1. Las geopolfficits cltl can*cinrierrto I'colorri*lid;rd cf el pocler."
lin{r-er.ist:r a ,*ltcr llignolc
(l;itherine ;:rlslr
En ltrdisciplinar las ciencias sociales. Geopolfticas del conocinrientc y colonialidar.[
dtrl Poder. Perspectivas dtstle lo Andino- editaclo por C lValsli. F. Schi11't,v S.
Castro-Golnez euito; LrASB/Abya yala. en prensa.
lirt ,trr /ihro "IIi.tlttria.s h-tcctles't{ise/io.s glohales:en.ert.l'os .soht'r: los legads,s
colortidle.s.
tos crtttrit'itnietti<ts -stthctllenrcs eI petrscrmienlr.t c{e (lttrtiruirt pensat.. ('ettlr.
-t' frtutera"
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),otro, artit:ulos J-?rvo^f recienles. la rtrrci6n tJe
lns geoTrtliticrtE de crttutcinienlo
Jirnus wt e-fe cruc'ial, tauto en Iq elahoraci6rt dc unct
ctirtrpt'etnsi6n cri{iccr de lq diferencia epistemica colonictl en la
.formacidtr y
/rnn,sfornmcitirt del .ti.ctema-mund.o nutdennt"colonial en zonas prri1driros como
Arxericct lntina. como en la tle establecer la relac:iott entra histrtric., kx:ales
1, la
prixluct'ititt de umrtc'imienlo. ,(-l6nto utnceptualizcr usled estu idea tle lu-s geopolilicus
de totx:scinilento, cua{es san los lineantientos leoricos que guian esta conc$hwlizaci1n
I que poit:rtciat eltistetnrslogico tiene para e! estudio desde,sobre Arndrics lntina v la
iu.rert:irin actual de Iu regidn en la xrcieclctl global?
Mi argumerrtcl trata de desplazar laid,ea de "las geopoliticas del conocimiento en',_-
e1
este caso America Latina. r[i argumento, fundamentalmente en el capitulo 3 clel libro,
es que "Amdrica Latina" es una consecuencia y un producto, de ia geopolitica del
conocinriento. esto es" del conocimiento geopolitico fabricado e i*puesto por la
"modernidad"- en su autodefinicion como modernidad. En este senticlo, ''Anrdrica
Latina" se fue fabricando cofno algo desplazado de la modernidad, un desplazamiento
clue asumieron los intelectuales v esladistas latinoarnericanos v se esfbrzaron por
llegar
a ser "modernos" conlo si la "nrodernidad" fuera urr punto de lle_eada y no la
.justificacion de la colonialidad del poder
6Como conceptualiz-o, pues, la geopolitica clel conocimiento? Pensemos en cualquier
historia. de la filosofia, por ejemplo. Esa historia va de Grecia a Europa. pasando por el
norte del lr{editerrlneo. De tal nranera que todo el resto del planeta queda fuera de la
historia de la fllosofia. Asi, en Anrerica Latina hay una larga tradicion en la cual una
de
las preguntas es, "existe una filosofia en America Latina?;. Pregurrta semejante
se han
hecho los filosofbs afiicanos, sobre todo a paftir de la descolonizacion de Africa-
despues de la Segunda Guerra lr{undial. Asi, en la misma vena, se dice que "la filosofla
oriental" es mas "practica" que la occidental. Esto es, no se sabe muy bien, por un lado,
que diablos es filosotia flera de esa historia con una geogratia piecisa (de Grecia
a
Francia) y, por otro lado. la filosofia funciono, hasta hace poco, como el punt6 de
llegada de la rnodernizaciott del conocimiento. Imaginemos otras historias. la de las
ciencias httmanas (Foucault) o de las ciencias sociaies (Wallerstein) Algo semejante
ocutl'e. La arqueologia de las ciencias humanas de Foucault se hunde en las raices de
esa geopolitica que enmarca la historia de la filosofia. Wallerstein. en cambio, introdujo
trn nuevo elemento. Reconocio que las ciencias sociales, como las conocemos hoy. se
fundaron en Europa, se constru-yeron en las lenguas modernas de conocimiento y de
colonizacion, y se ocuparon fundarnentalmente de paises Europers, porque el resto del
mundo (con excepcion de la antropologia al servicio del colonialismo) no valia la pena
2. de st:r eslrrdiadci. El "orientalisrtro". rcci'rrc{cntos. es proelucro de los esturiios fil.l6gicos
ntds qtre sociales.
,'.|ittlonces qrle remos en eslos dos ejenrl;los',' 'erncs rlrre Ia "hisloria" del cgnocimiento
esta nrarcada geo-hist6ricamente y adenrtis tiene un l'alor v uri lugar de "origep". El
cotlocinrietltLl llo es abstracto ), des-iocalizado. Todtr lo contrario. Lo que .euro*s en los
ejentpios atlteriores es utla ritanifesracion de la diJ-erencia colonial. Los nlisioneros
habian nOtado qtre los ,{ztecas o ios Incas uo tenian escritura. por lo tanto. no tenian
cortocimietlto en el sentido en que la universidad renacentista concebia ei conocinriento.
Cuando les Ilego el tunro a los nrisioneros tianctis e ingleses. en el si_elo XIX. las
0bservaciones fueron semejantes" Solo que esta vez el conocimientr-, se niedia sobre la
base de la universidad Kantiana-Humboldtiana y no ya renacentista. Los conocimientos
humanos que no se produzcan en una region del globo (desde Grecia a Francia,
al norte
del l{editerr6neo), sobre todo aquel que se produce en Africa, Asia o America Latina
no
es propiamente conocimiento sostenible. Esta relacion de poder marcada por la
diferencia colonial y estatuida la colonialidad del poder (es decir, el discurso que
justifica Ia diferencia. colonial) es la que rerrela que el conocimiento. como
la economia,
est6 organizado mediante centros de poder y regiones subalternas. La trampa
es que el
discurso de la modernidad cre6 la ilusi6n de que el conocimiento es des-incorporudo y
des-localizado y que es necesario, desde todas las regiones del planeta. "'subir" a la
epistemologia de la modernidad.
Esta otlserr,'aci6n vale tanto para Ia derecha- como para la izquierda para el
-y centro.
Ha1'tres grandes narrativas. macro-narrativas. que enmarcan el saber en lis historias
del
saber que se loc.alizan desde Grecia a Francia, al norte del h,{editerraneo. El macro-
reiato Cristiano,
-eenero el macro-relato liberal, .v €ste genero el nracro-macro relato
nrarxista. Como es sabido. la secularizacion del conocirniinto aparentenrente se
oplrso -'
distancio de la cristiandad. No obstante. en un gesto complementario mantuvo a la
cristiandad cerca. puesto que la religion cristiana le era necesaria a los trlosofos de la
iiustracion para asegurarse de que todas las otras religiones eran inleriores a la cristiana.
Y, como tambi6n sabemos, si la secularizacion genero el liberalismo, el liberalismo
genero su contrapartida sem6ntica, el marxismo. De tal modo que cristiandad,
liberalismo y marxismo (con sus correspondientes "neos") no son dos caras de la misma
moneda, sino tres caras de un solo lado de la moneda. El otro lado de la moneda
es la
colonialidad. Y la colonialidad abre las puertas de todos aquellos conocimienros que
fueron subalternizados en nombre del cristianismo, del liberalismo y del marxismo.
6Que consecuencias puede tener la geopolitica del conocimiento para la produccion y
transformacion de conocimientos en Arnrdrica Latina (y agregaria Asia o'Afri"u, p".o
tambien, la produccion Chicana o Alio-Anrericana en Estados Unidos o Magrebi
en
Francia)'l N'{uchas. En primer lugar dejar de pensar que lo que vale como conocinriento
esta ell ciertas lenguas y viene de ciertos luqares. Y dejar asi de pensar que los
Zatrratistas han estado produciendo una revolucion teorica. politica y etica. De modo que
si' por ejenlplo, para enlender a los Zapatistas me baso en Bourclieu o en los metodos
sociologicos, pues, lo que hago es reproducir la colonizacion del conocimiento negando
la posibilidad de que para la situacion historico-social en Arntirica Latina el
pensamiento que generan los Zapatislas sea mas relevante que el que produce
Jurgen
Habermas. Una de las consecuencias negativas de la geopolitica dll conocimiento
es
impedir que el pensamiento se genere de otras fuentes, que beba en otras aguas.
Caramba, l,como voy a pensar la sociedad civil y la "inclusion" sin Habermas o Taylor?
2
3. ,.Cott.to vov a pcnsar a partir de lcs Zairalisias o de Fanon que pro<Jrrleron conociniiento
basar-los !'n o-1ras hislorias, Ia historia de Ia esclavitud negra en el rllinlicr: r [a historia
dc la c:tllcrni;-acion Europea a lus lndrgcllas elr las Arnirir-as? Otra rrollsecllr-ncia cle la
geOpolrtica del cont'icilniento es tlue se pLrblican v traducen precisarnente aquellos
ttotttt'rres cu'os trabajos "contieneu-' 1' reproducen el conocimiento geopolilicamente
marcado. ;Quiin conoce en .funerica l-atina al intelectual t activista Osa-9e, iine
Delt-rria" .lr-'l uCud:ntos ert Arnerica Latina tonrarian a Frantz Fanon conro lider intelectual
erl vez de Jaccpres Derlida o Jurgen lJabernras?
En fin, la mayor consecuencia de la geopolitica del conocimiento es poder comprender
que el ct-rnocimiento fi.rnciona como la economia Se dice ho-v que no hay ya cenrro y
periferia. No obstante. la economia de Ar*centina o de Ecuador no son las econt-rmias
que guian la econornia del mundo. Si el nrercado bursitil de Quito o de Buenos Aires se
desploma. no tiene muchas consecuencias en otras partes. Con el conocimiento ocurre
algo semejante, con Ia diferencia de que en la produccion intelectual tenemos mejores
ptisibilidades de producir cambios que quizas lo tengan los qobiernos del ex*Tercer
Mundo en el terreno econornico.
