2. aviación civil produce impactos sobre
el ambiente debido a las emisiones de los motores
aeronáuticos, con contaminación acústica,
partículas, gases, contribuyendo al cambio climático
y el oscurecimiento global. A pesar de las
reducciones en las emisiones de automóviles y a más
eficientes en consumo de combustible y menos
contaminantes motores de tur bofan y turboprop, el
rápido crecimiento del tráfico aéreo en recientes
años contribuyendo al incremento en la total
contaminación atribuible a la aviación. En la UE, las
emisiones de gas de invernadero de la aviación se
incrementó en un 87% entre 1990 y 2006.
3. Como todas las actividades humanas involucrando combustión, muchas
formas de aviación lanzan dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, es muy
probable que contribuyen a la aceleración del calentamiento global.
Excepciones son: ala delta, parapente, guinche lanza-planeadores— si el
guinche no es potenciada por combustible fósil — y vuelos humanos- u otros
movimientos no potenciados con combustión.
Además del CO2 lanzado por las aeronaves en vuelo con
combustible como el jet-A (de turbinas) o avgas (motor a
pistones), la industria aérea también contribuye a las emisiones
de gas de invernadero, los vehículos del aeropuerto y los usados
por pasajeros y staff para llegar a los aeropuertos, como así
también las emisiones generadas por la producción de energía
usada en los edificios del aeropuerto, la fabricación
de aviones y la construcción de infraestructura aérea. Esta
situación se potencia extraordinariamente en la aviación militar,
con las prácticas de disparo y bombardeo, además que ya no
existen aeronaves civiles supersónicas.