2. 31 subregiones y 6 grupos
indígenas conforman los
grupos pobladores del caribe
colombiano.
3. En este territorio se conserva la
mayor parte de lo que fue el
territorio ancestral de los Wayúu,
presente entre sus habitantes una
relativo autonomía política y
cultural. Se evidencia aquí la
gestación de una etnia regional
guajira que tiene como núcleo
básico a la población indígena.
La Guajira
4. Esta población posee una marcada
influencia africana. Es un sector
vinculado a actividades como el comercio
y el contrabando. Maicao surge aquí con
un enclave sirio-libanés.
Riohacha
5. Sur de la guajira: Un área de
transición donde los pobladores, de
ascendencia mestiza, mantienen
gran afinidad con Valledupar y la
cultura vallenato. De Riohacha y del
sur surgen los dirigentes políticos de
La Guajira, por ser éstos los sectores
más vinculados con la burocracia
estatal.
Kankuama: Situados en el surorientales de la
Sierra Nevada, donde habita un grupo en cuyo
mestizaje convergen las ascendencias de las
múltiples etnias que han estado presentes en esta
zona. La estratificación social que aparece aquí
evidencia este campesino y el propietario de
grandes extensiones residente en Valledupar.
6. Vallenata: Población de
características mestizas, así
como una élite de origen
hispano sobre la que
tuvieron gran influencia las
migraciones europeas. Esta
élite ostenta el poder
político y socioeconómico,
a través de lo institución del
compadrazgo, y concentra
la propiedad de la tierra.
Perijá: Son colonos presionados por las condiciones
de violencia y pobreza de sus lugares de origen.
Enfrentan una situación generalizada en ciertas
zonas de colonización donde se da un doble
movimiento ascendente: la concentración de la
propiedad que desplaza al pequeño campesino, y éste
desplaza al indígena.
7. Santa Marta : Su población es
fundamentalmente mestiza, originada en la
red de pueblos de indios tributarios que se
estableció a su alrededor durante la Colonia.
Se consolidó también una elite. de
ascendencia hispana, con carácter
paternalista.
Ciénagas: Tienen diversas
ascendencias, particularmente de
campesinos provenientes de otras zonas
de la Costa o inmigrantes de origen
europeo. Se han articulado
económicamente a partir de la
explotación del banano.
8. Sierra nevada: Se trata de una
población que ha permanecido
marginal para los gobiernos
nacional y departamentales, por lo
cual aquí se han consolidado
diversas formas de autoridad a
partir de influencias externas
como los grupos protestantes y lo
guerrilla, entre otros.
Ciénagas del Magdalena: Poblaciones también
tradicionalmente marginadas, de características
mestizas, que han mantenido un tipo de explotación
artesanal de esta zona lacustre.
9. Montaña del Magdalena: habitan un grupo
que consolidó la colonización, el desmonte y
la explotación de esta zona anteriormente
boscoso, con acelerados flujos migratorios,
en su mayoría procedentes de otras zonas de
la Costa.
Ciénagas del Cesar: Se trata de
una población que se ve
marginada por el proceso de
latifundismo que se apropia de los
playones anteriormente
comunales.
Ocañera: Poblamiento cuyo
núcleo es santandereano,
mantiene una relación permanente
con el noroccidente de ese
departamento, así como una
unidad de intereses y
aspiraciones.
10. Sabanalarga: Constituida por los
pueblos de origen indígena, que
aunque forman parte del área de
influencia de Barranquilla,
mantienen valores expresiones
diferentes frente a la cultura
metropolitana.
Costera del Atlántico: Habitada por una
población mestiza, donde hay algunos reductos de
la cultura Mocaná, actualmente presionados por
el impulso de la franja turística que está
consolidando un eje costero entre Barranquilla y
Cartagena.
11. Depresión Momposina: En esta se concentran habitantes del Magdalena, del Cesar y de
Bolívar, con un ancestro cultural común que se origina en la actividad de la boga.
También se identifica aquí el remanente de una élite de origen europeo
La Mojana: Sus habitantes presentan características similares a los de la depresión, en
una zona tradicionalmente marginada; han enfrentado un proceso de apropiación de
tierras comunales por parte de los hacendados.
12. Cartagena: En la mayor parte de su población hay un
ancestro africano que conserva la riqueza de sus
relaciones socioculturales a pesar de los patrones de una
élite de origen colonial de ascendencia hispánica, que
permite poca movilidad social, con base en prejuicios
raciales.
Ribereña: Los habitantes de esta
zona, presentan una marcada
influencia de la realidad del
Magdalena Medio. Constituyen
un eje que penetra hasta
Barrancabermeja.
Canaleros: Hacen parte del
complejo cultural del río; la
tradición de cimarronaje y
palenques que existió aquí
durante la Colonia tiene aún
vigencia en su cotidianidad.