Eslo relscirin nwrcatla por Ia cliferencia colonial ): estatuida en Iq colonialiciqd rJe
poder clue usletl mettciortn sigtrc carat:lerinndo las sociedades atinoamericanas pero
de una mnnera cpe ahora necesariatmenie pane de ls realidact de Ia globalizacion y la
lr)gicn cle! copitalisnrs avanzatkt. 1{'6mo er*entler es-ta relacirin actual, esysecialruente
en los pa{ses aruliwts?
Voy a comenzar haciendo un rodeo. Hacia finales del siglo XIX y principios del XX se
plantaron las semillas de lo clue seria a partk de ahi una transformacion radical del
orden imperial-colonial mundial. Este momento no tuvo o no tiene el "cache" que tiene
la revolucion tlancesa de 1789 en la cultura occidental Tampoco fue un momento
significativo para lmntattuel Wallerstein al reflexionar sobre la geocultural del mundo
moderno- qtre el sitria a parlir de la revoiucion francesa. 6Que paso en esos afros? En
189-5 y despuds del triunfb de Japon sobre China, Japon anexo Tairv6n. Japon paso a
ser, en este momento. el primer v unico poder imperial no occidental. lo cual, diganros
de paso, quiere decir tanrbien, no-blanco. En los airos subsiguientes la victoria de Japon
sobre Rusia v la anexion de Corea consolido el imaginario y la reconfiguracion regional
del imperio Japonds Ahora bien. como las historias son siempre locales, cualquiera sea
el inraginario y lo inraginado en esa localidad. Aunque sea la historia universal de
Hegel, la historia universal es universal en el enunciado pero local en la enunciacion.
No haii otra, la enunciacion est6 siernpre locahzada. En fln, I898 no es--que yo sepa--
una f'echa significativa para Japon. pero es de enorme importancia en la historia de
Anrdrica Latina. de Espaia y de Estados Unidos. En 1898 Esparla perdio sus ultinras
posesiottes irnperiales, Cuba, Puerto Rico I las islas Filipinas. Cuba y Puerto Rico
redeflnieron sus proyectos nacionales -v Estados Unidos establecio nlrevas relaciones
con America Latina. America Latina sufrio, por asi decirlo, una tercera "degradacion"
en el orden mundial. La primera fue en su mero inicio, cuando ingreso en el imaginario
cristiano-europeo como region subordinada. La segunda ocurrio en el sigto XVllt,
cuando los filosofbs franceses, fundarnentalmente, reactivaron la disputa del Nuevo
Mundo y rebajaron Amdrica a una 'Juventud" que le hizo pensar a He-eel que America
sera el futuro, ntientras Europa era el presente y Asia el pasado. Africa, no tenia mucho
que hacer en este imaginario. Pero, claro esta, cuando Hegel decia Amdrica" en 1822,
estaba oensando en Estados Unidos. no en America Latina o el Caribe. Y la tercera
4. tlt.gradacicn ocitrt-i6 a panir de l89S Para dccirlc brevrrntenle- er') l89fi tla 1ic6a es
claro ptll'c1tre eslii un llunto de rei-ei"encia ptrra lci-:aliz-ar" i1 que estu.ri ocr.ri'rierliic) aplr-s v
lo tltrc ocutlitit tlcspuds) se re-articulo en el irnaginario del nrunelu rliodcrrio-colorrial" ia
divisirirr entl-e el itlantico Norte. protestante- anslo ], blanco y el itlantico Sur.
cattilico. latino y no tan blanco va
Ett suttra. en 1895 y 1898 dos nuer"os AL-torL's enrraron en L-scena en el orden mundial
;,,
redetlnieron la diferencia imperial v la cliferencia colonial. En esta re-organizacion
Arll€rica Latirla perdio otro galardott en el orden nroderlt-r-colonial.
6Corno entender la
situacirin hoy en America Latina en el rnarco de esta pequeira historia? pienso que en la
nledida en que Estados Lrnidos i, Japon son hoy las economias mas fuertes, y le sigue ta
Uniorr Europea, Estados Unidos necesita mantener relaciones economicas y
tiiplomaticas mn ambos, la Union Europea y Japon. La Union Europea es por cierto
parte del mismo "paquete" de la modernidad-colonialidad en el cual el poder se
desplaz-6 de Inglaterra a Estados Unidos (a partir de 1898). Japon, por otra parte, es
capitalista pero no-blanco. Ademas, es punto de apoyo irnportante en relacion i China,
la cual es una economia fuerte mirando hacia el futuro y, al ntisnio tienrpo, re-define la
diferencia imperial. Es decir, la diferencia imperial entre Estados Unidoi y Espafra por
ejernplo, en 1898, se redefinio en la interioridad de la civilizacion occidental- en el
marco del cristianismo (protestante-catolico) y en el de las diferencias imperiales
raciales. en este caso anglicidad v latinidad (ver para mds detalles mi articulo,
"Globalizacion y latinidad", Revista de Occidente.234. Noviembre del 2000. dedicada
a "N'{estizajes culturales e identidades en conflicto."). Pero con China y Japon la
diferencia imperial se redefine en terminos raciales (aunque la terminologia empleacla es
"culturales") y politicos (neo-socialismo ,'ersus neo-liberalismo en el caso
de China).
En este escenario. en el de las formas que la globalizacion ha tonrado en los ultinios 100
aflos (para difbrenciarla de la globalizacion de los 400 afios anteriores), v rnas
particularmente a partir de 1990" Ia que coresponde a la consolidacion del capital
transnacional, Anrerica Latina comenzo a experimert&r, 1, lo sigue haciendo, dos tipos
de cambio ftlndamentales, a mi ver. Uno es el de la fbrmacion de mercados regionaies,
N{ERCOSLIR y NAITA. Es predecible que el segundo tendrd un futuro mejor .
asegurado que el primero (puesto que este ligado a un pais ltder en el eje Estados
Unidos-Union Europea-Japon)- lo cual pone a N4exico en un lugar particular con
relaciott al resto de America Latina. Brasil aunque es una economia fuerte no es Estados
I-Inidos, por lo cual es posible que asi como Chile decidio no "dependei' de un pais
"dependiente" como es Brasil, tambien lo haga Argentina, sobre todo en este momento
de enorme inestabilidad economica. EI segundo tipo de cambio lo veo en los paises
Andinos, aunque la Comunidad Andina de Naciones. por lo que sd, no estd consolidada
como N{ERCOSLIR y NAFTA Los paises Andinos, desde 1970 pero fundamentalmente
en los ultimos 10 aios se destacan a nri ver por una mayor inestabilidad economica
pero, al mismo tienrpo, mayor resistencia y proyectos frente a la
_elobalizacion, es decir,
frente a la hegemonia de la economia neoliberal en tanto diseiio econ6nrico, financiero y
civilizatorio.
Creo que estos dos momentos lnarcan un giro economico-politico fuerte que no se
coresponde, todavia, con el cambio de imaginario. 6Qu6 quiero decir? Pensemos en
tres etapas cronol6gicas que coexisten hoy en contradicciones diacronicas. El
imaginario del periodo colonial, el imaginario del periodo nacional y el imaginario del
neriodo oosl-nacional que estamos viviendo. En el oeriodo de la construccion nacional
5. se redr.llnieron las posicioues enlrr'Latilio America v Anslo America ,,, en ese sentido.
1398 cs r-rtta i'echa c[ave cn lil consolidacion deI inragirrario nirciona!-srrbcontinentai
I'[ov. cn carnbio. cl inraginario naciona] r'continenlal se refirtrza en los paises llnancicra
I ecort6nticanlente liclei'es. conro Estados [".inidos ,v la Union h,ulopea ntientras que se
debilita en las z()nas del er-'fercer-l.{rrndo La crisis del Ilstado que tanlo se t'niet11a para
entender ia glolralizacion es. en realidad, una crisis de los Estados post-coloniales (o
rleo-ctiloniales) Asi. la crisis de los Estados nacionales, en Anterica Latina. ,a
acotttpaiiada de una crisis, pero tanrbien de la posibilidad de redefiniciones del
imaginario sub-continental. il.fientras que en el imaginario nacional la division clisica
fue entre los paises del Atlantico y los paises Andinos (con ercepciones como
Venezuela, que es Atlantico v Andino al mismo tiempo) ho-v esta dir.isitin esta siendo
suplantada por otras int6genes de rnuclro md.s fuerza y de distinta distribucion geo-
politica. Por un lado, est6 el nivel de concentraci6n econ6mica neo-liberal, tanlo en
Brasil como en M6xico, como en Colombia o Bolivia aunque la densidad de
coltcentraci6n es distinta. Por otro lado. est6n las zonas de concentracion anti-neo-
liberal, por decirlo de alguna manera que, hoy, toma la forma de movimientos indigenas
desde el Sur de M6xico, a Ecuador y a Bolivia. Este es sin duda un elemento nuevo y
muy irnportante: tanto el imaginario colonial como el imaginario nacional se construyo
de espaidas a la presencia indigena. Es por eso que, para tomar un ejemplo. la filosofia
latinoamericana fue siempre ciega a esta situacion que hoy ya no se la puede ignorar en
ninguna dimension, ni politica, ni economica- educatira. Por esta razon. me parece,
habria que ver las reformas educativas en la que t[ y otros muchos estdn trabajando. en
los Andes. en este contexlo nr6s arnplio. Me parece, adem6s, que dsta es una dimension
que ya tiene ntucha fuerza y,' a la que deberemos prestar atenci6n en el futuro. Habria
quiz6s que prestar mds atencion a lo que Raril Fornet-Betancourt propone en
Interculturalidad y globalizacion. Ejercicios de critica filosofica intercultural (2000), lo
cual nos situa en el vaiven entre la filosofia y la economia, entre la educacion y los
ntovintientos indigenas, entre la etica y el pensamiento critico. elttre la geopolitica del
conocimiento v la re-articulacitin de la dilbrencia imperial 1' colonial
l:tr trtai.s:es conto Eamdor .v Rolifia los nrot,imietilos iruligenos estqn pronoviettdo ttna
reu'tisrlaci6n dc lu diJ'crencia eltislenrictt 1, cok*titrl y, a la vez, un uso polificamertle .
