La devoción a María se extiende de Norte a extremo Sur de Chile, si nos atrevemos a
establecer al culto mariano como objeto de estudio de la Ciencias Sociales, y en especial,
de la Historia y Antropología, es un hecho bastante reciente; gracias a las numerosas
investigaciones, y al trabajo interdisciplinario, podríamos incluso llegar a acuñar la idea de
que tanto la imagen madre de María en Chile como su culto es un verdadero espacio de
diálogo, en los cuales convergen de los más diversos contrastes.
Entre crear e imaginar una nueva Madre suprema: RELIGIOSIDAD POPULAR Y SINCRETISMO RELIGIOSO EN EL CHILE DE LA CONQUISTA
1. Facultad de Ciencias Sociales y Económicas
Departamento de Ciencias Sociales
Facultad de Ciencias Sociales y Económicas
Universidad de La Serena
ENTRE CREAR E IMAGINAR UNA NUEVA MADRE SUPREMA:
RELIGIOSIDAD POPULAR Y SINCRETISMO RELIGIOSO EN EL CHILE DE LA
CONQUISTA1
.
Francisco J. Borda Castillo
Pedagogía en Historia, Geografía y Cs. Sociales
Descubrimiento y Conquista de Chile
La devoción a María se extiende de Norte a extremo Sur de Chile, si nos atrevemos a
establecer al culto mariano como objeto de estudio de la Ciencias Sociales, y en especial,
de la Historia y Antropología, es un hecho bastante reciente; gracias a las numerosas
investigaciones, y al trabajo interdisciplinario, podríamos incluso llegar a acuñar la idea de
que tanto la imagen madre de María en Chile como su culto es un verdadero espacio de
dialogo, en los cuales convergen de los más diversos contrastes. Para efectos de este ensayo
bibliográfico se ha establecido proponer la tesis de tres diferentes autores que desde sus
ópticas hayan desarrollado la idea del marianismo en chile, y de cómo este proceso logro
conformar a una madre benefactora, única y suprema. Por tanto nos situaremos en el chile
de la conquista, no en una etapa específica, ya que eso significaría una mayor
especialización que escaparía de un ensayo, más bien iremos perfilando la construcción de
la imagen mariana con evidentes raíces precolombinas, aquellas que denotan una identidad
colectiva, y sincretismo religioso. Por tano expondremos en una “caja de resonancia” el
paso de una diosa pagana a una virgen madre, la fortaleza que le otorga la canonización
popular, también será vehículo para la consolidación de la imagen misma.
1
2. Según bien explica Montecino2
, toda aquella visión precolombina, en su conjunto, fue
capaz de elaborar, cristalizar y dar origen a una singularidad religiosa como cualquier alta
cultura en el mundo. Es así, que estamos frente a entramados complejos de mitos y ritos
caracterizados a divinidades tanto femeninas como masculinas, la dualidad de géneros
ocupaba un espacio de equilibrio fundamental en la cosmovisión general del mundo
aborigen americano, bien estudiado es el caso del Tawantinsuyu y de su dualidad política-
cultural (MURRA 1973). Continuando con la línea de Montecino, señala que el contexto
religioso del recién llegado europeo estaba ceñido tanto a una imagen masculina de dios
como a la una Virgen Madre, no es extraño que en América sea uno de los contenientes con
mayor variedad simbólica mariana en el mundo, el hecho que propicia esta fusión es la
conquista, este proceso conforma el sincretismo, donde se funden los más diversos
símbolos, ritos, y devociones, pero, ¿Cuándo es (son) desplazado (s) el (los) dios (es)
masculino (s)?, según la antropóloga, es producto de un complejo proceso de conjunción, al
interior de la misma conquista, donde la imagen de la diosa de vuelve poderosa,
representada por la imagen femenina europea vinculada a las divinidades femeninas propias
del continente americano, desde aquí se pueden re-articular mitos vinculados con la
trascendencia, el que se encamina a preguntas existenciales colectivas tanto del recién
llegado como del propio hombre americano, se entiende entonces, que a partir de un culto
colectivo se va constituyendo un principio de identidad con paradigmas propios de la
cultura mestiza, si bien no es el tema central de este ensayo, no está demás hacer mención,
puesto que con ellas naces nuevas cuestiones identitarias que explican la conformación de
una nueva madre. Montecino señala, que la explicación del fenómeno de cómo la imagen
sincrética de la Diosa-Madre eclipsó – y eclipsa – la figura del Dios-Padre, no es
completamente clara, pero sí se puede afirmar que las visiones tanto nativas como europeas
fueron capaces de fundir sus intereses espirituales en uno solo (la madre tierra como eje de
todo lo creado). Otra perspectiva abraza la idea de que puede deberse a que el “producto”
