bernabé su apartado “sobre el maligno” que reza así:
“Porque los días son malos y el poder está en manos del Maligno, deber nuestro es, solicitar el
perdón atendiendo a nosotros mismos. Ahora bien, auxiliares de nuestra fe son el temor y la
paciencia, y aliados nuestros, la largueza de alma y la continencia. Quedando estas virtudes sin
mancha delante del Señor, con gozo las acompañan la sabiduría y entendimiento, la ciencia y el
conocimiento. Debemos hermanos, andar con toda diligencia en lo que corresponde a nuestra
Salvación, no sea que el maligno, logrando infiltrarse por el error, nos arroje, como piedra de
una honda, lejos de nuestra vida. Recordémoslo, no sea que, echándonos a descansar como
llamados, nos durmamos en nuestros pecados, y el maligno, tomando poder sobre nosotros, nos
empuje lejos del Reino del Señor.”
El camino de la disciplina espiritual y la vigilancia interior resultan herramientas para combatir
la presencia satánica en la vida del creyente.
“El Pastor” de Hermas presente en esta colección divina dice en el apartado sobre las
tentaciones: “…el diablo anda detrás de todos los siervos de Dios para tentarlos. Ahora bien,
los que están llenos de fe la resisten valerosamente y él se retira de ellos, pues no tiene poder
por donde entrar. Entonces (el diablo) acude a los medio vacíos, y como tiene lugar, se mete en
ellos y hace lo que quiere, y se convierten en desgraciados, en esclavos suyos.”
Es hora aquí de hacer una clasificación de los Padres de la Iglesia: En orden a su antigüedad,
identificamos tres períodos:
El de los Padres Apostólicos, quienes vivieron en el siglo I y parte del II, y que fueron
discípulos de los apóstoles.
El de los Padres Apologistas, quienes vivieron desde mediados del siglo II hasta finales del
siglo III.
Finalmente, "La Edad de Oro de los Padres", que es el período comprendido entre el siglo
IV y el VIII. (Padres Orientales o Griegos y Padres Occidentales o Latinos)
La importancia de estas etapas muestra la evolución en la comprensión del Evangelio y su
defensa en tiempos en que la Iglesia Naciente combatía contra las fuerzas del Mal que, aunque
derrotadas en la Cruz por la Pasión y Muerte del Señor Jesús, seguían hostigando al creyente y
a la Iglesia toda.
Acompañamos aquí un breve cuadro sobre los principales Padres Orientales y los principales
Padres Occidentales y su aporte a la defensa y crecimiento de la Fe Cristiana.
Especial mención debemos hacer de los Padres (Abas) y Madres (Ammas) del Desierto, que
en su incansable lucha contra las pasiones fueron también reconocidos/as como Exorcistas a lo
largo de la historia de la Iglesia.
Conocidas son las batallas de san Antonio Abad contra el demonio, en las que vencerá no
sin esfuerzo. Cabe destacar que las mujeres y los hombres del Desierto, buscadores de una vida
que fluya llena de Gracia Divina, libraron el combate en el territorio del enemigo: el desierto.
Siempre lugar inhóspito, donde se decía habitaba el Maligno. Lugar al que fue llevado por el
Espíritu Nuestro Señor Jesucristo a librar la batalla antes de su Ministerio público y donde vence
al mismísimo diablo en combate luego de cuarenta días de ayuno.
A imitación de Él, estos valientes conocidos como los primeros monjes (aquí la palabra

equivale a monos=uno; es decir, los que buscan ser uno consigo mismo y con la voluntad de
Dios) de ambos sexos se trasladaron y vivieron vidas de sacrificio con el solo objeto de combatir
al Malo y poder así alcanzar el esplendor de la Gracia prometida por Dios.
Cabe destacar que para ellos, la Palabra de Dios no era un libro de doctrina, sino un libro de
sanidad. Sanidad interior de las pasiones, sanidad de todo el ser que encuentra en cada consejo
del Señor una exigencia para el alma fiel.
Con ellos, que no esquivan el Desierto aprendemos que todo aquel que lo evade, transforma
su vida en desierto. Por eso, las Madres y los Padres del Desierto no están en soledad completa,
sino en compañía del Espíritu Santo que los inspira y los sostiene en su vocación. Otros, que
viven el desierto en las ciudades, los visitaban en busca de consejo y orientación para sus vidas.
Así, era frecuente ver llegar a los peregrinos – a pie o en barco- para escuchar alguna palabra de
sabiduría que salía de la boca de estos Maestros espirituales.
Entre ellos, podemos destacar a Evagrio Póntico de quien Wikipedia nos enseña:
Evagrio Póntico, o Evagrio el Monje, también apodado El solitario (345-399) fue un monje y
asceta cristiano. Era muy conocido por sus cualidades de pensador, escritor y orador.
Nació en una familia cristiana en el pequeño pueblo de Ibora, en la provincia romana del
Ponto. Comenzó su carrera en la Iglesia, al ser nombrado lector por Basilio el Grande.