e^tt"atigico tlal c<nxtcimienkt, ctt'ciurcs que, ett c'ierta ru(ilrcrd, dcsnfian cl c:okmialisnrt
irtenn conro lumbiert los disefios glohales del mtrulo motlerno-coloniul. i.Oue wrge c{e
e.sta.yacc:iotrcs a hi.vlctrias (trarn) Ioca/es en lortrc a las geotoliticas del conocintienb 1'
la c:riloni al idrul ele I prxler /
Este es sin duda un tema clave no solo para los Andes sino, en general, para imaginar el
futuro W.E. B. Dubois dijo. al principio del siglo XX, que el gran tema de este siglo
seria lo que dl llamo "the color line." Parafraseando a Du Bois podriamos decir que el
gran tema del siglo )CXI ser6 la doble traducci6n y la interculturalidad. Tambidn creo
que ambas, doble traduccion e interculturalidad, en America Latina tienen su
fornrulacion m6s fuerte en los rnovimientos indigenas, particularmente en Ecuador y en
Bolivia donde "interculturalidad" es un topico esencial, y tambidn el movimiento
Zapatista que no pudo ser lo que es sin la doble traduccion. Esto es, la infeccion
sirnulthnea de la cosmologia marxista por la cosnrologia indfgena y de la cosrnologia
indigena por la cosmologia marxista. Con el Zapatismo el marxismo, sobre todo en la
versi6n del materialismo historico y la vision eurocentrica de la clase obrera como
detentadora del futuro, corrige el error fundamental que cometieron los Sandinistas con
los Mesouitos Con el Zar:atisrno- los saberes indisenas se afirman frente a los saberes
6. lrd. ha elluesto tltLt! bien la travectcr-ia -r,ias conrplc:iiciades del coucepto de
"illtercirllttl'alidad" (/alsh 20{i0, 1'aislr ei1
}lfensa}. A nii rne ir}r-usrbe aclui pLrurualizar
solo utt aspecto el que el ccxrcr-pto eje "intcrcultr,rralidad" rer.ele ,ponga en juego la
difel'encia colonial. ltt cual qLreda Lln lanto esconcliclo ell el conceptg de
"mitliicttlturalidad". Por eso. cuanclo ii: palabra "intercullurilliclad" la ernplea el Eslado-
erl el discurso crficial el sentido es equivalente a "muiticLrlturaliclacl " El Estado
rluicre
ser iriclusivo. reformador, para mantener la ideorogia neo-liberal v ia prirnacia del
met-cado. Peto- en todo casc- es irni;ot'tante reconocer las relorrnas que se pueclen
realizar a traves de la politica del Estadc. En cambio el pro1,ect. "intercultural" en
el
discurso de los ntovintientos indigenas esta clicienrlo toda otra cc'rsa, esra prcponiendc.r
una translormacion. No est6n pidiendo el reconocimiento y ia "irrclusion" en un Estado
que reproduce la ideologia neo-liberal 1.' el colonialisnro interno, sino que est6n
reclamando la necesidad de que el Estado reconozca la diferencia colonial (etica,
politica y epistdmica). Esta pidiendo que se reconozca la participacion de los indigenas
en el Estado sino la inten'encion en paridad y reconociendo la diferencia actual de
poder- esto es, la diferencia colonial y Ia colonialidad del poder todavia existente,
de los
indigenas en la transformacion del estado, y por cierto, ae ia educaciort la economia.
la
ley. En ese sentido, el Estado va no podria ser "fironotopico e inclusivo" sino que tendri
que ser "pluritopico v dialogicon en el cual la hegemonia es la del dirilogo *ir*o y
no
q.e UNO de los participantes en el di6lo-eo, como es el caso actual tanto en Ecuador,
I
Bolivia o Estados Unidos o Francia. El paso decisivo para el futuro es la universidad y
este paso se esta ya dando en Ecuador con la Llniversidad Intercultural y en Bolivia
con
varias experiencias en marcha de universidades lideradas por intelectuales indigenas.
SubrayemQs para los lectores no farniliarizados con estos temas. que la Universidad
Intercultural indigena no es SOLO para indigenas sino para todo el mundo. La
particularidad es Ia diferencia de perspectiva entre la Universidad Estatal (o privada) y
la Universidad Intercultural l'tientras que la universidad estatal, en Ecuador o en
Bolivia, reproduce la tradicion colonial de la expansion de la universidad Europea en
Amdrica Y, lnas recientemente, la transfbrmacion cle la unir.ersidad Kantiana-
Hrrmboldiana en universidad Corporativa (por ejemplo, conocimiento instrumental,
preparacion de prolesionales eficientes, elinrinacion de conocimientos "inutiles" como
las humanidades y el pensamiento critico). la universidad Intercultural reformula el qu6,
el por qud y el para que del conocimiento tanto en la perspectiva epistdmica indiglna
(en vez de blanca) como ett las necesidades legales, economicas, de salud, etc. En este
serrtido la respuesta a la globalizacion desde la perspecti'"'a indigena es por un ladcr
inequivoca y por otro lado sitt retroceso. No vov a abundar en estos detalles que estdn
ira explicados en el Boletin Icci-Rimai de Octubre del 2000. Pero para los lectores que
no tienen por el momento acceso a este Boletin sefralard clue la decision de los
diseiiadores de la Universidad Intercultural, y la de su actual rector Luis Macas, la
decision de designar la organizacion de la universidad y los titulos otorgados en
Quichua, en vez de Castellano, no es un mero capricho ni una decision sin
collsecuencias. Al contrario, es un ancla importanle de lo que la interculturalidacl,
tomada en serio. significa. Y no nre queda la menor duda de la seriedad y radical
importancia del proyecto.
En este sentido, el libro de Betancourt que mencionti antes es importante pero necesita
ser recontextualizado. La contribucion del libro es la de marcar el hecho de que la
"filosofia latinoamericana" fue una filosofia por un lado marcada por la dit'erencia
colonial con respecto a la filosofia Europea (que explico tanto en "Diferencia colonial y
razon postoccidental".2000 como en la introduccion al libro Capitalisrno v Geopotitica
G
7. ijel Conocintiento, 20t)l;.v*. pr)r'oln). r-rlra lllosofia (irre eslu,o cle cspalda al pensantiento
tniligena v al pensalttienlo iril'cl-calibeno I:n este n]om!-uto nr) es suJiciente con que la
tt'adicitin de la lllrtso{la "latirtc''arntricana-criolla" rccL)noz-ca sus limiles. Si solo fuela asr
sel'ia tttra "lilosof-ia tttulticultura[" es decir. incluir a todos pal'a seguir siendo la t'ilosofia
del pensamiettto criollo-mestizo e innrigi-ante l-a verdadera filosof,ia intercultural sera
aqr-rella en que dialoguen pensaruientr) nlestizo-crioilo e innriqrante con el pensanrient,:
indi-qena y el pensatniento afro-cariberio (tal conro lo articulan. por ejenrplo, tanto
Gordon Lervis (2000), de Jamaica v Paget Henly (2001) de Anligua. En cuanto al
pensamiento indigena esta va ert marclra desde el siglo XT (Guaman Poma. Pachacuti
Yanlki, el manuscrito de Huarochiri, etc.) y se esti re-articulando en obras como las de
Fausto Reinaga, Felipe Quispe, lr'larcelo Fernarrdez, Enrique Ticona !, otros, en Bolivia.
En Ecuador pienso que la Llnir,ersidad lntercultural es el provecto donde esta
actualizacion se resume y se articula institucionalmente.
En suma, el concepto de "interculturalidad" definido desde la perspectiva de los
movimientos sociales e intelectuales indigenas da cuenta de la importancia de las
geopoliticas del conocirniento. Esto es, la de tomar en serio que el conocimiento no es
uno y universal para quien quiera ingresar a el, sino que est6 marcado y est6 marcado
por ia diferencia colonial. En este sentido estoy de acuerdo con Ud en que la
interculturalidad asi definida es una manera de sobrepasar el colonialismo interno. por
otra parte, es una buena muestra del potencial epistdmico de la epistemologia fronteriza.
Una epistemologia que trabaja en el limite de los conocinientos indigenas subordinados
por Ia colonialidad del poder, mar-ginados por la diferencia colonial y los conocirnientos
occidentales traducidos a la perspectiva indigena de conocimiento y a sus necesidades
politicas y concepci6n 6tica.
Finalnlente, es importante subrayar que la "interculturalidad" como proyecro
epistdmico. etico y politico desde la perspectiva indigena es una manifbstacion singular:
de lo que estA ocurriendo en otras partes del mundo. No tengo aqui tiempo para
desarrollar el punto. pero quiero mencionar el caso de los intelectuales progresistas del
mundo drabe-musulman como N'lohammed Abed al-Jabri y. Ali Shar'iati, ademas de
Abdelkhebir Khatibi de quien me ocupd en Local HistoriesiGlobal Designs. Al
pensamiento Alio-Caribeiio habria que agregar tanrbien lo que esta ocurriendo en
Africa. De ello me ocupo en parte en Capitalismo y Geopolitica del Conocimiento. A
los tlonttrres ahi mencionados habria que agregar el ntuy irnportante de Achille Mernbe.
