El documento habla sobre dos tipos de decisiones: las decisiones programadas, que son repetitivas y se toman con métodos establecidos, y las decisiones no programadas, que se toman ante problemas poco frecuentes que requieren un proceso de solución específico. Define las decisiones programadas como aquellas que se toman frecuentemente de forma rutinaria, mientras que las decisiones no programadas son aquellas que se presentan con poca frecuencia y necesitan un modelo especial para su resolución.