1. D1CO
DEHUESCA
ifltim. nádini
-
CIENTOS DE JOVENES PRACTICAN CADA TARDE UNA RUTA «CERVECERA»
POR EL
CENTRO DE LA CIUDAD
—
-
La zona de los discobares de Huesca,
entreel
isla -delibertad
escándalo
-
JUANCHO DUMALL
Alrededor de las siete ya empieza a verse animación. Pero el ver
dadero «mogollón» se produce entre las ocho y las once. Ese tiempo en el
ie ya el aire se ha vuelto respirable y la actividad cotidiana, la rutina
de las clases o la ofiCina, se convierte en una página ya leída. A esa
hora, la música de lós disco-bares convoco, como un ancestral tam
1am, a la ceremonia de la tarde cervecera. No hace falta quedar. Nos
vemos filo en la zona. Todo puede hablarse en la zona. Desde la
quinta evaluación al reciente suceso local, desde el fichaje de Moradono al último disco de Radio Futura. Todo puede hablarse en la
tono, menos de unos improbables negocios. La basca está en paro o
vive al día.
El corazón de esta zona particular está en la calle’ Argensola. Una
østrecha callejuela en la que el personal practica la liturgia de cada
tarde; un personal uniformado para una ocasión que ha perdido solem
nidad a base de ser repetida tarde a tarde. El uniforme suele componerse
de tejanos, más o menos pringosos, camiseta, a ser posible multicolor
y «marcadora», y calzado que va de las inmaculadas zapatillas tenis
baloncesto-footing a las alpargatas destinadas en mayor o menor grado.
La fauna unisex de la zonc’se reconoce a sí misma por esos signos exter
nos y comparte la ideología de la «marcha)). Se molestan con los co
ches que les hacen apartar los pies de la calzada y están convencidos
de que no hacen mal a nadie «olvidando» la botella de cerveza en el
canto de la acero o meando plácidamente en in rincón urbano.
Nadie sabe cómo empezó todo. Lorenzo y Padre Huesca. Hoy la
-Los más expertos en la marcha expansión continúa. Y cada vez que
escense sitúan los inicios de esa el verano hace acto de presencia
selva hace tres años. Un extraño la zona de la marcha parece resur
viento hizo que el personal dejara gir en una escalada infinita.
el «tubo», un tanto machacado tras
años de vino y cuadrillas vocife LOS EROBLEMAS
rantes y se desplazara hacia los
pioneros de la música amplifica
Son el «Trazos»,€.londrian», «Ar
da. liegaba la era del disco-bar y kanos», «La Bohemia», «Zombis»,
había que estar en la onda. El vi
«Melindres», «Choco», «Chaplin»,
no se convirtió en «cubata» o en «Heavey», ‘«Tránsito», « F 1a sh»,
cerveza y el suave rumor de la «Casba» y algunos otros. Entre
conversación en sincopados ritmos ellos se forman rutas diversas con
n denominador común: no salirse
de rock and rail. El «Zombis»debió
de los límites de un área en la
ser el. primero. Pero luego vinie
ron más y más, hasta formar un que todo el mundo ‘se reconoce y
en la que el ambiente, lo que mo
nuevo recorrido, pasota y bullan
guero, ante la atónita mirada de la, está garantizado. Montar un área
s vecinos de las calles de San así no es fácil en una ciudad pm
Los propietarios de los bares han tratado de colaborar con el Ayuntamiento pára eliminar el problema de los
vasos y botellas que quedan en las aceras. Buena piueba de ello es este cartel del pub “Trazos”. En la otra
fotografía, un aspecto de un de las calles de la zona.
centera. Por ello -pronto llegaron
los problemas. Ahora parece que
la cosa está calmada. El punto. ál
gido vino aproximadamenté hace
un año. Los vecinos estaban soli
viantados con aquella marabunta
juvenil que no tenía inconvenien
te en fumarse un porro ante la
Iglesia de San Lorenzo o ponerse a
danzar en medio de la calle al son
del último ritmo rollingstoniano que
llegaba puertas afuera de alguno
de los gritos.