En t'in. el grupo de asi6tico de estudios subalternos (traducido en Boiivia por Silvia
Rivera Y Rossana Barrag6n) es otro ejemplo "Interculturalidad" seria asi un nombre de
un fenotneno global cuyas caracteristicas dependen de las historias locales y de la
particular articulacion de la colonialidad del poder en Asia, Africa y America Latina.
Trate de explicar este fenomeno como la emergencia del pensamiento (episemologia,
etica y politica) fionterizo en mi libro Local Histories/Global Desiens.
l)ertlro de la per.spectiva uslecl hct sefialado aclui 1' al .frente de lo nueva politica
an I i t e r r r r i,s I cr ldMfi, taf/p u ffi$nrv'gywtrr t t(yfu p I i e m b rs
una emergenta colo l. ffimo pcrrsur'cl lrftut ('oloh{tia'? TqT/ W)
, V
Para responder a estas preguntas tenemos que comenzar por tratar de entender la logica
de los diseiios globales, particularmente en su [rltima etapa, la etapa del "mercado total"
(Hinkelamrnert) o, lo que es lo mismo, la filosofia neo-liberal o. lo que es lo mismo, la
ultinra etana de la slohalizacion Es decir de la slobalizacion/cotonialidad qlobal
V
8. t)c'cidenl:llc's, cicl libc-ralismo (1'su ve-rsion tanto cienrillc:a cl)itlr) Ce
la lilosofia de la
cit:ncia). del cristianisnro 1'del rnar.rismo. I-.ir contrii-lucion (lsL'ep F-cuadol'J,en llgliyia
sc cstit haciencitl al pcrisiirttiento a parlir- de c-atesorias no-occiclenlales (esto es. de las
herencias del cr-istianisrno. del liberalisnro I'del rnarxismo ], la variedad de
aflicuiaciotres tllosdficas !' cientrtlcas en este nrarco) es. como t,icJ trien lo satre.
ellol llle . En la irltima reunion del pr:o1,ects "Qglrpoliticas del conocintiento" qlre tur.imos
aqui en Quito. esta cuestion qr-redo clara en los varios dialogos que henros tenido con
intelectuales v dirieentes del mor.'inriento indigena ecuatoriano. El ar-liculo de Javier
Saniines, qtle se publicir en el nunrero 2 de Comentario Internacional (Junio del 2001) y
que se reproduce elt este libro en lbrma ampliada, pone de relieve la coptribucion de
Felipe Quispe. Sus propias contribuciones, Catherine. tanto en Conrerrtario
Internacional (2000) como en Neparrtla (2002), N-ueva Sociedad (2000) en un texlo
-v
por publicarse ett Petu contribuyen a conlprender esta situacidn- Y me gustaria tambifn
mencionar aqui el articulo reciente de Armando Muyolema (2001). De modo que dado
que Uds nte llevan la ventaja en estos tenras, me lirnitard a puntualizar un par de asuntos
qtle me parecen cruciales tanto para el desarrollo de nuestros proyectos (que
comenzaron con "Geopoliticas del conocimiento") como para pensar en y actuar hacia
futuros que otiezcan alternativos al capitalismo, sobre todo en su m6s reciente versi6n
neo-liberal.
En primer lugar la importante distincion entre "interculturalidad" y "nlulticulturalidad."
Ud recordari segur<l que en la irltima reunion de LASA John Beverle.v pregunto en
pirblico que se le explicara la diferencia. Otras manifestaciones similares que escuchd en
privado es el consabido argumento de que no hay nada fuera del mercado y que la
interculturalidad es Ltn nuero "gadget" del mercado enrpleado por el Estado. En este
sentido la interculturalidad seria otra manif'estacion de las politicas identitarias que el
filosotb e investigador esloveno Slar,oj Zizek condena tomando el ejemplo
paradigrndtico de Estados Unidos sin entender ni "mus" de lo que pasa en otras partes
del mundo ;'' olvid6ndose que el nrundo es algo mas que Europa v Estaclos L]nidos-
aunque Europa y Estados Unidos se ha-van expandido a todas parres del mundo. Pero Io
cierto es, que como lo vimos en el once de septiembre el mundo llego tambien a Estados
Unidos e. indirectamente, tambien a Europa. En fin, la dificultad de entender la
diferencia entre lo que estas dos palabras designan es una de las dificultades del
monotopistno del pensamiento moderno, la imposihilidad de pensar fuera de las
cateqorias de la modernidad, de no entender en suma la importancia de las geopoliticas
del conocintiento y de los lugares epistenricos, dticos y politicos de enunciaci6n. pues
bien, para usar el ejernplo que me brindo Jos6 Yanez del Pozo diria. para aquello que no
entietrden la dif'erencia, que vivimos en un mundo niulticultural constantemente en la
medida en que interactuamos con gentes de distinta "cuhura". Sin duda, la
multiculturalidad trae conflictos en situaciones de crisis y el Estado tiende a resolver
esos conflictos puesto que si los dejara estar seriarr perniciosos tanto para el Estado
como para el mercadcl. Pero la interculturalidad no es solo el "eslar" juntos sino el de
aceptar la diversidad del "ser" en sus necesidades, opiniones, deseos, conocimiento,
perspectiva, etc. En este nlonlento de la historia no es fl6cil conrprender (y aun para la
izquierda) que haya formas de pensamiento que no se fundan en Santo Tom6s, Kant,
Spinoza. Freud, Heidegger. Husserl o N{arx, y quizis algunos m6s. En el caso de los
Andes, se trata del conocimiento que comenzo a ser subyugado por el Cristianismo y
luego por la Ilustracion y mirs tarde por el Marxismo.
9. Antes de enlrar al lema del 1l de septiembre hav que decir que la muerte de miles de
personas (ciudadanos o no) en el ataque a las torres del World Trade Cenler tiene que
ser condenado. Pero es necesario lambidn poner entre parentesis los afectos para poder
enlender la logica de lo que esla ocurriendo. La condena al acto "terrorisla" no implica
que, automalicamenle, se celebre "la respuesla" del gobiemo estadounidense. Por olra
partq de las miles de personas que perdieron la vida el I I de septiembre no lodas eran
"esladounidenses", aunque los media asumen que si, que todos 1o eran. La condena al
acto lerrorista. enlonces, es una condena desde la perspectiva de la "perdida de vidas
humanas" 1' no s6lo de la "pdrdida de vidas" identificadas con la nacionalidad, y la
nacionalidad marcada por la tradici6n anglo-protestante-blanca- Volvere sobre este
asunlo mas abajo, al referirme a los derechos humanos.
A partir del l1 de septiembre hemos escuchado y leido tres tipos basicos de discurso. El
discurso de la derecha, particularmente pronunciado por el Presidente George W. Bush
y sus estrechos colaboradores. En Europ4 Tony Blair se encarg6 de propagar esta
versi6n en sus propios tdrminos. La ret6rica de este discurso acentua el "terrorismo"
como ataque a la "libertad" amenazada por "el mal." Esta caracterizaci6n la habia
empleado Ronald Reagan en los 80's para caracterizar el Imperio Sovidtico. En este
discurso la guerra indefinida contra el terrorismo se justifica como defensa de "la
libertad" y de Estados Unidos como paradigma de la libertad y de la democracia. Al
mismo tiempo, el paradigma nacional de la democracia se extendi6 a nivel global
cuando el Presidente George W. Bush sentenci6 que quienes no estan con nosotros
est6n contra nosotros. Este pronunciamiento revela la l6gica de la lucha contra el
terrorismo: la defensa de la libertad y de la democracia implica que quienes no est6.n
aliados con esta defensa no tienen derecho a ser libres y a estar: en contra. Esto es, la
defensa de la libertad se justifica mediante la violencia contra quienes no est6n
involucrados en la libertad que se defiende y a quienes se les ha dificultado el derecho
de oponerse libremente a la libertad que se defiende con la violencia. Lo que acabo de
decir no debe leerse como una justificaci6n de lo que ocurri6 el 1l de septiembre. Hay
aqui dos niveles de an6lisis que no podemos confundir: uno es el etico-polihco.
Eticamente es condenable todo acto que atente contra la vida de personas civiles, no
involucradas en el conflicto. Politicamente, los actos terroristas tienen un efecto
contraproducente en la medida en que justifican el refuerzo del poder contra el cual el
terrorismo se ejecuta y, por otro lado, no ofrece altemativas ni proyectos para el futuro.
Se podria argumentar que Bin Ladin y Al-Queda lo tienen, pero no voy a entrar aqui en
estos detalles. Pero, por otro lado, la l6grca del poder y de la colonialidad del poder
como lo explica Anibal Quijano (2001), no puede aceptarse como el bien natural que
lucha para destruir la artificialidad del Mal. La "doble critica" es aqui mas necesaria que
nunca- Y la "epistemologia fronteriza", esto es, el pensamiento que piensa y se piensa
desde la perspectiva de quienes sufren las consecuencias de la violencia estatal, es miis
necesaria que nunca. Por cierto, no estoy diciendo que Bin Ladin "representa" esa
perspectiva. Bin Ladin es una de las respuestas posibles explicable desde la perspectiva
de la colonialidad del poder. Explicable pero no necesariamente justificable. En la
misma l6gica es explicable Sendero Luminoso. Pero de ninguna manera justificable. El
resultado de Sendero Luminoso fue, dicho sea de paso, semejante. Reforz6 el poder y
justific6 la violencia estalal y militar aunque, claro est4 s6lo a nivel nacional.
