Los Incas cultivaban diferentes productos agrícolas según la altitud y clima de las regiones de los Andes, como la papa y quinua en las partes altas y frías, el maíz y otros cultivos en los valles costeros más bajos, y la coca en climas cálidos. Además, obtenían lana y carne de las llamas, y construyeron infraestructura como templos y fortificaciones de adobe y piedra en diferentes regiones del Imperio.