de la conquista, el mestizo, se sentía abandonado y solo, encontrando esté en la imagen de
Madre-Diosa fortaleza, protección y cobijo para su existencia. Si ocupamos una lupa
mucho más radical, podríamos dibujar que el proceso de conquista no pudo imponer sus
2
Montesinos, Sonia (2001). Madres y huachos, alegorías del mestizaje chileno. Santiago: Editorial
Sudamericana
3. creencias del todo, por tanto debió servirse de las divinidades fuertemente arraigadas en
América. Para Octavio Paz la "... Virgen fue y es algo más, y de ahí que haya sobrevivido
al proyecto histórico de los criollos. La Virgen es el punto de unión de criollos, indios y
mestizos y ha sido la respuesta a la triple orfandad: la de los indios porque
Guadalupe/Tonantzin es la transfiguración de sus antiguas divinidades femeninas; la de los
criollos porque la aparición de la Virgen convirtió a Nueva España en una madre más real
que la de España; la de los mestizos porque la Virgen fue y es la reconciliación con su
origen y el fin de su ilegitimidad".3
En Latinoamérica y en nuestro país, se gesta una
autonomía de la virgen, donde la figura, y en especial el rito, tienen una preeminencia en la
cosmovisión. Mientras que para el mundo Europeo "... la Virgen asume el deseo de poder
haciendo de una mujer una Reina en los cielos y una Madre de las instituciones terrenales
(Iglesia). Pero consigue yugular esta megalomanía arrodillándola ante el niño-dios".4
En el
mundo mestizo la Virgen es la Reina y la Madre de todos, emblema divino, aquí se eleva y
trata a María "... de hecho como sólo a Dios y Cristo corresponde: se le pide el perdón de
los pecados..."5
así Van Kessel lo explica, reseñando la figura de la Virgen de la Tirana.
Diversos estudios han coincidido en que el símbolo mariano construye a América
(identidad), y por lo mismo a Chile, en lo espiritual con un carácter popular, donde nos
atrevemos a aludir a un origen. Compartimos la explicación de la antropóloga, y
ciertamente adaptable a nuestro territorio; En un comienzo el conquistador europeo llegó al
continente, en una empresa netamente masculina de poder, posesión y descubrimiento. Su
forzoso encuentro con la mujer indígena, engendró numerosos vástagos huachos, cuyo
núcleo familiar fue precisamente la madre con un padre ausente y en la mayoría de los
casos desconocido, esto incoa un vínculo con lo materno los que viene a definir los rasgos
de nuestro territorio. Hasta la gran Gabriela Mistral lo esboza, y estructura este
pensamiento. Guzmán cuando analiza la obra de Mistral propone: "...esa imagen
desmesurada y amantísima de la madre es un elemento estructural de nuestra cultura, que
en su vertiente cursi ha originado la imagen tanguera de la "viejita", y en la otra, esta madre
3
Octavio Paz, Sor Juana Inés de la Cruz o las Trampas de la Fe (Barcelona: Seix Barral, 1982) pp. 63-64.
4
Julia Kristeva, Historias de Amor (México: Siglo XXI, 1987) p. 227.
5
Van Kessel, El Lucero del Desierto, 1987, p. 190.
4. enorme, misteriosa, amante y terrible de los textos de la Mistral, en la que de un modo u
otro los hispanoamericanos sentimos y reconocemos un elemento de la propia identidad".6
Está “célula madre”, como acuña Montecino, va a trascender en todos los estamentos
sociales y va a situar en un nuevo orden, el imperante en Europa era el pater (sociedad
patriarcal predominante), quien había inmolado a toda figura femenina, exterminando su
imagen a lo más mínimo. Mas, en nuestro continente no es asesinada la figura, sino más
bien se sitúa en una punto álgido donde es divinizada y dispuesta en un punto central de la
familia. Por tanto la imagen del varón queda resumida a lo imaginario “…queda escindida:
como padre representa más que nada un papel ritual; como hijo, en cambio, una relación
personal que tiene como único punto de referencia a la madre".7 La imagen de mujer,
quedará entonces fundida a la de madre protectora, de subsistencia y abnegada por sus
hijos. Estas tramas, anteriormente mencionadas, configuraran un fuerte tejido entre lo
celestial y terrenal. En primera instancia la madre presente, sostenedora de sus huachos.
Frente a un padre español, mestizo y posteriormente criollo como ausente (dueño de los
espacios públicos, como la guerra, la política, los negocios, entre otros). Y en segunda
instancia, alusión a lo celestial, con una imagen madre divinizada en los cielos, la cual
procurará por proteger, sanar, reconfortar, y crear a sus hijos. Este modelo propone una
identidad compleja que al parecer es propia de nuestro continente, y que por su
particularidad escapa de la conquista, y se refugia a lo largo de la historia chilena.
