Este documento discute las excusas comunes que las personas dan para no asistir a la iglesia, como que hay hipócritas o que algunos miembros no irán al cielo. Sin embargo, señala que aunque hay miembros impíos, la iglesia fue establecida por Cristo y los miembros justos sí irán al cielo. También advierte que uno tampoco irá al cielo si no obedece el evangelio y se une a la iglesia por la cual Cristo murió.