Por otro lado, el discurso de la izquierda nacional (es decir, la izquierda en Estados
Unidos, parlicularmante a travds de medios como The Nation) denuncio las
complicidades entre el gobierno de Estados Unidos y Afganistan, en 1979, contra la
10. Uni6n Sovidtica. Puso de relieve la participacion de Bin Laclen v el enlrenamienlo que
recibio. en la ocasion. por parte de la CIA. Puso lambien de relieve Ia conl'eniencia para
Eslados Unidos del gobienro Taliban. No dejo de sefralar los inlereses econ6micos las
1,
riquezas petroleras en Afganisl6n v tantbien las relaciones enlre Estados Unidos v
Arabia Saudita relaciones que conlinuaron desde 1979 hasta Ia presidencia de George
Bush padre- En fin, no quedo un aspecto de las componendas y' triquifiuelas
internacionales, durante la Cuerra Fria- entre Estados Unidos los paises'Arabes,
1,
particularmente Arabia Saudita- I' la Uni6n Sovietica que Ia izquierda esladounidense
no
pusiera de relieve.
Hubo, y todavia lo hay, un silencio solo roto espor6dicamente ), cuando asi ocurre
enmarcado por la presencia y la ideologia de la media en Estados Unidos: la opini6n
de
los intelectuales progresista en el mundo 6rabe-isl6mico. Al-Jaezira fue censurada
despues del primer dia en que algunos canales en Estados Unidos se alrevieron
a
mostrar trozos de entrevistas con Bin Laden y los Talibanes. Personalmente tuve la
oportunidad de escuchar, en Duke, a la escritora y activista Egipcia Nawal El-Sadawi
(Octubre del 2001) y ver tambidn ura entrevista que Al-Jaezira le hizo a ella
un par de
aflos antes. En la entrevista se podia comprender las posiciones antag6nicas y
enfrentadas, en el Islarq entre intelectuales fundamentalistas y progresistas. No
obstante, cuando los intelectuales progresistas arabo-isl6micos no s-6lo-condenan el
fundamentalismo islimico sino tambidn el fundamentalismo del mercado neo-liberal
son vistos tambien ellos como confrarios al bien, a la libertad y a la democracia.
Seria interesante revisar las reacciones en otras partes del mundo, pero no viene al caso
aqui. Teniendo en cuenta la segunda parte de la pregunt4 mejor nos concentramos en
las respuestas en y desde Am6rica Latina. Pero para ello hay que empezar antes, en la
dfgada del 70, despues del "fracaso" del proyecto de modenizaci6ny desarrollo, O. tu
Alianza para el Progreso, de las reformas de Frei en Chile que culminaron en la elecci6n
de Salvador Allende. Su derrocamiento, en el1973, puede tomarse como un punto de
referencia del cambio al que estoy aludiendo. El te6logo de la liberaci6n iranz J.
Hinkelammert (1989) carasteizl esta etapa (es decir, la etapa que sigui6 al fracaso de la
Alianza para el Progreso, el golpe militar en Chile y la crisis motivada por la OpEC),
cgmo la "tercera guerra mundial." La aparici6n del "mal" como el enemigo marc6, para
Hinkelammert, el argumsnto y la estralegiaparael lanzamiento del *..cado total y del
Estado contra del Estado. En esta genealogi4 la transferencia del "mal" de la Uni6n
Sovi6tica a los Talibanes, Bin Laden y Al-Qued4 constituiria la Cuarta Guerra Mundial.
Y asi como la caracteriz6 el Sub-Comandante Marcos (lgg7) Es en esta linea de
pensamiento que podemos tambien entender la posici6n asumida por Anibal
euijano,
miembro de nuestro proyecto de investigaci6rq en un articulo que circul6 por el internet
"iEntre la guerra Santa y la Cruzada?" (Noviembre 2001). el argumento de
euijano
tiene dos facetas. Por un lado, el argumento hist6rico que se estructura en tomo a la
colonialidad del poder y subraya el conflicto entre Cristianos y Moros en el sielo XVI
que es unade las marcas de la complicidad entre Cristianismoy capitalismo m'ercantil.
La destrucci6n de libros y del saber arabe-islamico, a finales oit slglo xV, en la
gampala dirigida por el Cardenal Jimenez de Cisneros encuentra su contraparte
diacr6nic4 el I I de septiembre, en la destrucci6n del capital simb6lico del siglo i(XI:
no ya los libros y el saber, sino la concentraci6n del capital financiero. La acumulaci6n
del capital simb6lico de los dos acontecimientos es sin duda reveladora. por otra parte,
Qutjano contrapone el "terrorismo de estado" al "terrorismo privado". Indirectarnente
continfa el an6lisis que habia ofrecido Hinkelammert, desde la perspectiva de la
l0
11. teologia de la liberaci6n. al ulalizar la logica del mercado lolal durante la etapa de la
"tercera guerra mundial". Quijano nos olrece una actualizaci6n en el momenlo de la
"cuarta guerra mundial." Franz J. Hinkelammerl (1989) caracleriz6 esla elapa (es decir,
la elapa que sigui6 al fracaso de la Alianza para el Progreso. el golpe milrtar en Chile y
la crisis ntotilada por la OPEC), corno la "lercera guerra mundial." La aparici6n det
"mal" como el enemigo marco. para Hinkelammert, el argumenlo y,, la eslrategia para el
lanzamiento del mercado total 1' del Eslado contra del Estado. En esta genealogia, Ia
transferencia del "tnal" de la Uni6n Sor,ietica a los Talibanes, Bin Laden y Al-Qued4
constituiria la cuarta guerra mundial. Y asi como la caracteriz6 el Sub-Comandante
Marcos (1997).
Tenemos aqui ya bastantes elementos para pensar de que manera se est6 re-articulando
ho1' la colonialidad del poder en la "cuarta guerra mundial." Dentro de esta perspectiva
el Plan Colombia seria una re-configuraci6n hoy de los disefios globales y', en particular,
de las relaciones entre Estados Unidos y Am6rica Latina" El Plan Colombi4 larzado por
el gobiemo colombiano y apoyado por los Estados Unidos (y con la abstenci6n de la
Uni6n Europea), es un buen ejemplo de la complicidad entre gobiemos locales de
"paises emergentes", del ex-tercer mundo (el l'tercer mundo" en la etapa de la tercera
guerra mundial) y los disefros imperiales (econ6micos y militares) de los gobiemos
locales "de paises desarrollados", del primer mundo. Es curioso que mientras "tercer
mundo" es una expresi6n criticada como obsolet4 por la derecha mism4 mientras que
"primer mundo" no produce las mismas desconfranzas El Plan Colombia es un
proyecto de lucha contra "la guerrilla" no contra el "terrorismo." Ambos son
movimientos anti-sistdmicos, para emplear la expresi6n introducida en el an6lisis del
mundo modemo-colonial. Pero sus respuestas tienen distintas motivaciones aunque sus
resultados sean muchas veces semejantes. Por ejemplo, la muerte indiscriminada de
personas inocentes. Pero claro estr! la muerte de personas inocentes ocurre tambien en
las maniobras del "Estado" contra el "terrorismo", la "guerrilla" I la "invasi6n", como
ocurri6 en la Guerra del Golfo, en Afganistan y, aunque sabemos menos, en las
fumigaciones en la zona cocalera de Colombia. Recordemos, para entender lo que estoy
diciendo, los distintos diseflos globales que a lo largo de cinco siglos justificaron e
implementaron la colonialidad del poder. La Cristianizaci6n del mundo fue el primero.
Al sigui6 la Misi6n Civilizador4 la "civilizaci6n", secular, del mundo. A este disefio
sigui6 el Desarrollo y Modemizasi6ry entre 1945 y 1950 aproximadamente. A partir de
ese entonces, durante la "tercera y cuarta" guerra mundial lo que tenemos es el Mercado
Total del que habla Hinkellamert. Cada una de estos diseflos, que co-existen hoy aunque
el dominante es el del Mercado Total, ha producido distintas formas de justificar e
tnstrumentar la colonialidad del poder. Como vimos mas arrib4 el Mercado es hoy el
basti6n donde anida la Libertad y la Democracia. Pero, como ya se habla hoy en
Estados Unidos en la media independiente, iporqud.suponer que el capitalismo es la
condicion necesaria de la democracia? Si el objetivo es la democraci4 ;por qud
necesitamos del capitalismo? Y por o1ra parte, sino hay un vinculo necesario entre
capitalismo y democraci4 ;cuales son las posibilidades futuras? Por cierto que no ]a
dictadura del proletariado, un proyecto que mantuvo la misma l6gica y que cambi6 el
contenido. En vez de la concentraci6n del poder en las elites capitalistas, la
concentraci6n del poder en los intelectuales "representantes" de la clase obrera!
Quiero aclarar, aunque resulte obvio, que aqui me estoy refiriendo al Plan Colombia no
en su complejidad cotidiana sino en el lugar que le corresponde en la perspectiva de la
colonialidad global, es decir, de los cambios que van re-configurando la
il
12. (post)ntodernidad '. en consecuencia- la (post)colonialidad. Con esto quiero decir que si
por poslmodernidad enlendemos lransfornraciones que operan )'a sobre los principios de
la modemidad pero tampoco se explican sin la modemidad. la postcolonialidad
debemos entenderla como transformaciones de los principios en los que oper6 la
colonlalidad hasla hoy. Postcolonialidad quiere decir pues. nuevas formas de
colonialidad v no su fin. Esta postcolonialidad, esta colonialidad global (o "colonialidad
a1 large" para complementar lo que le falt6 a Arjun Appadurai cuando s6lo se refiri6 a
"modernily at large") que toma distintas formas, tiene en el Plan Colombia una manera
especifica de operar en America Latina- iQue quiero decir con esto?