Posteriormente, el hermano de éste, Gregorio de Nisa, lo ordenó diácono.
La vida mundana de Constantinopla y sus atracciones fueron una tentación para Evagrio. Un
sueño premonitorio impulsó su partida hacia Jerusalén. Allí vivió un tiempo en casa de una ilustre
romana conocida como "Melania la Anciana".
Muchas dudas asaltaron a Evagrio durante ese tiempo. Una grave enfermedad, que significó
una señal divina para él, lo hizo decidir partir a Egipto, estableciéndose un tiempo en el desierto
de Nitria y posteriormente en Kellia ("Las Celdas"), donde vivió hasta su muerte.
Divulgó el hesicasmo, tradición inicialmente eremítica de plegaria que se mantiene dentro
del rito bizantino practicada para mantener la quietud. La práctica del hesicasmo se mantiene
aún en el Monte Athos y otros monasterios ortodoxos. La mayor parte de los textos atribuidos a
Evagrio Póntico se encuentran en la recopilación canónica llamada Filocalia.
Fue el autor de la primera lista de pecados capitales que se conoce, denominados por él
vicios malvados. En lugar de siete, como varios siglos después instauró San Gregorio Magno,
los pecados nombrados por Evagrio Póntico eran ocho: gula o gastrimargia, lujuria o fornicatio,
avaricia o philargyria, tristeza o tristitia, vanagloria o cenodoxia, ira, orgullo o superbia y apatía o
acedia.
Evagrio entendió que sólo aquel que puede “hablar” con sus demonios es capaz de exorcizar
los demonios. De aquí se desprende que la tarea de un Exorcista no es simplemente recitar un
Ritual más o menos antiguo, sino llevar un estilo de vida que lo mantenga alerta contra todo
pecado. Entre las obras magníficas de este Monje del Ponto – que cuenta todavía con escritos
no traducidos a nuestro idioma- merece ser destacado el Anthirretikón o libro de las refutaciones,
donde nuestro escritor toma partes de los libros bíblicos del Antiguo Testamento, especialmente
Proverbios y Salmos para refutar las pasiones humanas y los llamados – posteriormente – pecados
capitales. El aprecio que alcanzó este libro que recién en el año 2010 tuvo su primera traducción
al castellano, marcó mucho de la espiritualidad de Occidente.
Puede considerarse a Evagrio el primer monje y terapeuta de la historia de la Iglesia, al decir
del mismo Padre Anselm Grün que nos lo dá a conocer en varios de sus libros.
La realidad del mal se transforma en verdadera batalla interior para exorcizar los demonios
internos que tanto nos quieren apartar del fluir de la vida. Pues la gran pregunta era: ¿Qué es
aquello que impide que la Vida fluya en mí? La respuesta a esa pregunta nos señalará el pecado.

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Remarco este concepto del pecado como un impedimento a la vida sana que fluye en nosotros,
pues espiritualidad va a ser sinónimo de vida sana y todo lo que nos aparta de ella es considerado
pecado. Sanidad y santidad, en la tradición del Antiguo Testamento como en la vida de estos
gigantes de la espiritualidad, son sinónimas.
Tomamos a este gran monje que fue prohibido durante siglos en la historia de la Iglesia por
no interpretarse la profundidad de sus conceptos y la elevación de su conocimiento de la vida
espiritual y gracias a Dios custodiado en los Monasterios, leído en secreto y estudiado en círculos
selectos, pues es un clarísimo ejemplo de un Exorcista de todos los tiempos por su estilo de vida,
su austeridad y cuidado y su permanente oración.
Cabe destacar que en la República Argentina, la Primer Escuela de Exorcismo y Liberación
que existe y está fundada por la Iglesia Carismática Luterana Independiente lleva su nombre.
Así como han quedado testimonios magníficos de las sentencias de los Padres del Desierto,
también podemos encontrar (aunque con mayor dificultad para el estudioso) los Apotegmas de
las Madres del Desierto. Ciertamente, en la Santa Biblia ya encontramos la mención de mujeres
ejemplares como: Sara, Raquel, Rebeca, Débora, Judit, Susana, madre de los Macabeos (texto
deuterocanónico), y otras.
Nuestro Señor Jesucristo, superando la educación recibida, atiende con mirada divina a la
mujer y cambia radicalmente hacia una postura de respeto hacia sus contemporáneas y las
narraciones de los Evangelios muestran esta relación respetuosa con ellas: María Magdalena,
Marta, María hermana de Lázaro, la Samaritana, la hemorroísa, la sirofenicia… con todas muestra
una ruptura y una mentalidad diferente a la de los hombres de su tiempo. Él se hace próximo a
las mujeres.
Entre las Cartas Apostólicas, encontramos a San Pablo en una excelente narración que nos
habla de la igualdad entre el hombre y la mujer: “Ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni
hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Ga. 3.28).
