dilincuencia

1. La delincuencia juvenil es una calificación que se obtiene aplicando las
definiciones del Código Penal cuando estos delitos son cometidos por menores,
en otros la delincuencia juvenil comprende una variedad de actos además de los
enumerados en las leyes sustantivas. Por ejemplo, las estadísticas de algunos
países sobre la delincuencia juvenil son artificialmente grandes, mientras que
otros no reflejan estas cifras, sino que solo reflejan un número limitado de
conductas desviadas. El crimen se ve como un fenómeno agudo y específico de
desviación y desajuste. En este sentido se dice que “el delito es la conducta que
resulta de la incapacidad de un individuo para adaptarse a las demandas de la
sociedad en la que vive”. (Huaman, 2019)
La delincuencia como el fenómeno social constituido por una serie de delitos que
violan las normas básicas de convivencia en un momento y lugar determinados”.
Esto se refiere a la violación de las normas legales que regulan la sociedad en
la que se vive y cambian la forma de convivencia de las personas. La
delincuencia es una forma de desequilibrio social, y cuando se produce esta
anomalía, se cuestiona la propia sociedad y sus reglas de convivencia. Hay
muchos hechos y circunstancias que conducen al crimen, por lo que puede
testificar que el crimen tiene una variedad de causas. Con base en la definición
anterior, se afirma que el delito se manifiesta en el hecho de que no es posible
vivir en una sociedad justa y ordenada que rechaza las normas de la constitución
estatal y se expresa de manera generalmente violenta. (Huaman, 2019)
El crimen es una situación antisocial del comportamiento humano y, en última
instancia, una ruptura en la posibilidad normal de las relaciones interpersonales.
El delincuente no nace; es producto del genotipo humano que ha sido corrompido
por el entorno familiar y social. El perpetrador puede ser visto como un sociópata
más que como un psicópata. Para lograr esta sociopatía se asume un
desequilibrio familiar, escolar o social.
Según (Huaman, 2019) la definición criminológica de delincuencia juvenil, los
actos delictivos también incluyen otras conductas no delictivas relacionadas con
el delito, como alcoholismo, absentismo escolar, drogadicción, etc.
La adolescencia es una fase crítica para iniciar y probar conductas de riesgo.
Además, sin embargo, en los últimos años el patrón de comportamiento violento

2. de estos jóvenes - que comienzan cada vez más a cometer delitos antes - ha
cambiado cualitativa y cuantitativamente, d personas. lo que hace que la
situación sea aún más preocupante (Martín y Martínez, 1998). Lo que está claro
es que muchos de los delitos que cometen los adolescentes son muy graves y
tienen consecuencias realmente graves tanto para ellos como para la sociedad.
Existe una diversidad considerable en la delincuencia y los patrones pueden
mostrar una heterogeneidad considerable en los tipos de comportamiento
antisocial. Esto se puede ver, por ejemplo, en relación con la omnipresencia y la
persistencia. Como resultado, la mayoría de los hombres ocasionalmente se
involucran en actividades delictivas en algún momento de su vida. Sin embargo,
solo uno de cada 23 hombres y una de cada 50 mujeres exhibe un
comportamiento antisocial persistente asociado con una disfunción social
profunda, razón por la cual se utiliza el término diagnóstico de trastorno de
personalidad antisocial. Por tanto, parece claro que ya no es aceptable analizar
el comportamiento antisocial como una unidad homogénea. (Sánchez, 2018)
En general, el adolescente que muestra un comportamiento disruptivo se
expresa con actos de violencia verbales o físicos, burlas, provocaciones, riñas,
discusiones sobre conflictos ya resueltos, falta de cooperación con los
compañeros, falta de evidencia de sus habilidades sociales para una interacción
positiva con la pareja o padres, violación de los derechos de otros, uso y robo de
drogas, etc. Es importante considerar una serie de parámetros como la
frecuencia y magnitud de los eventos y la edad a la que ocurren, ya que estos
se utilizan para predecir las consecuencias en vida adulta. Cuanto antes los
jóvenes empiecen a fumar, beber y tener citas, más débiles son sus vínculos y
deseos y mayor es la probabilidad de involucrarse en un crimen. En resumen,
cuanto más fuerte sea el vínculo, el compromiso, la participación y las creencias
de los adolescentes que los unen a la familia, la escuela, los amigos y el
comportamiento convencional, es menos probable que se involucren en
actividades delictivas. (Sánchez, 2018)
Según Sánchez (2016) Hay dos áreas en las que la delincuencia juvenil se
manifiesta a menudo. El primero se puede encontrar en lugares de
entretenimiento donde los jóvenes violentos son violados al mismo tiempo. La
segunda área de violencia es el entorno familiar en el que los padres atacan a

3. sus hijos y viceversa. La violencia en las escuelas se encuentra generalmente
en las áreas de rudeza, desobediencia, indisciplina, amenazas y agresiones
tanto a compañeros como a profesores.