La sostenibilidad se define como el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer las generaciones futuras. Está asociada a cuatro componentes: energética, ecológica, social y económica. Implica el equilibrio entre la seguridad energética, la sostenibilidad ambiental y la equidad social, buscando conservar los recursos naturales, reducir la contaminación y perseguir la eliminación de la pobreza.