Aún así, varios textos aparecen contradictorios respecto de la mujer y su participación en la
Iglesia primitiva. Podemos reconocer a ciertas mujeres cristianas perteneciendo a un grupo, por
ejemplo: las viudas, que pasan a ser sujeto de apostolado, de caridad. Esto pasa con las viudas
mayores, pues a las más jóvenes se les aconseja que se vuelvan a casar. Como muestra los
invitamos a leer la Primera Carta del Apóstol san Pablo a Timoteo 5.9-13.
Más tarde, Ignacio de Antioquia va a mostrar cierta confusión al hablar de las “vírgenes
llamadas viudas” y otras veces con las Diaconisas. Estas últimas forman una verdadera institución
en la Iglesia y como ministerio femenino bien reconocido.
Los escritores eclesiásticos e los siglos III y IV hablan de las viudas como de un grupo
aceptado en todas las Comunidades. En Documentos como la Didascalia y las Constituciones
Apostólicas ya se reconoce su trabajo institucional a pesar de ciertas limitaciones. Su trabajo se
enfoca en la atención del enfermo, de los necesitados y sobre todo, a la oración.
La mujer Diaconisa aparece con un estatus bien definido, especialmente en Oriente, con el
Ritual de Imposición de Manos y, seguramente, acceso al Sacerdocio. Con frecuencia el Obispo
escoge a las Diaconisas de entre las viudas y las vírgenes de gran virtud. Cualquier falta a su
consagración era considerada una profanación. En la Didascalia, el Obispo recuerda los deberes
pastorales de las Diaconisas. El hombre Diácono ejerce su ministerio entre los hombres, mientras
que la mujer Diaconisa lo hace entre las mujeres de su Congregación. El nombramiento era
proporcional a la cantidad de miembros masculinos y femeninos de la Congregación. Su función
llegó en ciertos casos a asumir el papel de jueces entre las mujeres y la jerarquía de la comunidad.
Occidente no camina con la misma apertura espiritual y en el caso de la Iglesia Católica
Romana, deja completamente de lado la figura de las Diaconisas hasta el presente siglo XXI.

Cabe destacar que el actual Obispo de Roma, Francisco, ha creado una Comisión para el estudio
de la posible Ordenación de Diaconisas en la Iglesia Católica Romana. Un feliz avance por cierto.
Las Comunidades Carismáticas, cada día más atentas a la Voz del Espíritu Santo, reconocen
este Ministerio Eclesiástico y hasta el acceso al Sacerdocio de la Mujer. Todo lo expuesto no
agota el tema de la participación de la mujer en la Iglesia, que requiere un espacio distinto a
éste y que es tema de debate actual, pero baste como simple introducción al tema del respeto
que en los primeros tiempos se ha tenido a la mujer y que tiene que ver con las Madres del
Desierto. Tan animado por sus vidas han sido los creyentes de los primeros siglos que hasta
queda como muestra de ello la Vita Macrinae (325-380), ejemplo de ascetismo y virtud femenina
en el cristianismo del siglo IV en Asia Menor. Su vida fue escrita por Gregorio de Nisa. Bueno,
muchos más textos y ejemplos excelentes de vidas virtuosas de mujeres influyentes en la
espiritualidad cristiana podríamos mencionar, pero me limitaré – a mi pesar y por las razones de
este estudio- a algunos de los Apotegmas de estas Madres santas para que comprobemos que
entre ellas había verdaderas guerreras contra el Maligno.
Su campo de batalla, como el de los anacoretas varones, es el corazón. Sin ningún otro
estímulo humano, emprenden la batalla para ganar la paz del corazón. Victoria que es la más
hermosa de todas, pues entonces el corazón se transforma en fuente de luz y de paz. El silencio
se transforma en escucha, todo le habla a su alrededor y él y ella hablan con todo: su palabra es
comunicación, ha alcanzado la perfección de su ser logikós, es decir, persona dotada de palabra,
capaz de diálogo.
Las Ammas hacían seguimiento de la vida espiritual si se lo pedían y en esto se adelantan a
los terapeutas modernos y por supuesto, son el inicio de la Dirección Espiritual y Consejería
Espiritual. De esos diálogos en muchos casos quedaron estos Apotegmas que aquí señalaremos
brevemente.
Amma Sinclética: fue una de las más famosas de la Iglesia del siglo IV y decía: “Debemos
estar bien armados contra los demonios. En efecto, ellos vienen de fuera y quieren entrar dentro
de nosotros, y el ala, como una nave, a veces se ve invadida por grandes olas y otras veces se
hunde a causa de la sobrecarga. Así ocurre también con nosotros, o nos perdemos por los
pensamientos que alimentamos en nuestro interior o por los pecados que cometemos. Así que,
según sea el caso, es necesario vigilar los ataques que vienen del exterior de la persona, y destruir
las malas hierbas internas.”
Y también dijo: “Es necesario estar atentos: es a través de los sentidos, también contra
nuestra voluntad, como entran los ladrones. ¿Cómo puede una casa no teñirse del humo negro
que entra de afuera si tiene las ventanas abiertas?”
Hacia el año 480 encontramos a Amma Teodora que decía: “satanás es como un tejedor,
construye su tela con los hilos que tú le traes”.
