3. EL PESO DE LA HERIDA
¿No es verdad que hay cosas como un peso que te llevan
siempre a la negatividad, al desánimo, a la experiencia de
estar abandonado, como aislada, como ansiosa, como
angustiado…. –eso que se llama depresión- y que no sabes
ni por qué vienen y casi tampoco sabes ni cómo se van?
¿No es cierto que has intentado acallar, muchas veces,
todos esos “ruidos desequilibrantes”, del vacío interno, con
más trabajo, con más actividad, con drogas, con alcohol,
con música, con televisión que te distraigan?
¿No es verdad que quizá alguna vez has intentado
preguntarte qué te pasa pero no has podido entenderte en
nada y entonces has optado por espantar el malestar con
cosas extrañas?
4. • Quien está resentido se siente herido u ofendido por
alguien o por algo que influye contra su persona.
• El detalle es que muchas veces no sabemos de dónde
proviene esa herida.
• Otro detalle importante es que muchas veces
actuamos de manera inconsciente.
• Y por último, experimentamos una gran dificultad para
manejar nuestros sentimientos.
5. ORIGEN DE LAS HERIDAS
• Desde el seno materno podemos recibir
estímulos negativos y positivos que marcan
nuestra existencia.
• La necesidad que tiene toda niña, todo niño de
recibir reconocimiento y amor incondicional.
• Cuando no se acepta el embarazo de la madre,
cuando no se está de acuerdo con el sexo de
quien nace.
• Cuando no se apuesta por el niño.
• Cuando se maltrata y no se recibe el tacto
adecuado.
• Cuando se erotizan las caricias.
6. ORIGEN DE LAS HERIDAS
• Cuando se reciben castigos físicos
• Cuando los niños perciben los conflictos
matrimoniales
• Cuando los niños se sienten comparados.
• Cuando se sienten abandonados
• Cuando sienten que prefieren a sus hermanos
• Cuando son ignorados o sobreprotegidos.
7. QUIÉN PROVOCA LA HERIDA
• La madre, el padre, los hermanos y familiares
cercanos
• A través de exigencias de comportamientos
superiores a su desarrollo, sensación de ser
relegado al cuidado de varios miembros de la
familia, ironías, burlas, chantajes y
sobreprotección.
• También ambientes inhóspitos, económicamente
precarios, insalubres, violentos o de guerra.
Perdidas afectivas tempranas.
8. Todas estas son algunas posibles formas de
experimentar el no-reconocimiento, la no-
satisfacción de las necesidades básicas, la
ausencia de amor incondicional, generándose
así, las heridas.
Es importante que tengas en cuentas que las
heridas pueden darse por falta o por exceso.
9. Estas heridas al producir una sensación de
indefensión en el niño, en la niña, hacen que
surjan en ellos unos miedos básicos:
a ser condenada, a no ser querido, a fracasar,
a ser comparada, a quedarse vacío,
a ser abandonada, a sufrir,
a mostrarse débil, al conflicto.
10. • ¿Cuál de esas posibles causas de heridas me
resuenan como si fuese la mía?
• ¿Cuál al leerla sentí que se me movía algo por
dentro?
• ¿Cuál suscitó algo de tristeza, de cólera?
• ¿Cuáles otras causas añadiría yo como causantes
de golpes en el corazón?
Es importante descubrir esto, porque es
justamente el ir buscando satisfacer esta
necesidad que no fue satisfecha en la niñez, la
que me hace reaccionar desde esa carencia y me
hace buscar –ya siendo adulto- satisfacciones
como si fuese aún pequeña.
11. LOS SÍNTOMAS DE LA HERIDA
• El ser perfeccionista para evitar ser condenado
• El ser extremadamente servicial para evitar el no ser
querido
• El buscar tener éxito antes que nada por miedo al fracaso
• El mostrarse notoriamente como diferente para no ser
comparado
• El ser un acumulador intelectual por miedo al vacío.
• El seguir la norma antes que nada, por miedo al abandono.
