El bullying es un problema que afecta a todos y requiere una solución pacífica. A veces los agresores son víctimas de abuso en casa y desquitan su enojo con otros, por lo que es importante que los niños hablen si son maltratados y busquen ayuda en lugar de lastimar a otros. Todos debemos ser buenos con todos, sin discriminar, ya que todos somos iguales ante Dios.