Un día Amma Teodora le preguntó a Ama Sinclética: “¿Por qué la lucha de los demonios
contra nosotras es tan fuerte?”. “Porque a veces somos débiles en aquello que es el principio
de todas las virtudes: la búsqueda de la paz unida al silencio y la perseverancia”.
Amma Sarra (poco sabemos de ella, sólo que vivió sesenta años en el desierto de Alejandría,
en la parte oriental del Nilo y que es considerada con Amma Sinclética precursora de la vida
solitaria en la regla inglesa de las Mujeres Eremíticas del siglo XIII) y se cuenta que otra Amma
de nombre Matrona le dijo: “haz demostrado una maravillosa y gloriosa paciencia, que glorifican
los ángeles y los diablos tiemblan ante tu nombre”.
La gran tarea exorcística de las Ammas del Desierto estaba en favorecer el autoconocimiento
y el conocimiento del otro, con el sólo objeto de vivir y enseñar a vivir alerta contra las asechanzas
del diablo. Grandes terapeutas y místicos/as que merecen ser revalorizados y revalorizadas no

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solamente en la Historia de la Iglesia Cristiana sino también en la práctica de la virtud que aleja
todo mal.
Avanzando en el tiempo encontramos al reconocido fundador del Monacato Occidental
nacido en Nursia en el año 480 y fallecido en Montecasino en el año 547: San Benito. Su vida
fue escrita por San Gregorio Magno (540-604) y merece una pormenorizada lectura.
En relación directa con san Benito (aunque no puede asegurarse de su autoría) está la Medalla
que lleva su nombre y que es una herramienta reconocida entre los Exorcistas.
Esta Medalla de un lado lleva la imagen del Santo Patriarca y del otro lado una inscripción
que rodea una cruz. Son letras iniciales de una oración que traducida al castellano dice así: La
santa cruz sea mi Luz, no sea el demonio mi guía. ¡Apártate satanás! No sugieras cosas vanas,
pues maldad es lo que brindas. Bebe tú mismo esos venenos.
El lado de la cruz suele estar encabezado, o por el monograma del salvador: IHS o por la
palabra PAX. En los cuatro ángulos de la Cruz se encuentran grabadas las siguientes iniciales:
C.S.P.B. que significan: Cruz del santo Padre Benito, las cuales son como un anuncio de la
pertenencia de la Medalla y no forman parte del Exorcismo, que por cierto está completo en la
Oración precedente.
Cabe destacar que en 1647 en Baviera y por causa de un proceso de brujería seguido a unas
mujeres en Natternberg la Medalla alcanza difusión, pues estas mujeres dijeron que no habían
podido dañar a la abadía benedictina de Metten, porque estaba protegida por el signo de la
Santa Cruz. Se buscó entonces en el Monasterio y se encontraron pintadas antiguas
representaciones de esta cruz, con la inscripción antes explicada, la que siempre acompaña a la
Medalla. Pero esas iniciales misteriosas no pudieron ser interpretadas, hasta que, en un
manuscrito de la biblioteca, iluminado en el mismo monasterio de Metten en 1414 y conservado
hoy en la Biblioteca Estatal de Munich, se vio una imagen de San Benito, con esas mismas
palabras. Un manuscrito anterior, del siglo XIV y procedente de Austria, que se encuentra en la
biblioteca de Wolfenbüttel, parece haber sido el origen de la imagen y del texto.
La Cruz de san Benito es señal de la protección de Dios y, como dice el Abad Martín de
Elizalde: donde está la gracia divina, no se puede aproximar el demonio.
En el antiguo santoral visigodo – recordemos que una de las características más intensas de
la religiosidad del medioevo fue el culto a los santos- se encuentra la figura de un Monje de
nombre Emiliano (474-574 aproximadamente) que después de la invasión musulmana fue
conocido por San Millán de la Cogolla. San Braulio (cc.585-651), entre los años 635 y 640 escribió
la Vita Sancti Emiliani con las noticias que le proporcionaron sus hermanos Fronimiano y Juan,
este último antecesor suyo en la Sede Episcopal de Zaragoza.
Según esta obra, Emiliano, siendo pastor, fue en busca de un eremita llamado Félix y, una
vez iniciado por éste en la vida espiritual, se retiró a Berceo. El Obispo de Tarazona, conocedor
de su vivir virtuoso, le ordenó sacerdote y le confió la Iglesia de dicho lugar de Berceo, pero él
vendió todos los bienes parroquiales, en vez de administrarlos, y los repartió entre los pobres.
Algunos clérigos lo denunciaron por esto al Obispo y éste le depuso. Se retiró entonces de nuevo
a hacer vida solitaria, vivió muchos años y a su muerte ocurrieron junto a su tumba varios milagros,
entre ellos: ¡libra del diablo a hombres y mujeres posesas!
Lo traigo como hecho destacado a estas líneas pues en mis estudios e investigaciones no he
encontrado a otro sacerdote que, ya fallecido, oficiara de Exorcista para aquel que se acercara
aquejado por el mal hasta su tumba.
