Este documento contiene numerosas sentencias atribuidas a Demócrito sobre temas como la virtud, la educación, la amistad, la política y la vida en general. Algunas de las ideas principales son: 1) que se debe actuar con moderación y no emprender más de lo que se puede manejar; 2) que la educación basada en la persuasión es mejor que la imposición para formar el carácter; y 3) que la verdadera amistad se basa en la afinidad de pensamiento más que en lazos de sangre. En general, propone
2. Quien quiera el alma tranquila, no debe
emprender mucho, ni en la vida privada ni en la
pública; y en aquello que emprenda, sea esto lo
que fuere, no debe abarcar nada que sobrepase
su propia capacidad y naturaleza; por el
contrario, debe precaverse hasta tal punto que,
aun cuando le sorprendiera la fortuna y lo
sedujera hacia una aparente plenitud, él debe
apartarla, y dejar de añadir lo que sobrepasa a
sus posibilidades. Porque una carga justa ofrece
más seguridad que una carga excesiva.
Quien prefiere los valores del espíritu, elige los
más divinos, quien los del cuerpo, (elige) los
humanos.
3. Si alguien se excediera de la medida, lo más
agradable se (le) volvería desagradable.
Trabajo (nos) cuesta encontrar lo bueno
cuando lo buscamos; lo malo, aun sin
buscarlo, llega por sí solo.
Emplear el dinero con sensatez sirve para
mantenerse independiente y ser útil al
pueblo; emplearlo insensatamente:
despilfarro a expensas del pueblo.
4. Bienaventurado quien dispone de propiedad y de
inteligencia. Porque hará buen uso de ellas en el
cumplimiento de su deber.
Fama y riqueza sin inteligencia son bienes inseguros.
Los avaros tienen el destino de la abeja: trabajan como
si fueran a vivir eternamente.
Sensato es quien no se deja afligir por lo que no
posee, y se alegra, empero, por lo que posee.
Los necios anhelan las cosas ausentes; las cosas
presentes, pese a que son más ventajosas, las tratan
con negligencia.
5. Lo que el cuerpo necesita está al alcance de
todos, sin esfuerzo ni fatiga. Lo que, por el
contrario, demanda un esfuerzo laborioso y
que aflige a la vida, no proviene de ningún
deseo del cuerpo sino del juicio desacertado.
Apetecer desmesuradamente en el niño es
natural, no en el hombre.
Las apetencias violentas enceguecen al alma
respecto de todo lo demás.
6. Conviene a los hombres tomar en cuenta
más al alma que al cuerpo; porque la
perfección del alma endereza la debilidad del
cuerpo, mientras que la robustez del cuerpo
carente de sensatez no deja en ningún
sentido mejor al alma.
El arte médico ... Cura las enfermedades del
cuerpo, la sabiduría elimina los
padecimientos del alma.
La belleza física exenta de espíritu es animal.
7. La buena raza que en el ganado se refleja por
el vigor físico, en el hombre es manifiesta a
través del feliz desenvolvimiento de su
carácter.
Inútil trabajo hace el que quiere enseñar la
razón a quien cree tenerla.
Para los necios no es la razón sino la
desgracia (la que) los amaestra.
Sólo en la calamidad los necios aprenden a
ser cuerdos.
8. Es concebible sensatez en los jóvenes y en los
ancianos necedad; porque el tiempo no enseña
a razonar, sino una educación temprana y la
disposición natural.
Son cosa parecida la naturaleza y la educación.
Porque la educación transforma al hombre y
transformándolo crea una nueva naturaleza.
La fortuna es generosa pero inconstante. La
naturaleza, en cambio, se basta a sí misma. Por
esto, ella con sólido pero más modesto
sustento aventaja a las mayores promesas de
la esperanza.
9. Los insensatos se forman gracias a lo que
les ofrece la fortuna; en cambio los
conocedores de tales ofrecimientos se
forman gracias a los dones de la sabiduría.
Muchos que no han aprendido (lo que es) la
razón, viven, (sin embargo), según la razón.
Los más se perfeccionan mediante el
entrenamiento y no debido a su condición
natural.
