3. El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes praderas me hace recostar. Me conduce hacia fuentes tranquilas, y repara mis fuerzas.
4. Me guía por sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: Tu vara y tu cayado me sosiegan.
5. Preparas una mesa ante mí, en frente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.
6. Tu bondad y misericordia me acompañan todos los días de mi vida. Habitaré en la casa del Señor por años sin término.
7. Mis ovejas escuchan mi voz –dice el Señor-. Yo las conozco y ellas me siguen. Jn 10,27 Cafarnaun. Al fondo, al otro lado, Betsaida.
8. 30 Los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. 31 Él les dijo: – Venid vosotros solos a un lugar solitario, para descansar un poco. Porque eran tantos los que iban y venían, que no tenían ni tiempo para comer. 32 Se fueron en la barca, ellos solos, a un lugar despoblado. 33 Pero los vieron marchar y muchos los reconocieron y corrieron allá, a pie, de todos los pueblos, llegando incluso antes que ellos. 34 Al desembarcar, vio Jesús un gran gentío, sintió compasión de ellos, pues eran como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas Lago de Genesaret