El tiempo de la Inquisición dio lugar a terribles actos en nombre de Dios, pues se veía al
demonio en todas partes (y por cierto esto fue una estrategia del propio satanás, como hoy lo
es que se niegue su existencia, ambos extremos inspirados por él). De aquella época y en el

propio parlamento de París tuvo su protagonismo sanguinario, por cierto Jean Bodín (1530-1596).
Profesor de la Universidad de Tolosa, célebre jurista –aunque parezca increíble- escribió doce
obras entre las que se destacan su República y su Demonomanía de las Brujas.
Bodín consideraba que las niñas de seis años podían ser ya culpables de brujería y no vaciló
en recomendar la tortura de niños e inválidos. Fue uno de los primeros que dio una definición
legal de las brujas, en los siguientes términos: “es una persona que, conociendo las leyes de
Dios, trata de establecer, mediante acciones diversas, un pacto con el diablo.” Un “demonólogo”
verdaderamente poseído.
Martín Antonio del río (1551-1608): Jesuita y famoso exorcista de origen español. A pesar
de su gran erudición estaba firmemente convencido de que era cierto casi todo lo que se decía
sobre los demonios, hechiceros y brujas y esto le originaba un odio profundo.
Del Río es autor de la enciclopedia Disquisitiorum Magicarum, que contribuyó a reavivar en
líneas generales los conceptos del Malleus Maleficarum (Martillo de Brujas) y ayudó sin duda a
la condena de muchas de éstas.
La obra titulada Malleus Maleficarum fue escrita por los Inquisidores Jacob Sprenger y
Heinrich Kramer y publicada en Colonia en el año 1486. Se supone una interpretación de la
Encíclica Summus Desiderates Affectibus, promulgada por el Papa Inocencio VIII. La obra se
divide en cuatro partes.
En la primera se establece una definición de la brujería y la herejía; la segunda trata acerca
de los embrujamientos y los conjuros; la tercera trata acerca de los métodos que se deben utilizar
para combatir estos maleficios, bien por medio de la Inquisición de la Iglesia, por instituciones
civiles, etc.
Se dan además, reglas para los interrogatorios y las torturas a fin de obtener las declaraciones.
La cuarta y última parte de este triste libro trata de la forma de hacer los exorcismos y expulsar
a los demonios que poseen a las personas.
Cabe destacar que este libro fue aceptado prácticamente en toda Europa como un Manual
para los “tribunales” en orden a las persecuciones y asesinatos de personas acusadas de brujería.
Jacobo I de Inglaterra: En el año 1603 y luego de escribir su célebre Demonología, incluyó
como delito el pacto con satanás y fue durísimo en su persecución contra las brujas y
hechiceras/os.
La primera acusada de esta práctica fue Janet Wishart, a la que imputó, entre otras cosas,
haber despedazado a un ahorcado, haber provocado una fuerte y perjudicial tormenta y causar
la muerte de un hombre. Se le condenó a morir ahorcada, junto con veinticuatro personas más.
Curiosamente, en el siglo XX, Inglaterra va a dar lugar a la figura más grande del satanismo
que fue Aleister Crowley, amparado en sus prácticas y que fue conocido como La Bestia. Crowley
fue fundador de una de las sectas satánicas más grandes que hoy tiene presencia en el mundo
y que hacen de Inglaterra la capital del satanismo. Inspirador además de Andréu la Vey fundador
de la “iglesia de satanás” en los Estados Unidos de Norteamérica.
Giovanni Lorenzo Ananía: Creía – como muchos en su tiempo, pues formaron una escuela-
que los brujos sostenían relaciones carnales con súcubos durante el aquelarre, y las brujas, con
íncubos. Es autor en el año 1581 de la obra De Natura Daemonium.
El aquelarre es una reunión de brujos y brujas y los incubos y súcubos son espíritus inmundos
que acceden sexualmente a las personas.
Roberto Francisco Rómulo Bellarmín (1542-1621). Famoso exorcista y teólogo jesuita que
llegó a cardenal. Durante su época se hallaba muy extendido el temor de que viniera al mundo
el Anticristo. Este sacerdote afirmaba, junto con otros teólogos y exorcistas, que el Anticristo
nacía de la unión carnal de un ser humano con el diablo. Nuevamente se da protagonismo a los

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íncubos y súcubos.
Meter Binsfeld (1540-1603): Uno de los escritores más importantes sobre el tema del diablo
y de la brujería. Su obra principal fue el Tratado sobre las declaraciones de hechiceros y brujas,
que se publicó en Tréveris en el año 1589. Después de este escrito, Binsfeld ingresó a la Orden
de los Jesuitas y llego a ser Obispo. Gracias a Dios, no creía que hubiera una marca del diablo
en las personas y que éstas se transformaran en animales – creencia muy difundida en su época
– como tampoco en juzgar a las niñas pequeñas por brujería, extendiendo la edad de su
“responsabilidad” a los doce años en el caso de las niñas y de catorce en el caso de los varones.
