Las biomoléculas orgánicas se encuentran en todos los seres vivos y se caracterizan por tener una estructura basada en el átomo de carbono. Si las comparamos con las moléculas inorgánicas, las orgánicas son mucho más complejas en términos de su estructura. Además, son mucho más variadas. Se clasifican en proteínas, carbohidratos, lípidos y ácidos nucleicos. Sus funciones son extremadamente variadas. Las proteínas participan como elementos estructurales, funcionales y catalíticos. Los carbohidratos también tienen funciones estructurales y son la principal fuente de energía de los seres orgánicos. Los lípidos son importantes componentes de las membranas biológicas y otras sustancias, como hormonas. También funcionan como elementos de almacenamiento energético. Por último, los ácidos nucleicos – el ADN y el ARN – contienen toda la información necesaria el desarrollo y mantenimiento de los seres vivos.