Las Leyes Federales de 1826 dividieron Chile en 8 provincias y establecieron un sistema federal provisional, a la espera de una nueva constitución. Sin embargo, el proyecto constitucional no logró decidir entre una forma federal o unitaria de estado, y surgió un gran rechazo público al federalismo, por lo que en 1827 se suspendió la aplicación de las leyes federales antes de aprobarse una constitución formal.