1. República Bolivariana de Venezuela
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio
Núcleo Académico Miranda
Cátedra: Estrategias y Recursos Instruccionales
Especialidad: Educación Inicial
INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LOS NIÑOS
SEGÚN DANIEL GOLEMAN
PROF: INTEGRANTE:
Ada Gómez Maryellin Tovar C.I 22.692.533
JUNIO 2015
2. Según Daniel Goleman (1995) La inteligencia emocional es una forma
de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y
engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia,
la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental.
Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el
altruismo, que resultan indispensables para una buena creativa y adaptación
social, esto quiere decir que inteligencia emocional es como el ser humano
tiene la capacidad de controlar y regular las emociones de uno mismo para
resolver los problemas de manera pacífica, obteniendo un bienestar para sí
mismo y para los demás; es también guía del pensamiento y de la acción.
Teniendo en cuenta lo expuesto por Goleman es importante destacar
que este tipo de inteligencia se origina desde la infancia, ya que los padres
son el primer patrón de conducta emocional con la cual los niños tienen sus
experiencias iniciales, lo fundamental de desarrollar esta inteligencia en los
infantes, es para que sean seres emocionalmente inteligentes los niños
aprenden de esto en la vida real, especialmente cuando son jóvenes es
importante que aprendan a relacionarse y a manejar las emociones negativas
a través de sus padres, hermanos o amigos.
La personalidad se desarrolla a raíz del proceso de socialización, en la
que el niño asimila las actitudes, valores y costumbres de la sociedad. Y
serán los padres los encargados principalmente de contribuir en esta labor, a
través de su amor y cuidados, de la figura de identificación que son para los
niños. Es decir, la vida familiar será la primera escuela de aprendizaje
emocional.
En este mismo orden de ideas, el docente es parte fundamental de la
educación emocional de los niños, debido a que anteriormente no se daba
importancia a que el estudiante fuese activo en su educación solo que
3. consiguiese notas ideales para seguir su avance educativo también se
encontraban casos de desesperanza aprendida, producida por el modo en
que los profesores respondían a los fracasos de sus alumnos. Goleman,
1995, ha llamado a esta educación de las emociones alfabetización
emocional (también, escolarización emocional), y según él, lo que se
pretende con ésta es enseñar a los alumnos a modular su emocionalidad
desarrollando su Inteligencia Emocional. Para conseguir esto es necesaria la
figura de un nuevo docente con un perfil distinto al que estamos
acostumbrados a ver normalmente que aborde el proceso de manera eficaz
para sí y para sus estudiantes. Para ello es necesario que él mismo se
convierta en modelo de equilibrio de afrontamiento emocional, de habilidades
empáticas y de resolución serena, reflexiva y justa de los conflictos
interpersonales, como fuente de aprendizaje vicario para sus alumnos.
Este nuevo tutor debe saber transmitir el modelo emocional adecuado
a las diferentes interacciones que los alumnos tienen entre sí siendo fruto de
modelos de imitación, por aprendizaje vicario, para los niños y niñas. Por
tanto, no buscamos sólo a un profesor que tenga unos conocimientos
óptimos de la materia a impartir, sino que además sea capaz de transmitir
una serie de valores a sus estudiantes, desarrollando una nueva
competencia profesional.
No obstante un profesor debe fortalecer la Inteligencia emocional en
niños ya que las emociones son grandes condicionantes de nuestra conducta
las mismas pueden influenciar nuestra vida en multitud de sentidos. Su
manifestación, puede convertirnos en personas integradas socialmente o
excluidas, todo depende de la manera en que las manejemos.
Al igual que sucede con cualquier aprendizaje, las emociones
determinarán nuestra manera de afrontar la vida. Emoción, pensamiento y
acción, son tres elementos muy relacionados, presentes en todo aquello que
hacemos a diario. La comprensión y el control de las emociones puede
4. resultar imprescindible para nuestra integración en sociedad, pero si esta
falla, nos convertiremos en personas inadaptadas, frustradas e infelices.
