2. Definición Paranormal o Fenómenos paranormales ("al margen" o "al lado de" lo normal), es el nombre o adjetivo que se utiliza para hacer referencia a ciertos eventos que, presentándose como sucesos psíquicos, físicos o biológicos, no tienen causa lógica aparente que pueda ser descrita por, al menos, alguna de las ciencias convencionales, como la Física, la Biología o la Química. Estos fenómenos son estudiados por la Parapsicología.
3. Difusion Actual Los fenómenos son: Percepción extrasensorial (41%) Casas embrujadas (37%) Fantasmas (32%) Telepatía (31%) Adivinación del futuro (26%) Astrología (25%) Brujas (21%) Comunicación con los muertos (21%) Reencarnación (20%) Canalización de entidades espirituales (9%).
4. Investigación Y Métodos La investigación de los fenómenos paranormales, y aún más su interpretación, es difícil de encajar en el ámbito de las pautas metodológicas y las teorías científicas establecidas. Debe tenerse en cuenta el problema epistemológico que significa el calificar como "paranormales" precisamente aquellos hechos para los que no se haya podido encontrar explicación causal empleando la metodología de la ciencia positiva, la cual es, por tanto, de obligatoria aplicación previa en el proceso -multidisciplinar- de determinación de todo supuesto fenómeno paranormal. Esto ha conducido a señalar que, si han de ser los hechos observados los que orienten la elaboración del método y no al contrario, es decir, no que los hechos se adapten a un método preestablecido (que podría, como consecuencia de su aplicación, desfigurar los rasgos definitorios que se buscan), los datos que nos ocupan están reclamando una adecuada metodología específica. Cabe decir que la historia de las ciencias, secular y abierta, ha venido siendo la de la mutua referencia entre lo observado, como dato a definir con precisión, y la elaboración del orden de pautas de investigación a seguir en el proceso metódico de lograr dicha definición. En este sentido, la discusión contemporánea muestra que, según unos, el estudio de los fenómenos paranormales pretende iniciar su propia historia como ciencia injustificadamente, porque carece de un ámbito propio de objetos a definir, bien porque se juzga que tales datos no se han verificado, bien porque se los considera asimilables a datos ya conocidos, mientras que según otros, esa historia, aunque llena de dificultades, está ya plenamente iniciada, al estimarse que los hechos y su no reductible fisonomía específica están comprobados y, por tanto, su negación o el rechazo de su investigación no responden al genuino espíritu científico, sino a la posición denominada cientificismo. El gran número de fenómenos presuntamente paranormales de que se viene teniendo noticia documental desde tiempos remotos, los registros y comprobaciones referidos a fenomenología tanto espontánea como provocada, así como la atención prestada por algunos científicos a ciertos fenómenos vinculados a la doctrina espiritista (mesas y "médiums" parlantes, escritura automática, formaciones ectoplásmicas y otros), terminaron por animar la creación de sociedades (así, en 1882, la pionera SocietyforPsychicalResearch, de Londres, con su filial norteamericana) e institutos de investigación (así, en 1919, el Instituto Metapsíquico Internacional de París, declarado oficialmente "de utilidad pública",6 o el de Varsovia), con la promoción de conferencias y congresos sobre los datos que constituyen el objeto material de estudio del llamado, ya en nuestros días, "parapsicólogo". Cierta fenomenología espontánea que, como tal, es testimoniada desde experiencias vividas en condiciones no sometidas a control, también mereció interés por las posibles consecuencias científicas de lo que se descubriese respecto a sus procesos y causas, conduciendo progresivamente a una investigación que, objetivando su realidad bajo control experimental, lograse describir las leyes de su dinamismo. (Se prescinde aquí de la problemática epistemológica, general para todas las ciencias experimentales, que suponen las nociones de causalidad y de ley de la naturaleza, tal como ha venido siendo presentada a lo largo del siglo XX por científicos y filósofos de la ciencia).
