El documento resume un informe de la Contraloría Delegada para el Medio Ambiente de Colombia que revela que, a pesar de las abundantes precipitaciones del país, los recursos hídricos de Colombia han disminuido drásticamente en los últimos años. El informe encuentra que dos tercios de los colombianos podrían enfrentar escasez de agua en tiempos secos para 2015 y que el uso insostenible e inadecuadamente regulado de las aguas subterráneas está llevando a su agotamiento. Además, muchos acuífer
cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
Noticia CTSA
1. RIQUEZA HÍDRICA DE COLOMBIA HA DISMINUIDO DE FORMA DRAMÁTICA1
El informe revela que el 20% de los acueductos depende de las aguas
subterráneas. Foto: Milton Díaz / Cambio
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http://www.cambio.com.co/medioambiente/777/ARTICULO-WEB-
NOTA_INTERIOR_CAMBIO-4188163.html
DECIR QUE EL AGUA ESCASEA o está en peligro de acabarse en un país rico
en recursos hídricos, con precipitaciones anuales de más de 3.000 milímetros -el
promedio mundial es de 900- y cinco grandes vertientes hidrográficas, suena
inverosímil. Sin embargo, un informe de la Contraloría Delegada para el Medio
Ambiente sostiene que, pese a estas condiciones, Colombia enfrenta graves
problemas para garantizar la sostenibilidad del agua y que en 2015 el 66% de los
colombianos podría estar en riesgo de desabastecimiento en tiempos secos.
El informe, que recoge un año de investigaciones y la experiencia de las
autoridades ambientales, sostiene que la riqueza hídrica del país está
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Artículo tomado de: http://www.cambio.com.co/medioambiente/777/ARTICULO-
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2. sobredimensionada, que no está distribuida de manera homogénea y que,
contrario a lo que se pensaba, en los últimos años ha disminuido en forma
dramática. Si hace una década Colombia ocupaba los primeros lugares en cuanto
a disponibilidad de agua per cápita, hoy figura en el puesto 24 entre 182 naciones.
"La situación es grave y nos traerá dolorosos inconvenientes en el futuro cercano,
pero muchos la han desestimado -asegura el ambientalista Carlos Molina-. El
agua, una de nuestras supuestas riquezas, empieza a escasear y no hay cómo
recuperarla".
El problema es doblemente grave, pues no solo hay una disminución de las
fuentes hídricas superficiales como consecuencia de la deforestación, el deterioro
del suelo, la mala disposición de residuos y la falta de planificación, sino que la
reserva de aguas subterráneas está en igual o peor situación. Según el informe,
es preocupante el uso generalizado de esa reserva que ocupa más de 414.000
kilómetros cuadrados: el sector agrícola consume el 80 por ciento, el 7 por ciento
va para uso doméstico y el 6 por ciento a la industria (ver gráfico).
Según el estudio, el 20 por ciento de los acueductos municipales depende de las
aguas subterráneas y, además, existe una sobreexplotación de esa reserva,
fenómeno que en unos años va a traducirse en graves problemas de oferta
hídrica. "Eso está llevando a que se agoten las aguas subterráneas, a que la
explotación deje de ser sostenible -sostiene José Manga, contralor delegado para
el Medio Ambiente-. Por el beneficio de unos pocos, todos vamos a pagar los
platos rotos de un bien que es costoso recuperar". Los casos más notorios se dan
en la Sabana de Bogotá, Boyacá, La Guajira y Córdoba, donde los distintos
usuarios utilizan aguas subterráneas de forma incontrolada, lo cual genera
cambios irreversibles en el ciclo hidrológico y en la estructura del subsuelo.
El informe también indica que hay acuíferos contaminados por materias fecales,
agroquímicos, hidrocarburos y lixiviados derivados de rellenos sanitarios o
vertimientos industriales, entre otros. Los casos más preocupantes se presentan
en la zona del basurero de Navarro en Cali; en Codazzi, Cesar, y en los acuíferos
de Santa Marta y San Andrés. "Las acciones adelantadas para la protección de los
acuíferos han resultado insuficientes y hay evidencia de que la situación cada día
empeora más -afirma Manga-. Si no se le pone remedio urgente, en muy pocos
años estaremos en una emergencia".
Fuera de control
Frente a un panorama tan crítico como el que describe el informe de la
Contraloría, preocupa sobremanera que no haya planes ni inventarios que
3. permitan planificar y proteger el uso del agua subterránea. De las 33
Corporaciones Autónomas Regionales encargadas de evitar, prevenir y controlar
los impactos de las acciones humanas sobre el medio ambiente, y de ejecutar
programas en campos como el manejo de aguas, solo siete cuentan con estudios
que permiten establecer las condiciones de las aguas subterráneas.
En 'plata blanca' esto quiere decir que sobre la mayor parte del territorio no hay
información sobre qué puede explotarse y en qué condiciones. "No puede
protegerse lo que no se conoce -señala Molina-. Y como no hay información
suficiente sobre la reserva subterránea, su uso no controlado puede ocasionar
impactos irreversibles como la desecación de manantiales".
Con excepción del uso doméstico, para aprovechar las aguas subterráneas se
requiere de una concesión que otorga la autoridad ambiental, pero según el
informe solo dos de cada 10 pozos están bajo esa figura. Más grave aún es que
sobre el 90 por ciento de ellos no hay monitoreo permanente de las autoridades,
que muchos no cumplen los requisitos legales, pagan muy poco por el uso del
agua o, simplemente, no les cobran.
Un ejemplo claro es de la meseta de Bucaramanga. La CAR de Santander no
cobra a las concesiones de caudales menores de 10 litros por segundo, que son
todos. Otro es el de San Andrés, donde la explotación de aguas subterráneas
usadas por el sector hotelero sobrepasa los 67.000 metros cúbicos al mes y por
ello solo pagan 370.000 pesos, cuando el mantenimiento de una sola cuenca
supera los 30,5 millones de pesos. "Es un exabrupto -señala el ambientalista Jairo
Hernández-. No hay derecho a que unos pocos saquen provecho de unos
caudales que son de todos los colombianos y que fuera de eso paguen valores
ínfimos que impiden su recuperación".
Para rematar, el informe señala que hay avivatos que se aprovechan de lo
genérico del término "usos domésticos" y por eso hay hoteles, condominios,
fábricas de alimentos y hasta lavaderos de carros que explotan aguas
subterráneas como si fueran de uso doméstico, cuando por su razón social
deberían tener licencia y pagar por ello.
El agua puede agotarse y preocupa que las autoridades ambientales no hayan
tomado medidas drásticas para proteger y controlar las reservas, que empiezan a
mostrar saldo negativo. Más lamentable aun es la falta de una política para el
manejo integral del agua que garantice su sostenibilidad. Que no se sorprendan
los colombianos, tan indiferentes al cuidado y protección de los recursos naturales,
4. que en pocos años deban pagar por un litro de agua dos veces más de lo que
pagan por uno de gasolina.
Opinión personal
Colombia es un país con abundante recursos hídricos, pero hasta que punto va
esa riqueza, estamos derrochando los recursos, creyendo que el agua no se va a
acabar, tal vez estamos ciegos en cuanto a esto, porque es preferible vivir en la
ignorancia o simplemente teniendo conocimiento de esta situación evadimos toda
clase de acciones para mitigar un poco el daño, porque ahora ya no es posible dar
pasos atrás; ¿Qué país le estamos dejando a futuras generaciones?