Primero pensemos, a grandes rasgos, en Ia coloniatidad global. En pnmer lugar, como
es obvio para todo el mundo, si bien hay Estados fuertes como lo son el Grupo de los 8,
tambien es cierto que el capital y sobre todo el capital financiero funciona con
independencia del Estado. Si bien es cierto que Estados Unidos tiene el poder militar
mds fuerte, tambidn es cierto que el poder militar est6 concentrado, ho1', en los Estados
Unidos y la Uni6n Europea En fin, lo que el Grupo de los 7 hace, al igual que el "grupo
de los cinco" del Consejo Mundial de Seguridad (EE.UU., Inglaterr4 Franci4 Rusia y
China), es constituir complejas formas de gobiemo mtrndial y de redefinici6n de la
diferencia imperial (por ejemplo, el grupo de los cinco) y de la diferencia colonial (por
ejemplo, ya no es s6lo Estados Unidos o Francia que son agentes identificables de
ejercicio de la colonialidad del poder, sino que dsta se distribuye en offos lugares, el
Fondo Monetario, el Banco Mundial, la Orgamzaci6n del Atlantico Norte, etc.). No es
que el imperio se haya convertido en un deleuziano y postmodemo no-lugar. No, no.
Solo ha cambiado de lugar. El lugar no es un territorio, un Estado-naci6n imperial,
como lnglaterra en el pasado, o Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XX El
"lugar" no es un "territorio", sino un espacio de poder o, mejor, redes desde donde se
ejerce la colonialidad del poder.
Estas formas de concentraci6n de capital y de colonialidad global son generales. Los
herbicidas desparramados sobre los campos de cultivo de coca en Colombia son parte
de las tecnologias de guerra que se emplean hoy, sea con fines de "aumento de la
producci6n" gen6ticamente orquestada y purificada o con fines de "disminuci6n de la
producci6n", en el caso de la coca. Ahora bien, la aparente contradicci6n entre aumento
y disminuci6n de la producci6n no lo es y ambos, aumento y disminuci6q estan
mediados por una cuesti6n 6tica que se combina de manera un tanto pen/ersa con una
cuesti6n econ6mica y otra politica. La cuesti6n etica es la que hace de la coc4 contraria
al caf6, por ejemplo, una mercancia eticamente deplorable. Sin embargo, el caso es de
que la coca es, como el cafd o cualquiera otra mercanci4 una mercancia mas en la
estructura del capital. No s6lo eso, sino que es una merciulcia que mueve una cantidad
de dinero que no mueven otras mercancias. De tal modo que por un lado produce y
distribuye un discurso etico en todos los medios de difusi6n, por otro los beneficios
econ6micos que produce la coca para todos aquellos involucrados en el negocio hace
totalmente dispensable el discurso dtico y las vidas humanas que la producci6n y
mercantilizaci6n de la coca liquida- No obstante, la mercantllizacion de la droga no es la
unica forma por la que la vida humana pierde valor frente al valor de la mercanci4 del
dinero, y de la acumulaci6n de riquezas. En los riltimos meses los periodicos estuvieron
comentando el genocidio indirecto en Africa por falta de capacidad adquisitiva de
medicinas para los pacientes de SIDA. En este caso, el aumento de productos
farmaceuticos no se ha logrado para salvar o prolongar vidas humanas, sino para
producir nqueza De tal modo que cuando la cuesti6n es elegir entre la vida humana y
tz
13. Ias ganancias. para la dtica del capital. hor,, esle no es un dilema. las ganancras vienen
prinlero. Esle es el momenlo en que es necesario estar alento a la politica v la filosofia
de los derechos humanos. Ho1' la derecha defiende la unir,ersalidad de los derechos
hurnanos cottscientes de las criticas a tal universalidad. Estas criticas pror,ienen,
fundarnentalmente, de la izquierda occidenlal. de los lideres politicos asi6ticos de los
1'
fundamenlalistas islirnicos. En esle escenario, la derecha que asi presenta el argumenlo,
sale ganando. Pero hay una cuesti6n m6s basica: la desvalorizaci6n de la vida humana
por el Mercado Total y es precisamente en este contexto de dest'aloracion de la yida
humana que se defiende la importancia de los derechos humanos. desde la derech4
contra la izquierda que critica su universalismo y frente al Este Asiritico y al mundo
Isl6.mico que critican su Occidenlalismo. Los derechos humanos deben ser defendidos
pero no desde una posici6n que mantiene los derechos humanos suponiendo que el
capitalismo, la democrasiay la libertad son la mejor forma de asegurarlos. La defensa
de los derechos humanos sin cuestionar el capitalismo esta tan viciada como su condena
por la izquierda occidental y por el "asianismo" y por el fundamentalismo isl{mico. En
este argumento est6n hoy enredados los debates sobre los "derechos humanos". Ignatieff
(200i) defiende la universalidad de los derechos humanos frente a tres tipos de crificas.
La de la izquierda occidental, las criticas de la perspectiva Isldmica y de la perspectiva
Asiitica. El argumento esti viciado por la ceguera y la asuncidn de que en el Occidente
no-marxista (si se puede decir) no se violan derechos humanos. Los violadores son
siempre los otros, los diferentes, los que estan del otro lado de la diferencia imperiat o
de la diferencia colonial. En este preciso sentido es que el argumento de lgnatieff es util
para comprender la doble cara de los derechos humanos defendidos por Occidente: son
un instrumento para el control de la "barbarie" mediante la expansi6n del capitalismo,
de la libertad y de la democracia (ver la critica progresist4 desde la perspectiva
isl6mica" de Abdullahi An-Na'im t994).
Por el lado de lo politico, las complicaciones surgen entre otras cosas en tomo a la
soberania y a la gobemabilidad- Para comprender este aspecto conviene hacer algunas
distinciones en el largo horizonte colonial de la modemidad. En el siglo XVI, por
ejemplo, la cuestion de soberania no se planteaba todavia en los terminos en que nos la
planteamos hoy. El "derecho de gentes" que introdujo y elabor6 la escuela de
Salamanca se ocupa.ba mas bien de los "derechos" de gentes bajo la esfera del imperio
pero no de su autogobiemo. A partir de finales del siglo XVIII y sobre todo en el siglo
XIX, y perd6n por ser demasiado esquemtitico, pero es necesario tener en cuenta este
marco, la cuesti6n de la soberania comienza a plantearse en dos frentes: por un lado la
soberania de los Estados-nacionales en Europa y, paralelamente, de los Estados que
emergian de la descolonizaci6n en las Amdricas (EE.UU., Hait|la America hispanica y
portuguesa), y por otro lado, Ia soberania de los Estados-naci6n que surgieron de Ia
descolonizaci6n en la segunda mitad del siglo XX. Pero, ademas, la existencia del
"comunismo" que estmctur6 la Guerra Fria introdujo una nueva dimensi6n en la
cuesti6n de la soberania. Introdujo, en realidad, un nuevo enemigo para el concepto
liberal de soberania. Asi, forz6 a nuevas alianzas entre los Estados que surgieron de las
ex-colonias y los Estados industrializados que orquestaron la colonizacion en los siglos
XIX y XX
En todo caso, la soberania fue y sigue siendo un arma de doble filo. La soberarria es un
discurso de la modernidad que, al mismo tiempo, se ejerce como colonialidad del poder,
es decir, como forma de control. El Plan Colombia se present4 por un lado, como parte
del discurso de limpieza etica y, por otro, como una cuesti6n de gobemabilidad en la
t3
14. que la soberania del Estado colombiano estd entre fuegos cruzados: el negocio de la
droga v la guerrill4 por un lado. r'Eslados Unidos. por el otro. Si a eslo agregamos que
adem:is de la coca como mercancia v de la cueslion de gobemabitidad muchas olras
riquezas naturales esl{n en juego {pltroleo. minerales, e-xplotacion forestal). el plan
Colombia seria un sector de los nuevos disefros globales puestos en practica por el
diseflo neo-liberal (es decir, r'a no el disefio global con el provecto de crislianiTar, de
civilizar luego o de modemizar. como lo fue en los afios posteriores a la segunda guerra
mundial). Se trata ahora de un disefro en el cual, contrario a los anteriores. ha llegado a
poner la acumulaci6n por encima de la vida humana. Mientras que a lo largo de la
misi6n cristiana y civilizadora se restaba valor a las poblaciones colonizadas, marcando
la diferencia colonial que distinguia culturas superiores de culturas inferiores, hoy, en
cambio, lo que ha perdido valor es simplemente la vida humana. Asi pues, en el terreno
de lo politico, el Plan Colombia aparece como un aspecto mas del gran diseflo global en
el que el discurso dtico oculta la potencialidad econ6mica que subyace y el discurso
politico de la libertad y soberania de Colombia oculta la potencialidad politica y militar
del control de la poblaci6n y la administraci6n de riquezas futuras.
lCuales son las cuestiones centrales que las geopoliticas de conocimiento plantean a Ia
unive r s i dad la t inoa mer i cann/andina y a no s o tr o s a cadd mi c o s ?
La primera parte de su pregunta alude a la dimensi6n institucional y, en consecuenci4
apunta hacia la fundaci6n econ6mica y politica en la producci6n del conocimiento.
Tomemos de nuevo, como marco, los aflos de la Guerra Fria y los mas recientes, los
post-Guerra Fria. Pero recordemos, sin embargo, que la uni-versidad fue y es parte de
Ios diseios globales del mrurdo moderno-colonial. Con ello no quiero decir que en las
grandes civilizaciones que ya existian cuando Europa era todavia una comunidad a
formarse, d6bil y semi-barbaria- no tur.ieran instituciones educativas. Quiero decir que a
la instituci6n educafir,a que se concibi6 en tdrminos de universidad le fue
consubstancial en la conceptualizaci6n epistdmica que hoy conocemos como uni-
vers(al)idad. La exparsi6n religiosa y econ6mica de occidente fue paraiel a a la
expansi6n de la universidad. En consecuenci4 la situaci6n de la universidad, en este
plano, debe pensarse en relaci6n a la distribuci6n planetaria de las riquezas econ6micas.