Henri Boguet (1550-1619): Jurista y autor de la obra Tratado sobre las Brujas, se dice que
llegó a condenar a más de seiscientas personas acusadas de tener trato con el diablo. Su texto
fue publicado en París en el año 1609 y tuvo mucha influencia en los “tribunales” que juzgaban
a brujas y hechiceras/os. Al igual que Bodín, no vaciló en torturar niños y niñas.
Benito Remigio Noydens: (1630-1685), fue un religioso, escritor y lexicógrafo español nacido
en Amberes. Su biografía no es muy conocida, pero se sabe que fue miembro de los Clérigos
Regulares Menores. Es fundamentalmente recordado por haber publicado el Tesoro de la Lengua
Castellana o Española en 1674, entre otras obras. Destacamos acá su texto “Práctica de Exorcistas
y Ministros de la Iglesia” de 1693 y de la que existe una edición facsímil del año 2010. Imperdible
y necesaria para el estudio de tan importante materia.
Laurent Mordelón (1653-1730): Capellán de Saint Eustache en París y exorcista escribió una
obra de título El relato de las extrañas fantasías del señor Dufle, publicado en la capital de Francia
en la que ridiculiza la brujería y los excesos cometidos durante las persecuciones contra las brujas
y los demonios.
Richard Bovet, de quien sólo sabemos que vivió alrededor del 1640 pero no tenemos fecha
cierta de su fallecimiento, escribió una obra que llega a ser conocida como uno de los libros más
extraordinarios sobre ocultismo y demonología: el Pandaemonium. Su influencia fue muy marcada
y una de las personalidades que más lo elogia es Montagne Summers, autor de la obra Historia
de la Brujería, que por ella merece mención en este Listado.
El Exorcista Franciscano Samuel de Cassini escribió en 1505 la obra Problema della Strega,
que rebatió mucho de lo expuesto en el Malleus Maleficarum, aunque no se le prestó mucha
atención.
Bernardo da Como (1455-1510), famoso exorcista y teólogo de la inquisición y que aparece
en la Obra “el Nombre de la Rosa” de Umberto Eco creía que no era pecado solicitar e invocar
al demonio para que haga cosas propias de su naturaleza cuando no había otra forma de
conseguirlas. Por ejemplo, solicitar seducir a las mujeres cuando no había otro camino, ahora
bien, si se le solicitaba alguna gracia ya era considerado herejía, porque suponía adoración al
diablo.
Especial mención merece Santo Tomás de Aquino (1225-1274) que nació en el pueblo italiano
de Rocca-Secca, en las proximidades de Aquino. Fraile dominico que fue conocido como el
“doctor angélico” y sus obras fueron consideradas – y lo son todavía por algunos- como la base
fundamental de la teología católica.
Fue discípulo de Alberto Magno y en su obra Queastiones Quodlibetales, analiza cierto
número de hechos de origen diabólico como el mal de ojo, el anudamiento de cordones, casos
de endemoniados, de formación de tempestades, el desplazamiento de las personas por los
aires y el fenómeno de los íncubos y los súcubos.
Heinrich von Shultheis merece ser mencionado por su obra del año 1634 titulada: Instrucción
para los procesos contra el terrible pecado de la brujería que se destacó por su severidad y
crueldad. Fue un sacerdote y doctor en derecho civil además de exorcista, secretario de varios

obispos y enemigo de los jesuitas. De esta obra se dice que sólo queda un ejemplar en la
Universidad norteamericana de Cornell.
Llegó a existir un verdadero manual de instrucciones que no era sanguinario como los
analizados más arriba y que se debe a Alonso Salazar de Frías, un inquisidor español que en el
año 1611 fue enviado a la localidad de Cigarramundi, donde se afirmaba que había cerca de
trescientas personas entre ellas varios niños dedicados a adorar al demonio y a rendirle tributo.
Luego de un año de trabajo y después de entrevistar a mil ochocientas personas, Salazar de
Frías dice no haber tenido las pruebas suficientes para aseverar dicha acusación (Gracias a Dios).
Su tratado para los “tribunales” de brujas consta de treinta y dos artículos y decimos que es un
verdadero modelo en su género porque no admitía la tortura, exigía pruebas concretas, no
aceptaba testimonio de niños, no permitía la confiscación de los bienes de los acusados y en
caso de condena, permitía la apelación.
Muchos otros autores a lo largo de la historia de la demonología y el exorcismo han dejado
sus Obras para la posteridad. Sólo mencionaremos – debido a la extensión del presente estudio-
sus nombres y títulos:
Nicolás Remy (1534-1600): escribió el Demonolatría Libritres (se le adjudican más de
novecientos ajusticiamientos en diez años).
Tomaso Mandelva (1566-1628): escribió De Anticristo. Adjudicaba que éste nace de una
mujer y un demonio. En tiempos de la contrarreforma se atreve a decir que el Padre Martín Lutero
había nacido como un engendro de esta cópula. Dijo lo mismo luego de Rómulo y Remo y ¡hasta
de San Jerónimo!
