Este documento discute cómo nadie es realmente indispensable en nuestras vidas. Aunque apreciamos a quienes nos rodean, pensar que no podemos vivir sin ellos genera dependencia y obsesión. En lugar de esto, debemos establecer relaciones basadas en el amor y el respeto mutuo, no en la necesidad. La única persona indispensable debe ser Dios, pues Él siempre está disponible para ayudarnos y darnos paz.
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Nadie es indispensable en tu vida
1. Colegio de Bachilleres del Estado de Hidalgo
“COBAEH”
Informatica 4° Semestre... Modulo IV:
Desarrollo y Caracteristicas de
Documentos Electronicos
¿PORQUE PENSAMOS QUE ALGUIEN ES
INDISPENSABLE EN NUESTRA VIDA
CUANDO EN REALIDAD NO LO ES?
Alumna: Dora Gabriela Ochoa de Jesús
Grupo: 4204 Fecha: 20/ Mayo/ 2015
2. Nadie es indispensable
Nadie es indispensable…
¡Suena fuerte! Muchos
pensarán que si nadie es
indispensable, quiere decir que
todos son descartables. Pero
no es así. Existe una gran
diferencia entre ser
indispensable y no ser
descartable, todas las
personas tienen valor y por ese
simple hecho no deben ser
descartadas. Sin embargo, una
cosa es que apreciemos a
quienes nos rodean y otra muy
distinta que pensemos que no
podemos vivir sin ellos.
3. El que alguien sea indispensable
en nuestra vida significa que se
ha convertido en un ser al que
necesitamos y del que
dependemos. El problema de las
relaciones basadas en la
necesidad es que se establece
una dependencia por parte de la
persona necesitada y puede
llegar a volverse una obsesión.
No querer estar sin la persona
objeto de afecto ni un solo
segundo. Llamarle, mandarle
mensajes, aparecerse en su
camino, etc. Esto termina
asfixiando a la otra persona y en
lugar de “retenerla”, la alejamos.
4. Entre las acciones desesperadas tenemos el caso
de mujeres que para retener a un hombre, se
embarazan. Pacientes que para obtener la atención
que quieren de sus médicos, entran en crisis.
Hombres que para que una mujer no los deje, se
ponen de alfombra. Amigos que chantajean con
contar secretos del otro si éste se va.
Existen casos en los que nos aferramos a una
persona y pensamos que es nuestro bote salvavidas.
No la queremos soltar, porque creemos que sin ella
no vamos a sobrevivir. En nuestra desesperación por
evitar que se vaya, terminamos tomando medidas
extremas que no sólo nos dañan a nosotros mismos,
sino que también a los demás.
5. ¿Para qué? ¿Por qué esforzarse tanto por mantener una relación o
por buscar una relación con alguien que no quiere tenerla con
nosotros? Es contradictorio e irónico que en ocasiones nos
desvivimos por personas que ni siquiera se dan cuenta de que
existimos, e ignoramos a aquellas que darían lo que fuera por
nosotros.
6. ¿Saben por qué les digo que nadie,
absolutamente nadie es indispensable?
Porque durante muchos años esa persona
ni siquiera existía para nosotros, no había
aparecido en nuestra vida y nosotros
funcionábamos perfectamente, ¿o no? La
persona llegó y por alguna razón nos
enganchamos de ella y por eso pensamos
que ya no podemos estar sin ella. Pero no
es cierto. Les aseguro que si ustedes
dejan ir a cualquiera que creen que es
vital para ustedes, que en algunos casos
incluso dicen que sin esa persona se
mueren… ¡no se van a morir! Van a llorar
unos días, van a sentirse tristes por ya no
tenerla, les va a doler, pero al cabo de
unos días, unas semanas, unos meses o
tal vez unos años, van a seguir con su
vida, van a seguir respirando. Entonces se
van a dar cuenta de que esa persona no
era indispensable, de que ustedes podían
vivir sin ella
7. Por otro lado, así como nadie debe ser indispensable para ti,
también debes saber que tú no eres ni debes ser indispensable
para nadie. ¿Sabes por qué? Porque entonces vas a estar
generando una relación de dependencia hacia ti y esa persona
va a querer y va a exigir que tú llenes sus vacíos emocionales. Y
esa es una carga demasiado pesada y una responsabilidad que
ninguna persona debe asumir por otra. Cada quien es
responsable de su vida y de su felicidad. Tú no tienes que hacer
feliz a nadie, así como nadie más tiene la tarea de hacerte feliz a
ti.
