1. Competencias para el emprendedor del siglo XXI
Una primer semblanza
En un mundo altamente competitivo hay cada día menos espacio para la falta de recaudos. Y son los
emprendedores, aquellos individuos con las ansias de generar nuevos espacios para la producción los que
más cuidado y atención deben prestar. La pregunta es: a qué deben prestar tanta atención? Y la respuesta
es: a las capacidades y actitudes que deben poseer y desarrollar a los efectos de poder generar valor
agregado para los consumidores, pues es ese valor agregado lo que determinará o no el contacto de éstos
últimos con su empresa.
Si hay algo que un emprendedor debe poseer es autoconciencia, o sea conciencia de sí mismo, de su forma
de ser y responder antes los sucesos en su empresa y en el entorno. Para ello no hay nada más cierto que el
“conócete a ti mismo”. Sólo una persona claramente conciente de sí misma es capaz de dominarse y
autocontrolarse.
Una persona que toma conciencia de su forma de ser y conducirse, de ser conciente de sus capacidades,
virtudes, defectos, limitaciones e inclinaciones, podrá tomar medidas para hacer un óptimo
aprovechamiento de lo positivo que hay en él, y tomar los recaudos y prevenciones que le eviten caer en el
descontrol.
El conocimiento de si mismo le permite llegar al autocontrol. Es el autocontrol la capacidad de meditar sobre
si mismo y sus actos, adoptando una postura que le permite ser conciente de sus decisiones, evitando dañar
su persona y prestigio como empresario. La pérdida de control lo hará sucumbir tanto a las inestabilidades
del mercado, como a las tormentas que a diario un empresario se ve expuesto. Un empresario como un
capitán de navío debe mantener la calma aún en los peores momentos para tomar la decisión mas acertada
y guiar la empresa a buen puerto.
Muy unido al anterior aspecto tenemos la fortaleza y templanza necesarias para afrontar las sacudidas a que
todo empresario y su empresa están expuestos a lo largo de su trayectoria. Pero es en los primeros pasos,
cuando aún se es joven y emprendedor cuando aún se está poco curtido, cuanto más se pone en juego la
capacidad de lucha y tesón. Cómo el agricultor que prepara la tierra y siembra sus semillas, un empresario
siempre está expuesto a la sequía, el exceso de lluvia, las inundaciones y también al fuego. Es en estos
momentos donde se pondrá a prueba la templanza del empresario para aguantar la embestida momentánea
del destino y salir adelante.
Cuando en un mundo con abundante oferta de bienes y servicios, se quiere captar parte de la demanda,
mantenerla y ampliarla, es fundamental poseer la creatividad mínima para darle tanto a los productos y
servicios, como a los procesos de producción y venta, ese toque especial que lo distinga de sus
competidores. Sin capacidad de creatividad e innovación sus posibilidades son más que limitadas, muy
limitadas. Ante tan alto grado de competencia, sobresalir para atraer los deseos y necesidades de los
consumidores requiere de algo que lo haga único y especial. Aún vendiendo golosinas, se debe tener la
capacidad de atraer el interés en sus productos y no en los de los competidores.
Como en un juego de fútbol, es ese chispazo de creatividad el que marca la diferencia entre quien gana y
quien pierde. No todas las empresas subsisten, muchas caen, y una de las razones es esa falta de capacidad
para generar nuevas ideas que le permitan continuar conservando el apoyo de sus clientes.
La creatividad se pone de relieve tanto para generar un nuevo producto, como para diseñar un proceso que
permita menores costos y mayor calidad, o bien esa creatividad le permitirá llevar a cabo una mejor
2. publicidad o bien resolver mejor los problemas. La creatividad no es una cuestión menor para aquel que
pretenda triunfar en los negocios.
En un entorno cambiante en lo social, económico, político, cultural y psicológico es menester contar con la
sensibilidad suficiente para captar esos cambios a tiempo, y aún más adelantarse a ellos mediante una
mentalidad proactiva. Para generar empresas de excelencia ya no basta con reaccionar o prevenir, es
fundamental generar los cambios, ser capaz de fijar nuevas reglas de juego, sino pensemos en el creador de
McDonnalds y su revolucionaria visión de la comida rápida y los servicios. Es en este punto donde confluyen
la creatividad y la sensibilidad. Se debe ser sensible para captar los cambios del entorno, y creativo para
generar la solución que marque la diferencia.