• El buscar desmedidamente el placer exponiéndose
constantemente al sufrimiento
• El mostrar el poder para no mostrar fragilidad
• El ser un pacifista por miedo al conflicto
12. REACCIONES DESPROPORCIONADAS
• Se manifiestan sobre todo a través del lenguaje
y de las actitudes:
“no me quieren”
“no soy importante”
“no me valoran”
“no creen en mí”
“me van a hacer daño”
“si no hago esto me abandonarán”
13. CULPA INSANA
• El remordimiento que lleva a la negación del auto-perdón, y
por tanto incapacita para experimentar muchas veces la
gratuidad del amor humano, y ya en el plano espiritual, la
misericordia de Dios.
• El remordimiento –te comes a ti mismo- hace que te
quedes encerrado en ti cuando cometes un error, cuando
haces algo inadecuado, cuando fallas, lamentándote de tu
incapacidad y autodestruyéndote con las cosas que te
dices, en vez de centrarte en las consecuencias de tu
acción, para aprender de ello u para buscar caminos de
reparación o por lo menos evitar futuras reincidencias.
• Siempre paraliza, censura, socava la estima personal
14. EXPRESIONES DE CULPA INSANA
1. Ser demasiado responsable
2. Preocuparse en serio
3. Ser un ayudador compulsivo
4. Disculparse continuamente
5. Culparse constantemente
6. Preocuparse por lo que las personas piensen
de uno
7. Debo y debería son las palabras favoritas
8. No darse tiempo para sí
15. EXPRESIONES DE LA CULPA INSANA
9. Preocuparse de que otros sean mejores que uno
10.Pensar que no se es tan bueno como la gente
considera.
11.No se puede soportar la crítica
12. Se es un perfeccionista
13.Preocupa el ser egoísta
14.Disgusta el pedir ayuda
15.No se pueden aceptar cumplidos
16.A veces preocupa ser castigado por los pecados
17.No puede decir que no.
16. CULPA SANA
• Es la que lleva a hacerse responsable de los
propios actos, a dejar el pasado y a sentirse
dignos. Este proceso de responsabilidad, auto-
cuestionamiento y abandono del pasado
renueva y profundiza el auto-respeto. Se
llama perdón. La culpa sana me permite
juzgar, y en todo caso reprobar, solamente mi
conducta, nunca mi persona.
17. ¿CUÁNDO ES SANO UN SENTIMIENTO
DE CULPA?
1. Cuando es más consciente
2. Cuando duele por haber hecho daño a otros
3. Cuando va acompañado por un pensamiento
más desarrollado
4. Cuando no es ni muy espontáneo ni muy
cultivado
5. Cuando incita a hacer algo bueno
6. Cuando invita a perdonar y a perdonarnos
7. Cuando facilita la empatía
8. Cuando no enloquece.
18. SANAR LAS HERIDAS
• Donde quiera que se guarden los traumas que se
originaron por las heridas ya sea en el inconsciente , en
la memoria corporal, o como pensamos muchos, en el
niño o en la niña que fuimos y sigue vive en nosotros,
desde allí, el dolor ligado a nuestro pasado influye,
condiciona y perturba nuestro presente, ciñendo
nuestro potencial y jugando en contra de nuestros
mejores proyectos.
• Genialmente, John Bradshaw, el más didáctico de los
terapeutas contemporáneos, llamó a estos aspectos el
niño herido interior.
19. EL NIÑO HERIDO
• Muy frecuentemente, ese niño interior sufre el no haber
superado las consecuencias de una deficiente actuación de
su padre o madre, o la falta de herramientas de su entorno
para contener situaciones difíciles, como son, por ejemplo,
la muerte de una figura importante o una debacle
socioeconómica familiar.
• Por lo general, no se trata solamente de alguna frustración
o hecho doloroso, pues la vida de todos las incluye y las
incluirá.
• Se trata más bien, de la represión –consciente o no; por
mandato o imitación- de los sentimientos ligados a esos
episodios
20. EL NIÑO HERIDO
• Si un niño no aprende a dejarse sentir y a expresar,
especialmente por ser rechazado, terminará
irremediablemente desconectado, asustado y distante
de todo y de todos. El hiño herido siente, cree, sabe o
recuerda la amenaza de no ser amado si hacía eso o
aquello o si dejaba de hacer eso otro.