—Tendremos que hacer una re- unión.
—El Ayuntamiento no puede que
darse de brazos cruzados.
—Esto es un escándalo.
Y el Ayuntamiento, por no que
darse de brazos cruzados, convocó
a los propietarios de los bares a
una solemne reunión. Se trataba de
que el personal no sacara vasos a
la calle y no interrumpiera el trá
fico. Los- «nuevos hosteleros» di
jeron que ellos no eran policías.
Que se comprometían a limpiar su
tramo correspondiente de la calle
y que advirtían a la basca que si
sacaban vasos y botellas «hicieran
el favor de devolverlos». El conce
jal de la cosa reconoce ahora que
los propietarios de los bares han
respondido en un ochenta por cien
to. A las once de la noche, cuando
sólo quedan los más potentes y los
que «tienen que llegar a cenar a
casa a las diez» han desapareci
do, los camareros toman por unos
minutos la calzada y vuelven a la
normalidad pacífica y aburrida lo
que hacía media hora era ruta de
desmadre e improvisado velador a
ras de suelo. Los bares dicen que
por qué no se hace ahí una zona
peatonal cerrada al tránsito de ve
hículos. «En la calle Argensola al
gún día pasará algo».
LÁ FAUNA
Quienes durante alrededor de
tres horas al día animan de forma
Nueva España - 07/07/1984. Página 16
particular las calles de la marcha
constituyen una faijna de ,especies
variadas y nada depredadoras. Una
fauna que va desde ceñidas niñas
de BUP a malcarados amantes del
heavy metal; desde modernos al lo
ro a insaciables bebedores de ca
misa fuera. Un producto relativa
mente al alcance de los bolsillos
de ese grupo social clasificado en
el INEM como «sin émpleo ante
rior». Los chavales alargan la cer
veza en medio de la calle. De vez
en cuando les pasan un canuto y
se apalancan, ante el estupor de
los viandantes que no están en el
rollo. «El canuto también ha sido
un inconveniente para nosotros
—señala el propietario de uno de
los disco-bares de más éxito—. La
gente tiene que ajustar muy bien
el presupuesto y lo que se gastan
en fumar no lo gastan en beber».
Pero está claro que los bares de
la zona trabajan. Se-permiten el lu
jo de cerrar a primeras horas de
la noche y mantener unos precios
molones. Gente competente.- El ca
marero de ahora debe tener una
simpatía muy especial. Saber quien
odia beber la cerveza en botella y
tener capacidad para poner una
música «que no decaiga». También
deben soportar el eventual asedio
de la quinceañera de turno. Gente
competente.
-a —
GRAN TRADICION
CE RVE CE RA
EN LA VARIEDADESTA EL
GUfTO
Pese a esos rasgos uniformes, los
bares de la zona conforman un
amplio abanico, - expresión viva de
la cultura joven de los últimos
años. Así, los hay plastificados
que bailan al son de los «40 prin
cipales)). Los hay de rock sin con
cesiones en los que brillan por su
ausencia los tonos parchís. Hay
también propuestas avanzadas,ha
cia una difícil modernez de provin
cias. Los hay, finalmente, recon
vertidos. Pequeños y tradicionales
establecimientos que han visto cla
ro que había que cambiar las tapas
de huevo duro por el amplificador
y las mesas de guiñote por los
pósters de Marilyn Monroe. Por eso
el personal se vuelve selectivo.
—No. A ese no, que ponen una
música que es un bodrio.
—Pero es que en este hace un
calor...
—Vamos a aquél, que nos en
contraremos a la basca.
Rutas no escritas por las que se
transito cada tarde con excursiones
urbanas en las que ni siquiera le
Policía Municipal regula el tráfico.
Una isla de libertad, para algu
nos; un permanente escándalo, pa.
ra otros. Todos coinciden en que
ahí es donde está el verdadero mo
gollón de Huesca.