Johannes Nider (1380-1438): escribió Fornicarius y su obra fue consultada por más de
doscientos años. Trata de brujas y endemoniados y resultó ser una especie de manual para
demonólogos.
Otros Exorcistas que podemos mencionar por lo relevante de su ministerio:
Padre Francisco Palau y Quer (Aitona, Cataluña, 29 de Diciembre de 1811- Tarragona, 20 de
Marzo de 1872). Español. Religioso carmelita descalzo. Creó la “Escuela de Virtud” en Barcelona
que era una especie de escuela de catecismo. Fundó además la Orden Terciaria mixta de los
Hermanos y Hermanas Carmelitas en las Islas Baleares y vivió tiempos en la soledad como Monje
y en el servicio como sacerdote. Una vida muy curiosa que osciló entre estas dos formas de vivir
su vocación consagrada. Llegó a habitar en una cueva que hoy es conocida como La Cueva del
Padre Palau cerca de Aitona y tuvo en vida fama de santo. Aparece ligado a lo social y se lo
responsabilizó de huelgas de obreros en Barcelona, a partir de la influencia de su Escuela de
Virtudes, que fue suprimida en 1854, año en que sufre el destierro. En 1860-1861 reorganiza a
los Ermitaños de San Honorato de Randa en Mallorca y en 1868 comienza una publicación
semanal que se edita en Barcelona con el título: El Ermitaño. Es entonces cuando ejerce como
Exorcista, llegando a concebir el proyecto de crear una Orden de Exorcistas y presenta al Concilio
Vaticano I un amplio escrito sobre este tema, bajo el título “El Exorcistado”, entregando un
ejemplar a cada uno de los Padres Conciliares de lengua española. La inesperada interrupción
del Concilio impidió que estos papeles fueran considerados para su tratamiento. Es una obra
exquisita “El Exorcistado” sugiere la creación de una casa de ejercicios para los agobiados por
el demonio (punto 28). ¡Una intuición sobre un tratamiento especial que la Orden de Exorcistas
– propuestas por el Rvdo. Palau y Quer- ofrecería en un lugar específico para el tratamiento de
los endemoniados y que para nosotros fue en parte inspirador de lo que llamamos “Clínica del
Alma”! Cabe destacar que en Argentina llevamos adelante esta experiencia en atención personal
junto con todo el Equipo de Exorcistas y Consultores Exorcísticos que al día de la fecha hacen
sus prácticas en las diversas áreas de la atención espiritual.

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Adolf Rodewyk: sacerdote jesuita nacido el 4 de Diciembre de 1894 en Mulheim, Alemania.
Durante la II Guerra Mundial en el hospital de campaña ubicado en Trier, este sacerdote conoció
a una enfermera que había hecho un pacto con el diablo y solicitó al Obispo Franz Rudolf
Bornewasser, de Tréveris, la autorización para la realización del exorcismo. Se conservó el
anonimato de dicha enfermera y se le dio el nombre del “caso Magda” a dicho Exorcismo. En
clara referencia a María Magdalena de la que el propio Jesucristo expulsó siete demonios, todo
el tratamiento se describe en forma detalla en su libro “La obsesión demoníaca hoy”. El Padre
Adolf Rodewyk escribió también un tratado sobre ángeles caídos y su labor en el mundo.
¡Intervino en el caso tan conocido de Anneliese Michel, que pasó al cine como “El Exorcismo
de Emily Rose”! y declaró que estaba convencido sin ninguna duda de la posesión de la joven,
al momento del juicio que se llevó a cabo en los tribunales.
El Padre Renz, nacido en 1911 cuyo nombre de bautismo era William, recibió su ordenación
sacerdotal en 1938. Fue misionero y monje en Fujian, una provincia china. ¡Fue uno de los
Exorcistas del caso de Annaliese Michel! Llevado a los tribunales, fue condenado por “homicidio
por negligencia” en ese caso, y murió el 17 de mayo de 1986.
Marcello Pellegrino Ernetti: (Roca Santo Stefano, 1925- Venecia, 1994). Fue un sacerdote de
la Orden Benedictina y uno de los Exorcistas que han trabajado con destacado renombre en
Venecia. En la década de 1950 Ernetti estuvo relacionado – junto con otros científicos entre los
que se incluyó a Enrico Fermi y Wernher Von Braun – con la creación de una máquina del tiempo
que podía captar imágenes del pasado y recibió el nombre de “Cronovisor”. Se dice que el Padre
Ernetti afirmó haber contemplado la fundación de Roma en el año 753 A.C., y la destrucción de
Sodoma y Gomorra como así también haber captado la imagen de Jesucristo durante su Pasión
en el Calvario, entre otros eventos. Lo cierto es que el Padre Ernetti luego niega todo esto.
Algunas fuentes afirman que el “Cronovisor” fue “desactivado” por orden del Vaticano y sus
partes repartidas en diversas partes del mundo. Se dice que el Papa Pío XII estaba al tanto de
estos experimentos. También se relaciona al Padre Ernetti con un mensaje recibido del más allá
en un experimento en audio que a mi entender sería el origen de las llamadas psicofonías. Todo
este misterio rodea a este renombrado Exorcista. Lo cierto es que muchas veces la figura de los
Exorcistas se relaciona directamente con el mundo paranormal, su análisis y experiencias.