En la Inteligencia emocional en niños y para comprender y manejar las
emociones, debemos tenerlas presentes en todo momento, siendo la infancia
una etapa crucial en el aprendizaje del manejo y control de las mismas. Tal y
como hemos puesto de manifiesto en más de una ocasión, la infancia es el
momento en que mejor se adquieren los aprendizajes, y el manejo de las
emociones es un aprendizaje fundamental y que, podemos decir, se
encuentra a la base de los demás, por encontrarse todo lo que hacemos
impregnado de emoción.
Si bien para los adultos resulta verdaderamente difícil controlar las
emociones en determinados momentos, para las niñas este control es aún
más complicado al carecer de experiencias previas similares y estrategias de
abordaje. En ocasiones, nos encontramos con niñas cuyo control emocional
es prácticamente inexistente. Se muestran irascibles e irritables a menudo,
no se les puede negar nada porque están acostumbradas a que se les
permita y consienta casi todo. Además, se muestran especialmente frágiles e
irritables ante los fracasos, respondiendo de manera agresiva y hostil a este
tipo de situaciones.
Estas reacciones son realmente perjudiciales para el / la niño/a, ya
que no sólo le van a limitar su relación e integración en el grupo de iguales,
sino que incluso, pueden llegar a afectar a su salud. De hecho, algunas
investigaciones han puesto de manifiesto que la experimentación de
emociones negativas deriva en una disminución de las defensas,
convirtiéndonos en personas vulnerables.
El conocimiento, comprensión y control de las emociones, es por tanto
vital, pues éstas nos permiten adaptarnos, comunicarnos y desenvolvernos
5. en sociedad. Además, no debemos olvidar que la emoción es fiel compañera
de la motivación, el motor de la consecución de objetivos.
Gracias a las emociones podemos sentir empatía hacia otras
personas, recuperar recuerdos significativos de nuestra vida e incluso
superar exitosamente momentos complicados.
Destacamos que la Inteligencia emocional en niños les permite estar
atento y poder defenderse de posibles peligros sociales que le puedan
acontecer, como por ejemplo el de las adicciones. Investigaciones, han
puesto de manifiesto que las personas con escaso control y tolerancia
emocional, son más susceptibles de caer en el mundo de las adicciones que
aquellas cuyo control y tolerancia emocional es mayor.
Los niños(as) deben aprender a controlar su agresividad, sus
reacciones indeseadas… Algo para lo que debemos trabajar con ellos(as),
en especial ante aquellas conductas “emocionalmente inapropiadas”. El
empleo del castigo, ante estas ocasiones, no suele resultar demasiado
efectivo. En cambio, hacerles reflexionar sobre lo sucedido de manera
objetiva y constructiva, haciéndoles entender la importancia de sus acciones
y la repercusión en los demás… así como ofrecerles alternativas de conducta
positivas, derivará en una mejora en su manera de pensar y actuar y esto
redundará en sus emociones.
Así como también los buenos padres son como los buenos profesores;
al ofrecer una base segura, los adultos responsables de los niños pueden
crear un entorno que permita funcionar a sus cerebros al máximo
rendimiento. Esta base se convierte en un refugio seguro, un ámbito de
fortaleza desde el cual aventurarse a explorar, para aprender algo nuevo y
para alcanzar metas. El niño puede interiorizar esta base segura si se le
enseña a dominar mejor su ansiedad para que pueda concentrar mejor su
6. atención. Esto también potencia su capacidad para lograr un entorno óptimo
para el aprendizaje.
La manera más eficaz de que todos los niños obtengan las mejores lecciones
del corazón es que éstas formen parte de la jornada escolar y de la vida
familiar.
Si bien ayudar a los niños a dominar sus emociones y sus relaciones
les hace ser mejores estudiantes. Esta mejora en el aprendizaje de los niños,
como consecuencia de apoyar la gestión de su mundo interior y sus
relaciones, también puede entenderse en términos del impacto del
aprendizaje social y emocional sobre sus circuitos neuronales en desarrollo.