13. Sabanas: Los grupos que habitan esta subregión en los
Departamentos de Córdoba y Sucre y parte de Bolívar, se han forjado
a partir de su origen mestizo y de las relaciones de dominación
históricamente establecidas por la hacienda. Ocupan los rescoldos de
los latifundios y venden a éstos su fuerza laboral.
14. Costera de Morrosqui: En esta habita una
población esencialmente de origen africano,
con una fuerte tradición de palenque y el
marronaje y por tanto de resistencia, que a
pesar de su cercanía con Cartagena, ha vivido
marginada.
Montes de María: La población de estos
municipios de Bolívar y Sucre comparte su
origen en los arrochelados y los libres que se
refugiaron en la serranía de San Jacinto y que
fueron objeto de los proyectos de
repoblamiento del período colonial. La
tradición laboral, el cultivo y el tabaco, han
sido clave para su identidad socio política.
15. San Jorge: Comparte importantes rasgos
con la zona de sabanas, y se concentra la
influencia anfibia de los habitantes de las
ciénagas.
Bajo Cauca: Antigua zona minera donde
también tuvo un peso enorme el
cimarronaje y el palenque; entre sus
habitantes se mantiene la tradición de
vivir al margen y su territorio ocupa parte
del Departamento de Antioquia.
Costera de Córdoba: La mayoría de sus
habitantes son de tradición africana con
una clara influencia de la cultura de la
sabana. Enfrentan la reciente presencia
del capital paisa, en proceso de apropiarse
totalmente de las tierras y del desarrollo
turístico litoral.
16. Ciénagas del Sinú: Su población tiene
marcadas permanencias de la tradición
indígena, una gran influencia económica y
política de la población sirio-libanesa y una
presencia afro costera que tiene origen en la
relación histórica de Lorica con Cartagena.
Sinú Medio: Con una mayor
influencia de las Sabanas y una
importante presencia sirio-libanés.
Esta zona es característica por la
presencia del latifundio, que ha
demarcado claramente las
relaciones sociales.
17. Alto Sinú: Ocupada
por campesinos de
origen sinuano y
sabanero, así como
por campesinos de
origen antioqueño, es
una zona
eminentemente
manejado por el
latifundio antioqueño.
Montería: Se refleja la
multiplicidad de influencias
poblacionales que
caracterizan la región
sinuana, a partir del
desarrollo urbano de
Montería: la presencia del
ribera no sinuano, de la
cultura sirio-libanesa, de la
hacienda sabanera y la
intrusión del poder
económico paisa,
especialmente del
narcotráfico.
18. Las islas del archipiélago de San Andrés, Providencia la Vieja y Santa
Catalina están habitadas en la actualidad por tres grupos de
pobladores:
Sirio libaneses: Este
grupo concentra un
enorme poder
económico y político y
constituye una
comunidad sumamente
cerrada. Se han
localizado en el North
End.
Población raizal: De religión protestante, con una tradición anglo
norteamericana. Su ascendencia es básicamente africana con
influencia mis Europea y oriental (china y japonesa). Su sistema de
estratificación social se establece por prestigio, por las relaciones de
parentesco.
Continentales: Se trata de grupos de estrato socioeconómico bajo
que han migrado al archipiélago en busca de mejores condiciones de
vida, ya sea dentro del comercio en pequeña escala de cacharrería de
contrabando o siguiendo las promesas de políticos y empresarios
necesitados de mano de obra barata.
20. ¿Qué se entiende por diversidad cultural?
La gran variedad de culturas que
es posible distinguir rápidamente a
partir de observaciones
etnográficas, aun cuando los
límites que marcan las lindes de
una cultura específica sean más
difíciles de determinar de lo que
parece a primera vista.
21. La diversidad cultural ante la mundialización
La mundialización es un proceso
multidireccional que comprende la
circulación, cada vez más rápida y de
mayor volumen, de prácticamente todo –
capitales, mercancías, información,
ideas, creencias, personas– por ejes que
cambian constantemente.
22. Efectos de la mundialización
- Integración de diversos intercambios multiculturales en casi todos los contextos
nacionales, lo cual corre a la par con la tendencia hacia filiaciones culturales múltiples y una
complejidad creciente de las identidades culturales.
- Debilitación del vínculo entre un fenómeno cultural y su ubicación geográfica, al trasladar
influencias, experiencias y acontecimientos lejanos hasta nuestro entorno inmediato. Esto es
potencializado por el aumento de las migraciones internacionales y el turismo.
- Nuevas formas de diversidad cultural y prácticas lingüísticas, debido especialmente a los
progresos de la tecnología digital.
Por lo anterior, se deben crear nuevas estrategias que tengan en cuenta estos cambios y permitan, al
mismo tiempo, que las poblaciones vulnerables “respondan” al cambio cultural más eficazmente,
puesto que la diversidad cultural, al igual que la identidad cultural, estriba en la innovación, la
creatividad y la receptividad a nuevas influencias.
