El documento describe la importancia del dominio propio en la vida de los cristianos. El dominio propio es una herramienta provista por Dios para nuestro beneficio que nos permite controlar nuestros impulsos y actuar de forma independiente. Ejercer el dominio propio produce una vida equilibrada y libre del esclavizaje de los hábitos. Dios desea que utilicemos esta herramienta en todas las situaciones para no fracasar en la vida y disfrutar plenamente de ella.
2. 1 CORINTIOS 6:7
7ASÍ QUE, POR CIERTO ES YA UNA
FALTA EN VOSOTROS QUE TENGÁIS
PLEITOS ENTRE VOSOTROS
MISMOS. ¿POR QUÉ NO SUFRÍS MÁS
BIEN EL AGRAVIO? ¿POR QUÉ NO
SUFRÍS MÁS BIEN EL SER
DEFRAUDADOS?
3. “Dominio propio” (como en la versión
española Reina-Valera) se transmite la
idea de uno que tiene el dominio de sí
mismo de forma habitual y que sabe
gobernar el yo. Ejercer el dominio de
uno mismo es, en efecto, una gracia
extraordinaria y admirable, la cual
comunica su bendita influencia sobre
todo, la marcha, el carácter y la conducta
del
4. individuo. El dominio propio es una
herramienta muy valiosa, provista por
Dios, para nuestro beneficio. Él desea
que nosotros utilicemos esta
herramienta en cada situación que se
nos presente en la vida. Hay ocasiones
que tenemos que decir, No, aunque el
asunto parezca atractivo a nuestros ojos.
No hay excusa para no usar el dominio
propio, pues
5. todos los seres humanos hemos sido
equipados por Dios con esta
herramienta, para que no fracasemos en
la vida. Claro, esto será, si nosotros
deseamos vivir una vida equilibrada en
todas las áreas.
6. 1. El apóstol declara que, el cristiano es
libre para actuar con independencia, no
debe dejarse dominar por nada. El gran
hecho de la Fe cristiana es que nos hace
libres, no para pecar, sino para no pecar,
¡Es tan fácil dejar que los hábitos nos
esclavicen...! Pero la fuerza cristiana nos
permite dominarlos. Cuando uno
experimenta de verás el poder de Cristo,
llega a ser, no esclavo, sino dueño de su
propio cuerpo. A menudo se dice:
7. "Haré lo que me de la gana," cuando uno
se refiere a un hábito o a una pasión que
le tiene esclavizado. Es sólo cuando una
persona tiene la fuerza de Cristo, cuando
puede decir de veras "Haré lo que
quiera," y no "Daré gusto a las cosas que
me tienen en su poder." (Juan 8:32; 1
Pedro 2:15-17; Gálatas 5:1)
8. 2. El apóstol insiste en que no nos
pertenecemos a nosotros mismos. No
hay tal cosa en el mundo como una
persona que se haya hecho a sí misma. El
cristiano es uno que considera, no sus
derechos, sino sus deberes. No puede
hacer lo que quiera, sencillamente
porque no se pertenece a sí mismo; sino
que ha de hacer lo que Cristo quiera,
porque para eso le compró, a precio de
su sangre. (1 Corintios 6:20; 1 Pedro 1:18-20)
9. Conclusión: Hagamos la virtud del
dominio propio parte de nuestra vida,
para que nos vaya bien siempre y
vivimos felices en este mundo, este es el
deseo de Dios para cada uno de
nosotros. Él no quiere que usted y yo
suframos, por el contrario, su mayor
anhelo es que nosotros disfrutemos esta
vida a plenitud, Dios nos la dio con ese
propósito. No la desperdicies en hábitos
incorrectos, o en pasiones carnales.
10. Hay algo mejor para tu vida, que Dios
preparó antes que tu nacieses. Hoy
puedes comenzar una nueva vida en
Cristo Jesús. Nunca es tarde para
cambiar. (Jeremías 1: 5)