Análisis de los Factores Externos de la Organización.
Maia fernández
1. Maia Fernández
Cuando observamos a un artista la mayoría de las veces nos maravillamos con su
arte; ya sea música, danza, plástica
o teatro. Sin embargo, cuando se
trata de la educación de nuestros
hijos solemos priorizar los aspectos
intelectuales, como por ejemplo el
aprendizaje de un idioma o de las
ciencias exactas por encima de las
actividades artísticas. Además,
muchas veces secretamente, hay
padres que anhelan que sus hijos
tengan una profesión prestigiosa,
que les permita hacerse de mucho
dinero y las expresiones artísticas
son descartadas o pasan a ocupar el
lugar de un simple pasatiempo y
nada más.
Eso no es malo en sí, pero es
fundamental conocer el poder que
tiene el arte para el desarrollo del ser humano. En el mundo hay miles de personas
que dedican su vida a desarrollar la pasión que llevan dentro, y son muy exitosas.
Pero en este punto hay algo que aclarar: ser exitoso, para mí, no significa acumular
grandes cantidades de dinero, sino haber alcanzado la felicidad a través de nuestra
realización como seres humanos. Para lograr esa plenitud resulta vital adquirir una
educación íntegra desde la niñez. Todo niño merece tener una educación que
valorice todos los campos del saber, sin desmerecer ningún aspecto, ya que no
sabemos cuáles son las habilidades innatas que nuestro hijo posee ni tampoco
cuáles serán sus aspiraciones futuras, en cuanto a su vocación laboral propiamente
dicha.
Analicemos las artes por separado y sus beneficios:
1. La música
Existen estudios que demuestran que los niños que han sido estimulados
musicalmente desde bebés desarrollan una mayor habilidad para resolver
2. problemas matemáticos y para el aprendizaje de la lectoescritura. Aprender a tocar
un instrumento musical nos ayuda a desarrollar la coordinación, la concentración y
la facilidad para trabajar en equipo. Ni hablar del placer exquisito que significa tocar
música: nos eleva, nos lleva a universos desconocidos y nos abstrae de los
problemas mundanos. Nos hace crecer en más de un sentido.
2. La plástica
A través del dibujo o la pintura los niños canalizan necesidades, estados de ánimos
y es posible detectar abusos por parte de un adulto a través de los mismos. Se le
puede considerar incluso una terapia.
3. La danza o la expresión corporal
Contribuye a desarrollar un cuerpo armonioso, ágil, saludable y, al mismo tiempo,
permite que los niños se expresen y disfruten profundamente de ello. Al bailar
experimentamos una sensación de libertad y alegría, nos integra con los demás y
nos ayuda a terminar con el sedentarismo.
4. El teatro
: es muy valioso para terminar con la timidez y desarrollar la seguridad en sí mismo,
convertirse en una persona más extrovertida y desenvuelta. Actuar en diferentes
situaciones o conflictos de la vida cotidiana resulta bastante útil para
desdramatizarlas, es decir, para quitarles peso o importancia y así lograr
comprenderlas y superarlas.
La creatividad
En la actualidad existen numerosas actividades ligadas al arte, muchas más de las
mencionadas, que van desde escribir cuentos o poemas en algún taller literario
hasta aprender malabares circenses. Todas y cada una de las artes, al estimular la
libre expresión, contribuyen a desarrollar un aspecto esencial hoy en día: la
creatividad. Una persona creativa es aquella que se inspira en su vida
cotidiana, que es capaz de desarrollar nuevas ideas y de resolver problemas con
más facilidad a través de vías ingeniosas o poco convencionales. Por otra parte, a
través del arte y del juego el niño puede canalizar angustias, preocupaciones y
liberar tensiones. Mediante alguna de las expresiones artísticas mencionadas con
anterioridad, los niños se mantienen haciendo actividades productivas, que los
entretienen y que además desarrollan su autoestima.
3. No imponer la disciplina artística
Es importante destacar que no se debe obligar a los chicos a realizar ninguna
actividad que no les guste, por más bella que resulte para nosotros. Esa actitud de
nuestra parte puede llevar a que nuestros hijos odien el arte, y eso sería muy
negativo. Acompañémoslos en su búsqueda, dejando que sean ellos los que elijan
dentro de las posibilidades.
Para finalizar, todo ser humano, no sólo los niños, debería practicar alguna actividad
artística, encontrar alguna que lo apasione y lo llene de alegría. Su vida se verá
altamente beneficiada: será una persona más sensible, apreciará la belleza de la
vida en todas sus manifestaciones, la valorará y disfrutará mucho más. Así que ¡no
dudes en llevar a tus hijos a alguna de estas actividades y anímate a practicar o
estudiar eso que siempre soñaste!