• La fantasía del desamor o del abandono crea un vacío
que se intentará llenar después con actitudes
inadecuadas, repetición de conductas, manipulación
de los demás, adicciones y autodestrucción (depresión,
aislamiento, autoboicot…) o con respuestas agresivas y
hostiles hacia todo y todos.
21. EL NIÑO HERIDO
• Nuestro niño interior representa nuestra
parte más vital y espontánea.
• Sus dolores son los nuestros y su desamparo,
nuestra desesperación.
• Sanarlo es sanar nuestro pasado y, por lo
tanto, “curar” nuestra existencia presente y
futura.
22. SENTIR LAS EMOCIONES
• No se trata de re-educar al niño interior sino dejarlo
ser.
• Es un descubrimiento de nuestras esencias y
habilidades ya olvidadas.
• Muchas veces sentimos el rechazo por aspectos
reprimidos y tenemos miedo de que el dolor nos
invada, de que nos paralice o destruya.
• Pero es necesario darse cuenta de que nada de eso
sucederá.
• Esa es una idea exagerada de nuestra vulnerabilidad o
fragilidad, que, en realidad, es el desamparo de un niñi
que se siente solo y lastimado.
23. SENTIR LAS EMOCIONES
• Para ello es necesario establecer contacto con nuestro
niño interior. Es necesario volver atrás y permitirnos
sentir aquellas emociones bloqueadas, que son las que
nos encarcelan en una determinada “personalidad”
socialmente correcta y aceptada, pero ausente de
espontaneidad y frescura.
• No son los traumas de la infancia los que nos enferman
sino nuestra incapacidad de expresarlos.
• Necesitamos crear un espacio para que salga ese niño
espontáneo y expresivo, libre y feliz.
24. RECONOCER AL NIÑO INTERIOR
1. La idea principal es volver a conectar con ese niñito
que generalmente se siente solo y abandonado para
que nos diga qué necesita, para ayudarlo a
expresarse, para validarlo, para que confíe en sus
emociones y en sí mismo. De esa forma,
empezaremos a confiar en nosotros mismos.
2. Nuestro adulto interior, la parte más sana y crecida
que podemos encontrar en nosotros, debe reconocer
el aspecto infantil y herido del niño que nos habita y
aceptarlo tal como es.
25. RECONOCER EL NIÑO INTERIOR
3. Debemos aprender a tratar al niño interior con un
amor incondicional u mostrar una actitud tan
permisiva que le permita sentirse libre para expresar
sinceramente sus sentimientos.
4. Debemos respetar la forma en la que el niño herido
pretende enfrentar sus problemas. aceptar que quizás
él o ella saben, más que nosotros, cómo afrontar la
situación y qué es lo que hay que cambiar. No se trata
de dirigir las acciones sino de ser el continente que el
niño necesita para poder encarar su desafío. Él decide
el rumbo y el adulto lo sostiene.
26. RECONOCER EL NIÑO INTERIOR
5. El adulto interno debe resistir sus urgencias y
no forzar al niño lastimado a que soluciones
sus cosas ya, ni a que deje de llorar, ni,
mucho menos, a que sea feliz ahora. Todo eso
es la consecuencia de una acción pero no su
punto de referencia.
27. EXPECTATIVAS
“Si vives satisfecho tener más pierde
importancia”
La sociedad parece creer firmemente que la
felicidad, igual que la desdicha, se pueden
calcular, medir, comparar y evaluar, día a día,
minuto a minuto, año tras año.
Eterno Quieromás
28. EXPECTATIVAS
• Método pasivo: acumular mandatos y
condicionamientos sin siquiera revisarlo nunca.
¿Qué es lo mejor que quieres para mi?
• Método activo: consiste en dedicar una parte
importante de cada semana a cotejar todo lo que
posee con todo lo que otros tienen, han tenido o
podrían llegar a tener. Sin pensar, vivimos
mirando a nuestro alrededor y comparándonos
con los demás hasta el ridículo.
29. NUESTRO DESEO DE SER ACEPTADOS
• Surge del anhelo de gustar a los demás y de
que nos acepten las personas importantes.
• Activismo: hacer cosas por los demás, manejar
a los demás o amar con condiciones.
• Competitividad: queremos dejar una marca en
la vida, ser diferentes, especiales.
