El documento resume el capítulo IV del libro "El laberinto de la soledad" de Octavio Paz. Paz explora la psicología colectiva mexicana y cómo la conquista española influyó en la identidad nacional, con figuras como la Malinche representando la traición. También analiza la religiosidad mexicana y la veneración a la Virgen de Guadalupe. Finalmente, reflexiona sobre la condición humana y la búsqueda de la libertad y pureza originales.
1. LOS HIJOS DE LA MALINCHE
Este es el título del capítulo IV de “El laberinto de la soledad” de Octavio Paz.
Todo el volumen es rico en información y reflexiones que el autor hace de los rasgos
que nos caracterizan como mexicanos.
Destaco algunos párrafos que me parecen de gran fuerza expresiva porque el autor
señala de manera cruda y directa, como se forjó nuestra psicología colectiva y que, de
alguna manera, nos permite entender los turbulentos sucesos de nuestra historia
“ Es imposible no advertir la semejanza que guarda la figura del “macho” con la
del conquistador español. Ese es el modelo -más mítico que real- que rige las
representaciones que el pueblo mexicano se ha hecho de los poderosos : caciques,
señores feudales, hacendados, políticos, generales, capitanes de industria. Todos ellos
son “machos chingones”
Paz nos dice que “La caída de la Gran Tenochtitlan, representó, en un sentido
profundo, la caída de sus dioses masculinos mas importantes : Huitzilopochtli y
Quetzalcóatl y como consecuencia religiosa, no existe una veneración especial al Dios
Padre. En cambio es muy frecuente y constante la devoción al Cristo, al Dios Hijo, el
Dios joven, sobre todo como víctima redentora. En las iglesias de los pueblos, abundan
las esculturas de Jesús- en la cruz o cubierto de llagas y heridas”
“Quizá no sea ocioso recordar que el nacimiento de Huitzilopochtli ofrece más de una
analogía con el de Cristo : También él es concebido sin contacto carnal, el mensajero
divino también es un pájaro que deja caer una pluma en el regazo de Coatlicue
El mexicano venera al Cristo sangrante, humillado y golpeado por los soldados, porque
ve en Él la imagen transfigurada de su propio destino. Y esto mismo lo lleva a
reconocerse en Cuauhtémoc, el joven emperador azteca , torturado y asesinado por
Cortés”
Lo que escribe Paz a continuación es una inmersión en los complejos vericuetos
que sustentan el sentimiento religioso del pueblo mexicano
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2. “No es un secreto para nadie que el catolicismo mexicano se concentra en el
culto a la Virgen de Guadalupe. En primer término, se trata de una Virgen india, en
seguida , el lugar de su aparición ante el indio Juan Diego, el cerro del Tepeyac, donde
estuvo el santuario dedicado a Tonantzin “nuestra madre”, diosa de la fertilidad entre
los aztecas. La derrota de los dioses masculinos, significó el fin de un ciclo cósmico y la
instauración de un nuevo reinado divino, produjo entre los fieles una suerte de regreso
hacia las antiguas divinidades femeninas. Pero a diferencia de éstas, la virgen católica,
que también es madre, su atributo principal no es la fertilidad de la tierra sino ser el
refugio de los desamparados”
“Si la “Chingada” , en esencia, es una representación de la mujer violada , no
me parece forzado, dice Paz, asociarla a la conquista, que fue también una violación,
no sólo en el sentido histórico, sino en la carne misma de las indias. EL SÍMBOLO DE
LA ENTREGA ES DOÑA MALINCHE, LA AMANTE DE CORTES. Es verdad que ella se
da voluntariamente al conquistador, pero éste, apenas deja de serle útil, la olvida”
La “cede” a Jaramillo como si se tratara de un objeto.( Nota mía) Y del mismo modo
que el niño no perdona a su madre que lo abandone para ir en busca de su padre, el
pueblo mexicano no perdona su traición a la Malinche, ella encarna lo abierto lo
“chingado”. Cuauhtémoc y Doña Marina (Nombre impuesto por el bautismo ) son así
dos símbolos antagónicos y complementarios. Profesamos culto al joven emperador,
imagen del hijo sacrificado, al tiempo que maldecimos a la Malinche. Los “malinchistas”
son los malos mexicanos que quieren que México se abra al exterior, contagiados por
tendencias extranjerizantes”
“A reserva de examinar mas detenidamente el problema, puede adelantarse que
la Reforma liberal, de mediados del siglo XIX, parece ser el momento en que el
mexicano se decide a romper con su tradición, que es una manera de romper con uno
mismo. Si la Independencia corta los lazos políticos que nos unían a España, la
Reforma niega que la nación mexicana en tanto que proyecto histórico, continúe la
tradición colonial”.
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3. En la última parte del citado volumen, Octavio Paz nos ofrece un insólito resumen
intitulado La dialéctica de la soledad en donde camina por los intrincados senderos de
la metafísica : “Nacer y morir son experiencias de soledad. Nacemos solos y morimos
solos. Nada tan grave como esa primera inmersión en la soledad que es el nacer, si no
es esa otra caída en lo desconocido que es el morir” Mas adelante, Paz continúa
hurgando en el tema de la muerte y nos lanza preguntas comprometedoras : “ ¿Morir
será dejar de ser y , definitivamente, estar?. ¿Quizá la muerte sea la vida verdadera?
¿Quizá nacer sea morir y morir nacer? Nada sabemos
No conforme todavía, Paz nos enfrenta a un cuestionamiento que nos acerque a
entender nuestra situación como especie : “ Nada sabemos. Mas aunque nada
sabemos, todo nuestro ser aspira a escapar de estos contrarios que nos desgarran.
Pues si todo (conciencia de sí, tiempo, razón, costumbres, hábitos) tiende a hacer de
nosotros los expulsados de la vida, todo también nos empuja a volver, a descender al
seno creador de donde fuimos arrancados”
El poeta explora y señala los cambios y ocultas intenciones que en los tiempos
modernos se han ocupado de disfrazar las antiguas mitologías : “El hombre
contemporáneo ha racionalizado los Mitos, pero no ha podido destruírlos. Muchas de
nuestras verdades científicas, como la mayor parte de nuestras concepciones morales,
políticas y filosóficas, sólo son nuevas expresiones de tendencias que antes encarnaron
en formas míticas.”
Octavio Paz finaliza con luminosas reflexiones matizadas de buenos augurios sobre el
despertar a una nueva conciencia
“Todos esperan que la sociedad vuelva a su libertad original y los hombres a su
primitiva pureza. Entonces la historia cesará. El tiempo (la duda , la elección forzada
entre lo bueno y lo malo. Entre lo justo y lo injusto, entre lo real y lo imaginario ) dejará
de triturarnos. Volverá el reino del presente fijo, de la comunión perpetua : la realidad
arrojará sus máscaras y podremos al fin conocerla y conocer a nuestros semejantes”
Francisco Del Castillo Lozano Cuauhnáhuac, octubre 2012
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