10. Un continuo esfuerzo se vuelve más fácil de
lo que en sí es, gracias a la costumbre.
Los trabajos voluntarios hacen posible
soportar mejor los involuntarios.
Todos los esfuerzos son más agradables que
la inactividad, siempre y cuando alcancemos
los fines para los cuales nos hemos
esforzado o que al menos sepamos que
llegaremos a nuestro objetivo.
11. Mas en cada fracaso el esfuerzo es
doblemente molesto y penoso por habernos
fatigado y por haber fracasado.
Las expectativas de los que han recibido
educación, son más sólidas que la riqueza de
los incultos.
El estudio realizado con esfuerzos produce
magníficos frutos; sin esfuerzos, las maldades
se cosechan por sí solas...
12. Ni el arte ni el saber son alcanzables, si uno
no se dedica al aprendizaje.
No trates de saber todo, para que al fin no
conozcas nada.
Es preciso ejercitarse en pensar mucho, no
acumular erudición.
Hay muchos que, poseyendo conocimientos
acerca de todo, carecen, (sin embargo), de
inteligencia.
13. Aparecerá [como mejor educador] para la
virtud el que se vale de la exhortación y
persuasión mediante la palabra razonada, que
el que aplica la ley y la imposición. Porque
quien ha sido apartado de la maldad a fuerza
de la ley, es probable que peque a escondidas;
quien, por el contrario, ha sido conducido al
deber mediante la persuasión, probablemente
no cometa falta alguna ni oculta - ni
abiertamente. Por consiguiente, quien procede
con rectitud gracias a su comprensión y
conocimiento, llegará a ser, a la vez, hombre
valeroso y recto.
14. [... Si a los niños en edad de crecimiento no
se les forzase a trabajar,] los niños no
aprenderían ni las letras, ni el arte de las
Musas, ni la lucha deportiva, ni menos aun lo
que más fundamenta a la virtud, a saber: el
sentir pudor. Porque precisamente de todo lo
anterior nace el sentido del honor.
La virtud del padre es el más grande mensaje
para los hijos.
¡Se bueno! Si aún no lo eres, (has de)
imitar a quien lo es.
15. No hay cosa peor en la educación de la
juventud que la frivolidad, porque de ellas
nacen los placeres que degeneran en vicios.
Lo grave: imitar a los malos sin siquiera
pensar en seguir el ejemplo de los buenos.
Mejor es censurar nuestros errores que los
ajenos.
El olvido de las propias fechorías engendra
desvergüenza.
16. Los malos [ciudadanos], al llegar a ocupar
cargos públicos, cuanto más indignos son
para su desempeño, se muestran tanto más
descuidados y se inflan de incompetencia e
insolencia.
Vergüenza debe tener primero ante sí mismo
el que está cometiendo una acción
vergonzosa.
Aún cuando estés solo, no digas ni obres
nada vil.
17. Aprende a sonrojarte de ti mismo mucho más
que enfrente de los otros.
No te avergüences más ante los hombres que
ante ti mismo; ni obres el mal por más que
nadie lo sepa ni así lo supieran todos los
hombres. por el contrario, guarda sumo
respeto ante ti mismo, e inscribe esta norma
en tu alma, de modo que no hagas nada
indecoroso.
Es preferible una reputación de modesta
sabiduría a la de una gran necedad.
18. Es difícil luchar contra el corazón; pero el
varón sensato sabe dominarlo.
El coraje hace insignificante las calamidades.
Valiente no sólo es el que domina a los
enemigos en la guerra, sino también a los
placeres. Mas hay quienes, siendo tiranos de
ciudades (-estados), se hacen esclavos de
mujeres.
Ni el cuerpo ni el dinero hacen que los hombres
se sientan felices, sino un pensamiento recto y
un espíritu amplio.
19. Las esperanzas de los que piensan con
rectitud son realizables, las de los
insensatos son irrealizables.
Absurdas, las ilusiones de los hombres
insensatos.
Que no sea el temor (al castigo) lo que
motiva tu abstención de faltas, sino el
(sentido del) deber.