Pero, ademas, debe verse tambien en relaci6n a la desvalorizaci6n de la educaci6n en
los disefios globales neo-liberales, paralelos a la desvaloizaci6n de la vida humana- El
segundo ministro de economia que tuvo Argentina en dos aios del gobiemo de De la
Rf4 fucardoL6pez Murphy, "educado" en la economia del mercado libre, lo primero
que hizo es cortar el presupuesto, y cortar por lo menos "necesario", la educaci6n. En
fin, todo esto lo sabemos. 56lo estoy tratando de ponerlo en el marco de la doble cara
modemidad/colonialidad y de las historias locales y de los diseflos globales.
Sin duda que estos fen6menos tambien ocurren en la Union Europea y en Estados
Unidos. No obstante, y particularmente en Estados Unidos, la universidad no depende
ya de los fondos del Estado sino de la financiaci6n del capital privado, en el 6rea de
investigaciones mddicas, de ingenieri4 de ciencias fisicas, etc. y de los "donantes",
sobre todo en el area de humanidades. iQuienes son los "donantes"? Los "donantes"
son ex-alumnos de universidades de prestigio, tanto estatales como privadas, que han
tenido carreras exitosas en tdrminos de dinero. Asi, por ejemplo, Melinda Gates, la hija
del magnate de Microsoft Bill Gates, fue estudiante en Duke y ahora es miembro del
Consejo Superior de la universidad (los Consejos Superiores de las grandes
universidades estA siempre formados por personas de influencia en el medio politico y
l4
15. Lu ir r,
lflilililuilLilr
economico. por e.iemplo- banqueros. senadores. hombres y mujeres de negocios).
Melinda Cales dono hace poco 20 mrllones de dolares a Duke v ambos. Melinda 1' Bill
Gates. han donado lambien dinero para programas especiales en la educacion de pre-
grado. Hav olros casos. Por ejemplo. un millonario chino que dona 100 millones a la
Universidad de Princeton. por ejemplo, para patrocinar el incremenlo de la calidad 1'
canlidad de los estudios de China en los Estados Unidos. El gobiemo frances 1' el
espa-fiol han eslado alimenlando de dinero a las universidades para incrementar el
estudio del espaflol y del frances en Estados Unidos. Claro, esta posibilidad les est6
negada a Bolivia 1' a Ecuador, por ejemplo. Esta situaci6n tiene sus ventajas, en la
medida en que se dispone de medios, las bibliotecas estiin bien surtidas, y las
computadoras abundan. Por otro lado, es notable y est6 siendo tema de discusi6n, cu6l
ser6 el rol de las humanidades y del pensamiento critico en universidades que son dia a
dia mas corporativas y la investigaci6n, afn en las humanidades, est6 patrocinada por el
capital privado.
Volvamos al ex-Tercer Mundo. Hace tiempo que los cientificos sociales en Afric4 y
riltimamente tambien en Amdrica Latin4 se han estado refiriendo a las condiciones de
trabajo de las universidades de estas regiones. En Amdrica Latina instituciones como la
TINAM en Mexico o la USP en Brasil son cixos excepcionales. El rector de cada una de
estas universidades tiene tanto o m6s poder, politico y econ6mico, que el gobemador de
una provincia argentina o ecuatoriana. Este no es el caso de la universidad en Argentin4
en Bolivia o en Per0, me refiero a las utiversidades estatales, donde las condiciones son
cada vez mas precarias (NACLA public6 recientemente, Enero-Febrero del 2000, un
informe especial sobre "The crisis of the Latin American University"). Por otro lado,
estan surgiendo universidades privadas en un muy buen nivel de investigaci6n y
ensefianza- como la Torcualo Di Tella y la Universidad de San Andres en Buenos Aires,
la universidad ARCI, en Chile y, dentro de las ya consagradas, la Javeriana en Bogot6
(ver Lander 2001 y este volumen para una critica filos6fica de la cuesti6n de la
colonialidad del saber, la universidad y las geopoliticas del conocimiento). En fin, a esto
habria que agregar instituciones como CLACSO y FLACSO. Lo que import4 no
obstante, es que si bien se encuenffan centros de investigaci6n y enseflanza de primera
line4 la universidad sea privada o estatal, sea econ6mica y politicamente fuerte como la
LINAM y la USP, la diferencia que nos interesa aqui es aquella que existe entre historias
locales en las que se piensan y se distribuyen disefios globales y aquellas historias
locales que tienen que negociar tales disefios globales. En sum4 lo que nos interesa aqui
es la configuracion de la diferencia colonial en el plano institucional de la educaci6n.
Ahora bien, todo este recorrido es ritil para referirme al riltimo aspecto de la pregunt4 al
"nosotros academicos". Creo que aqui es necesario plantearse el problema en tdrminos
mas amplios, sin dejar de tener en cuent4 por cierto, los factores econ6micos y politicos
a los que aludi en el parrafo anterior. Todo lo contrario, debido a ellos es que es
necesario plantearse el problema en terminos mas amplios. Para simplificar una cuesti6n
complej4 y con el riesgo de simplificarla demasiado, "el rol del/de la intelectual" es
aqui la cuesti6n. Se me ocurren tres ejes para comenzttr a pensar la cuesti6n:
La idea de intelectual organico, que habia planteado Antonio Gramsci, aparece hoy
como insuficiente, sobre todo en el ex-Tercer Mundo y en particular debido a la
emergencia de una intelectualidad indigena fuerte, una intelectualidad que, como
argumenta Freya Schiwy, cuestiona el concepto de intelectual foryado en el imaginario
de la modemidad/colonialidad: los indigenas, por definici6n, no podrian ser
l5
16. inlelecluales pueslo que el intelectual se define en relaci6n al poder de la letra (el
inleleclual del siglo XIX es la lransformacion del lelrado del siglo XVI) 1 los indigenas
no lenian "letras", es decir, no tenian "luces." Pero. ademas de laletra- el inleleclual se
define por el "inteleclo" y los indigenas, segun los diseflos globales lriunfantes. no
lenian lelras '. por lo tanto, un inlelecto debia "desarrollarse" medianle la civilizaci6n:
La idea de acaddmico, o "scholar", nos lleva a preguntarnos sobre Ia formaci6n de las
"culluras acaddmicas", el rol de la investigaci6n ), de la enseflanz4 y las relaciones v
diferencias entre academico-a e intelectual. En este terreno es necesario no solo
repensar sino fundamentalmente re-orientar los principios .v objetir.os de la
investigacion 1' de la ensefianza. Diria- para empezar, que hay tres preguntas claves que
explorar en este terreno:
O ;Qud tipo de conocimiento/comprensi6n (epistemologia y
hermen6utica)
queremos/ necesitamos producir y transmitir? A quienes y para qu6?
tr iQu6 mdtodos/teorias son relevantes para el conocimiento/comprensi6n que
queremos / necesitamos producir y transmitir?
Q ;Con qud fines queremos/necesitamos producir y transmitir tal tipo de
conocimiento/comprensi 6n?
El proceso de pensamiento critico que responda a estas preguntas deber6 ser un trab4io
continuo (publicar un articulo o un libro ser6 un momento particular, pero no
trascendente en este proceso); requerird esfuerzos y toma de posiciones particulares en
situaciones politicas tan distintas como puede ser la de la universidad en Ecuador o en
Estados Unidos, como seflale mas arriba. El exceso econ6mico y t6cnico, en Estados
Unidos, dificulta el ejercicio de un pensamiento critico puesto que la sociedad valora y
prefiere la "eficiencia"" En este sentido, quienes trabajan en Amdrica Latina (o en Asia
o Africa) tienen una contribuci6n firndamental que hacer. En sentido contrario, quienes
trab4jamos en Estados Unidos y nos beneficiamos del pensamiento critico producido en
Afric4 Asia o America Latina tenemos tambien un papel importante, de apoyo tanto
politico, como material como intelectual, al pensamiento critico que se produce fuera de
Europa o de Estados Unidos. El pensamiento critico del futuro ya no podr6 ser una
constante actualizaci6n del pensamiento critico europeo o estadounidense, arin aquei
que est6n produciendo hoy los intelectuales del Tercer Mundo en Europa y en Estados
Unidos. Esto es, si la critica a la globalizacion de derecha es seri4 en el sentido en que
la globalizaci6n tiende a la homogeneizaniory tambidn esta critica es v6lida para la
izquierda- Pensar que el marxismo debe ser universal tiene un contenido distinto, pero la
misma l6gica que el pensar que el cristianismo y el liberalismo debe ser universal. Asi
diria pues que "la tarea intelecfual del acad6mico/4 para responder a la irltima parte de
la pregunt4 en Estados Unidos, en America Latina y donde fuera es producir
pensamiento critico, y el pensamiento critico no podr6 ser reemplazar la Biblia por
Marx o Hegel por Heidegger, o Fukuyama por Zizek, etc. El pensamiento critico tendr6
que ser desde la colonialidad, por la descolonizaci6ntanto econ6mica como intelectual,
tanto de derecha como de izquierda- El pensamiento critico es, en fltima instanci4 el de
una critica sin garantias.