Comparaciones.
30. VIVIR SIN EXPECTATIVAS
“El único camino para seguir creciendo es
aprender a apreciar lo que ya tenemos”.
El verdadero antídoto del anhelo es la
aceptación y no la posesión, el deseo pero no
la expectativa, la conciencia pero no el control.
32. RE-SENTIR
• Echarle leña al fuego
• Es despertarte y pensar en aquello que pasó y que te
molesta tanto.
• Es machacarle al asunto
• Rayar el disco
• Es desperdiciar el maravilloso archivo de la memoria
guardando agravios (clasificados y por fechas) que al
final nos amarga la existencia.
33. NATURALEZA DEL
RESENTIMIENTO
• El resentimiento suele aparecer como
reacción a un estímulo negativo que nos hiere
y que se presenta en forma de ofensa o de
agresión.
• No toda ofensa produce resentimiento, pero
todo resentimiento va siempre precedido de
una ofensa.
34. LOS ESTÍMULOS DEL RESENTIMIENTO
• La ofensa que causa resentimientos puede
presentarse, en primer lugar, como acción de alguien
contra mí: cuando me agreden físicamente, me
insultan o me calumnian.
• En segundo lugar, en forma de omisión cuando no
recibo lo que esperaba, como una invitación, un
agradecimiento por el servicio prestado o el
reconocimiento por el esfuerzo realizado.
• En tercer lugar están las circunstancias pues se puede
estar resentido por la situación socioeconómica, por
algún defecto físico, o por las enfermedades que se
padecen y no se aceptan.
35. LOS ESTÍMULOS DEL RESENTIMIENTO
Todo resentimiento depende del modo como se
mire una misma realidad, o más concretamente
cómo se juzguen las ofensas recibidas- con
objetividad, exageradamente o de forma
imaginaria. y explican el que muchos
resentimientos sean completamente gratuitos,
porque dependen de la propia subjetividad que
aparta de la realidad, exagerando o imaginando
situaciones o hechos que no se han producido o
no estaban en la intención de nadie.
36. LA RESPUESTA PERSONAL
• El resentimiento es un efecto reactivo ante la
agresión, que en cuanto tal tiene carácter
negativo.
• Consiste en la respuesta ante la ofensa que se
experimenta íntimamente.
• Por eso lo determinante en el resentimiento no
radica en la ofensa en cuanto tal sino en la
respuesta personal.
• Y esta respuesta depende de cada quien, porque
nuestra libertad nos confiere el poder de orientar
de alguna manera nuestras reacciones.
37. “No es lo que los otros hacen ni nuestros
propios errores lo que más daña;
es nuestra respuesta”.
Si perseguimos a la víbora venenosa que nos ha
mordido, lo único que conseguiremos será
provocar que el veneno se extienda por todo
nuestro cuerpo. Es mucho mejor tomar
medidas inmediatas para extraer el veneno.
38. Esta alternativa se presenta ante cada
agresión: o nos concentramos en quien nos
ofendió con su agravio y entonces surgirá el
veneno del resentimiento, o lo eliminamos
mediante una respuesta adecuada, no
permitiendo que permanezca dentro de
nosotros.
39. SENTIRSE, LAMENTARSE O
RESENTIRSE
• Sentirse: retraerse o distanciarse de quien a
cometido la agresión, en ocasiones incluso
retirándole la palabra.
• “La susceptibilidad que está a flor de piel”. Estar
sentido con alguien es lo mismo que estar dolido,
triste, enojado por algún desaire que nos
hicieron. Muchas real y muchas más, aparente.
• “Ve moros con tranchetes”
40. • Lamentarse: o simples protestas verbales, que son
como un desahogo de quién está sentidos sin que se
traduzcan en acciones.
• En el caso, por ejemplo, del hermano mayor de la
parábola del hijo pródigo: No es de extrañar que, en su
ira, el hijo mayor se queje al padre… Sus palabras
demuestran que está dolido.
• Su autoestima se siente herida por la alegría del padre
y su propia ira le impide reconocer a este sinvergüenza
como su hermano. Con las palabra “ese hijo tuyo” se
distancia de su hermano y también de su padre, se han
convertido en dos extraños.
