Usos y desusos de la inteligencia artificial en revistas científicas
Religion
1. LA RELIGIÓN
La pequeña ciudad de Lanciano (nombre que deriva del término
“lanza”), se encuentra en la provincia de Chieti, región de los
Abruzzos, muy cerca de las costas del Adriático, entre San
Giovanni Rotondo y Loreto, sobre los vestigios de la milenaria
población de Anxanum que habitaron los antiguos fretanos. Ese
fue el lugar que Nuestro Señor Jesucristo eligió para disipar las
dudas de los creyentes y renovar la fe en la Sagrada Eucaristía
En la iglesia de los Santos Longinos y Domiciano de Lanciano, vivía
en el año 700 un monje de la orden de San Basilio que, pese a ser
hombre sabio y versado, dudaba de que Nuestro Señor
Jesucristo estuviese presente en la Eucaristía.
El religioso, profundamente angustiado, pedía fervientemente
una prueba concreta de que la transubstanciación era verdadera
ya que sentía que su vocación se había tornado en rutina y que la
Santa Misa que oficiaba a diario no era más que una simple tarea;
un trabajo más, como tantos otros.
Un milagro sin precedentes
Eran aquellos, tiempos de herejías y desviaciones en los que el
humo del infierno envolvía a las almas de los débiles para guiarlos
por el camino del mal.
Una mañana durante la Misa, cuando el monje en cuestión sintió
que la duda lo agobiaba más que nunca notó, de repente, que la
hostia se transformaba en un círculo de carne, en tanto el vino se
trocaba en sangre.
Al ver el prodigio el sacerdote experimentó un gozo
indescriptible, llorando y temblando descontroladamente. Y en
ese estado se volvió hacia los feligreses exclamando: “¡Oh
afortunados testigos a quienes el Santísimo Dios, para destruir
mi falta de fe, ha querido revelárseles El mismo en este Bendito
Sacramento y hacerse visible ante nuestros ojos. Venid,
2. hermanos y maravillaos ante nuestro Dios tan cerca de nosotros.
Contemplad la Carne y la Sangre de Nuestro Amado Cristo!”.
Los fieles corrieron al altar y en presencia del milagro cayeron
de rodillas clamando al cielo perdón y misericordia mientras se
daban golpes en el pecho y confesaban sus pecados.
Fortalecimiento de la Fe
Entonces, aconteció otro hecho. La carne que fuera hostia se
mantuvo intacta, pero dentro del cáliz la sangre se dividió en
cinco partículas de diferentes tamaños que, colocadas en la
balanza, pesaban exactamente lo mismo.
Tanto la carne como la sangre se depositaron en un hermoso
relicario de marfil mientras la noticia se difundía velozmente por
toda Italia y, a partir de entonces, peregrinos de los más
apartados confines de Europa comenzaron a acudir a la pequeña
ciudad para contemplar personalmente el prodigio mientras
aumentaba la Fe y la devoción al Corazón Eucarístico de Jesús.
Análisis científicos
En 1971 la ciencia quiso corroborar la autenticidad del milagro
designando a los profesores Odoardo Linolli, de la cátedra de
Anatomía e Histología Patológica y Ruggero Bertelli, de la de
Química y Microscopía Clínica de la Universidad de Siena, para
efectuar análisis de laboratorio. Los mismos arrojaron resultados
asombrosos.
Los principales: la Carne es verdadera Carne; la Sangre es
verdadera Sangre; la Carne y la Sangre pertenecen a la especie
humana; la Carne está constituida por tejido muscular del
corazón y están presentes, en secciones, el miocardio, el
endocardio, el nervio vago y el ventrículo cardíaco izquierdo. La
Carne es un corazón completo en su estructura esencial; la Carne
y la Sangre tienen el mismo grupo sanguíneo (AB). Por otra parte,
en la Sangre también se hallaron cloruro, fósforo, magnesio,
3. potasio, sodio y calcio. En 1973 y 1991 se repitieron los mismos
análisis y arrojaron, todos ellos, los mismos resultados.
En presencia del Señor
El milagro eucarístico de Lanciano nos llama a la reparación y a
ser almas de oración constante. Mil trescientos años después, al
igual que la sangre coagulada de San Genaro, sigue demostrando a
los fieles que Nuestro Señor Jesucristo está presente entre
nosotros y que se muestra compasivo, misericordioso y siempre
dispuesto a verter su sangre por la salvación de los pecadores y
la redención de las almas.