2. A mi maestra de jardín
le regalo estos versos
porque me ayuda a crecer
y por eso yo la quiero.
Mi maestra siempre contenta
me espera con juegos
y me enseña tantas cosas,
por eso es que yo la quiero.
3. Mi seño tiene las manos
hechas de amor y papel,
de temperas de colores
y masitas de miel.
Ellas son las creadoras
de mundos maravillosos,
de títeres, de princesas
y príncipes amorosos.
4. Sus manos guardan secretos
de juegos y mil canciones.
Sus caricias son la cura
de golpes y chichones.
Gracias, seño, por tener
esas manos creadoras
que me enseñan a querer ser
una mejor persona.
5. Tomate de su mano y el cielo descuelga,
luego en una nube, mecete muy lenta.
Y entre toboganes que harán las estrellas
deslízate en su almita, encuéntrate en ella.
Y ya acrisolada tu obra de ternura plena
...sentirás la dicha de ser...¡Jardinera!