La educación de calidad no está disponible para todos en el mundo, especialmente en África, donde solo la mitad de la población asiste a la escuela y solo la mitad de ellos recibe alfabetización. Aunque organismos como la UNESCO han ayudado a reconstruir la educación en África, la desigualdad en la distribución de la riqueza y los intereses de unos pocos han impedido expandir la educación. Los responsables políticos deben ser conscientes del impacto positivo del uso de idiomas nacionales en las escuelas primarias