1. Con un poco de humor.
Pieter Bruegel the Elder

2. La noción de pecado es tan antigua como la
humanidad misma; está ligada, en primer lugar, al
surgimiento del pensamiento mágico, que busca
explicaciones a los fenómenos de la naturaleza y
que después va transformándose en pensamiento
religioso. En segundo lugar, a las necesidades de
convivencia colectiva de los seres humanos.

3. El pecado representa siempre una trasgresión,
que debe ser saldada con creces.

4. Gula.
Ha sido interpretado como
el consumo excesivo de comida y
bebida aunque antiguamente se
utilizaba para señalar toda clase
de exceso.
Aquellos
que
cometieran
este
pecado serian forzados a comer
ratas,
sapos,
serpientes vivas.
lagartijas
y

5. ¿Será
que
en
el
pecado
llevamos la penitencia . . ?

9. Resultado

10. Pero . . .

11. Aquí no hay tantas dudas.
Los
malos
hábitos
alimentarios
consecuentes a la desaparición de
modelos tradicionales de familia y
la coacción publicitaria constituyen
el factor social más importante.

12. Médicamente, la obesidad es
el resultado de un exceso de
tejido adiposo indeseable; es
el producto de un balance
energético superior al óptimo,
que
puede
muchas causas.
provenir
de

13. La causa más frecuente es un mayor acceso a la comida
con un alto contenido de grasas, azúcares y harinas ultra
finas, al que se suma el sedentarismo provocado por la
aparición del automóvil, la televisión y la computadora.

14. La menos mencionada es la falta
información sobre lo que uno come.

15. ¿Algo nuevo?
Comer es una compulsión, que las personas obesas a lo largo de su vida
aprenden a DISIMULAR.

16. DISIMULAR:
- Tolerar algo fingiendo ignorarlo.
- Fingir alguien que no conoce,
siente o ve algo.
- Ocultar, disfrazar, desfigurar
las cosas.
- Encubrir un pensamiento,
sentimiento, intención, etc.

17. Comer
y
la
manera
hacemos
es
algo
desde
nacimiento;
el
como
lo
aprendido
y como
todo lo aprendido, existen en
el
de
cerebro
“estándares”
nuestra
deben
ser
voluntad,
cumplidos
resto de la vida.
lejos
que
por
el

18. El gordito no sabe que está gordo; no le cae, no le llega. No le importa.
El gordito, desaparece al mundo embelesado frente a su mesa con su
enorme plato lleno de qué comer y grandes tarros de qué beber. Es su
momento de mayor placer y felicidad. ¿Éxtasis? quien sabe, porque a la vez
le aterra que ese acto sublime sea tan efímero. Es cuando esto se convierte
en dolor, tristeza, angustia y avidez. Se reconforta picando aquí o picando
allá, y en cualquier momento, aún con la barriga llena puede dar rienda
suelta a otra cascada de eventos que le lleven al cielo.

19. Entonces, ¿La obesidad es un conflicto?
Sí,
pero
en
compulsivo
su
Sí y No
aislamiento
ignora
la
trama
emocional
de
sus
el
comelón
sentimientos.
Comer es placentero y el placer nada tiene que ver
con un conflicto.
El
placer
es
algo
que
la
condición
humana
busca
e v a d i e n d o e l d i s p l a c e r, y r e p e t i r á h a s t a e l i n f i n i t o s i
en su momento no aprende a contenerse.

20. Bueno, por hoy, podemos concluir que los
gorditos no sufren por estar así. Incluso son
encantadores: juguetones, despreocupados,
pedorros, y duermen mejor que los ángeles.
Destaco en el presente trabajo que obesos y
anoréxicos son en si mismos y entre sí
antítesis en el arte del comer, en un marco
de ansiedades y obsesiones disimuladas en
la gracia de la más bella indiferencia.

21. Con el debido respeto, las imágenes
fueron tomadas de internet.