2. Mujer
Descubrir la belleza de una cara o de un cuerpo femenino, a veces parece más
sencillo que descubrir la belleza interior, pero la una no se logra sin la otra.
La belleza exterior se obtiene cuando la mujer descubre su verdadero ser, la
presencia divina en su interior.
La mujer ha sido creada a imagen y semejanza, de la misma esencia del creador,
por lo tanto es un ser humano perfecto con un cuerpo, una mente y un espíritu.
La mujer es un símbolo, la elegida para ser creadora con el universo, dotada de
talentos, de potencialidades, de ternura, de paciencia, de tolerancia, para dar
amor y sostener el equilibrio en la tierra.
Esto no puede ser cumplido si uno como mujer no se reconoce como un ser
bello y perfecto, si la relación consigo mismo no es adecuada, si desconoce sus
sentimientos, sus deseos y necesidades, entonces no puede expresar su belleza.
Si nuestro interior es bello, nuestra cara y nuestro cuerpo también lo son y
podemos irradiar belleza a nuestro alrededor.
La humanidad en el presente momento histórico en que vivimos necesita de
ojos capaces de ver, ojos contemplativos, capaces de encontrara a Dios en las
personas y en todas las cosas para ser felices llenas de paz y abundancia, en
esos ojos siempre se encuentra una mujer.
La Belleza Interior
3. Imagen Total
La imagen es una combinación de actitudes, sentimientos y valores. Consiste en
una proyección hacia el mundo del cuerpo, la mente y el espíritu, conjugados en
una sola persona. Un cuerpo saludable, una mente sana y un espíritu
evolucionado son vistos como un todo integral.
El pensamiento positivo estimula el ego y ayuda a asumir actitudes de éxito y lo
que es más importante, a conseguirlo. Primero usted tendrá que cristalizar sus
pensamientos, diseñando un plan para lograrlo, luego fíjese un tiempo
determinado para alcanzarlo y no se aparte de la confianza en sí mismo y en sus
habilidades para alcanzar siempre lo que desea.
Es fundamental elevar la autoestima. Conseguirá esto únicamente conociendo
su propia naturaleza y potencialidades, asumiendo un compromiso con usted
mismo para desarrollar estos factores en su máxima expresión.
¿Quién
soy yo?
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4. Pregúntese, ¿quién soy yo? Y escriba sus cualidades, virtudes, potencialidades,
talentos y defectos. Analice como está manejando su vida, cual es su autonomía,
tome sus propias decisiones, destierre sus miedos e inseguridades. Escriba su
historia, usted es el protagonista de la más grande creación: el ser humano.
Recuerde que uno de los deseos más grandes del ser es vivir con intensidad
positiva el gozo de una existencia que no admite en sí misma la tristeza, sino que
cada mañana mira gozosamente como la esperanza se levanta antes que el sol.
Cultivar el optimismo y proyectar en la mente imágenes positivas puede
convertirse en una costumbre. Practíquela y consiga por este medio, la
tranquilidad y paz que se requieren para elevar la calidad de vida.
Creciendo interiormente podemos proyectar una imagen con calidad, calidez,
excelencia atrayente y magnética. Esto sólo se logra cuando la autoestima está
en su máximo nivel.
Personalidad Atrayente
Todos podemos proyectar una personalidad magnética si desarrollamos
habilidades especiales que están directamente relacionadas con el tono de la
voz, los ademanes y movimientos, el saber escuchar a otros, la postura correcta
y la armonía del cuerpo.
Para tener una voz suave, melodiosa, agradable y sugestiva existen una serie de
ejercicios de fonoaudiología, lectura, grabación y terapias especiales.
Otro elemento importante es la expresión facial, ya que a través de los gestos
del rostro se pueden conocer diferentes rasgos de la personalidad.
Un maquillaje adecuado, un cuerpo bien cuidado, una imagen total excelente,
unos ojos resaltados sin una expresión interna, sin alegría no reflejan una belleza
exterior.
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5. Para poder reflejar nuestra belleza exterior debemos ir en la vida ligeros de
equipaje, comprender que el pasado es historia, que el presente es un regalo, es
el aquí, el ahora, el futuro lo estamos construyendo, liberémonos de esas
preocupaciones, mortificaciones, tristezas, ataduras y depresiones que nos
llevan a cambiar nuestro rostro exterior por nuestra cara interna como nos
sentimos en ese momento.
Acordémonos que cada día trae su propio afán y que estos inconvenientes son
asuntos pendientes por resolver. Las soluciones están dentro de nosotros
mismos.
Descubramos ese verdadero ser, ese diamante
que nos permite ver como la esperanza se
levanta antes que el sol, ahí se encuentra
nuestras ilusiones, sueños, metas, anhelos y
deseos.
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