Las raíces de esta particularidad esta dado en el proceso evangelizador de la conquista entre
los siglos XVI Y XIX, es decir comprende la totalidad del período que denominamos como
colonia, cronistas de la época ya hacían hincapié de la introducción de este culto mariano a
los pueblos amerindios, tal como lo retrata el Inca Garcilaso de la Vega “no contentos con
oír a los sacerdotes los nombres y los renombres que a la virgen da en la lengua latina y en
castellana, han procurado traducirlo en su lengua general y añadir los que han podido
hablarle y llamarle en la propia ...dícenle Mamanchic que es Señora y Madre nuestra;
Coya, Reina; Ñusta, Princesa de sangre real; Zapay, única;Yurac Amancay, Azucena
blanca; Chasca, Lucero del alba; Citoccoyllor, Estrella resplandeciente; Huarcapaña, Sin
6
Jorge Guzmán, Diferencias Latinoamericanas (Santiago: Ediciones del Centro de Estudios Humanísticos de la
Universidad de Chile, 1984) p. 62.
7
Pedro Morandé "El Varón en la Cultura" Carisma 12, 1984, p. 11.
5. mancilla; Huc Hanac, Sin pecado; Mana Chancasca, No tocada, que es lo mismo que
invioiata; Tazque, Virgen pura; Dios pa Maman, Madre de Dios. También dicen
Pachacamacpa Maman que es Madre del Hacedor y sustentador del Universo. Dicen
Huac Chucuyac, que es Amadora y bienhechora de pobres”8
, corresponden a las primeras
expresiones de inculturación en el territorio americano, los significado de cada una de las
palabras de los nativos fueron cambiados, asociándolos con elementos “cristianos” y
reinsertados nuevamente en la jerga popular, variadas de estas palabras aún perduran en el
vocablo manteniendo el significado que les otorgo el español tras la conquista, así mismo
este nuevo “vocablo” constituyó una instalación de soberanía española, así mismo como ya
hemos mencionado el culto mariano tuvo un mismo propósito, así mismo en la etapa
denominado “Conquista” y “Colonia”, la virgen cumple un rol de mediadora, entre el
español y el mestizo, que constituye uno de los elementos de unión entre estas “estructuras
sociales”, constituía un modelo de aceptación y legitimaba el poder soberano sobre el
territorio, luego de una etapa de virgen con función mediadora, se forma luego un rol
libertaria, cuya expresión máxima en el país constituye la Virgen del Carmen, que a lo
largo de las guerras de la Independencia se le pidió el amparo del Ejercito libertador de los
Andes, tal como lo menciona Burdach “En el mismo sitio se dé la batalla y se obtenga la
victoria, se levantará un Santuario a la Virgen del Carmen, Patrona y Generala de los
Ejércitos de Chile, y los cimientos serán colocados por los mismos magistrados que
formulen este voto, en el mismo lugar de su misericordia, que será el de su gloria”.9
El Marianismo es tan fuerte en el país que ante una catástrofe se alude a su imagen tal
como lo menciona González Dorado “Esta virtualidad de reunión y simbolización de los
hijos existente en la maternidad de María percibida por el pueblo, unida a su misericordia y
su fuerza auxiliadora, explica la fe de nuestros pueblos en la presencia de la Virgen en los
momentos de catástrofes colectivas y en los deliberación, como ocurrió en el difícil y
heroico período de la independencia política de las nacionalidades del continente”10
Así
8
Inca Garcilaso de la Vega, Comentarios Reales, 2.° P., L. I. Cap. XXV, citado por Rubén Vargas , O. c., pp.
55-56.
9
Ana Burdach “Canto a lo divino: La Mariología como manifestación folclórico religiosa chilena”.
10
Antonio González Dorado “De María Conquistadora a María Liberadora”. Mariología Popular
latinoamericana”.
6. mismo este rol libertario se expresa en los llamados “Vírgen Patrón”, de cada ciudad o
localidad, en el caso chileno la variedad de Virgen está asociado también a la variedad de
pueblos originarios de la localidad, es debido a ello a la diversidad de Vírgenes protectoras,
las más conocidas son la “La Virgen de Andacollo”, “Virgen de La Candelaria”, “Virgen de
lo Vásquez”, “Virgen de Ayquina”, “Virgen de la Tirana”, entre otras, estas se encuentran
distribuidas por todo el territorio, como hemos visto la devoción hacia María es bastante
alta en la población y cada año concentran una gran cantidad de población en sus
festividades.