La capacidad de reacción ante lo inesperado fue, es y continuará siendo una aptitud que diferenciará a
aquellos que sobrevivan con su empresa, de aquellos que zozobren ante las tormentas del entorno.
En todo negocio que cuente con personal, nuestro emprendedor deberá tener la capacidad de liderar y
motivar a estos para mover las piezas hacia la consecución de las metas, y por ello no hay nada tan
importante como fijar metas claras y precisas. Estas metas deben estar en conjunción con la misión de la
empresa. Tanto el propietario, como los directivos y empleados deben saber en que negocio están y quienes
son sus clientes, y por lo tanto saber en que negocio no están y quienes no son sus clientes. Parecerá algo
simple y sencillo, pero muchas empresas han perecido al tener una misión restringida o bien poco clara.
Tener clara la misión de la empresa, sus objetivos y ser concientes de las restricciones y limitaciones le
permitirá desarrollar planes más acordes a la realidad y auténticas posibilidades de la empresa. Una de las
peores cosas que le puede acontecer a un empresario es no ser conciente de sus limitaciones. Ser conciente
de ellas le permitirá contratar a las personas que le cubran sus flancos débiles. Recién en ese momento,
cuando aparte de sus conocimientos y experiencias, pueda contar con otra visión más experimentada y
analítica, estará en condiciones de poder desarrollar un plan con mayores posibilidades de éxito. Éxito que
sólo podrá hacerse realidad si el plan es acompañado de capacidad organizativa, talento para la dirección y
un fino espíritu controlador.
Una idea puede ser muy buena, pero hacerla factible requiere de una planificación. Realizado el plan es
menester crear una organización en la cual estén claramente definidos los roles, siendo a partir de ella que
los integrantes interpretarán sus respectivas partituras para hacer realidad los objetivos. Dirigir a los
empleados y obreros para el logro de la mejor performance no es cosa fácil, sólo individuos realmente
talentosos pueden sacar lo mejor de sí a cada uno de su plantilla. Es por ello que en estos tiempos más que
simples directores se necesitan inspiradores y entrenadores, lo cual son las condiciones para el nuevo
liderazgo.
Lo del fino espíritu controlador hace referencia a una capacidad sutil y especial con la que se debe contar
para no sólo determinar que y cuando controlar, sino para ser conciente de aquella información que
contradice las sensaciones e intuiciones que un buen emprendedor debe contar y cultivar. Saber preguntar,
con claridad y precisión, es una capacidad que no todos tienen, y que le permitirá retomar o cambiar de
rumbo en el momento preciso.
Ser cada día más veloz
En la era del nanosegundo no basta con ser rápido, es necesario ser muy veloz. Si no se es suficientemente
veloz, los que vienen atrás lo pasan por encima. Velocidad para producir, velocidad para entregar, velocidad
para responder a la consulta, velocidad para diseñar los productos y procesos, velocidad para entrar al
mercado, velocidad para cobrar, todo es velocidad y por lo tanto el concepto de velocidad debe ser
comprendido y meditado por el emprendedor del Siglo XXI.
3. Hoy un buen empresario debe pensar continuamente como hacer más veloz cada tarea, cada proceso.
Cobrar con mayor velocidad en un supermercado puede significar a igualdad de precios incrementar las
ventas. Ser más veloz en atender a los pacientes en un sanatorio implica no sólo incrementar los servicios,
sino aumentar notablemente la satisfacción de los pacientes. Hoy nadie quiere esperar, todo se desea al
instante.
Antes se enviaba una tarjeta postal vía correo, hoy se efectúa vía internet, a un costo prácticamente cero y
de forma inmediata, con el agregado de efectos especiales.
Si Ud. arregla computadoras o máquinas, toma el tiempo de respuesta entre la llamada telefónica y su visita
al cliente, toma el tiempo que lleva la reparación, y otra cosa, toma el tiempo para atender el teléfono.
Recuérdelo, hoy todo es velocidad.