23. Identidades nacionales, religiosas, culturales y
múltiples
La cuestión de las identidades ha adquirido importancia para las personas y grupos que ven la mundialización
y el cambio cultural como una amenaza para sus creencias y medios de vida.
- El activismo político vinculado a la identidad religiosa es quizás un poderoso indicador de identidad y
diferencia cultural, así como un riesgo por las diferencias que puede causar.
- La identidad nacional se puede definir como una construcción que se basa en un pasado reconstruido
en ocasiones y que proporciona un anclaje al sentimiento de compartir valores comunes.
- La identidad cultural es un proceso más fluido que se transforma por sí mismo y se debe considerar no
tanto como una herencia del pasado, sino como un proyecto futuro.
En un contexto multicultural, algunas personas decidirán adoptar una cierta forma de identidad, otras elegirán
vivir de forma dual y habrá quienes opten por crear para sí mismas identidades híbridas.
24. Iniciativas regionales e internacionales en
materia de diversidad cultural
- En un mundo multicultural los empeños por salvaguardar las manifestaciones de la diversidad
cultural cobran una importancia especial para los gobiernos nacionales, y también para la comunidad
internacional.
- Los acuerdos y actividades normativas a nivel regional e internacional han intentado proteger y
promover algunos de los símbolos de la diversidad cultural.
- La evolución de esta protección refleja un doble movimiento: uno que conduce al reconocimiento de
un “patrimonio común” que la comunidad internacional debe salvaguardar como expresión de una
herencia humana común; y otro que lleva al reconocimiento de las características propias de las
culturas que, si bien son cambiantes y transitorias de por sí, deben valorarse y reconocerse como
tales.
25. Diálogo intercultural
En un mundo culturalmente diverso es necesario
un diálogo intercultural, cuyos requisitos son:
- Un análisis de las diversas formas en que las
culturas se relacionan unas con otras.
- La sensibilización a los elementos culturales
comunes y las metas compartidas.
- La determinación de los problemas que se
deben resolver al conciliar las diferencias
culturales.
26. Interacciones culturales
- Las culturas no son entidades estáticas o cerradas en sí misma, sus fronteras son permeables y
solo existen en relación con los demás.
- En la historia se han dado muchas mezclas culturales, desde los intercambios e importaciones
culturales hasta las imposiciones de valores culturales por medio de la guerra, la conquista y el
colonialismo.
- El reconocimiento de la universalidad de los derechos humanos ha permitido hoy –al menos en
teoría– pensar en auténticos intercambios en condiciones de igualdad entre todas las culturas del
mundo.
- La mundialización contribuye a que se produzcan encuentros, importaciones e intercambios
culturales más sistemáticos. Estos nuevos vínculos transculturales facilitan el diálogo
intercultural.
- La sensibilización a la historia y la comprensión de los códigos culturales son de gran
importancia para superar los estereotipos culturales en el camino hacia el diálogo intercultural.
27. Estereotipos culturales e intolerancia
- Los estereotipos culturales sirven para marcar los límites entre un grupo y “el otro”, pero
conllevan el riesgo de que el diálogo pueda limitarse a la diferencia y que la diferencia pueda
engendrar intolerancia.
- Las tensiones interculturales guardan relación con conflictos de las memorias,
interpretaciones en pugna de acontecimientos del pasado y conflictos de valores.
- El diálogo es la clave para resolver estos antagonismos enraizados.
- La ecuación cultural para lograr un integración dentro de la diversidad consiste en el
reconocimiento, la protección y el respeto de las características culturales propias, así como
de la afirmación y la promoción de valores compartidos universalmente y derivados de la
interrelación de esas características culturales propias.
28. Los retos del diálogo en mundo multicultural
El éxito del diálogo intercultural se basa en:
- Competencias interculturales: El conjunto de capacidades necesarias para relacionarse
adecuadamente con los que son diferentes de nosotros.
- La capacidad básica de escuchar, la flexibilidad cognitiva, la empatía, la humildad y la
hospitalidad.
- Iniciativas que abarquen desde proyectos escolares hasta programas de educación e
intercambio con actividades participativas en los ámbitos de la cultura, el arte y el deporte.
- La creación de un acervo de memoria común que permita el reconocimiento de las faltas
cometidas y un debate abierto sobre las memorias antagonistas
29. La clave para un proceso de diálogo intercultural e interconfesional fructífero reside en el
reconocimiento de la igual dignidad de los participantes. Esto supone reconocer y respetar las
distintas formas de conocimiento y sus modos de expresión, las costumbres y tradiciones de
los participantes y los esfuerzos por establecer un contexto culturalmente neutral para el diálogo,
que permita a las comunidades expresarse libremente
Fin.