41. • Resentirse: incluye el afán de reivindicación, de
venganza, de desquite.
• El resentido no sólo siente la ofensa que le infligieron,
sino que la conserva unida a un sentimiento de rencor,
de hostilidad y hacia a persona causante del daño, que
impulsa a la revancha, a un ajuste de cuentas, no
dejando las cosas tal y como se han dejado.
• Lo triste es cuando el resentido no puede actuar
contra aquel que considera le ha dañado y entonces su
acción puede recaer sobre quienes no tienen nada que
ver en el asunto.
42. • El resentido retiene interiormente la ofensa porque no
quiere olvidar.
• Puede recordar y describir con detalle lo que sucedió
porque ha vivido concentrado en ese suceso.
• Vuelve sobre el hecho una y otra vez, ante ciertos
estímulos recordatorios.
• La detonación del resentimiento puede venir años
después de los hechos que lo hicieron germinar; en un
momento dado dan cumplida cuenta de la venganza
que guardaban.
43. “El Resentimiento es un veneno
que me tomo yo, esperando que
le haga daño al otro”
44. El Resentimiento es una carga
• la vamos arrastrando fatigosamente
• nos aferramos a él
• no nos damos cuenta del mal que nos hace
45. El Resentimiento te lastima sobre
todo a ti
• Te corroe por dentro
• Te impide alcanzar la paz
• Te hace gastar energías
• Te afecta la salud
46. El Resentimiento nos daña
• Padecimientos:
- dolores de cabeza y de estómago
- úlceras, colitis
- enfermedades nerviosas
- cáncer
47. El Resentimiento nos inmoviliza
• Imagina que alguien hace que te tropieces en un
arbusto espinoso, ¿qué harías?
1. Quedarte tirado y lamentándote por tu herida
2. Dar gritos para que todos se detengan a consolarte, a
quitarte las espinas
3. Hacer que la persona que te hizo caer se detenga y te
ayude
4. Tirarla tu también para que vea lo que se siente
5. Levantarte, sacudirte las espinas y seguir caminando.
48. El Resentimiento es infeccioso
• Se propaga en tu interior
• Es como una droga
• La persona se acostumbra a vivir en el odio, la
amargura, y llega el momento en que ya no
quiere perdonar pues su deseo de venganza se
ha convertido en su razón de ser y ya no concibe
su vida sin ese odio que siente hacia determinada
persona.
49. El resentimiento se contagia a otros
• Al platicar horrores de alguien
• Cuando se busca cómplices que te den razón
• Lo que comenzó como un problema personal,
pronto involucra a más y más personas
50. Albergar un resentimiento equivale a comerte a
una creatura venenosa que desde tu interior
generará destrucción, no sólo a ti mismo sino
contra cuantos se acerquen a ti.
El resentimiento destruye al ser humano con el
odio.
51. EL RESENTIDO
• Hay personas que se resienten fácilmente por:
- un comentario crítico
- una llamada de atención
- una mirada de indiferencia o desprecio,
- un determinado tono en la voz,
- una ironía;
- una omisión de los demás
- no valoran lo que hace
- no lo toman en cuenta
- no se le pide su opinión
- no le hacen caso
52. EL RESENTIDO
• Ante esto,
- siente que se le viene el mundo encima,
- se siente sumamente agredida,
- se entristece
- se llena de amargura
- El que permanece mucho tiempo en estas
situaciones pasa de estar resentido a ser un
resentido.
53. ALIADOS DEL RESENTIMIENTO
1. El egocentrismo
2. El sentimentalismo
3. La imaginación
4. La inseguridad
5. El victimismo
55. REDUCIR EL RESENTIMIENTO
• Tener clara la misión que nos corresponde en la vida y
abocarnos a ella, de manera que el sentido de nuestra
existencia proceda del proyecto y los objetivos que nos
hayamos propuesto, que a su vez han de coincidir con
el plan que Dios tiene para nosotros.
• Crecer continuamente como personas humanas,
mediante la adquisición de valores y el
perfeccionamiento de los que ya se tienen. Esto
provocará que se aumente la autoestima y coincida
con la auténtica humildad que consiste en la verdad
sobre nosotros mismos.
