2. La sociedad del conocimiento, como motor del desarrollo
económico y social, está presente en el imaginario de los
académicos, empresarios y funcionarios gubernamentales.
Esto implica que globalmente se impone la necesidad de que
la academia contribuya con el sector productivo y que el
Estado facilite esta integración.
3. La representación social que poseen tanto los empresarios,
académicos y funcionarios estatales respecto a la VUEE es
altamente positiva. Sin embargo, existen diferencias de
matices en el entusiasmo expresado y por otro lado, también
hay desacuerdos en cuanto a la canalización de las
relaciones.
5. Los académicos señalan dos problemas: el ambiente
altamente ideologizado de la Academia que ve a las
empresas como los agentes del capitalismo salvaje y la poca
orientación práctica de las investigaciones que se realizan
en el país.
6. El desempleo, la inflación, la sustentabilidad económica, el riesgo
del país y la pobreza, solo podrán ser resueltos cuando el país se
disponga a despegar en el área científica y supere la etapa de la
producción agrícola, producción agroindustrial y sustitución de
importaciones, que son actividades mucho menos competitivas
internacionalmente que las de mayor valor agregado. Esto es a lo
que apuntan los países desarrollados y los nuevos países que han
crecido sustancialmente en los últimos años tales como Israel, India
y el Sudeste Asiático.