Grande es tener presente el deber en las
circunstancias adversas.
20. Lo justo es hacer lo que se debe, lo injusto
consiste no solamente en no hacer lo que se
debe, sino en evadirlo.
Se debe proteger a los que están sufriendo
una injusticia, y no admitir que suceda; esto
es lo justo y lo (moralmente) bueno. Lo
contrario es lo injusto y (moralmente) malo.
Lo prudente: protegerse de una acción
injusta; lo indolente: no defenderse de una
injusticia sufrida.
Los dioses sólo aman a los que odian la
injusticia.
21. No basta evitar acciones injustas para ser
bueno; ni siquiera se debe desearlas.
Lo moral es impedir a quien está por cometer
una mala acción; de ser esto imposible, al
menos no se debe cooperar.
Más desdichado el que comete que el que
recibe una injusticia.
No es inútil adquirir dinero, pero obtenerlo
injustamente es lo peor de todo.
22. Quien se ha esclavizado al dinero,
difícilmente podrá ser justo.
Las malas ganancias dañan la honorabilidad.
Un argumento razonable es a menudo más
poderoso que el oro (cuando se trata) de
persuadir.
La verdad es necesaria, no las palabras.
Hay que repudiar (...) las palabras de
pendencieros y de embrolladores.
23. Un hombre con carácter no se preocupa por
los chismes de gente mezquina.
Prepotencia: querer tener (siempre) la
palabra y no escuchar nada.
De malas obras ni hablar se debe.
A obras y acciones virtuosas debemos
aspirar, no contentarnos con palabras.
Farsantes e hipócritas son aquellos que en
palabras todo, en los hechos nada hacen.
24. El que siempre vacila, no logra acabar
ninguna obra.
Prever antes de actuar vale más que
arrepentirse después.
El hombre que tiene madurez y el que carece
de ella se revelan no sólo por lo que hacen,
sino también por lo que se proponen.
Preferible es ser alabado por otro que por sí
mismo.
25. Quienes alaban a los necios, gran daño les
hacen.
La intimidación logra adulación, mas no
obtiene afecto.
Si no sabes por qué te elogian, has de
pensar que te adulan.
El que se estira para estar a la altura del
más poderoso, acaba con mala reputación.
26. Es digno de los hombres que son hombres (de
verdad) no reírse sino llorar de las desgracias
humanas.
Durante la prosperidad lo más fácil es
encontrar un amigo, pero en la desgracia es lo
más difícil de todo.
Muchos aparentan ser [nuestros] amigos y no
lo son; y los que no lo parecen, lo son.
Amigos no son necesariamente los de nuestra
sangre, sino aquellos que concuerdan con
nosotros en lo que es lo importante.
27. Afinidad en el pensar engendra amistad.
La amistad de un solo hombre sensato vale
más que la de todos los imbéciles juntos.
Los criticones no han nacido para la
amistad.
Me parece que no es amado por nadie
quien no ama a nadie.
28. No es generoso el que se interesa por la
retribución, sino el que prefiere
espontáneamente hacer el bien (por el
bien).
Los que aceptan favores deben pensar
anticipadamente en una mayor retribución.
Al hacer un favor, procura que el que lo
recibe no te lo devuelva con un mal en lugar
de un bien, por ser farsante.
29. No desconfíes de todos, más bien logra ser
precavido y seguro (de ti mismo).
Quien, gracias a la suerte, encontró un
buen yerno, ganó un hijo, quien no tuvo
suerte (con el yerno) perdió también la hija.
La enemistad de los familiares es mucho
más penosa que la de los extraños.
30. Penoso es tolerar que nos gobierne quien
tenga una mentalidad inferior.
Para los que carecen de inteligencia mejor
es ser gobernado que gobernar.
La pobreza en una democracia es preferible
al así llamado bienestar en las autocracias,
del mismo modo como es (preferible) la
libertad a la esclavitud.
31. El mundo es la esencia, la vida es el coro en
su movimiento; llegaste, miraste y te
retiraste.
Para el hombre sabio todo país le es
accesible; ya que el mundo entero le
pertenece a un alma noble.