El padre Lorenzo Molinari Anton: (España 1901- Argentina 1979). Ingresó al Monasterio en
1912, siendo un niño aún y es ordenado sacerdote en 1924. Ya en Argentina es nombrado el
Primer Abad del Monasterio Benedictino que se encontraba en Belgrano, Capital Federal,
recibiendo la bendición abacial de manos del Sr. Arzobispo de Buenos Aires, Emmo. Cardenal
Caggiano. Fue Abad Primado, con derecho al uso de la Mitra y el Báculo Episcopal, servicio que
para toda su comunidad ejerció hasta el año 1971. Se dedicó a la atención de humildes y
necesitados en su sede de Maure y Villanueva, donde está la Iglesia de San Benito, conocida en
aquel entonces como la Abadía de San Benito, pues los Monjes vivieron allí. Actualmente están
en Luján, Provincia de Buenos Aires.
No es una exageración decir que las escaleras del Templo estaban llenas de gente que
esperaba por él, por su imposición de manos y sanidad, pues fue un verdadero sacerdote
sanador. Yo mismo lo he visto, pues en aquel tiempo me encontraba haciendo mi Catecismo y
primera comunión en la Abadía. Allí descubrí mi Vocación al servicio de Dios. Tuve el honor de
conocer al Padre Lorenzo, como todos le llamábamos. Amigo de Tibor Gordon, un reconocido
sanador laico, vale la pena destacar que el Padre Lorenzo le dedica de su puño y letra unos
elogiosos conceptos. Gracias a la generosidad de Gary Gordon – su hijo- tengo en mi poder
copia de esa foto y líneas elogiosas que el Padre le dedicara a tan noble varón como fue Tibor
Gordon.

Sin hacer caso de prohibiciones, el Abad ejercía sus dones como vidente y sanador. Un paro
cardio respiratorio en su celda de monje lo condujo hasta la Presencia de Dios el 24 de mayo de
1979, a los 78 años de edad. Un santo varón.
El Padre Francois Dermine: Nacido en Saint Hyacinthe en Canadá, vive en Italia desde 1972.
Sin demasiados datos, es de destacar que pertenece a la Orden de los Predicadores, conocidos
como Dominicos. Con un Doctorado en Teología Moral, escribe sobre temas relacionados con
la demonología, la mediumnidad y el espiritismo. Por ello destacamos su labor. Hasta el momento
de estas líneas, estamos en conocimiento que ha ejercido como maestro de novicios en el
convento de Fontanellato y es también Exorcista oficial de la Diócesis Católica. Es titular de GRIS,
una de las organizaciones responsables de los Cursos sobre Plegaria de Liberación y Exorcismo
dictados anualmente en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum y de reconocimiento
internacional.
Padre Francesco Bamonte: (1960) Religioso de los Siervos del Inmaculado Corazón de María,
fue ordenado sacerdote en 1990 y ejerce la presidencia de la Asociación Internacional de
Exorcistas de la Iglesia de Roma que fuera fundada por el Padre Gabrielle Amorth. Es Profesor
de la Universidad Pontifica Regina Apostolorum y dicta Seminarios sobre Exorcismo y Oración
de Liberación. De gran erudición, lleva adelante una tremenda responsabilidad que ejerce con
celo apostólico. Entre otros textos ha escrito uno sobre la Virgen María en los Exorcismos.
Es curioso que lo demoníaco sea un tema ecuménico, pues todas las confesiones cristianas
tienen amplio acuerdo sobre el origen del pecado, el carácter de satanás y su tarea en el mundo.
Hay un reverdecer de la especialidad del Exorcistado en todo el mundo y, a modo de
ejemplo, la Iglesia Romana tiene hoy una Asociación Internacional de Exorcistas, cuyo Presidente
honorario fue el famoso Padre Gabrielle Amorth. Cabe destacar que él mismo la fundó en el año
1990.
Gabrielle Amorth fue ordenado sacerdote católico en 1954 y se convirtió en Exorcista Oficial
en Roma en Junio de 1986 bajo la dirección de otro santo sacerdote que fue el Padre Cándido
Amantini. El Padre Amorth es de la familia religiosa fundada por el Padre Santiago Alberione en
1914 y conocida como la Sociedad de San Pablo. Todo lo escrito por él es de suma importancia
y su ya clásica obra titulada Un Exorcista Raconta ha sido traducida a muchos idiomas y es un
verdadero manual indispensable para todo el que se precie de ser Exorcista. Testimonio de vida
incomparable en la lucha contra el Maligno. Falleció el 16 de Setiembre de 2016.
Un verdadero Maestro al que tuve el honor de conocer y compartir un tiempo con él durante
el cual aprendí mucho. ¡Dios bendiga al Padre Gabrielle Amorth.

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