Esta necesidad de tener una Protección como hemos visto persiste en la actualidad, una de
las celebraciones que concentran una gran cantidad de población es la “Fiesta de la Virgen
de la Tirana”, que posee un origen en el mundo salitrero (1880-1930 Aprox.), es decir
bastante tardío a lo que consistió el proceso de conquista, pero constituye un legado de esta
en la necesidad de tener una protección en un lugar (Desierto de Atacama) considerado
Inhóspito para vivir, la formación de una cultura pampina originaron esta divinidad, tal
como lo señala Sergio González “La fiesta de La Tirana es una festividad mestiza, como
lo fue la sociedad del nitrato”. 11
¿Por qué La Tirana es una festividad Mestiza? Porque es un fiel reflejo de la unión de
elementos aborígenes y españoles en pleno siglo XIX, la festividad es de carácter andino es
decir se encontraba asociado a la Tierra, a la salud, a la fertilidad y a la Pachamama (Madre
Tierra), todo esto se vincula a la Virgen de Copacabana que finalmente queda como
protectora de los pampinos del Desierto de Atacama y del Tamarugal, esta Virgen nace de
la unión de elementos andinos, indígenas y campesinos.
La Virgen como hemos mencionado adquirió y aún mantiene esa unión como los más
desposeídos , por ser un eje intermediario entre los seres humanos, Dios y Cristo un
ejemplo constituye la Virgen de Guadalupe una de las máximas expresiones del
Nacionalismo Mexicano que nace en la plena conquista y colonia, el cura Hidalgo utilizó su
imagen para comenzar lo que sería la independencia de México, así mismo tuvo plena
participación en la revolución que tuvo el mismo país, es decir la virgen constituyó y es
11
Sergio Gonzalez “La Presencia Indígena en el enclave salitrero de Tarapacá: Una reflexión en torno a la
fiesta de la Tirana” (Revista Chungara, Universidad Arturo Prat) pp. 41
7. parte de la historia de México, por su carácter cercano y bondadoso lo que ha provocad una
cantidad de miles de fieles.
Como hemos intentado estructurar en este ensayo, la figura madre de María fue – y es – un
punto de dialogo, donde cada estamento tiene algo que decir y comunicar referente a su
figura. La necesidad de crear un sujeto que represente a los mestizos, mediante un proceso
y fenómeno sincrético es un objeto de estudio bastante curioso de cambio constante, la
configuración de la identidad a partir de una madre es lo que ha penetrado en el imaginario
colectivo de nuestra sociedad. A partir de esto, entonces, podemos plantear diversos temas
de discusión; como la misma identidad de género femenino al interior de nuestro país, traer
a colación de que todos los chilenos somos huachos desde nuestro nacimiento, por qué es
importante la figura de la Virgen Madre en el ejército, santa patrona del mismo (plasma los
valores más tradicionales del pueblo chileno, perfila su identidad cultural y expresa su
necesidad de trascendencia tanto en lo oral como en lo escrito). Como a su vez podríamos
inclinarnos, y si nos ponemos exhaustivos, dilucidar de cómo inconscientemente, al mismo
tiempo que culturalmente, todos hemos creado e imaginado una madre en figuras
femeninas “publicas”, sería el caso de las maestras y profesoras (esta frase puede que
incomode, por la visión tradicionalista de la señorita- profesora, sin embargo, es a modo de
ejemplificar una situación, done la historia puede que nos dé ciertas respuestas). El
periodista Óscar Contardo, define a Gabriela Mistral como “… una virgen ruda, una
maestra de escuela que, a falta de hijos propios, había consagrado su vida a criar los ajenos,
sola, sin pareja”.12
Obviamente el autor despoja a la poetisa de su carácter crítico frente a la
sociedad y a la política, pero acierta en la imagen benefactora y dulce de la maestra. Desde
la búsqueda de la identidad en Chile, son muchos los objetos a considerar y cuestionar, de
lo que si debemos estar seguros es que la imagen de la virgen mestiza, aún no es destronada
y, difícilmente lo será.
12
Óscar Contardo “Raro: una historia gay de Chile” (Santiago: ediciones Planeta, 2012) p.46.
8. BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
BURDACH R, Ana María “Canto a lo divino: La Mariología como manifestación
folclórico-religiosa chilena” en
http://www.alalite.org/files/chile2008/ponencias/Ana%20Maria%20Burdach.pdf
GONZÁLEZ DORADO, Antonio S.J. “De María conquistadora a María liberadora.
Mariología popular latinoamericana” disponible en
http://www.servicioskoinonia.org/relat/301.htm
MONTESINO, Sonia (2001). “Madres y huachos, alegorías del mestizaje chileno”.
Santiago: Editorial Sudamericana
PAZ, Octavio “Sor Juana Inés de la Cruz o las Trampas de la Fe” Barcelona: Seix Barral,
1982
SANTIBÁÑEZ MARCOS (2010). “María, pilar de la fe católica en las expresiones de la
piedad popular en Latinoamérica: El canto a lo divino en Chile” . Conferencia del
Congreso Mariológico de Loja. Ecuador: pp. 02-18.