6. Relato sobre Fenomenos paranormales Los poderes ocultos de la mente, al igual que otros tipos de fenomenos paranormales, no han podido ser explicados ni desde el momento en que aparecieron ni actualmente. Es exclusivamente nuestra fe, quien nos hace creer o no en estos fenómenos. A continuación te mostraremos un relato muy conocido que abarca el tema de fenomenos paranormales. El primer contacto Marisa era soltera y tenía una muy buena relación con su padre, que era su mejor amigo y confidente. Hasta que el padre murió, a las 8 de la tarde, hace ya varios años. Al día siguiente del entierro, a las 8 de la tarde, Marisa sintió con gran intensidad la presencia de su padre, representado por una neblina inquietante que invadía el piso. Este inexplicable fenómeno se prolongó durante 40 días. Marisa, angustiada, salía siempre de casa porque creía que su padre se la quería llevar con él. Un día, una llamada telefónica despertó a Marisa a las tres de la madrugada. Al descolgar el auricular, Marisa reconoció la inconfundible voz de su padre. "Marisa", llamó el padre. "Papá, ¿cómo estás?”, le preguntó ella. "Estupendamente bien", le contestó su padre, utilizando una de sus expresiones preferidas. A continuación, su padre intentó tranquilizarla con un tono de voz y unas palabras que, a juicio de Marisa, eran genuinamente suyas y no admitían imitación posible. Marisa recuerda que lo que le impresionó más fue el silencio de fondo que percibía en el lugar desde donde llamaba su padre. "Era un silencio lleno, un silencio inmensamente profundo, un silencio sonoro". "¿Quieres que despierte a mamá?", le preguntó ella. "No, deja dormir a tu madre. Me encuentro perfectamente", contestó el padre. Entonces a Marisa se le ocurrió pensar: "¿Dónde?". Y el padre, como si pudiese oír sus pensamientos, le contó: "Es un lugar muy hermoso, indescriptible, inimaginable". A continuación, su padre le dijo que tenía que marcharse y la voz calló. Marisa siguió un buen rato conectada a aquella inmensidad silenciosa y densa que se extendía al otro lado del auricular. Lo que recuerda Marisa a continuación es que se le cayó el teléfono de la mano. Pensó que se había vuelto loca y dejó el teléfono descolgado, mientras se metía en la cama y se cubría la cabeza con las sábanas. Al día siguiente, al despertar, el teléfono seguía descolgado, como prueba de lo ocurrido el día anterior. Después de algunos sucesos tan misteriosos como inexplicables, Marisa le exigió a su padre una prueba indiscutible de su pervivencia tras la muerte. Marisa acababa de rellenar -por primera vez en su vida y guiándose por la intuición- la quiniela hípica de una carrera que iba a celebrarse al día siguiente, domingo, y le propuso a su padre que le permitiera ganar 110.000 ptas, que era la cantidad exacta a la que ascendía una deuda pendiente. Para que no existieran dudas, y como testimonio del reto lanzado a su padre, hizo partícipe de la historia a una psiquiatra amiga suya. Al día siguiente, las dos amigas se reunieron frente al televisor dispuestas a seguir la carrera, que era retransmitida en directo por Televisión Española. Marisa acertó en el ganador de la primera carrera. Y también en el ganador de la segunda, la tercera, la cuarta y la quinta. La excitación de las dos amigas era extraordinaria. Sólo faltaba la última carrera. Pero, en esta ocasión, el caballo por el que Marisa había apostado quedó en segundo lugar, a unos centímetros del ganador. Marisa se conformó; pensó que, al menos, iba a percibir alguna pequeña cantidad. Súbitamente, la amiga llegó corriendo a su encuentro para darle una sorprendente noticia: acababan de anunciar que el resultado de la última prueba había sido invalidado provisionalmente en espera de un veredicto definitivo, ya que existían dudas razonables sobre quién había sido el vencedor final.