La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 estableció que los derechos naturales, inalienables y sagrados del hombre son el fundamento de todo gobierno, rompiendo con la idea de que el poder político proviene de la voluntad de Dios. Afirmó la soberanía del pueblo en lugar del rey y declaró la igualdad ante la ley de todos los hombres y mujeres. Sin embargo, excluyó a algunos grupos como esclavos, mujeres y minorías religiosas.
1. Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano 1789
Humberto F Mandirola
2. Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano 1789
• El día 27 de agosto de 1789, en Francia, los recién designados
diputados aprobaron 17 artículos con el título de Declaración de
los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
• Sin mencionar ni una sola vez al rey, a la nobleza o a la iglesia,
declararon que los “derechos naturales, inalienables y
sagrados del hombre” eran el fundamento de toda forma de
gobierno.
• Inauguraban así una época en donde el fundamento del poder
político ya no estaría más ligado a la voluntad de Dios.
3. Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano 1789
• Todo ello fue consecuencia de profundas transformaciones
operadas durante los siglos previos, desde el Renacimiento a la
revolución científica, y por supuesto, movimiento filosófico de la
Ilustración mediante.
• Confirieron así la soberanía al pueblo, en vez de al rey, y
declararon que todos los hombres -varones y mujeres- eran
iguales ante la ley. De ese modo, concedieron oportunidades al
talento y al mérito y eliminaron implícitamente todos los
privilegios basados en la cuna.
4. Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano 1789
• Quedaron entonces plasmadas las tres cualidades de los
nuevos derechos: naturales, en tanto inherentes a los seres
humanos; iguales, en cuanto idénticos para todos; y
universales, válidos en todas partes.
• Esa universalidad y naturalidad de los derechos, en realidad,
habían adquirido expresión política directa unos años antes, en
ocasión de la Declaración de Independencia de Estados Unidos
de 1776.
• Claro está que la universalidad proclamada no lo era tanto. Tan
es así que ni los niños, los locos, los presos o los extranjeros
fueron, como hoy en día, considerados como incapaces de
participar plenamente en los procesos políticos.
5. Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano 1789
• Pero también se excluyó a quienes no tenían propiedades, a
los esclavos, a los negros libres, a las minorías religiosas en
algunos casos y, siempre y en todas partes, a las mujeres.
• La historiadora Lynn Hunt, en un formidable libro titulado “La
invención de los derechos humanos”, invita a no olvidar las
restricciones impuestas a los derechos por determinados
hombres del siglo XVIII.
• Sin embargo, se encarga de destacar que detenernos ahí y
felicitarnos por nuestros progresos relativos significaría no
haber entendido lo más importante.
6. Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano 1789
• Pero también se excluyó a quienes no tenían propiedades, a los
esclavos, a los negros libres, a las minorías religiosas en algunos
casos y, siempre y en todas partes, a las mujeres.
• La historiadora Lynn Hunt, en un formidable libro titulado “La
invención de los derechos humanos”, invita a no olvidar las
restricciones impuestas a los derechos por determinados hombres
del siglo XVIII.
• Sin embargo, se encarga de destacar que detenernos ahí y
felicitarnos por nuestros progresos relativos significaría no haber
entendido lo más importante.
• ¿Cómo aquellos hombres, que vivían en sociedades edificadas
sobre la esclavitud, la subordinación y la sumisión aparentemente
natural, pudieron en algún momento considerar como iguales a otros
hombres que no se les parecían en nada y, en algunos casos,
incluso a las mujeres?
7. Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano 1789
• Hace 230 años atrás, en ocasión de la Revolución Francesa, se
inauguró una época marcada por la creación de derechos que
luego cristalizarían en constituciones nacionales, a la vez que en
pactos y tratados internacionales.
• A partir de entonces, y hasta el presente, no cesan los
activismos tendientes a ampliar y dar vida a esos derechos.