Por eso, para terminar, los estudios culturales o los estudios postcoloniales son ritiles y
necesarios pero mantienen los limites de la academia y, sobre todo, de la epistemologia
modema que piensa el conocimiento como "estudio" de algo. En este preciso sentido,
los estudios culturales no son distintos a los estudios sociol6gicos, hist6ricos o
l6
17. altlropologicus. Pot"eso se celebran los estLrdios culturales. por scr interdisciltiinarios.
llste es un aspect() ilrpr-)rtante en Ia instiluci6n universitaria pucsto rlue pernrite la
creacitin dq espacios rnis al]6 de las nornras disciplinarias 1,. asi, pcnnite que quit-ries se
sietttatr asfixiados por la tirarria de las disciplinas clue inl'ocan "risor cientilico" nras que
peltsantiento criticit lengan un lugar para proseguir sus investigacioues -v enseiianzas.
No obstatlte, "pensatniento critico'' quiere decir algo ntuy distinto a "estr-rdios
culturales" o "estudios postcoloniales". El pensanrienta critico no tiene conlo fln el
conocitttiento o comprension del objeto que se estudia sino que el conocinriento y la
comprensioll son los peldafros necesarios para "otra cosa" y "otra cosa" esta resuntida
en las tres preguntas (]ue enuncie un poco m6s arriba. En Locai Histories/Global
Designs mi proposito no fue "esrudiar." I'te intereso y me interesa rnas "reflexionar
soL'rre cieftos problemas" y no "estudiar ciertos obietos o donrinios o 6reas o canrpos o
textos", asi estos estudios culturales o postcoloniales. En tin, para tenninar. la tarea
academica/intelectual deber6 reformularse en tdrrninos epistdmicos, iticos y politicos,
rn6s que metodologicos. La epistemologia fronteriza que contribuiri a
conceptualizaciones y prdcticas de conocimiento que Silvia Rivera Cusicanqui, en
Bolivia, formulo "ei potencial epistemologico -v teorico de la historia oral" para una
tarea de "descolonizaci6n de las ciencias sociales Andinas (y agrego, en general)." El
pensamiento critico en la sociedad global deberd ser un constante proceso de
descolonizaciotr intelectual que deber6 contribuir a la descolonizacion en otras areas,
dtica, econ6rnica y politica.
Creo, sin embargo, como dije mis arriba, que el proyecto de la Universidad Intercultural
es el proyecto mis radical en cuanto a la geopolitica del conocimiento )' a las posibles
vfas futuras de implementar transfornraciones epist6micas radicales y, por lo tanto,
tambien eticas y politicas. Y quisiera ternrinar esta entrevista invocando el proyecto,
para mi radical, de la Universidad Intercultural. citando algunos p6rrafbs del proyecto
tal conro est6 presentado en el Boletin ICCI-Rimai:
Hasta ahora la ciencia moderna se ha sumido en unos soliloquios en los cuales ella
misma se daba los fundamentos de la verdad desde los parametros de la modemidad
occidental. Sus categorias de base eran siempre autoreferenciales, es decir. para criticar
a la ntodentidad era necesario adoptar los conceptos hechos por la misnta modernidad y
para conocer la alteridad y la diferencia de otros pueblos, era tambiein necesario adoptar
conceptos hechos desde la nratriz de la nrodernidad.
Es por ello que parala comprension de los pueblos, naciones o tribus que estaban fuera
de la modernidad se hayan creado ciencias como la etnologia. la antropologia, en las
cuales el sujeto que observaba y estudiaba no podia comprometerse ni a contaminarse
colt el objeto estudiado Los pueblos indigenas fileron translormados en objetos de
estudio, descripcion v an6lisis. Conocer y estudiar a los indigenas compartiala misma
actitud vivencial y epistemologica con la cual se deberian estudiar, por ejemplo. los
delfines, las ballenas o las bacterias. Este distanciamiento supuestamente determinado
por las condiciones de saber, excluia la posibilidad de auto-comprension de los pueblos
indigenas.
Si la cierrcitr motlerna se ha .nunido en un solilocprio y si ltr.s condicione,y de .saber
.siempre e.sliut implicada.s en la.s condiciones de poder, entonce.s conto generar las
corrdicione:; p(rrd un tliakrytt'/ 7.Cdmt articular la intercvlnralidad dentro de los lintites
t7
18. dc /a cpis/entrtlogitt -1' t{a lu prtx{rtccir.itr tlc cotrocirnienlos'?
i.(6m<t (rl)()r-ter ct lu arettttrru
ht rn a t w <f e I ut r.tt, i m i e n / o r{c'.sr/g n u a ras
./i e n t c.s'?
r
i'a Unirersidad Intercultural esta pensada -iustantente en esa dinrension te(lr-ica, perg
tanrbien tiene una clirnension denontoloqica y titica, en la cual el ejcr vertebr.ador es la
nocion de intercr-rlluralidad. conto propllesta para aceptar las cliferencias radicales y
construir un mundt-r mds justo, equitatir,'o y toleranle (paginas g-9).
/olviendo al concepto de "interculturalidad" en el argumento de Betancourt. citado mas
arriba, no me calre duda de que estanros aqui fiente a un planteo radical que, como tu
dice, conrienza a desmantelar el colonialisnro interno y a afirnrar el saber el poder
,v
desde la difbrencia colonial interna. Los proyectos progresistas que se implernenten
en
las Universidades Estatales (como la Andina) y privadai (como La Javeriana) no podr6n
ya. ignorar estas propuestas. En cuanto a las Universidades en Estados
Unidos, tanto
-fr*"
privadas como Duke y estatales como Michigan. encontrardn en proyectos como -',i+,tn
el de la
Universidad Intercultural un instrumento potente para deshacer la colonialidad del poder
implicada en los estudios de 6re4 en los "Estudios Latinoamericanos" en Estados
- tt&t
Unidos los cuales, rnuchas veces con buenas intenciones y desde la izquierda, - 0rlni-.
mantienen todavia la creencia de que el saber esl6 en otras partes pero no ahi,
precisamente, donde la Universidad Intercultural lo formula e implementa. Desde
el
momento en que "los Indios" tienen su propia universidad donde se ejerce Ia
autommprensi6n v el estudio de la epistemologia moderna. occidental, que necesidad
habri ya de "estudiar a los indios", como lo formula el propio provecto de la
Universidad Intercultural?.
La Universidad Intercultural es, quizis, el planteamiento mas radical al que nos
enfrentamos no solo los acad6micos sino tambien el Estado y la sociedad civil. y, como
tal, en tanto profesionales y ciudadanos, con simple o doble nacionalidad, debernos
asunrirlo Dos de los mayores desafios es la de contribuir a proyecros corno los de la
Universidad Intercultural mediante trabajos que adelanten ta descolonizacion del saber.
fundamentalmente a nivel de la economia y de Ia ley. Estos principios se encuentran ya
formulados en las investigaciones y argunrentos adelantado por Anibal
Quijano en los
irltimos diez aiios. La colonialidad del poder implico la colonialidad del saber, y la
colonialidad del saber contribuyo a desrnantelar (a veces con buenas intenciones) los
sistemas legales Indigenas y tambien (nunca con buenas intenciones) a desmantelar la
filosofia y la organizacion economica indigena. Por otra par1e, los propios intelectuales
indigenas hoy estin ya corrigiendo los errores historicos, perpetuidoi a travds de los
siglos, e intplernentados por la colonialidad del poder y del iaber. Trabajos como los del
intelectual aymara Marcelo Fernindez sobre "la ley del Ayllu" y el intllectual tambien
aymarai Simon Yampara Huarachi sobre la "economia." N,le parece que hay que dar este
giro y construir nuevas genealogias conceptuales puesto que los Huntingtons (para la
derecha) y los Zizeks, los Laclaus. los Bourdieus (o aun mejor. los-Giddens que
asesoran a Blair y los Becks que asesora a Schroe d,er) ya no pueden ser quienes guian el
pensamiento critico del "otro lado" de la diferencia colonial. De ahi la importancia que
tiene pensar las geopoliticas del conocirniento involucrados en ellas. Esto es, no tomar
las geopoliticas del conocimiento como un objeto de estudio y hacerlo desde una
perspectiva que este "fiJera" de ellas. No hay afuera de la geopolitica del conocimiento
porque no hay afuera de la diferencia imperial y de la diferencia colonial! La cuesti6n
central de las geopoliticas del conocimiento es, primero, entender cu6l conocimiento se
produce "del lado de la diferencia colonial", aunque sea critico, y cu6l conocimiento
se
rt
19. produce "del 01ro lado de la dif'erencia colonial" (qu., sera:r distintas
en America Latina,
el Caribe. rsia, Af ica v en -[Juropa o -,nrerica tJe[ Norte cuando se trata
cle ]os Afi.o-
Amcricanos. I-atirlos, Pakistanies- l'v{agrebies. elr,:. ). eslo es. dt-sdc la
erperiercia
subalterna de la diferencia colonial corno lo hace. por ejernplo, Nlarcelo
l:ernandez y
Sinron Yampara []ltraraclri en los.,ntjes o l_enis Corcion v paget I{enr.v
en el Caribe. o
Gloria AnzaldLra enlre los chicartos-as o Rigoberta N{enchu en Cuatenrala o
los
Zapatistas etr el sur de i4drico. o al-Jabri en lr,larnrecos Ali Shariati
v en lran o va'darra
Shiva 1'' Aslris Narldv en India. Soy consciente que lray inrele.ctuales ,,p1ogresistas,,
v
"posrnoderllos" etl Etrropa ), en Est;dos Unidos qu* to*un estos nonbres
cou pilzas y
desconfianzas de autenticidacies nacionales o tirndanrentales y prefieren
enlistarse en Ias
genealogias he-uemonicas del pensamiento modemo de occidente. pues,
ahi esta el
debate futuro' el verdadero debate de la interculturalidad, de la
conocimiento y de la diferencia epistdmica colonial. -eeopolitica del
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