La corteza prefrontal, el centro ejecutivo del cerebro, es un área del cerebro
que la experiencia moldea durante la infancia. Esta área alberga los circuitos
para inhibir los impulsos emocionales perjudiciales y para prestar atención,
es decir, para relajarse y concentrarse. Cuando los niños no tienen
estrategias para disminuir su ansiedad, no disponen de tanta capacidad de
atención para aprender, para resolver problemas y para comprender nuevos
conceptos. Por ejemplo, si ante un examen sorpresa un niño es presa del
pánico, grabará esta respuesta y no los detalles del examen; la angustia
destruye el aprendizaje. En la actualidad los científicos creen que si se
mejora la atención y la memoria, y también se despeja la mente de la
impulsividad y la angustia, la mente del niño se sitúa en el mejor terreno para
el aprendizaje; y esto es lo que hace el aprendizaje social y emocional.
También sabemos que no todos los niños son iguales, que habiendo
varios hermanos cada uno de ellos tiene un carácter y unas manías. Pero,
aun así, hay algo que está claro, todos tienen las mismas necesidades: el
sentirse queridos, escuchados y atendidos para crecer en confianza. La
necesidad de ofrecer un aprendizaje basado en las emociones, les permitirá
el día de mañana poder gestionar muchas áreas de su vida con mayor
efectividad, poder comunicarse mejor, reconocer emociones en las otras
7. personas para poder respetar, para poder entender y disponer de una mejor
conexión con la sociedad.
Educar en el respeto, en la asertividad y en unas buenas habilidades
sociales, les permitirá sin duda ir madurando con mayor autonomía. Pero
para ello, para infundir en los niños la Inteligencia Emocional, es necesario
que sepas aplicarla en el día a día con los más pequeños. Te ofrecemos
unas pautas tales como, la necesidad de gestionar las emociones del niño
seguro que más de una vez te has visto en esta situación: niños que
demandan las cosas llorando, que disponen de una facilidad enorme para
dejar caer las lágrimas mientras su nivel de ira asciende si no le ofrecemos
aquello que quieren. Rabietas que acaban estallando en golpes y gritos.
Es imprescindible que afrontemos estas situaciones desde bien
pequeños. Las rabietas hay que ignorarlas. Les atenderemos solo cuando
sus lágrimas sean sinceras, evitando reforzar comportamientos inadecuados.
Una vez haya comprendido que no vamos a atender a su chantaje o a sus
gritos, hablaremos con ellos.
Pese a esto establece con el niño una comunicación abierta y sincera.
Evita hablarles en voz alta o gritándoles, hazlo con madurez, los niños
entienden muchas más cosas de las que crees, y muchos padres y madres
caen en el error de dirigirse a ellos con cierta ingenuidad, como si no
comprendieran muchas cosas.
Si sienten que sus palabras siempre van a ser escuchadas, al igual
que sus necesidades y pensamientos, confiarán más en sí mismos, se
sentirán seguros, para hacer lo mismo por ejemplo, en el colegio y con sus
amistades, evitando así verse dominados o controlados por los demás.
8. Debemos fomentar su autonomía para que se sientan capaces y
seguros de sí mismos, viendo siempre dónde están los límites. Respetando a
los demás y reconociendo las emociones propias y ajenas.
Todo ello les ayudará a crecer con optimismo, sintiéndose queridos
para ser también felices el día de mañana. Educar es una tarea difícil, pero
es una aventura que merece la pena.
9. Referencias bibliográficas
Sabater, V Inteligencia emocional para educar niños felices [Disponible en
línea] http://lamenteesmaravillosa.com/inteligencia-emocional-para-educar-
ninos-felices/
Cómo desarrollar la inteligencia emocional de los niños [Disponible en línea]
http://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/aprendizaje/como-desarrollar-
la-inteligencia-emocional-de-los-ninos/
Pusent; E (2009) [Disponible en línea]
http://www.eduardpunset.es/173/general/la-inteligencia-emocional-infantil-y-
juvenil