56. REDUCIR EL RESENTIMIENTO
• Fortalecer el carácter, acometiendo retos que exijan
convencimiento personal.
• Vivir para los demás, con objetivos claros de servicio, y
de este modo conseguir el olvido propio.
• Valorar las capacidades y cualidades personales –sin
dejar de ver los defectos- para apoyarnos en ellas.
Valorar todos los buenos resultados que consigamos
en nuestra vida, en cualquier terreno. En ambos casos,
atribuyendo a Dios el origen de las capacidades y
resultados.
57. REDUCIR EL RESENTIMIEFNTO
• Fomentar la confianza en los demás para saber
contar con ellos y sentirnos apoyados.
• Ser conscientes de que somos hijos de Dios y de
que Dios es infinitamente bueno y poderoso.
• La gratitud como la capacidad de reconocer los
dones y beneficios recibidos. Descubrir lo
positivo que hay en nuestra vida y percibirlo
como un regalo por el que nos sentimos movidos
a dar las gracias.
58. REDUCIR EL RESENTIMIENTO
• Quien no espera nada, ni exige nada para sí, se
alegra por lo que recibe y ordinariamente le
parece que es más de lo que merece.
• Siente el deseo de corresponder, aunque tantas
veces se considere incapaz de hacerlo en la
misma proporción de lo recibido.
• Quien actúa y reacciona así es incapaz de
resentirse.
59. ¿QUIERES RESENTIRTE CON ALGUIEN?
Demandas
Involucración afectiva Deseos Manipulo
Expectativas
Hago
cumplir
mi deseo
Frustración
Resentimiento = Me callo + Agresividad
60. CONCLUSIÓN
El resentimiento es una carga que te daña,
inmoviliza, te aparta de los otros y de Dios y se
contagia a tu alrededor. Sólo produce frutos
de muerte. Es un cáncer que acabará por
consumirte si no buscas la cura. Y esa cura se
llama: perdón.
61. LO QUE NO ES PERDÓN
• Perdonar no significa olvidar
• El perdón no significa renunciar a que se haga
justicia
• Perdonar no es tolerar que te lastimen
• Perdonar no es justificar comportamientos
propios o ajenos, inaceptables o abusivos.
62. LO QUE NO ES PERDÓN
• Perdonar no es hacer como que todo va bien cuando
sientes que no es así.
• Perdonar no es adoptar una actitud de superioridad
farisaica, ver al otro de arriba hacia abajo.
• Perdonar no significa que no debo de cambiar de
comportamiento con la persona.
• Perdonar no exige que te comuniques verbalmente
con la persona que has perdonado.
63. LO QUE SÍ ES PERDÓN
• El perdón es, en primer lugar, hacerse el favor a uno
mismo.
• El perdón es una decisión, no es algo espontáneo sino
querido previamente.
• Es decidir ver más allá de los límites de la personalidad de
otra persona, y apreciarla en su conjunto y no sólo en su
negatividad.
• Perdonar es un camino, un proceso que nos pide cambiar
constantemente
• El perdón es mirar de frente al mal, reconocerlo, no
justificarlo, y enfrentarlo con amor.
64. LO QUE SÍ ES PERDÓN
• El perdón es una forma, un estilo de vida.
• El perdón es el reconocimiento tranquilo de que bajo
nuestro egoísmo todos somos exactamente iguales.
• Perdonar es liberarte del pasado.
• Perdonar es conseguir la paz.
• Perdonar es crecer
• Perdonar es una manera de amar.
65. ¿PARA QUE PERDONAR?
• El perdón sana
• El perdón libera
• El perdón libera a quien te lastimó
• Tú perdón rescata al otro
• Le da una nueva oportunidad
• Tú perdón no rescata aun desconocido, sino a
un hermano.
• Tú eres un don de Dios.
66. ¿CÓMO PERDONAR?
Pide ayuda al Espíritu Santo
Examina honestamente tu conciencia
Reconoce una herida que necesita sanar
Decídete a perdonar
Ora por ti
No pienses mal
67. ¿CÓMO PERDONAR?