8. Como les he dicho en otras
ocasiones, no todas las personas
llegan para quedarse a nuestra vida
para siempre. Sin embargo, eso no
quiere decir que sean descartables o
que no sean importantes. No se trata
de reemplazar a una persona por
otra, sino de darle su propio valor a
cada una. De saber que cuando una
relación termina, no es porque
creemos que esa persona no
significa nada, sino porque así se
dieron las circunstancias. La persona
cumplió su misión en nuestra vida y
el que ella se vaya no nos va a
matar. Vamos a seguir viviendo y
vamos a estar bien.
9. Por lo tanto, debemos aprender a establecer
relaciones sanas, basadas en el amor, la
comprensión y el respeto. Relaciones
maduras en las que cada quién es
responsable de su propia felicidad y son dos
personas las que deciden compartir parte de
sus vidas con otra, porque disfrutan la
compañía de esa persona, no porque
piensan que sin ella se mueren. Las
relaciones sanas están basadas en el amor, y
el amor es libre.
10. El punto más importante de todo esto es que el
único que debe ser indispensable para nosotros es
Dios. Cuando no lo tenemos a Él en el centro de
nuestras vidas es que ponemos nuestra confianza
en los demás. En la Biblia está escrito que no
debemos confiar en los hombres, sino solamente
en Dios. ¿Saben por qué? Porque Él es el que
siempre está ahí para nosotros, el único que nos
acompaña y el único que nunca nos va a fallar.
Sólo cuando empezamos a creer en Él y a pedirle
a Él, dejamos de correr a pedir a ayuda a los
demás.
11. Hay ocasiones en las que algo te atormenta y esa persona a la
que quieres contarle y la que crees que te va a dar la respuesta
mágica no está disponible, entonces te angustias más, te
desesperas y te pones peor. Cuando podrías evitarte todo eso si
corrieras a contarle a Dios tus problemas. Él está siempre
disponible, nunca se toma vacaciones y está a la distancia de
una oración. ¿Qué más se puede pedir? Lo mejor es que
después de hablar con Él siempre te quedas con una sensación
de paz y tranquilidad. ¿Para qué angustiarse y preocuparse por
cosas que no podemos resolver por nuestra cuenta? Pongamos
cada una de nuestras dificultades en Sus manos y Él se va a
encargar a su tiempo.
12. Las personas no son indispensables, porque el
mismo Dios lo dice. Porque los seres humanos
son seres humanos y por esa sencilla razón nos
van a fallar. No porque sean malos, no porque
nos quieran hacer daño, no porque no nos
quieran, sino que simplemente porque son
humanos tal como lo somos nosotros. Hagamos
de Dios nuestro único indispensable y Él va a
ayudarnos a que el resto de las relaciones las
pongamos en el lugar adecuado. Nadie puede ni
debe ocupar el lugar de Dios en nuestras vidas,
porque cuando eso pasa, todo se derrumba. Él
es el único que puede poner orden en ella.
13. la autoestima es el valor que uno se da, en función del valor y el
respeto que le tienen los demás.
La autoestima es la que nos lleva a pensar que somos inteligentes o
limitados, atractivos o no, simpáticos o antipáticos, buenos para el
arte, la matemática, malos para el amor, etc
la autoestima se adquiere y se desarrolla por la buena opinión y
juicios positivos de los demás y muy importante es ir acumulando
pequeños éxitos personales, los cuales nos hacen sentir
verdaderamente capaces.
La autoimagen es esa fotografía interna
(y con frecuencia falsa), que tenemos de nosotros
mismos y que está presente, cada vez que decimos
o pensamos “yo soy” o “yo no soy” y es la
responsable de decir “yo puedo” o “yo no puedo”.
No permitas que una autoimagen distorsionada
y equivocada impida tu felicidad.