Ábrete a la comprensión
No te desquites
Devuelve bien por mal
Ora por la persona que te lastimó
Lucha por olvidar la ofensa
Empieza todo el proceso cuantas veces haga falta
68. R-E-D-A
NOMBRE RESIENTO DE TI YO ESPERABA DE DEMANDO DE TI MAS APRECIO DE
TI TI
69. AYUDAS PARA EL CAMINO
• Cuando la ira amenace con hacerte creer que el otro es un
enemigo al que hay que derrotar, recuerda que tanto tú
como él son hijos de un mismo Padre.
• Aprende a ver a Jesús en los demás y trata de que los
demás vean a Jesús a través de ti.
• Nunca olvides las cualidades de quien te ha ofendido.
• Nadie te ofende si no quieres
• Tú decides tu actitud ante la vida
70. AYUDAS PARA EL CAMINO
Hazle fácil al otro la reconciliación contigo:
1.No le dejes de hablar aunque él no te hable a
ti.
2.Esfuérzate por seguir tratándolo como
siempre.
3.Cuando dé el más mínimo signo de querer
arreglar las cosas aprovéchalo.
4.Ten siempre en mente la parábola del hijo
pródigo.
71. AYUDAS PARA EL CAMINO
• Aprende a pedir perdón: pedir perdón es ir a decirle al
otro que lamentas haberlo lastimado.
• Cuando la ocasión lo amerite no dejes pasar la ocasión
para pedir perdón.
• Reconoce que tu has hecho algo que ha ofendido al
otro.
• Pídele al Señor que te acompañe
• Busca al otro y hazle saber que estás arrepentido de
haberlo lastimado.
• No siempre esperes una reacción favorable del otro.
• Haz del perdón un hábito.
72. SEAMOS CONSTRUCTORES
• Nos asusta la violencia que se vive hoy en día, y
nos sentimos muy ajenos a quienes cometen las
injusticias u atrocidades de las que nos
enteramos cotidianamente. Pero tendríamos que
ponernos a pensar que, detrás de cada acto
violento, está un ser humano lleno de
resentimiento, un ser humano que no ha sabido
perdonar, un ser humano que ha dado rienda
suelta a los sentimientos negativos que llevaba
dentro. Y que ese ser humano puedes ser tú.
73. …Si has permitido que el resentimiento anide en tu
corazón, nada te diferencia de los que persiguen,
torturan, asesinan, violan los derechos de los demás.
No te creas mejor que ellos por considerar que tú no
has llegado tan lejos. Si tuvieras el poder y su
impunidad, quizá te atreverías a llegar más lejos
todavía. No te consueles pensando que lo tuyo no se
compara, que es “normal”, que al fin y al cabo sólo
odias a tu suegra, a tus vecinos, que “no es para
tanto”. Todo resentimiento es tiniebla. Toda ruptura
de la fraternidad es tiniebla. Tan tiniebla la tuya como
la de los demás.
74. … Toda tiniebla es oscuridad.
Pero el Señor es luz. Y Él ha puesto una luz en
cada corazón porque espera que lo ayudemos
a iluminar el mundo.
De ti depende la elección.
Deja que las siguientes palabras de San Pablo
hagan eco en tu corazón:
75. “Revestíos, pues, como elegidos de Dios, santos y
amados, de entrañas de misericordia, de bondad,
humildad, mansedumbre, paciencia;
soportándoos unos a otros y perdonándonos
mutuamente, si alguno tiene queja contra otro.
Como el señor os perdonó, perdonaos también
vosotros. Y por encima de todo, revestíos del
amor, que es el vínculo de la perfección. y que la
paz de Cristo presida vuestros corazones”
Colosenses 3, 12-15
76. BIBLIOGRAFÍA
UGARTE, Francisco. Del resentimiento al perdón. Una
puerta a la felicidad.
SOSA ELÍZAGA, Alejandra Ma. Por los caminos del perdón.
CASARJIAN, Robin. Perdonar.
VALDEZ CASTELLANOS, Luis S.J. El gozo de perdonar.
CABARRÚS, Carlos S.J. La danza de los íntimos deseos.
Siendo persona en plenitud.
BUCAY, Jorge. Las tres preguntas.
VALDEZ CASTELLANOS, Luis S.J. De la culpa a la paz y al
amor.
MONBOURQUETTE, Jean. Cómo perdonar.